2.-Nueva rutina
Como si eso hubiera sido lo que tenía preparado el destino desde un principio, la compañía ajena y su presencia no era desagradable o incomoda, así como se prometieron el día en que se conocieron comenzaron a conocerse, como si el contrario siempre hubiera pertenecido a su lado comían juntos, hablaban de cosas a veces sin sentido y entre clases platicaban como viejos amigos, la sonrisa no abandonaba ni un segundo su rostro cuando estaban juntos y dentro de ellos crecía una confianza mutua que parecía que no se iría nunca.
-Yoochun-ah! Me tienes abandonado!-, sintió como unos brazos se enredaban en su cintura e instintivamente sonrió, esos pucheros eran únicos de ese pequeño, y sabia lo que significaban, chantaje.
-JaeBaby, ¿De qué hablas?-, sonrió de medio lado, sabía que el otro era posesivo y celoso, eso le gustaba de su hermano, -Yo no te tengo abandonado-, el puchero en la boca del otro solo se hizo más evidente.
-Sabes a lo que me refiero, siempre estas con tu SuSu, y me cae bien pero ya no pasas tiempo conmigo, es ridículo lo mucho que me molesta- , una sonrisa es lo que saco del otro, lo tomo de las manos y lo volteo de forma que quedaran de frente.
-Tú mismo lo dijiste, es ridículo-, hacer enojar al menor era divertido, tenía que clasificarlo como su pasatiempo, lo tiro de espaldas a la cama, -Mi único baby siempre serás tu- , le guiño un ojo y le mando un beso juguetonamente.
-Yah! Crees que soy un niño o que te sucede! Solo soy un año menor que tu, y estoy de tu estatura, no me creas tan malcriado-, si algo lograba enfurecer a Jaejoong era que dudaran de su madures, podía comportarse como un niño pero eso solo era porque así era más fácil tratar a los demás, - no te creas tan importante-.
-¿Quién es el que vino a mí en busca de atención?-, la bipolaridad de Jaejoong era el instrumento de entretenimiento para el mayor, la declaración que hizo solo logro que las orejas de Jae se enrojecieran del enojo interior que tenia.
-WA! Es suficiente, vete del cuarto, hoy duermes con Changmin!- bufo con rabia para saca a su Hyung del cuarto y cerrarle la puerta.
Está bien, esta vez sí se había pasado, logro que lo corriera de la habitación –de nuevo- , siempre jugaba con el humor del menor, y no planeaba detenerse aunque lo sacara mil veces más, a decir verdad su comentario lo había hecho feliz, si Jae noto todo el tiempo que pasaban juntos él y Junsu era porque realmente era así y no una ilusión, esa felicidad no sería opacada por el tener que soportar las patadas de Changmin una noche, con esos pensamientos se dirigió hacia la habitación del otro que quedaba solo a un piso, al llegar se poso frente a la puerta y toco un par de veces, al escuchar un suave “Esta abierto” se adentro a la habitación para encontrar a un acostado castaño con un libro en la mano.
Sin mirarlo anuncio lo que el otro estaba por decir, -Te corrió de nuevo y quieres dormir aquí.- siguió con su lectura y con un pesado suspiro con su dedo índice le señalo la cama junto a él.
-¿Somos tan predecibles?-, la risa de ironía por parte de Yoochun no se hizo esperar.
-Pues, sucede una vez al mes como mínimo y siempre soy yo el que termina con un intruso en mi habitación-, dejo su libro en la mesita de noche para mirar al otro.
-No digas que no aprecias mi compañía, además tu eres el único que tiene cama libre en su habitación, no es mi culpa que no compartas cuarto con alguien más-, sonrió mientras se desvestía para quedar en ropa interior.
-Aun así, debes disculparte, solo te aceptare esta noche-, sonrió al ver a su amigo completamente enredado en las cobijas viéndolo directamente, solo asomaba su cara, justo así parecía un ratón.
-Está bien, ahora déjame dormir, y no te escabullas en la noche a mi lado, no quiero que me patees-.
-Es mi cuarto, son mis reglas si quiero hacerlo lo hare-, sonrió rápidamente ante el comentario para luego poner una cara seria al reprimir al otro, -Hasta mañana-.
Y justo como Yoochun predijo al día siguiente despertó con un castaño aferrado a su cuerpo como koala, definitivamente volvería a su cómoda cama en la que podía dormir sin ser pateado por alguien más, podía jurar que Changmin lo hacía apropósito.
Se vistió rápidamente para volver a su habitación para poder bañarse, era sábado por lo que no había clases, planeaba salir con su hermano, no quería pasar otra noche como la anterior, aunque pasaba siempre que dormían juntos, aun no podía acostumbrarse a tener moretones nuevos al despertar.
Toco la puerta pero no hubo respuesta así que entro de todos modos, no había nadie pero se escuchaba el ruido del agua correr por lo que intuyo que Jae estaba en la ducha.
-Jae, hoy iremos al centro comercial-, no hubo respuesta y pronto el sonido ceso, lentamente un Jaejoong con solo una toalla en su cintura emergió desde dentro del cuarto de baño, el vapor lo rodeaba por lo que no alcanzaba a notar la leve sonrisa que se dibujaba en su rostro.
-No me sentiré mejor con solo un helado-, si voz era seria, pero el mayor lo conocía lo suficientemente bien para saber que ya estaba perdonado.
-Entiendo, planeo consentirte hoy, eres mi único hermano-, se sentó en su cama y cuzo su pierna derecha sobre la izquierda, -déjame tomar un baño rápido y nos iremos-.
Jaejoong asintió para luego darle la espalda y dirigirse a su closet, tomo un par de pantalones negros que se ceñían ligeramente a su cuerpo lo que delineaba sus largas piernas y los combino con una camisa gris de manga larga con cuello en “V”, su cuerpo era estilizado y delgado, pero con músculos lo suficientemente notorios, además de una espalda y porte agradables a la vista.
Unos 15 minutos después un Yoochun salió en las mismas condiciones que Jae al principio, encontró al otro peinando su cabello cuidando que cada hebra de esos sedosos hilos quedara en su lugar. Pronto el ratón del lugar escogió unos jeans café oscuros junto con una camisa blanca, él tenía músculos para presumir, no era engreído e incluso podrían decir que es tímido con la gente que no conoce, así que no presumía sus atributos intencionalmente.
Media hora después ya estaban rumbo al centro comercial, les tomaba poco mas de 20 minutos llegar, el lugar no era muy grande ya que estaban alejados de la metrópoli, aun así había lo necesario para distraerse por la tarde.
-Hyung, vamos por un helado y luego por algo de comer-, Jaejoong jalo por la manga al mayor, ahí estaba de nuevo comportándose como un niño menor.
-¿No debería ser al revés?- con una ceja levantada se dejo guiar por el otro, -primero la comida y luego el postre-.
-Eso es para idiotas, quiero un helado primero-, ahora el enojo anterior ya se había pasado, a veces maldecía no poder enojarse con el otro por mucho tiempo, a la larga era una desventaja, pero no podía hacer nada contra su único hermano, siempre estaba cuando lo necesitaba, incluso cuando se burlaban de el por ser de madre ajena, por su apariencia lo hacían menos y Yoochun siempre lo defendió aunque eso le diera una reputación errónea, ambos prometieron protegerse mutuamente cuando su padre estuvo en peligro de morir, en ese momento se dio cuenta que nunca se fallarían.
-Tu ganas, pero después comeremos lo que yo elija-, el menor asintió y camino normalmente al lado del otro, su faceta de niño pequeño solo era para cuando estuvieran en el colegio.
Al llegar pidieron su helado y decidieron sentarse en la terraza del lugar al aire libre, se acomodaron cerca del barandal para poder ver hacia el pequeño bosque que rodeaba todo el centro comercial.
Platicaron de todo lo que se les pudiera ocurrir, momentos como esos eran los que más disfrutaban, hablar sin sentido era la especialidad del menor por lo que las risas y carcajadas que emitían ambos no paraban.
-Hyung!- la voz de un tercero invadió el aire a su alrededor, por instinto ambos voltearon para ver a un sonriente Junsu dirigirse hacia ellos, -No pensé encontrarte aquí!-.
-Junsu, que sorpresa, ¿Qué haces aquí?- el mayor esperaba respuesta cuando noto que unos brazos se aferraban a la cintura del menor.
-Viene conmigo, ¿Qué no es obvio?-, esa sonrisa ladina acompañada de unos ojos felinos eran por mucho el mayor disgusto que tenia Yoochun en todo su día.
-Hola Yunho-, su voz sonaba desganada con solo mencionar su nombre, ese inseparable parasito que se quedaba pegado a Junsu cuando no estaban juntos, o que interrumpía sus conversaciones a cada momento, eso era lo que significaba Yunho para el pelinegro.
-Hyung, ¿podemos comer con ustedes?-, la brillante sonrisa de Junsu lo hizo olvidar por un momento a los demás y solo asintió.
Junsu se sentó de tal forma que quedo al lado de Yoochun de frente a Jae y Yunho junto a este último, en esa pequeña mesa redonda se podía sentir la tensión entre los más altos.
-Quiero ir al cine-, la profunda voz de Yunho saco de sus cavilaciones a los demás.
-Buena idea! Creo que ahora esta una película de acción muy buena, vamos todos-, un alegre Junsu se levanto rápidamente para tomar de la mano a los dos mayores.
-Por mí no hay problema-, Jaejoong no tenía interés en la función pero sabía lo que su hermano sentía por el otro y quería ayudar a que pasaran tiempo juntos, su comportamiento del día anterior solo era para saber cómo reaccionaría el mayor ante sus celos fraternos, pero se dio cuenta que salió perdiendo, sonriendo ante sus propios pensamientos comenzó a empujar la espalda de Yoochun, -Apúrate o nos dejaran-.
La función en si era interesante aunque para Yoochun nada era más interesante que la cara del hombre a su lado, sus reacciones ante lo que se proyectaba en la pantalla lograron postrar más de una sonrisa en sus labios, quería atesorar cada una de las emociones del contrario, en su mente reproducía constantemente la risa y palabras que el otro producía, para él eran suficientes para sonreír.
145 minutos después los cuatro hombres salieron de la sala comentando ocasionalmente acerca de la película, Yunho y Jaejoong iban liderando el camino seguido por sus acompañantes.
-Iré por bebidas para todos, Jaejoong me acompañara-, Yunho tomo de la mano al mencionado para jalarlo rápidamente a través de la gente, -Espérenos en la zona de comida-.
-Yo no quiero ir, dile a Junsu que te acompañe~-, las peticiones de Jaejoong fueron completamente ignoradas al ser llevado en contra de su voluntad.
-Parece que alguien viene por tu atención-
-¿Qué?- el susurro de Yunho llego hasta los oídos del pelirojo.
-Amm, nada, hablaba conmigo mismo-, sonrió para el otro mientras lo tomaba de la mano, -Vamos, hay que ir a donde ellos dijeron, compremos de comer, me muero de hambre-.
El otro solo asintió para dar un ligero apretón a la mano que sostenía la propia, se dirigieron tomados de la mano hacia varias mesas que estaban alrededor de una pequeña fuente.
-Siéntate, ahora regreso-, Yoochun se soltó del agarre para ir a comprar lo que comerían pero Junsu retomo de inmediato el contacto.
-Voy contigo-, el mayor se sorprendió por la acción pero no le disgusto, tomo de nuevo la mano que sostenía la suya pero ahora con más fuerza.
Poco después se reunieron los cuatro se sonrieron mutuamente y se sentaron en una de las redondas mesas.
-Di “Ah~”-
-No quiero, déjame comer en paz-
Continuamente Yunho buscaba la manera de llamar la atención del de ojos chocolate, aunque solo logrando que se enojara cada vez más.
-Deja de tratarme así, puedo comer por mi mismo-.
Haciendo caso omiso de lo que ocurría a su alrededor los otros dos parecían disfrutar su compañía plenamente, entre sonrisas y juegos que solo ellos entendían, la tarde desapareció como si apenas acabara de empezar, estaba por oscurecer cuando decidieron abordar el transporte que los llevaría de vuelta al instituto.
-Wa~, que cansado estoy, pero me divertí mucho, ¿Tu no Jae?-
-No me llames así, apenas te conozco-, la sola presencia de Yunho alteraba al menor, era fastidioso y engreído, detestaba que se creyeran con el derecho de meterse en su vida.
-Solo digo que me gusta tu compañía, y no te preocupes con conoceremos mas muy pronto-, eso sonó mas como una amenaza para Jaejoong, pero solo se limito a suspirar pesadamente seguido por el mas lato que insistía en tomarlo de la mano.
Desde atrás su hermano mayor miraba la escena con una sonrisa de satisfacción en su rostro, quizá Yunho no era el tipo de cuñado que esperaba tener pero parecía que sería capaz de controlar a su JaeBaby, eso ya sería un gran logro.
-Hyung, ¿En qué piensas?- Junsu que permanecía a su lado lo miraba directamente a los ojos lo que le producía ligeros escalofríos a través de su espalda.
-Pienso en lo bien que la pase hoy, me divertí mucho- le sonrío cálidamente para luego volver su vista hacia el frente, -me alegra habernos encontrado-.
-Entonces deberíamos repetirlo-, a pesar de que su mirada estaba dirigida al suelo se podía notar en sus orejas que el menor estaba sonrojado, -¿Qué tal el otro sábado?, podríamos volver si así lo quieres-.
Pasaron varios segundos que para el menor parecieron horas la no escuchar respuesta del hombre junto a él, -O-olvida lo que dije, era broma-, Junsu estaba dispuesto a apresurar el paso cuando sintió que un fuerte brazo se lo impedía.
-Me encantaría venir solo contigo de nuevo-, la deslumbrante sonrisa del mayor era algo imposible de no notar, -A las 11-, lo volvió a tomar de la mano, solo que esta vez mas gentilmente, ante eso el otro solo asintió sonriéndole de vuelta.
Al llegar a sus respectivos cuartos Jaejoong se recostó en su cama con el ceño fruncido.
-Aggh! No quiero volver a salir con ese tipo-, siendo ignorado por segunda vez en el día sintió como el mayor se recostaba a su lado y lo apresaba entre sus brazos y piernas.
-No arruinaras mi humor de esta noche-, la sonrisa no abandono ni un segundo su rostro.
-Bueno, al menos para uno de los dos salió algo bien esta noche-, suspiro y se dejo acariciar el cabello por el otro, -Solo no lo arruines-, susurro lo ultimo dejándose dormir en los brazos del mayor.
-Siendo tan importante no hay forma que lo arruine-, sonrió nuevamente para dejarse dormir con las comisuras estiradas, en un profundo sueño que juraría no había tenido en mucho tiempo.