Sasuke y Naruto
Como ya habíamos hecho en otras ocasiones, decidimos ir a un descansar. Teníamos confianza y no nos importaba joder juntos, aunque no revueltos.
Ya en el coche, yo estaba excitado, aunque ciertamente no por la perspectiva de follarme a hinata; lo que realmente me apetecía es que sasuke me la volviera a mamar como antes, y que se tragara mi leche, aunque ahora me gustaría verle la cara y contemplar mi semen en su lengua. Era imposible, desde luego, pero era lo que me apetecía. Total, estuvimos besandonos las dos parejas, cada una por su lado, pero ni a sasuke,ni a mí se nos levantaban los penes.Las chicas, entonces, se enojaron bastante.sasuke se excuso, que tenía ganas de orinar, porque había bebido mucho.entonces sakura dijo:
--Pues, venga,vallan a orinar,y vuelvan excitados.
Así que sasuke y yo salimos al exterior y nos encaminamos hacia un bosque cercano. Allí me saqué la pene y me puse a orinar. Pero realmente lo que quería es que sasuke me la viera, por eso prácticamente me puse delante de él, como si estuviera aún medio dormido. Con los ojos entrecerrados lo miré y me di cuenta de que estaba absorto en mi pene. A sasuke se debió dar cuenta de que con hinata no me excitaba, y sin embargo ahora si, así que debió entender que allí había algo...
Abrí los ojos y vi que me miraba fijamente. Casi sin darme cuenta, le guiñé un ojo pícaramente, y entonces sasuke no pudo resistirse más: se arrodilló ante mí y sumergió mi pene en su boca. Aquel era un espectáculo impresionante:sasuke tenía una capacidad para tragar increíble; mi pene, que tiene unas proporciones bastante respetables, desaparecía enterrado en sus labios hasta que éstos me rozaban el vello púbico, por arriba, y los huevos, por abajo. Ahora sasuke, ya totalmente desinhibido, me había bajado los pantalones hasta la mitad del muslo y me acariciaba las nalgas, buscándome el agujero que se oculta entre ambas. Yo estaba tan excitado que ni me di cuenta de que me había metido un dedo por el culo, y cuando lo hizo no sólo no me resisti, sino que, a la vista del gusto que me estaba dando, le acaricié la mano instándole a que siguiera. Él no se hizo de rogar y me metió otro dedo, una vez que el esfínter se había relajado lo suficiente para ello.sasuke seguía mamándome como un maestro, y por detrás yo sentía un placer exquisito con aquellos dos dedos que hurgaban en lo más íntimo de mí, donde no había tocado ni hinata.
Sentí que me corría, y entonces lo tomé del pelo y lo retiré un poco, lo suficiente para que el glande se colocara sobre la lengua. Sasuke entendió enseguida lo que pretendía y me esperó así; el primer chorro le cruzó el labio superior y la nariz, pero los otros se fueron depositando lujuriosamente en la lengua de sasuke, que temblaba de gusto y de deseo de engullir aquella materia viscosa. Cuando ya quedó claro que no quedaba más leche por salir,sasuke se introdujo aquella sustancia lechosa en la boca, relamiéndose como si se estuviera tomando el más suculento de los manjares. Me pareció tan excitante aquello que vi,que mi pene se puso duro de nuevo. Sasuke lo notó y se la metió de nuevo en la boca. Pero le obligué a salirse, porque me di cuenta de que nuestras novias debían estar extrañadas de nuestra ausencia. Se lo dije y él comprendió.
Nos dirigimos en silencio hacia el coche, sin saber qué decirnos, aunque muriéndonos de ganas de volver a hacer lo que estábamos haciendo.
Pero, ¡oh, sorpresa!, cuando llegamos al coche resultó que hinata y sakura, la novia de sasuke, estaban dormidas profundamente: el cansancio y las generosa dosis de alcohol habían hecho su efecto.
Sasuke y yo nos miramos y nos sonreímos; salimos corriendo, procurando no hacer ruido, hacia el cercano bosque. Cuando llegamos al sitio donde habíamos estado un momento antes, sasuke se abalanzó a mi bragueta, mientras yo notaba cómo mi pene se llenaba de sangre, como si no me hubiera corrido dos veces en los últimos 60 minutos. Esta vez sasuke me hizo tumbarme sobre la hierba, y me bajó los pantalones hasta la rodilla. Se metió mi pene en su boca, y comenzó a mamarme por tercera vez. Pero ahora me di cuenta de que él también se había abierto la bragueta y se había bajado los boxers; nunca había visto a sasuke desnudo, pero ahora me di cuenta de que sasuke estaba sobradamente armado: se masajeaba un pene que calculo debía estar en torno a los 23 centímetros,me pareció absolutamente irresistible.
Sasuke dio un giro inesperado a la situación cuando, de repente, con sus manos hizo que yo elevara las rodillas y los tobillos. Sin dejar de chuparme,me levantó la parte inferior del cuerpo, de tal forma que mi culo, hasta entonces ocultó, quedó en primer plano. Expertamente, abandonó la mamada, para centrarse primero en mis huevos (¡qué delicia, cómo chupaba!) y enseguida en mi agujero del culo. ¡Qué sensación! La primera vez que noté que me estaba lamiendo el agujero sentí una oleada de placer brutal que me subió del culo hacia el resto del cuerpo. Me podría haber corrido con aquella primera lamida, pero, sorprendentemente, conseguí aguantarme.sasuke continuó metiéndome la lengua en el estrecho agujero de mi culo, cada vez más adentro, y con cada lengüetazo me hacía contorsionarme de gozo... Aquellos lametones consiguieron lo que yo pensé que no era posible: me desinhibí totalmente, y abrí la boca, babeando, buscando algo que "comerme". Sasuke, desde su posición, vio mi estado y acudió en mi socorro, continuando metiéndome un palmo de lengua en mi recto, giró sobre el eje de su cabeza y se colocó boca abajo sobre mí, en posición de 69. Me encontré así el enorme pene de sasuke a sólo unos centímetros de mi boca: desde esta postura aquella verga de exposición parecía aún mayor, que dudaba fuera capaz de meter en mi boca. Pero lo intente: no tenía idea de cómo se hacía, pero recordé cómo había visto hacerlo a sasuke, abrí la boca todo lo que pude y sepulté aquel gran pedazo de carne dentro de mi boca. La sensación fue excepcional: me sentí lleno, como si hasta ese momento me hubiera faltado algo en mi vida. Pero sentir aquella cantidad de carne caliente, palpitante, dentro de mi boca, me espoleó para avanzar más: con gran esfuerzo, comencé a tragar más y más de aquella delicia.Noté como me llegaba la punta del pene a las amígdalas, y pugné por metérmelo aún más adentro. Tras un momento en el que creí que las arcadas me iban a hacer rechazarlo, éste finalmente traspasó las resistencias de mi garganta y avanzaron hacia la faringe. Tenía ya muy cerca el vello púbico de sasuke, mientras el chico, con gran excitación, procuraba empujar su pene más y más adentro en mi boca. No descuidaba sus labores, y por mis partes bajas seguía metiéndome la lengua por el culo, consiguiendo, cada vez que me follaba con la lengua, una oleada de placer que me sacudía entero.
Yo, finalmente, alcancé a meterme todo aquel rabo enorme dentro de la boca. Sentía el glande más allá de la faringe, pero el mero hecho de tocar los huevos de mi amigo con mi labio inferior me puso aún más excitado. Quería más, y sabía bien lo que quería: la imagen de sasuke, hacía un rato, con la lengua totalmente fuera de la boca y recibiendo mi descarga de leche... Yo también quería experimentar aquella sensación; recordaba el rostro de mi amante marcado por la gula, por la lujuria, por la más absoluta desinhibición; en aquel momento a sasuke no le importaba nada en el mundo más que recibir mi leche y tragársela, y en ese momento yo también lo comprendí y quise hacer como él. Tuve suerte, porque sasuke, pocos segundos después, dejó de chuparme el culo y empezó a jadear fuertemente; supe entonces que se corría y me saqué de la boca su pene: la coloqué a unos diez centímetros sobre mi boca. Así podía verlo todo, y no perderme nada. De aquel glande grande y gordo, rojo, surgió un chorro de leche tremendo, que me cayó enterito en la lengua ansiosa que tenía desplegada delante. Saboreé un momento el líquido lechoso, sabiendo de antemano que me iba a encontrar con un néctar exquisito; pero todas las previsiones se quedaron cortas: aquella leche era lo más delicioso que había probado en mi vida, una mezcla de leche condensada, aunque algo menos dulce, con vainilla y almíbar. Al primer tremendo churretazo siguieron otros ocho o nueve, decrecientes pero también exquisitos, y no sabía si me gustaba más saborearlo y paladearlo en mis labios o verlo cómo caían sobre mi boca. Cuando parecía que ya no había más, alcé la cabeza, con gula, y lo sepulté entre mis labios; con la punta de la lengua indagué en el pequeño orificio,consiguiendo aún tres gotas riquísimas. Sasuke, que había dejado de lamerme el culo para contemplar el espectáculo, estaba con la boca abierta. Lo vi cuando abrí los ojos mientras seguía lamiendo su rabo, del que ya no salía semen pero que, de todas formas, me seguía pareciendo exquisito.sasuke, como ya me pasó antes a mí, con aquella visión volvió a excitarse, y noté en mi boca cómo se volvía a hinchar. Redoblé mis mamadas, pero esta vez él tenía otra idea.
--¿Quieres que te la meta por el culo? -me preguntó, como si tal cosa.
Yo, aún con el pene entre los labios, asentí. ¿Qué podía hacer? Nunca había sentido mayor placer que aquella noche, y aún esperaba recibir más.
Sasuke me sacó entonces me lo saco de la boca. Yo protesté en silencio, Me quitó los zapatos y los pantalones, y me hizo ponerme a cuatro patas. Después se agachó detrás de mí y volvió a meterme la lengua como antes; otra vez las oleadas orgásmicas por todo el cuerpo, aunque ahora tenían una finalidad distinta, más utilitaria. Sasuke me metió entonces dos dedos en mi agujero, ya suficientemente distendido por su saliva y por el placer proporcionado. Casi de seguido me metió un tercero, que le costó algo más de trabajo; comenzó entonces a follarme con esos tres dedos, y yo entreví entonces un destello de lo que me esperaba. Culeé con desvergüenza, y sasuke entendió. Me sacó los dedos y me colocó en el orificio algo grande y caliente, de un solo golpe, me metió hasta la mitad ese pedazo de carne. El dolor fue espantoso, pero tan fuerte como el dolor fue el placer que senti. Era como una barrena dura y blanda al tiempo.Pero aún no había llegado lo mejor; me tenía metido el pene, hasta la mitad, aproximadamente, de su tremenda envergadura, y, de otro golpe, me lo encalomó hasta dentro. De nuevo un dolor fortísimo, pero esta vez el placer lo superó. Quise gritar, no sé si de dolor o placer, pero sasuke me tapó la boca y apenas pude gemir. comenzó entonces a follarme sin piedad, y yo me apretaba contra él, buscando que me la metiera cada vez más adentro. No sé cómo me di cuenta de que estaba babeando, me corrían los chorros de saliva por la boca algo abierta, y no me importaba lo más mínimo. Introduje mi mano entre mis piernas y conseguí tocar la polla que me follaba; parecía increíble que una cosa tan grande cupiera en un cubículo tan pequeño. Tocar con mis dedos aquella superficie de carne sedosa y férrea a un tiempo entrar en mi culo fue otro de los grandes descubrimientos de aquella noche.
Sasuke continuaba metiéndome aquel pene espectacular por el culo cuando sucedió lo inesperado.
--Pero, ¿esto qué es...?
Hinata y sakura, a tres metros escasos, nos miraban con la sorpresa pintada en sus rostros. El espectáculo debía ser tremendo: sus novios estaban follándose, y además estábamos de lado con respecto a su ángulo de visión, de tal forma que tenían forzosamente que ver el miembro de sasuke entrando una y otra vez dentro de mi culo. Los dos nos quedamos instantáneamente quietos, casi tan sorprendidos como las chicas; sin embargo, yo actúe casi de inmediato. Comencé a culear descaradamente, autofollándome con la pene de sasuke, que seguía estático; pronto entendió, y me siguió el juego. Juntos habíamos encontrado el placer perfecto.
Las mujeres, al ver que continuábamos con lo nuestro, a pesar de su presencia, se marcharon furiosas, largando insultos por la boca como nunca las habíamos oído.
Sasuke siguió entonces con más entusiasmo, como antes de la interrupción, y poco después se corrió dentro de mi culo entre grandes jadeos. Sentí dentro de mí como una explosión líquidaPero, quería que mi boca compartiera algo con mi culo, y me salí para chupar el miembro entre los labios, cuando aún chorreaba leche. Él, por su parte, se las arregló para mamarme el pene, los dos estabamos en un excitante 69; pronto me corrí, mientras yo aún mantenía su miembro ya exhausto, dentro de mi boca. Mientras sentía como sasuke se tragaba por tercera vez mi leche en poco más de una hora, me di cuenta de que me encanta esta clase de sexo.el sexo con otro hombre,el sexo con sasuke.
Algo más tarde, cuando llegamos a donde estaba el coche, éste se lo habían llevado las chicas; era de sakura y está claro que no tenían intención de llevarnos de vuelta. Regresamos andando,
Por el camino sasuke me contó que se había hecho novio de sakura porque ésta era amiga de hinata y ésta, a su vez, novia mía, pero que él lo que buscaba desde el primer día era encontrar el momento de follar conmigo. Desde aquella noche, sasuke y yo somos pareja; soy feliz, y sexualmente me siento totalmente realizado. En una sola de las mamadas de aquella noche inolvidable, recibí de sasuke mil veces más placer que todas las ocasiones en que había follado o me la había chupado mi novia. Así que, ¿qué duda había?