Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yume Nikki por Ameyamidan

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Soy taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan floja que no lo revisé bien. Quiero decir, puede que haya agregado detalles o repetido cosas que en el anterior capítulo ya estaban, pero como no afecta demasiado a la trama lo dejo así, aunque quizás lo edite más tarde.

 

https://www.youtube.com/watch?v=e1kuQvUt1Gk

Un día más en el que despertaba tranquilo, ya que sus sueños no eran la gran cosa para él desde los últimos años. O realmente nunca significaron algo para él. Prefería estar dormido y ver todas esas extrañas figuras  a estar despierto. Porque sólo respiraba, ni siquiera sabía si sus días realmente estaban pasando y si las cosas habían cambiado ahí afuera.
Tampoco le interesaba saber aquello.

Salió al balcón y observó el cielo. Azul marino. No sabía si era temprano o tarde, de cualquier forma, Kaoru llegaba cuando el cielo se convertía anaranjado, con nubes rosadas y púrpuras.
Sintió el viento frío golpearle la cara, por lo que volvió a ingresar a su departamento y comenzar a escribir su sueño antes de que el mayor llegara.
Lo primero que dibujó en la hoja fue una pequeña rana de color verde, indicando con algunas líneas que lo que hacía cuando la vio en su mente era saltar. Luego de eso comenzó a hacer memoria del resto de su sueño. Recordó entrar por una puerta verde y café, como hojas y troncos, después  encontrar cientos de árboles del mismo color con un suelo oscuro y una de aquellas figuras que él había nombrado como “jeroglíficos”, para simplificarle las cosas a Kaoru.

Se echó hacia el respaldo de su asiento al  no poder describir más su sueño, no porque no lo recordara, sino que no sentía que hubiera palabras para describirlo.
Aquella rana no era lo único que vio durante su inconsciencia, también recordaba formas menos detalladas, de color oscuro y rosado. Con la forma de babosas o quizás fantasmas. Lo cual era raro porque, en la realidad ninguna de las dos cosas tenía una figura similar, y pensar sobre qué era lo que había visto le incomodaba un poco. Recordó también haberlas tocado de una forma sólo existente en sus sueños, porque no era un tacto, era como si su mente fuera la que tocara. Después de eso, veía que ambas se subían a su cabeza y temblaban sobre ésta. No parecían tener algún uso, ya que no le hacían daño ni le molestaban, podía seguir caminando por el resto del lugar con esa cosa sobre su cabeza.
Dio un suspiro mientras estiraba sus brazos hacia arriba y erguía su espalda, sentía que si no salía de aquellos pensamientos sería capaz de quedarse dormido sobre su escritorio otras cinco horas. Así que tomó el lápiz y dibujo lo más cercano a lo que había visto y sobre el dibujo escribió “babosa o fantasma”. Seguido de esto escribió los colores que había visto en el bosque y nuevamente nombró a las “figuras históricas” como fondo de aquel mundo. No escribió más detalles y se sintió satisfecho de ello, así que se desplazó sobre su silla hacia su librero y tomó uno de los mangas que Kaoru le había dado antes de que comenzara a encerrarse en su habitación.
Lo inspeccionó: revisó la portada, la editorial, el autor, la contraportada e incluso los números del código de barras, todo antes de abrirlo. Lo sujetó de forma que cuatro de sus dedos tomaran la contraportada y con el dedo pulgar pasara las páginas de manera rápida, dándole sólo un vistazo rápido. No lo leyó, prefirió dejarlo para otro momento, si se quedaba dormido tenía miedo de que algo de lo que leyera interfiriera en sus sueños. No iba a dejar que volviese a pasar.
Volvió hacia el balcón donde ahora el cielo se mostraba de un color azul más claro. Quizás había despertado en la mañana, nunca estaba seguro del tiempo ya para él un día duraba sólo tres colores, a veces cuatro.

Se sentó un momento sobre el suelo, contemplando el cielo con algunas nubes en él. Sentía que lo único que extrañaría al soñar sería ese cielo, ya que, en sus sueños no tenía ni siquiera una pinta de que fuese un cielo normal además de tener una variedad mayor de colores, lo que le confundía a veces.
Decidió adentrarse nuevamente en sus sueños, si el mayor llegaba, probablemente le despertaría con los golpes a su puerta.

 

Kaoru se encontraba en el comedor de su hogar, sentado frente a la mesa con un café y una rebanada de pan sobre ésta y el cuaderno donde había estado apuntando algunos puntos importantes en los sueños de Toshiya. Releía y releía cada uno tratando de encontrar un sentido para unirlos a todos, yendo incluso más profundo que sólo formas y escenarios sin sentido.
Lo que ahora trataba de encontrarle sentido era a los jeroglíficos que mencionaba su amigo. Lo que sucedía es que no podía encontrar nada relacionado con ello. Él no hablaba sobre lo vivido porque “no lo recordaba” o simplemente no quería hablar sobre aquello. Y eso había estado pasando por muchos años.
Se incorporó de la mesa dando un último mordisco a su rebanada y dejando lo restante de su café en la taza. Tomó la libreta y la guardó en un maletín donde se encontraban los demás papeles con respecto a los estudios realizados a Toshiya y salió de su hogar.

Mientras, él ya se encontraba dormido, sumergido en ese mundo creado por su mente.
Se veía nuevamente divagando por el bosque, esta vez ignorando a aquél fantasma-babosa que se encontraba estático en el lugar.
Caminó varios pasos más tan sólo encontrándose con árboles y algo de pasto en el suelo. Bajó un poco más y se encontró con dos pilares y un espacio entre éstos. Sin más siguió caminando hasta pasar entre ellos y de pronto se vio en otro lugar totalmente diferente. Ahora el suelo era oscuro y podía ver algo parecido a rostros inhumanos de colores llamativos, sin una expresión clara, sin mirarlo precisamente a él. Caminó algunos pasos y encontró a varios cubos apilados de mayor a menor, moviéndose de igual manera que él por el lugar. Trató de alcanzarlo, pero antes de que se diera cuenta volvía a encontrarse en otro sitio, pero éste sitio no tenía salida alguna. No supo lo que pudo haberle llevado  a ese corto pedazo de suelo donde ni siquiera podía moverse más de cinco pasos hacia delante. Jadeó y no pudo escuchar su voz, no podía escuchar ningún sonido, por lo que la situación comenzaba a desesperarle. Cerró los ojos con fuerza apretando sus párpados y se pellizcó una mejilla con la suficiente fuerza para poder despertar y de un momento a otro ya se encontraba entre las sábanas de su cama, en el mundo real.
Giró el rostro hacia la puerta al escuchar golpes provenir de ella, haciendo una leve melodía con éstos, supo de quien se trataba y de inmediato se levantó a abrir.
Kaoru no esperaba que le recibiera con alguna sonrisa, de todas formas, nunca le había visto hacer otro gesto que no fuera la misma expresión de dormido. Aunque en el fondo esperaba al menos conseguir que en su rostro se dibujase una sonrisa honesta, por más mínima que fuera, sin encontrar ese dolor representado como oscuridad sobre sus pupilas.

Tomó la silla del escritorio, la giró en dirección a la cama de Toshiya y tomó asiento.

—¿Quieres que comience con la parte interesante, verdad?—dijo despreocupadamente mientras iba a sentarse en un extremo de su cama, casi de frente al mayor—.Porque llegaste justo a tiempo, aún recuerdo parte de mi sueño y descubrí algo.
—¿Qué descubriste?
—Puedo despertar de mis sueños—comentó con un tono quisquilloso en su habla—.Y creo que también puedo entrar a otros mundos.
—¿Ahora tu cabeza se ha ordenado y puedes visitar otros mundos?—Recargó la espalda sobre el respaldo, cruzándose de brazos—.Antes me contabas que tus sueños estaban revueltos, que podías dar un paso y encontrarte despierto.
—Pues como te diste cuenta, ya no es así, aunque por ahora sólo he explorado tres zonas: un bosque, un lugar con caras y uno sin salida. De este último pude despertar luego de concentrarme un poco; en realidad no esperaba despertar de ello, simplemente pasó.
—No te entiendo, dices que pudiste hacerlo por cuenta propia y a la vez no esperabas que sucediera—decía cruzando las piernas y comenzando a escribir en su libreta—.Bueno, explícame, ¿cómo era esa zona de las caras? ¿Tenían alguna similitud entre ellas? —Toshiya negó con la cabeza.
—Algunas eran de color azul con turquesa y otras rojas con rosa.—Hizo una pausa bajando la vista hacia sus manos, volviendo a dirigirle la mirada—.Creo que no eran caras, pero se asimilaban demasiado a una.
—Ya veo, ¿y después? ¿Cómo llegabas a esa “zona sin salida”?
—No lo sé, caminaba hacia... cubos, cubos grandes y pequeños, creo que estaban uno sobre otro formando una pequeña torre, pero no la toqué y ya me encontraba en ese espacio. Cerré los ojos y desperté.—Al decir lo último se echó a su cama extendiendo los brazos y piernas sobre las cobijas, girando el rostro hacia el mayor para no perder su vista. Kaoru terminó de escribir y correspondió su mirada.
—¿No te sentías perdido en el bosque?
—Sí, pero sentía que podría volver a la puerta por donde entré con facilidad. —Le vio escribiendo y resopló con molestia ante eso. Kaoru levantó la vista—. Los psicólogos te escuchan, ¿no? Tú no pareces tan siquiera oírme.
—Te estoy escuchando.
—Mientes, sólo estás apuntando lo que  te digo en esa libreta. —Se levantó de la cama de golpe sin esperar a que Kaoru dijese algo y salió al balcón. Por la velocidad en que lo hizo, el mayor se levantó de la silla y le siguió.
Le encontró observando el cielo, sentado con las piernas extendidas y recargado en sus manos. No pensó en hacer otra cosa que sentarse a su lado, dejando la libreta a un lado de sus piernas y observar el cielo en silencio. Permanecieron así por algunos minutos antes de que uno de los dos se atreviera a romper el silencio.
—¿Te gusta observar el cielo, verdad?
—Me gusta, en mis sueños no existen esos colores para el cielo, puede ser cualquier otro, menos ese azul—explicó mientras doblaba las piernas a su pecho y se abrazaba a ellas—.Pero incluso no recuerdo que haya cielo en mis sueños, si los hay, son de otro color.
Y una vez más no hubo palabras entre los dos.

No supo cuánto tiempo pasó, pero mientras estuviera cuidando de Toshiya se sentía tranquilo, mientras viera que no estaba en pánico o algo similar él iba a estar bien.
El cielo ya se encontraba pasando de azul claro a un amarillo claro con toques de anaranjado. Supo por ello que ya estaba comenzando a atardecer. Iba a volver a romper el silencio con otra pregunta hasta que se percató de que Toshiya se encontraba recostado en el suelo, aparentemente dormido.
No se atrevió a despertarle, en cambio se quedó contemplándole en esa forma. Lucía tan calmado, en completa paz, su rostro no mostraba ninguna expresión, sólo tranquilidad. Aunque sabía de sobra que sus sueños eran todo lo contrario a lo que mostraba su rostro.
—Toshiya... —Le llamó casi en susurro, sin la mera intención de despertarle, pero no quería que siguiera en el suelo incluso después de que se fuera—.Toshiya, despierta... —Finalmente despertó.
Sonrió levantándose del suelo sin quitarle la vista.
—He vuelto a soñar con aquel lugar de las caras, y volví a caer en esa zona sin salida—dijo sin más manteniendo esa sonrisa. Kaoru volvió a la habitación en su compañía.

—¿Sigues sin saber por qué acabas en ese lugar sin salida?
—No, no lo sé, pero ahora esos cubos estaban más lejos de mí cuando volví a aparecer en ese lugar. —Suspiró, cubriéndose con las sábanas y tratando de no escuchar nada por parte del mayor. Éste le descubrió el rostro para verle.
—Toshiya, no has terminado de escribir la página del diario...
—No la pienso terminar, ya te he dicho la gran parte de mi sueño como para volver a escribirlo en el papel.
—Voy a necesitar el diario después y tiene que tener todos los sueños que has tenido, así que vas a escribirlo tal y como me lo contaste a mí.—Se levanto de su lugar sin quitarle la vista de encima, tomando sus cosas dispuesto a irse—.Volveré mañana, así que asegúrate de tener escrita esa página.
—Ya sé que siempre vuelves, no te preocupes.—No le dijo nada más antes de que saliera por su puerta. Se recostó posando su almohada en su cabeza por unos segundos antes de volverla a su lugar y cerrar los ojos para dormir una vez más.

 

Kaoru pasó por un café antes de volver a su hogar, de paso podría leer y analizar un poco las notas.
Repasó ese detalle de que Toshiya pudiese despertar por su cuenta, pasando por su mente la idea de que podría estarse convirtiendo en un soñador lúcido, en ese caso tendría que poder recordar sus sueños casi por completo. Dio un trago a su café ahora leyendo la parte del bosque y la puerta. Él había dicho poder entrar por una puerta e incluso cuando despertó poder volver a entrar por ella, por lo que la idea que había tenido antes era de considerarse bastante. Aunque por el momento no tenía una idea clara de lo que significaría el que hubiera soñado con árboles apilados en forma de bosque. A la rana que había soñado tampoco le encontraba un significado claro, ya que los significados dados a ambas cosas no concordaban con lo que pasaba con Toshiya. O quizás sí, aún carecía de datos para poder definir algo con más sentido.

Notas finales:

Y así comienza el juego: un personaje de apariencia femenina en una habitación. Abres el menú y muestra la palabra "Madotsuki" junto con otras opciones.

Hay una millonada de teorías que cada persona que ha jugado el juego ha hecho. Por ejemplo, la teoría de que el personaje es hikikomori es porque éste se niega a salir de la habitación, pero eso no confirma que realmente sea hikikomori, por lo que hay otra teoría de que en realidad el mundo donde se encuentra el personaje es algo así como "invadido" por un virus, y alguien le ha encerrado ahí para evitar que se contagiase. Otra es que el mundo está simplemente devastado, que se impulsa porque al salir al balcón hay veces que el cielo tiene un color oscuro y no se alcanza a ver edificios o casas.

Y así hay demasiadas teorías xd. Me gusta la primera de que el personaje es hikikomori, creo que es más realísta que las otras (nótesequenolegustalofantasioso(?).

A ver si descubren lo que realmente Toshi oculta hueheuheueheueeh(?)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).