Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Maldito Corazón |BangHim Fanfic| por RushanaChan

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el décimo capítulo! 

Jong Up se hallaba solo en las afueras del edificio donde vivían. Había allí un pequeño espacio verde, al que iba últimamente para despejarse. La verdad era que el cadete se hallaba muy confundido. Por un lado, estaba conforme de haber enviado el pedido de captura de Zelo, porque era lo debido, la vida del comandante estaba en peligro, y él era su prioridad. Pero, por otro lado, Zelo había empezado a ser su amigo. Estaba mezclando las cosas, la misión con cuestiones personales, siendo que la primera debía prevalecer siempre.

Aunque en realidad, Jong Up había actuado así desde el principio, desde que decidió complotarse con Zelo para separar a Himchan y Yongguk.

Hizo lo que debía hacer, eso es seguro. Pero no lo que él, necesariamente, quería hacer.

-¿Jong Up?

Reconoció esa voz al instante, se dio la vuelta, con expresión algo despistada, lo que causó ternura en su superior. Se trataba de Himchan, quien ahora le sonreía con afecto. Se veía radiante a esa hora de la tarde, contrastando su fina imagen de forma perfecta con el entorno de edificios y el pequeño espacio verde. Hacía ya un tiempo que Jong Up veía de ese modo a su comandante, con una devoción que no era normal encontrar en esas situaciones. Se quedó un rato mirándole, mejor dicho, admirándole. Himchan rió.

-¿Sucede algo?

Jong Up desvió la vista, algo nervioso. –No.

El comandante sabía que algo andaba mal con el fiel cadete. Se sentó a su lado en el banco donde se hallaba. -¿Piensas en Zelo?- arriesgó.

El soldado no se inmutó ante la pregunta, pero tenía razón. Principalmente, había estado pensando en eso.

-Jong Up… Estas situaciones son comunes en nuestro trabajo. Y es lo más difícil.- le comentó, con el semblante serio. -Pero estuviste bien, hiciste lo que debías hacer.

-Hyung… Tú pudiste hacer lo mismo conmigo –puntualizó, mirándole al fin. –Pudiste condenarme por complotarme con Zelo para separarlos a ti y a Yongguk. Pero no lo hiciste.

-Eso fue diferente- contestó de inmediato. –Es cierto, pude haberlo hecho, porque conspiraste en contra de un compañero. Pero estabas en lo cierto, yo cometí una falta. Me preocupaba más lo que pensara Yongguk de mí que la misma misión. En este caso, yo no he hecho nada. No tengo la culpa de que su hermano haya muerto, como él dice.  Solo tiene un resentimiento con todo, ese tipo solo tiene odio en su interior. Me equivoqué con él –bajó la voz en aquella última frase.

Jong Up guardó silencio un momento. Quería preguntarle muchas cosas, como lo que realmente había sucedido con el hermano de Yongguk. Pero se hallaba bastante desanimado y confundido. Por más que el comandante le dijera que aquello que había hecho era lo correcto, él aún no se sentía seguro de ello.

-El tema es que… Debes entender que estas cosas pasan- volvió a hablar el comandante. –Esta no será la última decisión difícil que tomes.

Dicho aquello, hubo un silencio entre ambos, cada uno pensando en sus cosas, en lo que había hecho, en lo que había pasado desde su llegada a la Tierra. A pesar de haber sonado tan seguro hace unos instantes, había una expresión de incertidumbre en el rostro de Himchan. Había preocupación en sus finas facciones, que se traducían en un ceño fruncido. El comandante mordía su labio interior pensando en lo que sería de ellos sin los dos raperos principales.

-¿Extrañaras a Yongguk?

Aquella pregunta tomó por sorpresa a Himchan, sacándole de sus cavilaciones. Suspiró pesadamente. –Extrañaré al Yongguk que me brindó apoyo cuando mi hermana había muerto. Aquel que me escuchaba hablar hasta altas horas de la noche. Aquel que se reía de mis chistes malos. –contestó, poniendo en manifiesto que solo extrañaría los buenos momentos que había pasado con el mayor. Hablaba lentamente, como cuidándose de no decir algo que no debía. –¿Y tú? ¿Extrañaras a Zelo?

Jong Up se encogió de hombros en respuesta. Claro que iba a extrañarlo. Aquel robot se había convertido en su amigo, y él acababa de enviarlo a una muerte segura en su planeta natal.

Pero había otra cosa que aquejaba al cadete en ese momento. Aquella pregunta acerca de Yongguk no había sido casual ni porque la situación lo ameritaba. Jong Up quería sacarse la duda sobre lo que Himchan pensaba y sentía por el líder. Le enfadaba porque sabía que Himchan lo extrañaría de verdad, a pesar de todo, Himchan no lo odiaba, él lo sabía. Sintió que estaba haciendo todo esto porque las reglas lo decían, para quedar bien con él, con los demás. Pensó que si fuera por Himchan, dejaría pasar esto, le perdonaría, todo para no separarse de Yongguk.

¿Haría eso mismo Himchan por Jong Up? Sobre eso meditaba el cadete. Ya le había perdonado una vez, pero él mismo comandante se lo dijo, fue porque había tenido parte de la culpa. Si no fuera por eso, lo hubiera enviado de todos modos. Quizás no era como le habían dicho Daehyun y Young Jae aquella vez, que le dijeran que él era especial para Himchan, y que le tendría consideración. Esa persona especial era Yongguk, no él.

¿Qué haría Himchan ahora? Tenía el presentimiento de que perdonaría todo, al menos eso podía verse en el rostro de Himchan en esos momentos. La preocupación era patente.

Movido por el enfado y muchos otros sentimientos que le habían estado invadiendo los últimos meses, tomó a Himchan de los hombros y lo atrajo hacia sí, fundiendo sus labios con los suyos. Himchan se tensó. Sus labios se mantuvieron tiesos, pegados a los del cadete. En ese instante, Jong Up se separó con brusquedad, abriendo los ojos como dos platos, no pudiendo creer lo que había hecho. Se levantó de inmediato del banco donde se estaban sentando y corrió en dirección de la calle que se extendía frente a ellos.

-Jong Up, ¡espera!- gritó Himchan al cadete, quien ya se alejaba, sin mirar atrás.

 

-------------------------

Era de esas veces en las que Yongguk se hallaba en el estudio de grabación, pero no estaba trabajando. Solo estaba sentado, encorvando totalmente su cuerpo hacia el escritorio frente a él, apoyando su cabeza de lado. Se hallaba abatido emocionalmente. Había estado pensando en un modo de evitar que se llevaran a Zelo, incluso había pensado en sacarle el chip y que así pudiera huir. Pero él no sabía hacer eso, y solo arruinaría todo. Suspiró cansado, las ideas que se le cruzaban eran inútiles, imposibles.

Ahora múltiples recuerdos asechaban su mente, aparecían y desaparecían, o se fundían con otros recuerdos, todos de tiempos y épocas diferentes de la vida del mayor. Venía a su mente su hermano, luego el momento en el que había encontrado malherido a Junhong. Aquel momento que había matado a su primera víctima. Y Himchan. Siempre se aparecía en su cabeza, no importa lo que estuviera recordando. Como si todo tuviera que ver con él. Como si solo pudiera pensar en él.

-¿Alguna vez te has enamorado?-. le había preguntado el comandante hace unos meses. Era otra de esas noches en la que ninguno de los dos podía dormir, cuando sacaban temas aleatorios de los cuales hablar. 

-No, ¿tú?

Himchan rió. –Claro que sí. Recuerdo que la primera vez que me enamoré fue en mi adolescencia. Tuve una relación muy linda con una chica de mi edad. Todo era perfecto.

-¿Y qué sucedió?- preguntó Yongguk al ver el repentino silencio de Himchan.

-Simplemente se acabó. Los sentimientos ya no eran los mismos. Se habían esfumado lentamente, con el pasar del tiempo. Y un día, ya me encontraba terminando con ella- decía encogiéndose de hombros, pero hablaba con un tono calmo. –Pero esa no fue la única vez que me enamoré. –continuó, luego de un momento de haber estado en silencio. –Había cometido el error de hacerlo durante mis entrenamientos en la milicia. Me había enamorado de la única persona que me hablaba allí: un chico mayor que había ingresado conmigo a la milicia. A pesar de su edad, lo habían aceptado. Él era marginado por su edad, y yo por mis pocas condiciones físicas. Nos unía ese sentimiento de apartamiento y soledad. Un día, empecé a verlo de otro modo, y eso es lo peor que puedes hacer en ese lugar.

-¿Y se lo dijiste?

-Nunca. Pero lo sabía. Muchos rumores empezaban a correr de nosotros dos. Fue entonces cuando nos fuimos alejando progresivamente. Yo por un lado, avanzaba de categoría mucho más rápido que él, lo que ya me impedía verlo.

Yongguk sabía del especial desempeño que había tenido Himchan en la milicia. A pesar de que en sus primeros años fuese el peor, su perseverancia y esfuerzo le permitieron destacarse mucho más rápido que sus compañeros, quienes se confiaban de las habilidades que tenían, y no se preocupaban en adquirir nuevas o en mejorarlas, como lo hacía Himchan.

-Así fue como, con el tiempo, dejó de gustarme. Pero realmente, ahora que lo pienso, eso podría haberme costado mi lugar allí. Si alguien se enteraba de eso, probablemente me echarían. Pero bueno, supongo que uno no puede controlar eso.

-¿A qué te refieres?

-Al amor. No puedes controlarlo. No eliges cuándo y cómo enamorarte. Es nuestro corazón el que decide. Y no podemos hacer nada en contra de eso.

Yongguk se mantuvo en silencio, por lo que Himchan rió.

-Lo entenderás cuando te enamores.

Y la razón por la que Yongguk se había callado en ese momento era para asimilar que eso que estaba diciendo el comandante era lo que él maldecía. ¿Si acaso todo eso extraño que sentía por Himchan era amor? Si acaso eso no era compasión, o comprensión, o empatía, ¿qué era? ¿Qué le impedía matar a Himchan? Ya no era como antes, cuando lo veía por televisión, dando conferencias. Tan solo ver su imagen en el aparato le repugnaba y generaba un gran odio en su interior. Sentía que si lo tuviera en frente, lo estrangularía con sus propias manos. Pero ya no era así. No tenía ganas de acabar con él, sino más bien de escuchar sus anécdotas, sus chistes malos, sus consejos. Era algo más que un afecto amistoso. Algo que no podía describir, pero que estaba perturbando su mente, algo que le hacía alejarse de Himchan cada tanto.

No era su culpa, no había elegido sentirse así. Maldito corazón, maldijo internamente, recordando aquello que le había dicho Himchan esa vez. Si es que acaso su corazón tenía la culpa, sería capaz de arrancárselo. Aunque no estaba muy seguro de si realmente quería hacer eso.

Hundió su cabeza en sus manos. Al menos esta condena a muerte acabaría con ese perturbador sentimiento.

 

--------------------------------

Daehyun observaba con curiosidad lo que ocurría afuera del edificio del apartamento, en el pequeño parque de abajo. Al parecer, el comandante y el soldado no se habían percatado de que su escena podría ser vista desde la ventana del apartamento. Pero no había en el enmascarado una expresión de asombro. Al contrario, sonreía ladinamente, de forma misteriosa.

-Mira, “el foco de rebeldes se extiende a Hevil”- leía Young Jae el titular de una noticia desde su teléfono, donde tenía acceso directo a todo lo que sucedía en Mato. –Eso es impresionante. Y pensar que hasta hace unos años, los rebeldes eran solo un grupo pequeño de opositores-.  Se lo estaba comentando a su compañero, quien parecía bastante entretenido con lo que miraba por la ventana. Young Jae se fastidió ante el hecho de ser completamente ignorado. –Oye, ¿qué tanto miras?- decía, acercándose a su lado, a observar a través de la ventana. Solo veía la figura de una persona parada a un lado de un banco. Reconoció entonces a Himchan. Pero no podía entender lo curioso de la situación, lo que atrajera la atención de Daehyun. De pronto, notó que éste se dio la vuelta para dar la espalda a la ventana, aun con esa sonrisa indiscreta en su rostro.

-¿Qué pasó?- insitió Jae, quien miraba de la ventana a su compañero, sin comprender.

-Jong Up acaba de comprobar que Himchan no siente lo mismo que él- dijo, bajando su máscara.

El rostro de Jae se tornó aun más confundido al escuchar eso. -¿Sentir que?

Daehyun le miró extrañado. -¿No te diste cuenta? Jong Up está enamorado de Himchan.

Young Jae abrió sus ojos sorprendido, y al instante, lanzó una carcajada. –Oh, ¡por favor! Juro que de todas las estupideces que has dicho desde que llegamos, ésta es la más ocurrente.

-¿Estupideces? ¡Es más que obvio! Que tú no lo hayas notado, es otra cosa.

-Vamos, eso es solo una novela que te inventas porque has estado tan al vicio. No te preocupes, ya comenzaremos a trabajar en el próximo álbum, y tendrás algo mejor qué hacer- decía Jae, mientras apoyaba su mano en el hombro de su compañero, con expresión autosuficiente.

Daehyun sonrió nuevamente y sacó suavemente la mano del contrario de su hombro. -¿Sabes lo que sucede? Es que no puedes captar emociones. Tu cerebro ha estado tantos años trabajando con números y fórmulas que ha olvidado cómo intuir sentimientos ajenos.

Ahora sí, Young Jae estaba completamente estupefacto. Volvió a reir. –Corrijo, esa ha sido la estupidez más grande que has dicho- confesó entre risas. –Mi cerebro puede captar cualquier cosa- dijo, cambiando repentinamente su expresión a una fulminante mirada, ya sin reir, y apuntándole con el dedo índice de forma amenazante.

-¿Qué me dices de Himchan y Yongguk? Anda, no me digas que no has notado que hay algo entre ellos- retrucó Daehyun, cruzándose de brazos.

-¿Algo entre ellos? Pelean todo el tiempo, y luego se amigan. Solo veo una relación algo patológica y poco funcional- dijo Young Jae, de forma muy técnica.

El de la máscara negó con la cabeza. -¿Lo ves? Tienes una percepción “lógica y sistemática” de todo- comentó, haciendo las comillas con un gesto con sus dedos.

-Es que así son las cosas, Jung Daehyun. Lo que tú afirmas no tiene sentido. Himchan y Yongguk no tienen nada en común, incluso, ya vimos lo que Yongguk quiso hacerle. Le golpeó una vez, ¿acaso eso es amor para ti? No es lógico, no es así. Y por lo de Jong Up y Himchan, ¡por favor! Se llevan como mil años de edad. Es imposible que dos personas tan distantes en cuanto a su edad se enamoren. ¿Qué vas a decirme ahora? ¿Qué a Zelo le gusta Yongguk?- preguntó eso último en tono irónico y lanzó otra carcajada.

-Aún tengo mis sospechas- murmuró Daehyun. –Pero supongo que los robots no pueden sentir cosas así, ¿o sí?

Young Jae le miró atónito. -¿Eres idiota o te haces?

Daehyun solo reía, ya estaba acostumbrado a esos insultos por parte de su compañero. -¿Recuerdas aquella vez que Jong Up editaba grabaciones de Yongguk, haciendo que difamara a Himchan? ¿Por qué crees que lo hizo?

-Él nos lo dijo, era porque la relación entre ellos entorpecía el normal curso de la misión.

-Es obvio que esa no fue la única razón. Es obvio que había otro motivo detrás de eso- comentaba animado, y ante el silencio de Young Jae, decidió revelar aquel motivo él mismo. –Estaba celoso. Celoso de que Himchan pasara tiempo con Yongguk.

-Definitivamente te armas toda una novela, ¿eh?

Daehyun se quedó mirándole unos segundos, boquiabierto por la total negación que hacía Young Jae ante lo obvio. –Y dime, ¿qué tipo de relación tenemos nosotros dos?- lanzó inconsciente, sorprendiendo al cerebro del grupo.

-¿Tú y yo?- dijo señalando al aludido y a si mismo con expresión incrédula.

-Sí, ¿cómo la describirías?

-Puramente laboral. Nos une además un vínculo por haber pertenecido a la misma institución- explicó, refiriéndose a la Unidad de Inteligencia. –Sin embargo, hemos estado en facciones diferentes en la misma Unidad. Hemos compartido cosas con personas distintas. Nosotros dos somos muy distintos.

Daehyun sonrió, insatisfecho con aquella respuesta, pero ya lo esperaba.

-¿Ves que no me equivoco?- dijo Jae en tono arrogante. –Cerebro de Young Jae: 1. Daehyun: 0. –se burló, pasando por al lado de su compañero, quien seguía sonriendo.

-No tienes idea- susurró Daehyun, sin que el otro pueda escucharle.

 

--------------------------

El manager Kang les sorprendió la mañana siguiente con la noticia de una nueva entrevista. Era extraño para los chicos, a quienes hasta ahora solo les entrevistaban cuando se hallaban en actividad, para hablar del nuevo álbum, de las canciones, del proceso de creación de las mismas, entre otras cosas. Esta vez, como les informara Kang, sería una entrevista personal. Tendrían que hablar de sus vidas, de su experiencia ahora que eran el grupo rookie en la mira de todos.

El viaje hasta el lugar acordado para la entrevista fue bastante incómodo. La tensión podía sentirse, por un lado, Yongguk y Zelo, este último extrañamente absorto. Por otro, Himchan, junto a Jong Up, también este absorto y serio por lo sucedido ayer con el comandante. Himchan y Yongguk también se hallaban pensando en sus cosas, en el futuro del grupo. Y además estaban Young Jae, apático como siempre, observando su celular, y Daehyun,  cuya expresión era indescifrable por la máscara que nuevamente cubría su rostro.

Aquel grupo que por momentos hubiera mostrado una unión sincera, ahora demostraba una fisura patente entre todos. Unas fans los recibieron en la entrada del lugar, algunas tomaban fotos, como usualmente hacían. Quizás notaran la tensión entre ellos.

Una vez dentro del lugar, saludaron amablemente a todos y tomaron asiento frente a un par de personas con cuadernos y bolígrafos en mano para escribir. Uno de ellos llevaba una grabadora.

Como ya sabían, las preguntas eran personales, que iban desde referencias al pasado de cada uno, al presente, a la actualidad del grupo, experiencias comunes, hasta el futuro, qué planeaban hacer, los proyectos y sueños de cada uno. Fue un momento especial, porque todos se sinceraron. Revelaron cosas que los otros no sabían. Obviamente, no revelaban nada de sus verdaderas identidades y orígenes, pero sí de sus historias, de sus deseos personales.

-Zelo, hemos notado, bueno el público ha notado, tu buena relación con Moon Jong Up- preguntó el entrevistador al robot, quien sintió una leve punzada en su pecho al escuchar su pregunta. – La química se nota en las presentaciones, ustedes realmente se complementan y parecen entenderse, ¿Es porque sus edades son similares?

El robot se tomó un momento para responder. –Bueno… Sí, nos llevamos bien porque tenemos casi la misma edad, por lo tanto, tenemos cosas en común, experiencias similares- contestó, mirando de reojo a Jong Up, quien mantenía la vista en un punto fijo, sin mirar al maknae, pero escuchándole atentamente. –Considero a Jong Up como un amigo, pienso que él y yo realmente estamos unidos por un vínculo de hasta hermandad- comentó con expresión nostálgica. Ahora era el cadete el que sentía un dolor en su pecho. Era culpa. –Me alegro que el público note eso en el escenario, porque es lo que pasa de verdad, es lo que queremos transmitir.

-Ya veo- decía el entrevistador con una sonrisa. Para suerte de Jong Up, el hombre no decidió ahondar en el tema, o preguntarle a él qué pensaba. Si eso pasaba, no lo soportaría. Se sentiría un hipócrita al hablar de amistad cuando había sido él quien pidió su captura, por razones de las que ahora hasta él mismo dudaba. Ahora, el entrevistador dirigía especial atención a las relaciones entre los miembros. –Evidentemente, una buena relación dentro de un grupo es fundamental para el sostén del mismo. Pero creo que, en todo grupo, quienes principalmente cumplen esa función son los mayores, ¿verdad? Dime tú, Daehyun, ¿piensas que esto es correcto? ¿Himchan y Yongguk cumplen este rol de sostén?- decía dirigiendo su mirada al vocal principal del grupo.

-Yongguk hyung y Himchan hyung son realmente los pilares de nuestro grupo- afirmó, ganándose la atención de Himchan, quien se veía sorprendido ante las palabras del menor. Yongguk sonrió. –Ellos nos guían, nos aconsejan, pues tienen más experiencia en muchas cosas. De hecho, se han sostenido mutuamente también.

-¿A qué te refieres?- preguntó el entrevistador.

-Pues al principio, Yongguk hyung era alguien muy serio y tímido, más de lo usual. Le costaba establecer un vínculo con nosotros, que éramos menores. Pero lo hizo con Himchan, era el único con el que medianamente hablaba, creo que se entendían más porque tenían la misma edad. Así, Himchan ayudó a que Yongguk fuera abriéndose más a nosotros. Por otro lado, Yongguk ayudó a que Himchan fuese más comprensivo y cercano, casi como un hermano mayor para nosotros. Pienso que sus personalidades son tan opuestas, que se complementaron de tal forma que ayudaron a mejorar la relación con nosotros- explicó el vocalista.

Himchan intentaba procesar lo que había escuchado. Daehyun no se equivocaba, él y Yongguk eran opuestos, pero progresivamente fueron acercándose, y solucionaron los defectos del otro.

-Creo que es algo que ninguno de nosotros podemos negar- siguió hablando Daehyun, en referencia a lo dicho antes. Young Jae, Jong Up, y Zelo asintieron, apoyando lo que el vocalista había confesado. Un instante después, lo hizo Yongguk, inconscientemente, con una sutil sonrisa en su rostro. Himchan había notado eso, y su respiración se aceleraba. –Y realmente debemos agradecerles a nuestros hyungs el apoyo que siempre nos brindan. Son los pilares de nuestro grupo.

El comandante tuvo una sensación en su interior, que perduró durante toda la entrevista e incluso hasta cuando volvieron al apartamento. Esa sensación era orgullo. Estaba orgulloso de que los menores hubieran reconocido eso de él y Yongguk. Sintió pena ya que el sicario no estaría más con ellos, sabía que las cosas serían difíciles. Pero no podía interponer ese sentimiento ante la misión. Ésta debía seguir siendo la prioridad, y si se había cometido un delito, el culpable debía pagar.

Suspiró profundamente una vez que llegaron al edificio donde vivían. Tomó a Daehyun del brazo, apartándolo de los demás, quienes se dirigían a la entrada del mismo.

-Gracias por haber dicho eso- dijo en tono sincero. Daehyun sonrió.

-Es la verdad. Quizás nunca te lo dijimos, hyung, pero apreciamos tus intentos de llevarnos mejor entre todos, de unirnos más. También estamos agradecidos con Yongguk hyung, quien cumplió perfectamente el rol de líder. Por eso, debo admitir que me apena todo lo sucedido- expresó, haciendo referencia a la condena de Yongguk y su regreso a Mato.

Himchan bajó la mirada y volvió a suspirar antes de responder. –A mí también me apena, por ustedes. Pero es lo que debo hacer.

-¿Solo por nosotros? ¿Qué hay de ti, hyung?

El comandante alzó las cejas sorprendido. -¿Yo?- desvió la mirada y se rascó la cabeza con expresión desanimada. –Yo nada. No puedo hacer nada. No puedo interponer lo que siento ante lo que debo hacer. Aunque… quizás pueda salvar a Zelo…

Daehyun asintió, aprobando la idea de su comandante.

Notas finales:

Bueno, Jong Up no se queda atrás con sus sentimientos eh? (? jaja

Quiero mencionarles algo, recuerden que en mi historia Zelo no es del todo un robot, sino que antes había sido un adolescente llamado Junhong, por lo que puede sentir cosas, como los demás. El problema es que, debido a su "corta edad" no sabe controlar lo que siente o hace. No tiene una noción desarrollada del bien y el mal. También por eso, termina aceptando la propuesta de la Gobernadora.

Cualquier duda que tengan (como la que acabo de aclarar) solo ponganlo en los comentarios. Es que tardo en actualizar, y es entendible si olvidan algun detalle que dije antes (?)

Como siempre, les agradezco totalmente que sigan mis fanfics <3 Posiblemente suba este también a Wattpad :3 pero tengo que hacerle una linda portada (?

Hasta el próximo cap! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).