CAPITULO 2.- Perdidos, una tarde juntos.
-Toma.- me tendió una banana milk mientras el abría otra.
-¿Qué haces aquí?- Me miró con obviedad haciendo que me sintiera estúpido por la pregunta que hice. Sonreí apenado.- Quiero decir que
-Solo di “Gracias por salvar mi trasero” y ya.- abrí mis ojos ante el tono frío y esa mirada arisca. Miré hacia otro lado.- bromeo.- Río suavemente mientras me miraba juguetón ¡Este chico es más bipolar que el propio Key!
-De acuerdo.- susurré desconfiado.
-Toma tu banana milk, me costó mucho robarla.- hizo una mueca extraña pero sus ojos se seguían viendo juguetones, traviesos.
-¿Te robaste una banana milk?- pregunté sorprendido.
-En realidad fueron dos.- señalo la mía y la suya.- Pero por si no te diste cuenta una bola se señoras con falta de amor venía detrás de nosotros.- Reí.
-Tienes razón, disculpa, estoy un poco tonto el día de hoy-
-Si ya lo note.- lo miré con los ojos entrecerrados.- Disculpa, la costumbre.
-Está bien.- suspiré observando el lugar.- ¿En dónde estamos?
-Quien sabe.- me respondió simplemente.- yo solo corrí.- alzo los hombros sin darle importancia.
Bien, pensemos, estoy en una banca, en un lugar casi abandonado, sin celular y con un pequeño travieso ¡no entres en pánico Taemin!
-Bueno.- pensé detenidamente.- Solo hay que volver sobre nuestros pasos.
Tomé la mano de Ren, que por alguna extraña razón se sentía cálida. Caminamos por la misma calle que habíamos tomado anteriormente, o eso creí.
-Hyung, tengo hambre.- miré a Ren que me hacía pucheritos con su boca. Hace más de 3 horas que habíamos comenzado nuestra caminata y no encontrábamos el camino correcto, y si no me equivocaba estábamos caminando en círculos.- ¡Taemin hyung!- llamó un poco más fuerte.
-Ya te oí.- Solté su mano y giré a verlo.
-¿Entonces?- voltee a ver a nuestro alrededor y mi mirada se encontró con una cafetería.
-Ven.- Camine seguido de un muy flojo Ren.
Entramos y para nuestra suerte no había más que un viejo anciano cerca de la ventana aun así nos dirigimos a la mesa más apartada.
Pronto llego una mujer con un mandil color rosa mostrándonos el menú y llevándose una nota con nuestra orden. Unos huevos fritos con pan tostado y café para mí, para Minki lo mismo pero en vez de café, jugo de naranja. Al fin y al cabo era un restaurant mañanero, es decir, servían desayunos y almuerzos solamente.
-¿También tienes libre tu agenda?- Mire a Ren buscando una respuesta pero solo me devolvió una mirada juguetona.
-En realidad estaba en medio de una grabación en pleno supermercado.- susurro sarcásticamente mientras se llevaba un trozo de pan tostado con mantequilla a la boca.- ¿y tú?
-Visitaba a mi abuela, ya sabes, la anciana con rostro y pelo canoso que gritaba “hazte a un lado mocoso ahí va el novio de mi nieta”.- el solo asintió riendo.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - -
-Entonces JR pensó que era un chico pero cuando se volteó, ¡Le dio una cacheta! Pobre, se le quedó marcada la mano de la chica en la mejilla.
-¿Enserio? Ja, Ja, Ja.- Sentía dolor en el abdomen de tanta risa.- Algo así le sucedió a Jonghyun hyung, solo que a él lo atacaron con una bolsa.
-Ja, Ja, Ja.- Ren tampoco paraba de reír.
¡Nunca pensé que fuera tan divertido pasar la tarde con Minki!
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Eran casi las 9 de la noche cuando nos corrieron del local, si, nos corrieron por que ya iban a cerrar. El tiempo había volado entre pláticas, chistes malos, risas y miradas, un poco ¿raras? Tardamos, pero al final encontramos el camino correcto.
Cada quien fue a su hogar con la promesa de juntarnos nuevamente.
Yo que ya dudaba del amor,
Y de pronto sucedió
Un milagro que seguro el universo me mandó…