Foto 3
Había entregado la 2nda fotografía de su trabajo. El profesor Masaoka estaba un tanto preocupado pero al mismo tiempo satisfecho. Todos sus estudiantes estaban abriendo su mente, sin embargo, algunos otros como Kougami, parecían algo perdidos. Por otro lado, había otros que estaban logrando avances a pasos agigantados.
En tanto el profesor Masaoka estaba ocupado echándole una mirada a los trabajos, sus estudiantes se encontraban charlando entre ellos. Dándose el permiso de tener un poco de libertad de interactuar e intercambiar ideas sobre sus trabajos.
- ¿Qué tal va tu trabajo, Kougami?- preguntó animada una joven menudita con peinado de hongo.
- No tan bien como me gustaría…- murmuró sin pensar. Cuando vio la mirada consternada de su compañera se apuró a decir- Pero ya va avanzando.
- Me alegra- dijo con una sonrisa que no logró interpretar.
- ¿Qué has fotografiado, Kougami? – se acercó Gino a conversar con ellos.
- Una mariposa y unas flores- dijo desviando la mirada. Ciertamente no era mentira, en sus fotografías efectivamente había una mariposa y un par de girasoles.
- Inesperado- comentó el muchacho.
- No le digas eso, Ginoza. Está dando su mayor esfuerzo- le defendió la muchacha.
- ¿Y tú, Tsunemori?- inquirió el más alto con una mirada aguda no intencional.
- Estoy fotografiando personas, planeo que mi proyecto cuente una historia- dijo con cierto orgullo y una sonrisa llena de gusto.
- ¿Una historia?- ahora fue Kougami quien preguntó, eso le había intrigado. No era una mala idea.
- Sí. ¿Qué mejor manera de demostrar lo que veo en la sociedad que fotografiando a un miembro de ella?- nuevamente sonrió.
- ¿Y de qué será la historia?- preguntó Gino.
- Podríamos decir que es sobre una búsqueda- meditó la joven- Pero hasta que esté terminado será un secreto sobre quién y qué busca- dijo la pequeña dama, diciéndoles de una vez que no les daría más información. Ambos morenos voltearon a verse un tanto inconformes, pero respetaron los deseos de la almendra.
- Ok, parece que lo tienes todo cubierto- dijo Gino a la castaña; para dirigirse ahora a su amigo- ¿A dónde planeas ir esta vez?
- A los muelles- dijo con algo de agotamiento- Sasayama dijo que podría haber algo que me llame la atención ahí.
- Ha de ser porque suena ideal para una escena de crimen- dijo el más alto- Tú y él gustan de esas rarezas.
- ¿Será?- inquirió distraído.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Nuevamente se había ido a pasear por ahí, gracias a ese trabajo había descubierto muchos buenos lugares cerca de su casa. Lugares de los que su amigo Sasayama le había hablado antes, pero que nunca se había dado el tiempo de explorar. Había muchas cosas, pero no sabía por qué nada le satisfacía. ¿Qué la hacía falta?
Se dirigió a la zona de los muelles, con el propósito de fotografiar algo, el mar, el atardecer, peces…lo que fuera. Vagó como era de esperarse por un considerable periodo de tiempo, hasta que finalmente optó por tomar asiento en la orilla, dejando sus pies colgando y apoyado en sus brazos. Esperando que la inspiración lo encontrara.
Por otra parte, cierto albino que estaba justamente caminando cerca logró divisar aquella silueta sentada, la silueta de alguien que intenta entender algo que no entiende y ni siquiera sabe por dónde empezar. Se acercó con parsimonia hasta él, y le llamó.
- Te ves melancólico, Kougami- Dijo mientras aun de pie le ofrecía una de las manzanas rojas que llevaba consigo. El moreno le observó un tanto sorprendido, definitivamente no esperaba encontrarlo ahí.
- No te muevas- le pidió de inmediato apuntándole con la cámara. Tomando una foto desde el ángulo bajo en que estaba, hacia arriba, al muchacho totalmente de blanco, que le tendía una manzana roja, mientras una sonrisa ininterpretable adornaba su rostro. El albino se dejó fotografiar.
- ¿Para no perder la costumbre?- le molestó.
- Calla- dijo finalmente aceptando la manzana. El albino tomó asiento a su lado y por un momento permanecieron en silencio observando el mar. Después de unos minutos, el joven de nieve comenzó a comer su manzana. El azabache volteó inmediatamente al escuchar el sonido de los dientes blancos perforar en la piel de aquel fruto- ¿Dónde las conseguiste? Hoy en día es raro encontrar frutas o alimentos que no sean a base de la avena modificada.
- Conozco a alguien- respondió con sencillez- ¿Habías comido una manzana real antes?
- No realmente, sin difíciles de conseguir- dijo observando el fruto en sus manos.
- Entonces pruébala, te gustará- dijo dando un segundo mordisco.
- Por cierto, ¿Por qué estás aquí? – le preguntó curioso.
- Me gusta ir a lugares donde nadie va- contestó simple con la vista en el horizonte.
- Entonces no debió gustarte mucho encontrarme aquí- respondió con sarcasmo.
- Tú eres alguien, Kougami- respondió directamente. El moreno se sorprendió de tal sinceridad, realmente ya no había mucha gente así- O al menos eso intentas, y eso es lo que me agrada de ti- completó- La mayor parte de la gente de hoy en día son "nadie"- dijo con un tono despreciativo.
- Pareces creer saberlo todo- dijo un tanto molesto, aunque no supo precisamente qué le había molestado.
- No realmente…o debería decir que es precisamente lo contrario- murmuró más para sí mismo- ¿Cuántas fotografías te faltan?- cambió el tema.
- Con la que acabo de tomarte me faltan 7- respondió cansinamente.
- ¿Sólo has tomado fotografías mías?- dijo con una sonrisa socarrona. El moreno se sonrojó ligeramente, porque era un hecho innegable, solo le había fotografiado a él hasta el momento.
- No sé qué más pueda fotografiar y de lo que además pueda hacer un ensayo- se excusó.
- ¿Y puedes hacer 3 ensayos sobre mi?- siguió molestándole- Debo gustarte mucho ¿no?- ensanchó su sonrisa- Me halagas- dijo con sarcasmo y dando otro mordisco a su manzana.
- Claro que no- negó frunciendo el ceño. El albino rió para sus adentros y decidió parar.
- Fue una broma- aclaró- ¿Por qué no tratas de tomar fotos de algo que te guste?
- No estoy muy seguro de qué pueda gustarme- respondió sincero.
- Quizá necesitas tratar de hacer diferentes cosas para probar tus gustos- dijo dando otro mordisco a su manzana. El moreno le observó hacerlo, veía fijamente el movimiento de sus labios al masticar y el movimiento de su cuello al deglutir. Al sentirse observado el albino volteó a verle y sonrió- ¿Quieres que te ayude a definirte…?- murmuró en grave voz. Un tanto molesto por la insinuación, Shinya frunció el ceño.
- No lo digas de esa manera, es desagradable- dijo molesto.
- Jajaja- rió inevitablemente- Tú sabes de lo que hablo "¿Quieres que te ayude a definirte en cuanto a gustos?"- completó la pregunta.
- Por alguna razón sigue sonando mal que tú lo digas- dijo un tanto más receptivo. El de ojos ámbar bufó.
- ¿Y bien?- presionó.
- De acuerdo- accedió, dándole el primer mordisco a la manzana que el de hebras plateadas le había dado.
Los movimientos de esos dos jóvenes nuevamente eran captados por una cámara lejana. Una cámara que logró capturar el momento en que Shinya aceptó aquella manzana que Shougo le ofrecía. Un momento que definía el inicio de esos muchachos como personas. Además logró tomar la imagen del moreno mordiendo aquella manzana, el momento en que un androide se volvía humano.