-¿Ese es el chico?
-Si, ¿a que tiene pinta de idiota con esa cara?
-Es verdad, ni siquiera sé como es que está aquí…
-A lo mejor lo han cogido como modelo… para ropa de niños pequeños
-Jajaja, es cierto, con esa cara y ese cuerpecito, además de que es enano, no mide más que Sung Kyung.
-¡Si! Jajajaja
Las risas de varios chicos llegaron a los oídos de Jongin. No era la primera vez que los oía reír sobre lo mismo, o más bien, sobre el mismo, pero él no era partidario de cotillear y mucho menos meterse con otros trainees. Él iba pronto, entrenaba hasta tarde y se iba a su casa, no se metía con nadie y hablaba con pocos, como Taemin, de quien se hizo muy amigo en la primera clase que tuvieron juntos de baile, Joonmyun, un trainee que llevaba más tiempo que Lee Soo Man seguramente y Moonkyu y Sehun, dos chicos de su misma edad y con el mismo sueño y pasión.
Pero hacía un mes o así que habían entrado dos trainees a la vez, uno era un chico chino con cara adorable que resultó ser su hyung y con el que, a pesar de su natural timidez, había conseguido entablar una relación de “compañeros de baile” bastante cómoda. El otro era un chico de ojos grandes y labios carnosos, del cual decían algunos trainees que tenía una voz bonita muy parecida al profesor Yoo Young Jin (y eso era algo asombroso de por si), pero como nadie le había oído cantar fuera de las clases era un rumor poco fiable, además de ser algo raro, muchos cuando llegan con un talento tan bueno y específico suelen dejar que la gente lo vea, o lo oiga en éste caso, pero ese chico era como intentar abrir un bote de pepinillos, imposiblemente duro y jodido, tenías que poner todas tus ganas y empeño en hacer lo posible para que se abriese, era por eso por lo que seguramente ese chico estuviese solo, (a excepción de Joonmyun, ese chico se hace amigo hasta de las piedras con tal de que no estén solas), y eso a Jongin, a pesar de todo, le daba un poco de pena.
Jongin empezó a sentir una curiosidad enorme por ese chico, habían pasado dos meses desde que entró y los rumores sobre su voz no hacían más que aumentar (a pesar de los envidiosos que lo señalaban y se reían de él por su aspecto aniñado), y aún con ese talento que poseía nadie se le acercaba aparte de Joonmyun (ya sabemos por qué) y Luhan (el hyung chino que entró a la vez que él), pero como no compartían apenas clases se le solía ver solo por los pasillos de la compañía, y no era de extrañar, siempre tenía esa cara seria, el problema no era la cara en sí, si no la expresión, tenía una expresión facial que daba miedo. Una vez Jongin se intentó acercar a él un día por el pasillo, en el que coincidían en el cambio de clase, por simple y llana curiosidad, pero cuando estaban lo suficientemente cerca pudo ver la cara del chico y se le quitó la idea.
-No hay que juzgar un libro por su portada –le dijo Joonmyun un día. Estaba en la azotea del edificio junto a él y Luhan, tenían un rato libre y habían decidido aprovechar que no hacía mal tiempo para respirar aire fresco.
-Es que tiene una cara que… no sé, da miedo –murmura Jongin por lo bajini, pero los otros dos lo escuchan igual.
-Si, lo sé, yo pensé lo mismo cuando me acerqué a él, pero resultó ser todo lo contrario –Joonmyun cierra el ojo izquierdo mientras le mira, porque justamente el Sol le ha empezado a dar en toda la cara y no le ve bien.
-Es buen chico, lo que pasa es que es muy tímido –Luhan apoya la barbilla en las rodillas, las cuales ha pegado a su pecho –y si a eso le sumamos los comentarios de la gente, pues apaga y vámonos –la expresión del chino se tornó algo oscura. Él también había sido blanco de comentarios maliciosos, pero ¿qué iba a hacer? Cuando uno tiene talento lo tiene, y da igual lo que la gente diga, no va a dejar de ser así.
-¿Y él no ha hecho nada para hacerles ver que lo que dicen de él no es cierto? –pregunta Jongin.
-No todos son unos luchadores natos Jongin-ah, algunos prefieren quedarse a la sombra y pasar desapercibidos, esperando hasta que saben que están listos –dice Joonmyun con voz suave mientras se mira las manos –Algunos seguimos esperando –el susurro de Joonmyun fue el punto y final de esa conversación, dejando que el viento se llevara esas palabras, pero ni siquiera eso consiguió que dejaran su mente.
Acababa de salir de clase cuando lo vio por el pasillo en el que coincidían siempre a esas horas, y pensando en las palabras de Joonmyun y Luhan sobre que era un buen chico, decidió acercarse para hablar con él, pero en ese momento dos chicos que iban detrás de él chocaron su hombro con el más bajo, provocando que la mochila se le cayese al suelo, ya que estaba apunto de terminar de ponérsela en el otro hombro, junto a algunas partituras que llevaba en la mano.
-Toma –dice Jongin con voz tímida, acercándole una partitura que había cogido cuando se aproximó.
-Gracias –dice el chico sin mirarle, pero cuando se levanta poniéndose la mochila al hombro de nuevo mira hacia Jongin –Oh…Ho-hola –dice mientras parpadea sorprendido.
-Hola –susurra el moreno –me llamo Kim Jongin –dice ofreciéndole una pequeña sonrisa al más bajo.
-Lo sé –dice con voz seria, haciendo que Jongin abra los ojos sorprendido –e-es decir, he oído cosas sobre ti, y bueno, sabía… sabía quién eras –la última frase era un murmullo prácticamente inaudible.
-Oh… -Jongin no sabe qué decir, se ha quedado en blanco, pero por suerte el otro habla antes de que le de un colapso mental.
-Me… -se aclara la garganta para que Jongin le oiga bien –me llamo Do Kyungsoo
-Encantado –dice Jongin ofreciéndole una mano, sonriendo un poco más esta vez, contagiándole ligeramente al otro.
No le dice que también sabe quién es porque ha oído los rumores.
Jongin y Kyungsoo empiezan a hablar un rato cada vez que se encuentran, y lo hacen más cuando tienen libre. A veces van juntos en tren porque han terminado a la misma hora. Cuando Kyungsoo se baja en su parada Jongin lo hace en la siguiente y coge el tren correcto que le lleva a su casa y que está en la dirección opuesta a la del más bajo.
Un día Jongin no ve a Kyungsoo donde quedan siempre para irse juntos en tren, (cosa que ahora pasa siempre), así que decide ir a buscarle, sabe que su última clase es una práctica individual de canto. Cuando se acerca escucha una voz suave cantar acapella junto con unos chasquidos, seguramente para marcar el ritmo, y de vez en cuando la voz del profesor “Ten cuidado con los graves al final de las frases” “Sube un tono”. Aún con todas esas pautas que le decía el profesor a Kyungsoo, era la primera vez que Jongin contenía la respiración escuchando cantar a alguien.
Cuando se encuentran en la entrada del edificio cinco minutos más tarde, Jongin tiene una expresión distante, como si estuviese pensando en algo.
-¿Pasa algo? –le pregunta el más bajo preocupado.
-No –responde Jongin negando con la cabeza. Y es cierto, no le pasaba nada, solo pensaba -¿Nos vamos? –el moreno le dedica una sonrisa, Kyungsoo le responde con una igual, haciendo que sus labios tomasen forma de corazón y empezasen el camino hacia la estación.
Esa noche Jongin no pudo dormir, se quedó mirando el techo de su habitación, pensando en que ojalá él pudiese ser la persona afortunada que bailase las canciones de Kyungsoo.
Habían pasado prácticamente dos años desde que Kyungsoo entró a la compañía y muchas cosas habían cambiado desde entonces, como la entrada de otro trainee con una voz impresionante y un mes o así más tarde la entrada de otro que era mejor aún, y aunque Kyungsoo no lo expresase con palabras, la preocupación era evidente en su cara.
-No te preocupes hyung, tú también eres bueno –le anima Jongin.
-¿Cómo lo sabes si ni siquiera me has escuchado cantar? –pregunta el más bajo con el ceño fruncido.
-Simplemente lo sé –responde encogiendo los hombros.
Kyungsoo oculta la sonrisa de sus labios en la bufanda, y como hace frío (es invierno) nadie notará que se ha sonrojado más por las palabras del otro, aunque Jongin puede ver de reojo la sonrisa del más bajo, por mucho que la quiera ocultar también, porque le llegan a los ojos, haciendo que brillen.
El año nuevo no llegó solo, aparte del dinero y la comida las noticias del debut de un nuevo grupo de chicos, el cual era un rumor entre los trainees y provocó que la tensión y la competición se notase más, lo cual tenía a todos preocupados, Kyungsoo entre ellos, (quien todavía estaba seguro que no era ni la mitad de bueno como para entrar en ese grupo con la racha de talentos buenos que habían ido llegando).
Estaban todos los trainees masculinos en una sala de prácticas para el anuncio de quienes formarían parte del grupo. La lista se había ido sucediendo, Joonmyun fue al primero que nombraron, lo cual hizo que abriese los ojos sorprendido y casi llorase ahí mismo, Yixing, Minseok, Luhan, Yifan, Chanyeol, Sehun, Zitao, Jongin, Baekhyun y Jongdae (estos dos últimos provocaron algunas protestas por su poco tiempo de entrenamiento). Solo faltaba una persona más por ser anunciada y todos contenían la respiración, Jongin también.
-Do Kyungsoo –dice el profesor levantando la mirada de la lista y buscándolo sin verlo. Unos trainees se hicieron a un lado, pues se había ocultado detrás de ellos convencido de que su nombre no saldría para ese proyecto. Sus ojos estaban más abiertos de lo normal –Pues ya está, estos serán los chicos que formarán parte de éste nuevo proyecto, démosles un aplauso y esperemos que les vaya bien porque todavía queda mucho por hacer –dice el profesor. Los doce hicieron una reverencia “¡Daremos los mejor de nosotros!”, después de eso el profesor comenzó a hablar con otras dos personas que también habían estado ahí desde el principio del anuncio.
Para Jongin, el mundo había empezado a ir a cámara lenta desde que anunciaron que Kyungsoo también formaría parte del grupo. La gente se acercaba a felicitarle, otros solo le daban palmadas en el hombro, pero todo se detuvo cuando Kyungsoo y él cruzaron la mirada, quedándose quietos, con emociones y lágrimas contenidas que ambos sabían que derramarían al llegar a casa.
Jongin solo podía pensar que él sería la persona afortunada que bailase las canciones de Kyungsoo.
-¿Sabes por qué soy feliz de formar parte de esto contigo? –pregunta Jongin. Estaban los dos en la sala de prácticas, Kyungsoo tenía la letra de una de las canciones en la mano y no dejaba de tararearla por lo bajo (le seguía dando algo de vergüenza cantar en alto).
--¿Porque desde que convivimos todos juntos soy el que prepara la comida y te doy más que al resto? –responde Kyungsoo de broma.
-No –niega Jongin también con la cabeza.
-¿Porque te compro pollo? –responde de nuevo en broma.
-No –niega de nuevo Jongin.
-¿Porque te lavo la ropa? –responde Kyungsoo, tarareando distraído después.
-No –Jongin se incorpora, pues estaba tumbado en la sala de baile y se acerca al otro hasta quedar enfrente suya –Soy feliz porque puedo bailar las canciones que cantas –Kyungsoo abre los ojos sorprendidos, y no solo por la revelación, si no por los labios suaves que se han posado sobre los suyos en un beso dulce, inocente.
Jongin puede saborear la música en los labios Kyungsoo y desea que dure para siempre.
Kyungsoo también lo desea.