Chanhee y Lay habían hecho todo lo necesario para juntarse el sábado, le habían mentido a la abuela, de lo que Yixing no se siente nada orgulloso, de que Chanhee iría a pasar la tarde con su “mejor amiga china” y Yixing le contó toda la verdad a Han pidiendo que distrajera la tarde a su pequeña hermana, Sehun, Han y Yixin tienen una buena relación así que a Han no le molestó pasar su fin de semana con los dos.
La abuela de Chanhee no recordaba a Lay, sólo recordaba vagamente haberlo visto en el festival, pero nada realmente claro así que con la insistencia de su nieto de ir con su amiguita ella no pudo negarse después de verlo tan cabizbajo los últimos meses. En cuanto escuchó el timbre sonar casi corrió para abrir la puerta, fue por Chanhee y le dio unas galletas a Lay, que olían delicioso, como gesto de agradecimiento de cuidar al niño, Lay no pudo evitar sentirse culpable por la mentira, aún después de todo lo ocurrido no le tenía resentimiento a la señora, sabía que tal vez ella también se sentía sola y quería compartir lo que le quedaba de vida con un ser querido, un pequeño pedazo de su hija, pero claro todo era una suposición de Lay. Chanhee se despidió de su abuela, tomó una sudadera y una mochila.
-Ten, te compre un casco- Le extendió al niño un casco rojo con adornos azules que había ido a comprar con Han hace unos días.
-Gracias-El niño le dedicó una sonrisa sincera y Lay sintió algo removerse en él -¿Qué haremos?-
-Ya lo veras- Lay le sonrió y subió al niño a la bicicleta, en el lugar de Yixin, para después subirse él.
No tardaron mucho en llegar a su destino. Yixing agradecía que su mamá lo obligara a tomar clases de baile en la secundaria, sus piernas eran resistentes y transportarse desde siempre en bicicleta le había formado unas piernas fuertes que escasas veces se cansaban, como los días agitados en el hospital. Ya le habían dicho muchas veces que no debía seguir con aquello pues su cadera ya estaba lastimada, pero él al igual que toda la humanidad era necio, se negaba a dejar de sentir el viento golpear su cara y respirar el casi puro oxigeno del ambiente.
-¿Un parque de diversiones?- Chanhee dijo con voz entrecortada, estaba nervioso.
-Sí- Tomó la mano del niño y lo guió hasta la entrada del lugar ruidoso lleno de gente -¿Algún problema?-
-Me dan miedo los juegos-Yixing lo sabía, Joonmyun se lo había comentado en algún día de sus salidas al parque. Pero ese era el día de que ambos dejaran de tener de miedo, tenían que tener confianza de lo que el destino dictara.
-A mí también me dan mucho miedo- Chanhee rió ante el comentario del mayor, pero confiaba en Yixing así que lo siguió.
Habían discutido sobre cuál de todos los juegos en el parque era el más grande y el que más les daba miedo y ambos concluyeron que era la montaña rusa, así que nerviosos se dirigieron al juego y se formaron, Chanhee no dejaba de hacerle preguntas al mayor para distraerse, Yixing por otro lado respondía gustosos todas las preguntas del pequeño como “¿Cómo era Yixin de bebé?” “¿Alguna vez le hiciste algo malo?” “¿Qué travesura es la que más recuerdas?” pero Lay no dejaba de pasarse las manos por el pantalón para limpiarse el sudor. Estaban a unas personas de subir cuando Yixing tomó la mano de Chanhee y se acuclillo para quedar a su altura.
-Chanhee recuerda que tener miedo no es malo, pero también recuerda que siempre estaré contigo, sostendré tu mano siempre que tú así lo quieras, te voy a cuidar, no dejaré que nada malo te pase. Desde hoy tú y yo dejamos de ser seres débiles en el mundo, desde hoy afrontamos todos nuestros miedos porque somos fuertes. Siempre juntos ¿Ok?- Abrazó al niño y Chanhee lo recibió con un fuerte apretón.
-Gracias, Yixing hyung- Cuando se separaron Lay besó la frente del niño y se levantó para avanzar en la fila y subirse al juego.
El encargado los había acomodado en sus asientos y les aseguró la barra de seguridad, ambos estaban nerviosos, pero sabían que la sensación podía superar todo el miedo que en ese momento los ahogaba. Yixing volteó hacia el niño y con un movimiento de labios le dijo “Tengo miedo” y entonces sintió cómo su corazón se aceleraba y todo en él se comprimía, Chanhee le había sonreído y había tomado su mano sobre la barra.
El coche comenzó a moverse y enseguida percibieron como iban subiendo poco a poco, ambos cerraron los ojos con fuerza al mismo tiempo, el coche comenzó a bajar la velocidad y ambos sabían que ya estaban hasta arriba, apretaron su agarre y sintieron como si un peso enorme cayera sobre ellos, pero entonces todo pasó tan rápido, el miedo dejando en libertad a sus dos cansadas almas, el ruido del aire siendo quebrado por la velocidad del carro, la caída, la recompensa de todo lo que vivieron, el revoloteo en sus vientres haciéndoles cosquillas, sus cabellos danzando desesperados con el viento, todo fue tan perfecto. Cuando estaban por llegar al final recordaron el agarre que tenían y allí, en ese momento fue cuando ambos se dieron cuenta que ya no se sentirían solos nunca más en la vida, que tenían al otro. Ya todo lo que restaba en el camino era felicidad, tal vez con algunos baches, pero ya nada los heriría, ambos eran personas fuertes que sabrían afrontar todo lo que el destino les impusiera.
Al bajar del juego ambos se abrazaron con fuerza y Yixing sintió como el pequeño comenzaba a sollozar escondiendo su carita en su hombro, Lay dejó al niño desahogarse mientras le acariciaba tiernamente el cabello, no Chanhee definitivamente no pasaría por nada de lo que él paso. Cuando se separaron Yixing limpió los restos de lagrimas de la cara del pequeño y lo tomó de la mano.
-¿Qué quieres hacer ahora?- Comenzaron a andar.
-¿Podemos comprar caramelos?-
-Claro, yo quiero helado-
-De haber sido Suho, me hubieras dicho que no-
-¿Lo extrañas?- Vio la mirada triste del infante.
-Mucho- Lay estaba a punto de hablar cuando su celular sonó y le dijo a Chanhee que fuera escogiendo los dulces que quería.
Era una llamada de Joonmyun diciéndole que lo iría a recoger al hospital, ya que Lay le había dicho que tenía el turno de la tarde y que salía muy noche, al parecer el mayor también había tenido que ir al banco. Le dijo que irían a cenar fuera, Lay al no poderse negar le pidió (casi rogó) que fuera por él a su departamento puesto que no llevaba ropa además del uniforme, el mayor después de una hermosa risa acepto.
Después del beso de aquella tarde nada había vuelto a ser igual. Yixing no podía dejar de sentirse nervioso cada que el mayor lo abrazaba u ocasionalmente le robaba besos que no pasaban a más de simples roces, jamás existió la incomodidad entre ellos. Suho era el guardián de Yixing y Lay era la fuerza de Joonmyun. Ninguno de los dos tuvo la necesidad de decirse las dos palabras necesarias en una relación, porque ellos con una simple mirada le hacían saber al contrario cuanta importancia tenían en su vida. Aún no estaban en una relación oficial, pero ambos sabían que el sentimiento entre ellos crecía un poco más cada día.