KyungSoo se sentía desfallecer de nuevo. El día empezaba a y ya volvía a llegar tarde. Odiaba eso, odiaba que sus padres nunca le avisaran de que llegaba tarde, odiaba que el autobús no llegara a su hora, odiaba el metro averiado día sí y día no. Odiaba muchas cosas. Pero siempre algo le hacía sonreír.
Entró en la universidad, dejándose caer junto a su taquilla siendo mirado por mucha gente. Pero era normal. Su camisa estaba más abierta de lo normal, sus pelos estaban revueltos y jadeaba mientras se relamía los labios secos.
La chica de pelo castaño se agachó a su lado, con cuidado de que no se le viera nada, pues la falda que llevaba no ayudaba demasiado. Esta le pinchó una mejilla.
-Vuelves a llegar tarde, Soo.
Este cogió aire antes de hablar, jadeando y suspirando por última vez.- No es culpa mía LiYin…
-Ya lo sé. Pero, deberías buscar una forma de llegar pronto.
-Podrías quedarte en mi casa.- Un chico algo mas alto que KyungSoo y algo musculoso se apoyaba en una de las taquillas. Mirando al chico sentado y viceversa.
-Muchas gracias, Jonghyun… Pero de verdad no hace fal…
-Te podría dar muchas cosas además de un sitio donde dormir. Seguramente te gustaría y suplicarías como siempre.
LiYin cogió al chico del pelo, dándole un golpe con la taquilla antes de que KyungSoo riera levemente y esta le señalara.
-Escúchame bien, enano. Intenta pasarte con KyungSoo y sabrás lo que vale un peine.
-Uuh… ¿Una chica va a pegarme?- Jonghyun alzó una ceja antes de girarla y ponerla en contra de las estanterías, con los brazos a los lados de la cabeza.- Dudo mucho que puedas hacerlo.
-Cómo no sueltes a mi novia, terminas en un hospital.
Chen sonaba demasiado frío mientras miraba al chico, que se apartaba y gruñía dedicándole una mirada de asco a la chica seguida de una a KyungSoo algo mas duradera, para terminar marchándose por donde había venido. LiYin miraba a su chico, quien gruñía y apretaba los labios mientras ella le susurraba cosas en chino para tranquilizarle.
-¿Tú estas bien KyungSoo?- Habló Chen tras tranquilizarse primero por las palabras de su novia, asintiendo antes de levantarse.
-Si, ya sabes… Uno se acostumbra… Al final me ganaré mala fama y…
-KyungSoo.
Kris aparecía de nuevo tras él, sin avisar. Y este solo sabía contener el aliento y ocultar su vello de punta. Se giró despacio antes de mirarle, tragando saliva de forma lenta.
-O…¿Ocurre algo…?
-Dame la dirección de tu casa.
KyungSoo se encontraba en la biblioteca, jugando con su lápiz mientras miraba por la gran ventana que había, tenía la mirada perdida, sin pensar en nada, poniendo unos leves morros antes de suspirar y dejar caer su cabeza sobre la mesa. Cerró los ojos aburrido, dejando el lápiz a un lado para doblar sus brazos y utilizarlos de almohada.
El rubio le miró, riendo levemente desde la lejanía. No es que Kris fuera un acosador ni mucho menos, él se consideraba un guardián. Alguien que debía proteger a alguien, a KyungSoo.
LiYin aparecía por detrás, dándole un golpe en el hombro antes de ver como este se ponía nervioso y eso le hacía reír. Se sentó sobre la mesa, mirando al mayor mientras alzaba una ceja.
-¿Qué?- Habló el rubio mientras cerraba su libro, que poco estaba leyendo.
-Que le digas ya algo.- Kris se acomodó mientras LiYin se cruzaba de piernas y le miraba.- Tarde o temprano se enterará de tu amenaza…
-Advertencia.- Rectificó Kris mientras se levantaba.- Ha sido una advertencia a JongHyun.
-¿Y Kai? ¿Y Lay? Oh. Y también a Minho, LeeTeuk…
-Vale, vale. Puede que me haya pasado un poquito…- Susurró antes de volver a mirar al menor, viendo como un moreno empezaba a repartir besos por su cuello.- Yo lo mato.
LiYin lo cogió del brazo, tirando de él para que quedara frente suyo. Negando con la cabeza y señalando de nuevo al mas bajo, quien empezaba a despertarse.
Los labios de KyungSoo se entreabrían, y se relamían con suavidad. Kai aprovechó para rozarlos con los propios antes de morderlos, haciendo que el mas bajo jadeara.
-¿Piensas que te vas a librar de mi..?
-Kai…- Murmuró el menor, entreabriendo los ojos, algo cansado.- Dejame…
-Si no lo hago yo lo hará otro hoy y…
-¿No ves que te está diciendo que lo dejes?- Kris le miró con los brazos cruzados sobre el pecho.
-Escuchar conversaciones ajenas está muy mal, profesor.
-Drogar a tu compañero también.
-No soy el único que lo hace.- Le restó importancia encogiéndose de hombros antes de ver como el más bajo se levantaba.- ¿Dónde vas?
-A estudiar… Dejame en paz…- Murmuró un tanto somnoliento antes de caminar, arrastrando los pies hasta la salida de la biblioteca. Ambos mas altos se quedaron mirando al chico.
-¿Tú también quieres oírle gemir?- Kris alzó una ceja, mirándole algo serio.- Es la cosa mas hermosa que podrás oír nunca…- Kai sonrió al ver como Kris se giraba y lo pegaba a la pared, agarrándolo del cuello de la camisa.- ¿Te has enfadado, hyung…?
-Kris. Para. Si le haces algo te expulsaran.- YiLin se acercaba, junto con Chen quien cogía a Kris y lo alejaba. La chica por otro lado se acercó a Kai.- ¿Quién está con Soo?
-No sé de que me hablas.
-Mira, Kai.- YiLin ya empezaba a cansarse, y pese a que la chica era muy calmada, tenía un carácter demasiado fuerte.- Sino quieres que te ponga los huevos de corbata. Dime quien está con Soo.
El mas bajo se agarraba a la mesa, dejando sus yemas de los dedos blancas mientras jadeaba y notaba su sudor caer por su rostro. Jonghyun agarraba sus caderas con fuerza mientras le penetraba sin pudor alguno, sin ni siquiera mirarle. Solo necesitaba desahogarse. Un gemido escapó de los labios de KyungSoo, arqueando su espalda.
-¡Jonghyun…!
Este se acercó, lamiendo su lóbulo y gimiendo de forma grave en este. Sonrió de forma leve antes de morder su cuello. Entonces escuchó la puerta abrirse, alzando la mirada para ver a uno de sus profesores.
-Pero que cojones…
-¿Quieres apuntarte Kris…? Se siente genial…- Habló el chico antes de que Kris le apartara del menor haciendo que este jadeara y gruñera.
-Lárgate.
-Joder… Que estaba apunto de correrme…
-Que te largues sino quieres que te parta la boca.
Jonghyun se colocó bien la ropa, antes de salir por la puerta y dirigirse a uno de los baños. Por otro lado, KyungSoo estaba casi sobre la mesa, jadeando levemente con los ojos cerrados.
-Kris… Kris no me dejes así…- Murmuró, girándose con las mejillas rojas, agarrándose a su camisa, mirándole con los labios entreabiertos.- Por favor sigue tú…
-¿Qu-Qué dices? Soy tu profesor.
-Hyung… follame ya… Por favor…
Y por Dios que Kris intentaba controlarse y no empotrarlo de nuevo contra la mesa del profesor. Pero tenía que controlarse, tenía que estar tranquilo. A pesar del bulto de su pantalón. Este negó con la cabeza, mirando al menor antes de que este subiera en la mesa, y sin pudor alguno empezara a masturbarse, dejando escapar un leve gemido de sus labios.
-Kris…
El vello del mas alto se puso de punta, y juraba una y otra vez que era la primera vez que tenía algo tan sensual y porno delante de él. El pelo revuelto de Soo le caía por la frente, sus mejillas sonrojadas, sus labios entreabiertos, su camisa abierta, y sus pequeñas manos que se daban placer. Ahora entendía porqué Kai le había dicho que era lo mas hermoso que podía oír nunca.
Agarró la mano del pequeño haciendo que este gruñera y mirara al más alto. Quien se había pegado a él, y eso hacía que KyungSoo pudiera oler su perfume, alzándose un poco para quedar cerca de los labios del mayor.
-Hazlo tú…
-Te voy a sacar de aquí. Pero tienes que vestirte.
-No, por favor Kris…
-Estoy hasta los huevos de que te den afrodisiaco.- Gruñó Kris sobre los labios del mas bajo, ya no aguantaría mucho más de esa manera.- Debería dártelo solo yo, solo oírte gemir yo, sólo yo.
Las mejillas de KyungSoo se tiñeron de un color mas rojo, mirándole a los ojos antes de notar los labios de Kris sobre los suyos. En ese momento, la conciencia de Kris se fue a la mierda. El mas bajo rodeó su cuello, con fuerza, apretándolo a él mientras que Kris lo apretaba por su espalda. Ambos se estaban devorando los labios con ansiedad.
Ninguno sabe como, la ropa de Kris terminó en el suelo, mientras penetraba con fuerza y ganas, escuchando los gemidos del menor, quien gritaba su nombre y arañaba sus brazos. La mesa caía justa para que KyungSoo se tumbara y Kris quedara de pie, penetrándole de forma ansiosa. Devorando sus labios a cada instante, guardiandose para él algunos gemidos del menor.
Llevó su mano al miembro contrario, dándole atenciones antes de que este terminara por manchar su mano y abdomen, sintiendo como este estrechaba su interior, dejando su miembro aprisionado, y en unas estocadas más, terminaba dentro de él.
Se acercó a sus labios, dejando un suave beso en estos viendo como los ojos del mas bajo se cerraban, supuso que los efectos estaban cesando. Ayudó a KyungSoo a vestirse y a ponerse en pie, saliendo del aula ante la mirada de Chen y YiLin.
-Cubre a KyungSoo con las clases.- Habló algo serio antes de coger a KyungSoo y bajarlo del primer piso, caminando para llevárselo mientras que los dos presentes negaban con la beza y reían.
KyungSoo se removió entre las sábanas, sintiendo su cuerpo relajado y un tanto sudado, lo que le hizo hacer una mueca de asco. Se incorporó de la cama, pasándose la mano por el pelo antes de mirar a la habitación.
-Mierda…- Susurró mientras intentaba buscar alguna foto o algo del propietario de la habitación. Rebuscó en su mochila bien colocada a su lado, buscando entre los mensajes alguno de Chen que pusiera con quien estaba, pero, no había nada.
-¿Te has despertado ya?- Habló Kris desde la puerta, con los brazos cruzados en el pecho, mirando al mas bajo mientras este le devolvía la mirada.
-¿Qué hago aquí…?
-Jonghyun te drogó.
-¿Y por qué estoy aquí?
-Porque no dejé que fuera a mas.
-Conozco demasiado mi cuerpo como para saber que…- Kyungsoo miró al mas alto, quien alzaba una ceja y este se sonrojaba por completo.- ¿T-Tú y yo…?
Kris no pudo evitar reír, acercándose para agarrar del mentón al mas bajo, rozando sus labios antes de hablar, notando como el mas bajo se tensaba y dejaba de respirar por unos instantes.
-No te preocupes por eso… Sólo déjate llevar por una vez…
Murmuró sobre sus labios antes de volverlos a pegar a los del mas bajo, saboreando su boca y ese toque dulce que dejaba esa droga. Echándose sobre él para acariciar su cuerpo con lentitud, disfrutando más y más del menor.