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Es cuestión de Orgullo por Jahnlie

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Notas del fanfic:

Es un extraño WooGyu que nació de mi mente, por favor sed amables :)

Notas del capitulo:

Un pequeño adelanto que nos introduce a lo que será la historia *w*

 

 

Prólogo

 

Aquel había sido un fatídico día lleno de trabajo para Kim Sunggyu, no podía más; a veces el estrés de ser el líder y tener que manejar a seis jóvenes (que más bien parecían niños) le desquiciaba al punto de que en ocasiones deseaba nunca haber formado parte de Infinite.

Él era amable, solía comprarles cuanto querían, cedía a sus chantajes, jamás les imponía nada, entonces… ¿Era muy difícil pedir un poco de respeto? ¿Por qué siempre debían dejarlo en mal frente a cuanta persona se les cruzaba? No les importaba si eran fans o entrevistadores; siempre era lo mismo, para esos seis niños él no era más que un “abuelo” “hámster” “sin ojos” todo… pero jamás su líder

Simplemente se rendía, no importaba cuanto lo intentase: Nunca le tomarían enserio.

Estaba sumido en esa clase de pensamientos cuando escuchó la puerta de abrirse de golpe, se volvió ligeramente para ver que se trataba de su compañero de cuarto: Nam Woohyun.

Se miraron por unos instantes, pero el mayor desvió la mirada de inmediato.

—     ¿De mal humor? — preguntó el líder indiferentemente.

Woohyun se enfureció aún más por la despreocupada actitud de su líder. Se acercó decidido a ponerle un alto, a enseñarle quien mandaba en esa relación.

Le tomó por el brazo acorralándolo contra la pared, azotándole de una manera nada delicada, todo lo contrario. Sunggyu hizo una ligera mueca de dolor pero no se quejó en lo absoluto.

—     ¿Qué pretendes, ah? —le recriminó molesto.

—     ¿A que te refieres? —fingió ignorancia sin quitar esa expresión neutra de su rostro.

—     No te hagas el desentendido, te he visto.

—     ¿Ah si? En realidad nos vemos todos los días…

—     ¡No quieras jugar conmigo! —tiró muy bruscamente de los cabellos ajenos. Sunggyu abrió la boca a causa del dolor pero tampoco se quejó— Estabas muy sonriente junto tu ídolo…ese tal  Nell ¿A caso crees que soy idiota?

Sunggyu sonrió con ganas ignorando la poca amabilidad con la que su dongsaeng le trataba.

—     ¿Celoso? —bufó con sarcasmo.

—     ¿Debería? —el menor enarco una ceja.

—     En lo absoluto —aseguró el líder— Tú no eres de mi propiedad, asi como yo no soy de la tuya… esto fue acordado desde un principio: Nuestra relación se basaría únicamente en “placer”, nada de compromisos o vínculos sentimentales; solo sexo. ¿Ya lo has olvidado, Namu?

El menor se sintió indignado por el comentario del mayor ¿Cómo podía expresarse de esa manera tan fría?

—     Ya he comprendido —respondió Woohyun fingiendo indiferencia— entonces…

Tiro del mayor atrayéndolo más hacia su persona hasta conseguir que sus rostros quedaran a escasos centímetros.

—     Te enseñare quien es tu único dueño en esta “relación sin sentimientos” —susurró antes de capturar los labios del mayor entre los suyos.

Sunggyu no pudo evitar sonreír en medio del beso, aquel chiquillo que tenia como dongsaeng era bastante predecible, pero al mismo tiempo un tonto que se dejaba llevar por sus emociones. Para su desgracia el líder no era alguien que se resistiese demasiado, y muy a su pesar sabia como iba a terminar aquello. Sintió como el Namstar recorría sus labios con la lengua, los mordía y succionaba, estaba seguro que nunca nadie podría besar de una forma igual. Los besos de Woohyun eran únicos.

Nam comenzó a profundizar aún más el beso de tal forma que lo trasformó a uno intenso, desesperado; como si quisiese comerse la lengua del otro.

El malicioso líder solo se dejaba hacer, jugueteando con la paciencia del Namstar mientras daba trémulas caricias al pecho ajeno sabiendo a la perfección que aquello enloquecía al menor. Sin pena alguna, Sunggyu comenzó a apegarse mucho más al menor, juntando sus cuerpos tanto como era posible, sus entrepiernas se rozaban ligeramente.

Ambos gimieron por la sensación. Estaban ansiosos.

—     Te gusta tentar al demonio ¿Ah? —jadeó Woohyun una vez que se detuvo para recuperar el aliento.

Sunggyu respondió con una sexy lamida sobre el labio inferior del menor.

El Namstar perdió su paciencia prácticamente al instante, si el mayor quería jugar entonces jugarían: Lo empezó a conducir hasta la cama devorando esos blandos y rosados labios que tanto le enloquecían, al llegar al pie del mueble le empujó con fuerza hasta tumbarlo en ella.  No perdió el tiempo y de inmediato comenzó a desabrocharse la camiseta junto con el cinturón de su pantalón. Estaba ansioso.

El mayor solo se relamió los labios ante el espectáculo.

Una vez más sus labios se encontraron pero en un beso más intimo, mas necesitado. Eran torpes, se giraban una y otra vez sobre si mismos entre aquellos juegos de dominancia por ver quien hacia gemir mas al otro.

Sus manos recorrían el cuerpo ajeno, dando especial énfasis en aquellas partes que sabían eran el punto erógeno de su pareja, sus labios besaban la piel expuesta, degustándola sin prisas, mordiéndola de vez en cuando para marcar como suyo al otro. Todo formaba una sincronía envidiable, todo se sentía demasiado bien. Era perfecto.

El desvergonzado líder comenzó a repartir caricias sobre el menor, quien se deleitaba con la suavidad de la piel que poseía el otro.

—     S-sunggyu… —gimió en cuanto la mano del mayor comenzó a descender lentamente por su parte sensible.

—     Me gusta más cuando me dices hyung. — susurró.

Woohyun sonrió lascivo al ver al más que dadivoso líder jugando con su miembro. Ambos vocalistas sabían a la perfección como subir la temperatura de la habitación, no era la primera vez que hacían aquello, ni tampoco la ultima.

Al cabo de unos minutos solo se podían escuchar los jadeos y suspiros que salían de sus labios, el ligero crujido de la cama ante sus movimientos poco inteligentes, y una que otra sonrisa burlona cuando uno de los dos conseguía someter al otro.

A los jadeos le siguieron los lamentos, para luego ser remplazados por gemidos que se ahogaban entre aquellas cuatro paredes; gemidos que siempre llamaban al mimo nombre:

“Woohyun, Woohyun”

El líder no lo podía evitar, ese chiquillo insolente y poco inteligente como solía llamarle lo hacia tocar el cielo, lo hacia perderse en el placer. Con cada envestida que recibía se sentía más próximo a la cima, buscaba los labios del menor cada vez que tenía la necesidad de gritar a causa del placer. Woohyun era salvaje a la hora de penetrarlo: se introducía en él con bastante fuerza y velocidad, Sunggyu en venganza arañaba la espalda del menor

El Namstar por su parte sentía que con solo escuchar gemir a Sunggyu podía terminar, eran esos gemidos entremezclados con su nombre lo que hacían que sus encuentros fueran tan magníficos. Contemplar a su líder sudoroso, completamente sonrojado, sentir como arañaba su espalda con fuerza, la manera en como tironeaba de su cabello, escucharlo decir incoherencias entre cada gemido le hacían desear ser el único que pudiese tenerlo de esa forma: sometido bajo su cuerpo.

No importaba lo que dijesen: Kim Sunggyu era suyo, de nadie más.

Si, solo era una relación donde se acostaban por convivencia, solo eso.

 ¿Pero que más daba?

Ninguno de ellos planeó que aquello terminase de esa manera; fue un accidente. Una noche de peleas tontas, tensos entre ellos: Sunggyu sentía cosas, Woohyun también pero como eran lo suficientemente orgullosos para admitirlo ninguno dijo nada y simplemente pasó.

Un beso, un roce, una caricia que desembocaron en una noche de sexo ocasional (como ellos le llamarón) algo sin importancia, una manera de “descargar” todo el estrés. Aunque en el fondo ambos lo consideraron como “La mejor noche de su existencia”

Una noche, dos, tres… hasta que se hizo costumbre.

Nada los unía, nunca decían nada después del acto, solo esperaban hasta el día siguiente para hacer de cuenta que nada había pasado. Ante todos eran los más grandes rivales en cuanto a voz se trataba, dos compañeros en un grupo que decían no soportarse, pero que cuando estaban solos en casa hacían cuanto se les viniese en gana; no importaba el lugar, ya habían utilizado prácticamente toda la casa, los muebles e incluso en una ocasión la pared, no importaba tampoco la hora, si se sentían estresados simplemente se “quitaban el estrés” y punto.

Pero ambos sentían más que eso,  era algo más allá de la lujuria o el deseo, era mucho más. Era simple necesidad.

Sunggyu pensaba: “Woohyun debe ceder primero”

Woohyun pensaba: “Sunggyu debe ceder primero”

Ambos se negaban a admitir sus sentimientos, actuar indiferentemente con el contrario era parte de su vida cotidiana y su forma de demostrar el “amor” que  sentían el uno por el otro era hiriéndose mutuamente.

Aquella relación no era “placer” como Sunggyu había dicho frívolamente. Todo lo contrario.

Ambos tenían sentimientos mas allá de los que solían decir, pero solo era cuestión de orgullo para que alguno de ellos lo admitiera.

Notas finales:

Debería seguirlo?

 

Por favor dadme su opinión en una review *-* un escritor se basa en sus lectores para seguir adelante.


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