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Fotografía por Neko_Elle

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Notas del capitulo:

¿Qué dijeron? Ya no siguió la historia? Pues no! Aquí está el capítulo 9, el 10 ya va por la mitad. El siguiente de las aves también va avanzado poco más de la mitad, el que me encargaron con Yagami Light también va avanzado entre otros encargos XD voy lento pero seguro. Además volví a traducir doujinshis y pues bueno con mi trabajo y los diplomados a los que voy mi tiempo se limita, pero aun sigo trabajando, terminaré todos los fics que he iniciado o que he prometido, solo tengan paciencia ^3^

Bueno, les dejo leer...

Foto 9

A la mañana siguiente, Shinya despertó con cierta humedad entre sus piernas, se medio incorporó y chistó molesto. ¿Todo había sido un sueño? Se levantó y se dirigió al cesto de ropa, pero no encontró el cambio que le había prestado a Makishima… ¿Realmente lo había soñado? De ser así, sería aún más difícil verle a la cara. Suspiró pesadamente.

- Se sintió muy real- murmuró mientras observaba fijamente su mano.

Un tanto desanimado, atendió algunos asuntos, se arregló y bajó para tomar su desayuno e ir a la escuela, estaba tan desalentado que su madre se preocupó, pero no dijo ni una palabra, era mejor que él hablara cuando lo sintiera necesario. Estaba por irse, pero entonces se fijó que había olvidado la cámara, así que se devolvió por ella y entonces sus ojos brillaron por un momento. Buscó la última fotografía guardada y ¡Ahí estaba! La foto que había tomado de la ventana, eso sí había sido real… Entonces 'eso' también ¿cierto?

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Llegó a la escuela y lo primero que hizo fue buscar a Akane, pero para su desgracia, no la encontró. Así fue por el resto del día, por lo que pronto se percató de que ella estaba evadiéndolo. Así que optó por salirse de clases y esperar por ella afuera del salón, cuando fuera que ella decidiera escaparse, él la vería. Y no se equivocó, cuando llegó el momento, la interceptó.

- Akane- la llamó serio.

- Hola, Kougami- sabiéndose atrapada, le saludó- ¿Pasa algo?- dijo fingiendo inocencia.

- Me has estado evitado, así que debes saber de qué quiero hablar- comentó con el mismo tono, mientras ella suspiraba resignada.

- Supongo que llegó el momento de confesar y pedirte permiso para presentarte como mi proyecto ¿no?

- Eso sería lo más conveniente- respondió sarcástico.

- Pues te he estado tomando fotografías para mi proyecto ¿recuerdas que te había comentado de mi concepto? Quería hacer algo que significara algo. Se supone el objetivo de la tarea, era que pudiéramos ver más allá de lo que vemos y presenciar el mundo real, pero lo que encontré cuando vi el mundo real, fue que era más artificial que otra cosa. Mucho tiempo estuve sin lograr tomar ni una sola fotografía y había comenzado a desanimarme.

- …- Shinya la escuchaba atento y un tanto sorprendido de lo que le contaba. A él le había pasado algo similar después de todo.

- Todos tomaban fotografías fácilmente, pero cuando veía las fotos de los demás, veía exactamente lo mismo que veía 'afuera'. Era simple producción en masa, no había significado alguno. Entonces, un día mientras paseaba por el parque, te vi. Y cuando lo hice…fue casi como ver a un robot convertirse en un ser humano- sonrió levemente- Me sentí muy contenta de poder ver algo así. Tú realmente parecías comprender el significado del proyecto e inclusive fuiste más allá- [Te enamoraste] pensó.

- …- no podía parar de escucharla. La siempre alegre y sana estudiante 'Tsunemeri Akane' pensaba las cosas de manera más profunda que lo que su superficial sonrisa mostraba.

- Y antes de darme cuenta, tomé la primera fotografía. Pensé que sería la única que tomaría de ti, pero luego volví a verte fotografiar a Makishima. Ustedes lucían tan distintos pero al mismo tiempo eran muy similares, así que al tomar la segunda foto de ustedes, decidí que ese sería mi proyecto. Como no quería romper la naturalidad de todo no te dije nada, aunque pensaba hacerlo una vez que terminara de tomar las fotos- terminó su confesión- ¿Me dejarás presentarlo como mi proyecto?

- Dijiste que de igual manera me lo dirías ¿Qué harás si te digo que no?

- ¿Eso es un no?

- Contesta la pregunta- se molestó. Últimamente todos le contestaban con preguntas y estaba comenzando a irritarle.

- Supongo que tendría que apurarme en encontrar algo más. Aunque yo espero que sí me dejes- admitió- ¿Y bien?

- …Eso depende.

- ¿De qué?- dijo con algo de esperanza.

- Me habías comentado que tu proyecto era una historia de búsqueda. Según tú ¿Qué estoy buscando yo?

- Supongo que…a ti mismo- respondió pensativa- Aunque con ayuda de Makishima, por lo que veo- dijo tratando de hacerlo con el mayor tacto posible. Kougami lo pensó por varios segundos y recordó cuando le pidió lo mismo a Makishima, bufó fastidiado al verse tan influenciado por él y contestó finalmente:

- Solo quiero que me dejes ver las diez fotos que vayas a entregar- sonrió levemente. La respuesta alegró a Akane a sobremanera al grado en que un intenso brillo pudo verse en sus ojos almendrados.

- ¡Muchas gracias!

- Por cierto ¿y él lo sabe?- inquirió curioso.

- ¿Eh?

- No finjas, sabes que me refiero a Makishima.

- Lo sabía, tú también piensas que debo comentárselo, ¿verdad?

- ….- le dejó continuar su propio sermón.

- Después de todo, aunque tú eres mi proyecto, él es parte fundamental de todo, así que no puedo simplemente ignorarlo.

- ¿No planeabas decírselo entonces?

- Sí y no…planeaba decirle después de entregarlo- sintió la mirada severa de Kougami en ella- Es que, mi primo ya le había pedido que fuera su modelo para el trabajo, pero Makishima no quiso, así que me sorprendió cuando te vi fotografiarlo y que de hecho, aceptó ser parte del tuyo- se excusó- Igual le preguntaré después…- comentó no muy convencida.

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Habían pasado ya una semana y tanto él como Makishima no se habían visto. Culpa de los exámenes por una parte. Por otra, qué no sabía cómo contactar con él, o mejor dicho ¿qué invitarle a hacer? Y otro problema era que al ser consciente del proyecto de Akane, temía hacer algo…estúpido y que esto quedara retratado para la posteridad. Sobre todo porque la castaña no dejaba de presionarlo preguntándole cuando vería al albino. Ahora que lo pensaba, nunca debió haberle dicho que sí.

En tanto, Makishima decidió ir a hacerle una visita. Le gustaba verlo en problemas, pero ahora no solo era eso, sino que él también tenía realmente ganas de verlo. Desde que habían quedado en tomar lo de las fotografías, no habían pasado una semana entera sin verse, así que admitía en su mente que lo había extrañado.

Se infiltró en el plantel educativo del moreno y comenzó a buscarle. Si no lo encontraba, bien podría preguntarle a Touma o a Tsunemori. Aunque eso podría hacerlo pasar por una situación embarazosa. No tenía problema en hacerlo si eso implicaba molestar a Shinya, pero en caso de que no estuviera, no tenía caso pasar por tanto agobio.

Desde una oficina, el profesor Masaoka estaba revisando unos exámenes y cuando dirigió su vista afuera por un segundo, lo vio y no pudo hacer nada más que sonreír con cierta complicidad.

- ¿Sucedió algo divertido?- preguntó el profesor Saiga, quien también estaba revisando unos exámenes.

- Solo vi a un chico que es popular entre mis muchachos- respondió divertido.

- ¿Tiene que ver con el proyecto de fotografía que les encargaste?

- Sí- comentó- La mayoría ya terminaron la colección, a otros les falta poco.

- Imagino que este chico sale en las fotografías de varios alumnos.

- Al menos de tres- contestó entretenido- Supongo que sabré la historia completa cuando terminen sus proyectos- sonrió. El profesor Saiga bufó a su vez mientras negaba con la cabeza. Los jóvenes podían ser tan transparentes.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Siguió caminando algunos minutos sin éxito de encontrar a Kougami. Fue ahí cuando se topó con Touma Kouzaburou. Que si bien, gustaba de salir y charlar con él de vez en cuando, aunque debía decir que no era su persona favorita.

- Qué raro que vengas a verme- dijo el castaño con algo de coquetería que no pasó de ser percibida por el albino.

- En sí, vine a buscar a tu prima- mintió.

- ¿A Akane? ¿Por qué?- inquirió entre sorprendido y desconcertado.

- Vine a pedir que me devolviera mi libro.

- ¿No te lo ha devuelto?- preguntó incrédulo.

- ¿Estaría aquí de lo contrario?- le devolvió con sarcasmo. La realidad era, que había dejado a propósito su libro en la casa de Kougami, recordaba perfectamente que Akane le había indicado que se lo había dejado en ese momento, pero, como entonces acababa de despertar, podía fingir que no lo recordaba.

- Y yo que me tomé la molestia de pedirte el libro en su lugar, lamento las molestias- comentó el castaño con una mirada un tanto suave. Siempre que veía a Shougo, su mirada era muy diferente de la que le daba al resto de la gente- Esa vez me envió a mí, y luego subió ella ¿puedes creerlo?

- ¿Subió?- le pareció curiosa esa información ¿por qué habría sido? De igual manera no se había fijado en aquella ocasión, en ese momento estaba 'ocupado' en su habitación con Kougami.

- Sí, pero fue muy rápido, tanto que se fue antes de que llegaras con el libro.

- ¿No era más sencillo que me lo pidiera ella?

- Te diré la verdad, quería una foto tuya para su proyecto. Aunque le daba pena pedírtelo.

- ¿Mía?

- Ni me lo preguntes, no me respondió cuando le pregunté.

- Solo tomó una de tus zapatos y se fue muy rápido- recitaba de memoria- Ah, ahí está- la señaló por fuera del salón. Como no había maestro, ambos entraron- Akane.

- Kouzaburou- le llamó su prima- oh, Makishima también está aquí ¿qué pasa?- preguntó curiosa, buscando de forma disimulada a Kougami.

- Vino por su libro ¿por qué no se lo has devuelto?

- ¡Pero lo hice!- dijo sorprendida- ¡Te lo entregué en casa de Kougami! – se defendió.

- ¿Cuándo?- presionó el albino. Sabía que era cierto, pero quería lograr hacer contacto.

- Bueno- se puso a reflexionar- Estabas medio dormido cuando te lo dije, así que quizá por eso no te acuerdas- Touma frunció el ceño ante tal declaración.

- Akane, no le pedí su libro por ti, para que se lo perdieras- le reprendió Touma. Por fortuna, Kougami iba entrando al salón, tan pronto vio la cabellera platinada estaba por dar media vuelta e irse, pero antes de lograrlo:

- ¡Kougami!- le llamó la castaña- Dile a Makishima que sí le entregué su libro en tu casa- dijo casi suplicante. Sin otra opción, Kougami se dirigió hasta ellos.

- Sí lo hizo, de hecho, ella te lo entregó, pero no te lo llevaste- comentó sin perder de vista al albino, sin embargo, sus ojos se concentraban más bien en los labios pálidos y en el largo cuello.

- ¿Está en tu casa entonces?- comentó fingiendo confusión- En ese caso me disculpo- dijo viendo a Akane- Otro día pasaré por mi libro a tu casa- le dijo a Kougami con una mirada neutra y una sonrisa burlona.

- Descuida- dijo la castaña aliviada.

- …- Kougami no dijo nada, realmente no estaba seguro de cómo iniciar la conversación con él. Cuando lo veía, solo podía pensar en lo que había ocurrido en su habitación. Sintió de pronto mucho calor concentrarse en su cuerpo.

- ¿Nos vamos?- le dijo a Touma. El objetivo de la visita era hacer simple acto de presencia, ver la reacción del moreno; y recordarle ciertos asuntos. En otras palabras: ponerse a su alcance, pero no permitirle tocarlo.

- Sí, vamos.

- ¿A dónde van?- inquirió la castaña sumamente curiosa.

- Iremos a tomar algo a una cafetería- respondió Shougo con parsimonia.

- ¿Podemos ir?- inquirió la pequeña chica al tiempo en que sujetaba a Kougami del antebrazo. Su primo hizo una mueca de disgusto, mientras el moreno arqueaba una ceja por el comportamiento de la castaña.

- Por mí no hay problema- accedió el muchacho de nieve- Pero no sé qué opine Touma- le miró con una sonrisa ligera.

- Por mí tampoco- dijo con algo de resigno.

- Entonces está decidido- anunció la almendra.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

De camino, el moreno iba curioso sobre el comportamiento de Akane, pero no tardó mucho en percatarse del motivo: él era su proyecto, es evidente que si ocurría algo interesante, ella quería estar ahí para fotografiarlo. Y al parecer, las cosas 'interesantes' sólo ocurrían cuando estaba el albino cerca.

Llegaron al restaurante y Shougo se sentó al lado de Touma, quedando frente a Kougami, quien estaba al lado de Akane. Comenzaron con una charla y entonces, la castaña se apuró a levantarse por unos momentos.

- Déjenme tomarles una foto- pidió al tiempo en que apuntaba su cámara hacia los muchachos y disparaba. No les había dado oportunidad ni de quejarse, ni de cambiar sus posiciones o gestos.

- Avisa primero- se quejó su primo.

- Lo hice, además, todos salieron bien, descuiden- comentó la joven. Al tiempo en que se sentaba y la cámara le fue arrebatada por su primo.

- Eeh- expresó el muchacho castaño con un tono medianamente sarcástico- Kougami sale viéndome feo- se quejó. O más bien, evidenció, después de todo, en la fotografía se podía ver a Shougo y Touma hablando amenamente, mientras Kougami les observaba con una mirada intensa. Aunque no se distinguía muy bien a quién iba dirigida tal intensidad.

- Es verdad- le secundó Makishima burlándose- Desde siempre has tenido ese problema ¿no?- comentó, de manera en que Kougami no supo si lo decía por él o por Touma, quien desde su perspectiva, le parecía alguien "odiable".

Todos conversaron de manera más o menos agradable. El carbón no dejaba de enviarle miradas furtivas al de cabellos platinados y más aún porque le extrañaba que no le estuviera molestando bajo la mesa. Entre más pasaba el tiempo, más curiosidad le daba su raro comportamiento: no le hostigaba, no le enviaba miradas llenas de complicidad, ni tampoco hacía comentarios incisivos o tenaces. Es decir, le hablaba de manera normal, sí, pero por alguna razón, él lo sentía extraño; era casi como si lo ignorase sin hacerlo.

- ¿Sucede algo?- dijo el albino, sacándolo de su ensimismamiento, y fue entonces cuando notó que todos lo veían.

- ¿Por qué se me quedan viendo?- preguntó incómodo.

- Es que Touma te preguntó cómo crees que te fue en el examen de química y no respondiste, solo te le quedaste viendo fijamente a Makishima- le ayudó la chica.

- Y con una expresión muy seria- completó Touma molesto.

- Lo siento- se disculpó desviando la mirada y tratando de evitar volver a ponerla en Makishima- Me quedé pensando en otras cosas y…- fue interrumpido por la melodía que indicaba una llamada entrante.

- Lo siento- se disculpó- ¿Hola?- respondió la chica- ¿Ahora? – dirigió su vista a su primo- Sí, está conmigo pero…Ok, sí. Sí, está bien. Adiós.

- ¿Sucedió algo?- preguntó Makishima, un tanto intrigado.

- Al parecer debo volver a casa- respondió- Kouzaburou, tú también. Me pidieron que te llevara conmigo.

- ¿Por qué?

- No lo sé, no me dijeron nada más- fue la corta 'explicación' que dio.

- Entonces mejor nos vamos yendo todos- sugirió Makishima. Era obvio que no se permitiría estar a solas con Kougami en esos momentos, quería jugar un poco más.

- ¡No! Me sentiré culpable por arruinarle la tarde a todos, además ni tú ni Kougami han terminado con lo que pidieron, así que ustedes quédense, terminen con calma y nosotros nos vamos- se disculpó la pequeña, casi llevándose a su primo a rastras.

- Nos veremos luego, Shougo, - le dijo con amabilidad pero también con algo de pesar de irse y dejarlo con…- Kougami- le nombró un tanto molesto. Situación que no pasó por alto por el moreno.

Apenas se fueron, el par de muchachos continuaron comiendo en silencio. El moreno le observaba con una mirada penetrante y el albino fingía no notarlo. Pronto, el albino colocó su mano extendida sobre la mesa y comenzó a picar con un cuchillo los espacios que había entre sus dedos. Ninguno de los dos se sentía del todo incómodo, pero Kougami quería escucharle un poco, aunque no sabía cómo iniciar; así que sacó su cámara para llamar su atención y le tomó una fotografía, dejando que el flash iluminara por un momento la blanca piel. Esto hizo que inevitablemente el albino volteara a verlo.

- ¿En verdad harás un ensayo de mi haciendo esto?- preguntó con un tono socarrón.

- Se disparó solo- mintió- Pero ahora que lo dices, mencionaré que estás en tu momento más filosófico del día- le devolvió sarcástico. Ambos rieron un poco y nuevamente reinó el silencio entre los dos. La incomodidad menguó.

- ¿Cuántas fotos llevas?- le preguntó al tiempo en que hacía una seña a la camarera para que les llevara la cuenta.

- Nueve- fue su respuesta. La camarera llegó y les entregó su respectiva cuenta a cada uno. Ambos la vieron y comenzaron a buscar el dinero para cubrir los costos.

- Entonces solo falta una para que termines tu proyecto- resumió poniéndose de pie y dejando el dinero en la mesa. Kougami hizo lo mismo y comenzaron a caminar hacia la salida.

- Eso parece- respondió luego de unos segundos. Acababa de percatarse de algo: se veían seguido por el proyecto. Una vez terminado y viendo su actual actitud se preguntó si ¿Makishima querría volver a reunirse con él?

Caminaron hasta el exterior del restaurante. Estaba por tocar el hombro del albino para hablar con él seriamente del asunto, pero no alcanzó a hacerlo por un movimiento extraño en el cuerpo blanco que se agachó para recoger una moneda que se le había caído. Suspiró. Por alguna razón lo sintió como una derrota.

- Bueno, debo irme- dijo Shougo levantándose al tiempo en que se alejaba y comentaba- Cuando termines y te decidas, recuerda nuestro trato- dijo señalando la cámara.

- Oye- le llamó acercándose unos cuantos pasos- Aun debo devolverte el libro- comentó- ¿Puedes ir a mi casa ahora o te lo devuelvo otro día?- inquirió. Sin estar muy seguro de cual prefería que fuese la respuesta del albino. Quiso sujetarle del brazo por un momento para encaminarlo a la dirección de su casa sin esperar su respuesta; pero antes de poder cerrar su mano y envolver la blanca extremidad, el muchacho de nieve hizo un hábil y casi imperceptible movimiento que evitó que se consumara el contacto.

- Dejémoslo para otro día- dijo con una sonrisa que molestó a Shinya por unos momentos. Tenía aquel gesto que hacía cuando jugaba con él. Como un gato jugando con su presa.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Iban caminando el par de castaños, Touma, un tanto desanimado, optó por romper el silencio y la burbuja feliz en la que sentía, iba su prima:

- ¿Por qué la mentira?- dijo con algo de molestia. Él aun quería pasar tiempo con Shougo y no quería dejar que se quedara a solas con Kougami.

- Lo sabía, ¿te diste cuenta?- inquirió con una sonrisa apenada, como tratando de disculparse.

- Obviamente, no eres muy buena mintiendo- comentó fastidiado por el cinismo de su prima.

- Parecía que estabas sufriendo – comentó Akane. Touma suspiró.

- Ya me había rechazado sin hacerlo- le confesó de pronto a la chica.

- ¿Eh? ¿Entonces por qué…?- no pudo terminar la pregunta, puesto Touma la interrumpió.

- El hecho de que te rechacen no implica que los sentimientos desaparecerán tan fácilmente- se quejó.

- Supongo- contestó con algo de empatía.

- Y todavía me hiciste quedar contigo a vigilarlos de lejos para tomarles fotografías ¿no te parece cruel?- reclamó con una expresión amarga en su rostro- ¿cómo querías que no me diera cuenta?

- ¿Eh?- fue su única respuesta. Si lo pensaba, podía ser demasiado insensible, se reprendió a sí misma. Había sido cruel con Touma.

- Aunque admito que fueron buenas fotos- dijo quitándole la cámara y viendo la foto en la que Kougami había tratado de tocar el hombro de Makishima pero este se había agachado. Enseguida, oprimió un botón y vio la fotografía donde se distinguía perfectamente el movimiento del albino y su sonrisa bellaca al esquivar el intento de carbón por establecer contacto con él- Nunca lo había visto tan divertido- comentó.

- ¿Eh?

- A Shougo- le contestó a la pregunta no formulada- Es la primera vez que lo veo divertirse tanto con alguien.

Notas finales:

¿Les gustó? Espero que sí y me den su opinión.

El final está ya muy cerca! yeah!


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