-Pasado.-
Todo fue tan rápido, pareciera que todo lo que habíamos pasado se había esfumado en prácticamente en una hora. La familia nos miraba como dos bichos raros, dos personas que se irían al infierno por el pecado de la lujuria.
Mi madre me miraba con una mirada decepcionada, triste y con dolor. Lamento que esto fuera así, pero mis sentimientos y mi corazón habían actuado, ni él ni yo habíamos pensado con la cabeza, no nos importaba lo que la familia dijera cuando llegase el día. Nuestros corazones decían que arriesgáramos pero parece ser que todo nos salió al revés.
Mi primo estaba sentado con la mirada hacia el suelo, miraba como de sus ojos salían las odiosas lágrimas, esas que odiaba que se le salieran cuando se sentía mal. Jure cuidarlo, jure protegerlo y estar con él siempre. Pero hoy, lo iba a dejar de cumplir y toda por mi maldita familia, por nuestra estúpida familia.
No podía oír más, estaba sumamente concentrado en mi primo, en la persona que me había hecho sentir feliz, ser yo mismo sin pensar en las consecuencias. Levanto su mirada limpiándose las lágrimas y yo solamente intente buscar su mirada hasta que la encontré. Nos miramos fijamente, le regale una sonrisa de que todo iba a estar bien. De que nunca me separaría de él, por más que así fuera. Me regalo una media sonrisa mostrándose decepcionado y triste. Había llegado la hora.
“Es hora de que te vayas Vannesa” le habló mi madre a mi tía. Ambas son hermanas, por lo consecuente Eliot y yo, somos primos carnales. “Lamento todo esto Louise” dijo mi tía al borde de derramar más lágrimas de las que había derramado esa mañana. “¡Como diablos se imaginaron liarse!” nos grito la tía mirándonos a la cara. No había vuelta atrás, así que con todo el dolor que mi madre y tía tenían, tome la mano de Eliot entrelazando nuestros dedos y fue cuando él la apretó demasiado fuerte. Para que no lo dejara. “¡Digan porque!” gritó de nuevo Vannesa, yo baje mi mirada, no me avergonzaba de ver amado con todo mi corazón a él, pero odiaba haberle hecho un daño a mi mamá y sobre todo a la de Eliot. “Mamá…” gire de inmediato mi cara para ver las lagrimas brotar de nueva cuenta en la cara de Eliot. “Mamá, perdóname…perdónenos, si les hemos hecho daño por favor perdónenos, nosotros…” apretó mas mi mano y suspire sintiendo resbalar por mi mejilla una lágrima. Esa lágrima que sabía perfectamente que significaba. El adiós. “Nosotros nos amamos” dijo al fin y mi tía no dudo en acercarse a nosotros, levanto su mano con tanta rabia y me puse frente a Eliot. “No lo hagas” susurré mirándola a los ojos. “¡Quítate Mike!” grito mi madre e hice caso omiso de sus palabras. “Tú le pones una mano encima a Eliot y te juro…te juro que nunca más en tú vida y en la tuya…” señale por un lado a mi madre. “Que no me volverán a ver, ni mucho menos a Eliot” sentí el cuerpo de mi primo acercarse a mí con nervios y miedo, oía sus sollozos en mi oído. Mi tía bajo la mano haciéndolo puño, se giro a ver a mi madre y esta solo soltó lágrimas y asintió con la cabeza, ¿Qué significaba?. “Mike, te amo, te amo…” susurró Eliot con más lágrimas en su rostro siendo rebatado de mi lado. “¡No! ¡Eliot! ¡No me abandones! ¡Por favor!” grité viéndolo salir de aquella puerta de madera de mi casa, no contuve más y corrí hacia ella con lágrimas que evitaban que viera el camino, mi madre estaba detrás de mí. Me aleje de ella con repugnancia y viendo como el auto de la tía Vannesa se alejaba de apoco de mi casa.
Nos evitábamos a obscuras, pero ahora ya todo se vio a la luz.
“Te odio” la miré a los ojos, ya nada importaba, ya nada me importaba si no tenía a Eliot a mi lado. “Hijo…por favor” suplicó mi madre y cerré la puerta de un portazo apoyándome en ella llorando como aquel niño que le arrebatan su juguete preferido. Pero a mí me habían arrebataron algo peor. Me quitaron a la razón de mi vida. “No quiero verte, ¡No quiero verte!” le grite sin mirarla. Ella puso una mano en mi hombro y apoyo su cabeza en el. “Si no pretendías hacerme daño, déjame decirte que ya lo hiciste” susurre conteniendo el llanto. “Era lo correcto” me separe de la puerta y la gire a ver, ¿Cómo diablos pensaba eso?. “¿Lo correcto? ¡Al diablo con lo correcto en esta jodida familia! Tú y mi tía solo pensaron en lo que dirá la sociedad, ¿Crees que no lo sé?” grite, me dolía gritarle, pero aunque fuera la mejor mamá del mundo, esta vez me había decepcionado. “Mike, no lo entiendes” sollozo. “Tú eres la que no entiende que el amor es por igual, que debes amar a la persona que tu corazón mande, y no a la persona que se supone deberías amar por los demás” me aleje de ella caminando hacia las escaleras. “No sabes cuánto dolor me has causado en un par de minutos mamá, ni tú ni mi tía lo saben” me iba a responder pero le deje con la palabra en la boca. Subí en dos en dos las escaleras hasta llegar a mi habitación. Entre y su olor impregno mis pulmones. Su loción seguía en el cuarto como si tuviera apenas dos segundos de haberse ido. Entre de lleno y me tumbe en la cama dejando salir toda la rabia que traía. Golpee la almohada con toda la fuerza que pude y maldije en voz alta. ¿Habíamos tenido la culpa de que nos hayan descubierto? Solíamos cerrar la puerta con tranca en cada vez que Liam venía a mi casa simplemente "hacer la tarea". Pero nosotros no contábamos que Vannesa se había quedado a tomar el té con mi madre. Hace algunos momentos, estábamos los dos aquí, sentados en la cama besándonos, dándonos el amor que teníamos el uno por el otro. Ya teníamos meses de haber comenzado una relación a escondidas, todo había estado saliendo perfecto, solíamos ir al parque a jugar futbol pero eso no era lo primordial. Solíamos juntarnos en su casa de vez en cuando para jugar a la consola y nos demostrábamos nuestro amor cada vez que mi tía no estaba. Nunca llegamos más allá de besos y caricias. Cuando nos fuéramos a entregar al amor y a la pasión, iba hacer el mejor día de nuestras vidas. Pero todo había salido mal. Hace minutos, quizás horas, nos habíamos jurado que nunca nos separaríamos, que íbamos a estar juntos siempre, y nos íbamos a proteger de todo aquel que nos impidiera alejarnos.
***
El sonido del telefono me saco de aquel profundo sueño que había tenido desde que subí a mi habitación, me había dormido llorando y pensando en Eliot. Tome el telefonol de la mesa de noche y decía mensaje nuevo, suspire esperanzado a que fuera él. Y con certeza, era él.
“Necesito verte…”
“Claro que si, ¿en donde siempre?”
“Si Mike, no sabes cuanta falta me haces”
“ no quiero que te pongas triste, en este mismo momento salgo”
“Está bien, voy saliendo de casa, te espero en diez minutos”
“Ok, te veo allá. Te amo”
“Te amo”
Tomé mi chaqueta negra y un gorro para proteger mi cabeza del inmenso frió de Canada. Lo volvería a ver después del enredo que hubo. Sonreí y baje las escaleras echando un vistazo hacia la sala o hacia los lados, pero no había rastro de mamá. Me encogí de hombros y tome las llaves de la madera que estaba pegada justo alado de la puerta de entrada. “¿A dónde vas?” oí a mi madre detrás de mí, gire a verla y lo más serio que pude, me puse. “No pretendo pasar todo el día encerrado, iré a casa de Jack” me volví a girar y suspire. Odiaba también mentirle pero si ella y mi tía habían decidido esto, así lo íbamos hacer. A escondidas nuevamente. “Hay de ti Mike que me estés mintiendo y vayas a buscar a tu primo” gire los ojos y abrí la puerta sin antes darle una última mirada antes de mi partida. “No te preocupes, que gracias a ti, nunca más lo volveré a ver, me lo has arrebatado” salí y di nuevamente un portazo. Saque el móvil y envié un mensaje.
“Hazme el paro, iré a ver a Eliot, pero mamá no sabe de esto, luego te lo recompenso, cuento contigo amigo”.
Caminaba con las manos dentro de mi chaqueta, el frío estaba insoportable que hasta dolía en la cara cada aire que se daba fuerte, mi nariz estaba helada y la podía sentir. Apresure mi paso y me encamine hacia aquel parque casi desierto que había en nuestra zona. Mire a todos lados tratando de encontrar a Eliot. Camine más adentro del parque casi llegando a un árbol, note un cuerpo que salía de los lados. Sonreí y saque mis manos calientes al aire frío, me acerque más y me posesioné detrás del árbol junto a su oído. “Hola” le dije y de inmediato se sobresalto dejando su móvil de lado. Me sonrió como si tuviéramos años de no vernos y se abalanzo a mis brazos, robándome un abrazo fuerte y cálido. “Estoy aquí” cerré los ojos poniendo una sonrisa en mi rostro, lo apreté más a mis brazos y fue cuando oí un sollozo. Lo aleje cuidadosamente y levante su mentón para encontrarme con esos ojos azules electricos que tanto me encantaban. “No llores, estoy aquí…estamos juntos” traté de limpiar sus lágrimas pero me fue inútil, salían a chorro de esos hermosos ojos. “Mike” susurró mientras limpiaba el mismo sus lágrimas, trato de detenerlas y suspiro mirándome a los ojos. “Que sucede” me estaba incomodando ese silencio. No iba a poder si me dijera una mala noticia, no lo soportaría. “Mike, nos van a separar” volvió a romper en llanto y no pude evitar atraerlo hacia mis brazos escondiendo mi rostro en su cuello. Tampoco pude evitar derramar lágrimas. ¿Por qué nos hacían esto? Porque me tenían que separar brutalmente de él. Pareciera que nadie en este mundo había amado, pareciera que nadie conociera la palabra amor. Me sentía ido, sentía que había decepcionado a Eliot, prometí cuidarlo y protegerlo y es hora en la que no iba a poder cumplirle aquellas promesas.
Me separe de él a como pude y limpie mis lagrimas, le sonreí pese al momento para hacerlo sentir bien. “No nos van a separar” articule en sollozos. “Si lo harán Mike, eh escuchado a mamá hablar con papá, me llevarán de regreso con él” no, no dejaría que me lo arrebataran más. Tome su rostro con mis dos manos y le sonreí mirando detenidamente esos ojos Azules electricos que aun estaban cristalizados. Me acerque mirando sus labios y acorte la distancia que había entre ellos. Lo bese suave y delicadamente cerrando los ojos y sintiendo lágrimas recorrer entre nuestros rostro. Tomo mi cintura con sus frágiles y delicadas manos y me acerco más a él. Lo apoye con cuidado en el tronco del árbol y devoré su boca, si me lo iban a quitar sin que pudiese hacer algo por el momento, tendría que hacerlo sentir amado, amado por la única persona que amo en su vida. Seguían derramarse cada vez más las lágrimas, con mis labios titiritando y con nerviosismo, mordí su labio inferior y recuperándonos de aquella respiración acelerada. “No me dejes” oí decirlo y abrí lentamente mis ojos. “No lo haré” le sonreí y tome sus manos entrelazándolas con cuidado y transmitiéndonos calor. “Pero tenemos que ser realistas Mike, mi madre ahora que se lo ha dicho a mi padre, esta echó una furia y sé que harán todo lo posible para que me alejen de ti” trague saliva y trate de que mis ideas se pusieran en marcha. “Tengo una idea” él sonrió mirándome a los ojos, yo solía ser el de las ideas para poder vernos cuando nos tenían castigados por cosas de la escuela. Suspire relajado. “Primero, ¿te has salido de casa con dinero?” el asintió y fue cuando una sonrisa se me puso en el rostro. “Escapemos” le propuse y de inmediato su sonrisa desapareció. “¿Escaparnos? Por dios Mike, tenemos dieciséis años no sabemos nada” lo miré bien y apoye nuestras frentes. “Yo tengo diecisiete” dejo salir una pequeña risa y lo acompañe acariciándole su mejilla. “Venga, nos amamos Eliot, si nos quieren separar no les vamos a otorgar que pase, vayámonos muy lejos, por favor” cerré los ojos y sentí su cálida mano en mi mejilla. “Yo me iría contigo hasta el fin del mundo” y sentí sus labios fríos sobre los míos. Comenzaba un beso tierno, jugando por querer entrar más. Tome su nuca y atraje mas su rostro abriendo más mi boca y dejando que su lengua se divirtiera con la mía. Rodeo mi cintura y yo rodee su cuello con mis brazos. El mundo se había detenido para nosotros nada más, podía escuchar sus latidos del corazón rogándome que no lo abandonara, mis latidos aumentaron. Lo amaba, si, lo amaba, no podía negarlo ahora que todo se sabía. Me jugaría por él, me jugaría el último aire si se diera el caso. Jamás lo dejaría, jamás lo abandonaría.
***
"tu madre me ha estado llamando toda la tarde, ¿Dónde diablos estás?”
“¿Quién es?” me preguntó Eliot después de haber oído el tono del mensaje de mi móvil. “Es Jack, quiere saber donde estoy, mamá me está buscando como loca” suspire y deje mi móvil de lado y seguí acariciando el cabello de mi primo. “¿Le has dicho que ibas con él?” sonreí y asentí. “No se te va ni una ¿verdad?” me preguntó jugando con mi mano y con mis dedos. “No, y más si es para encontrarme contigo, menos” bese su nariz roja por el frío. “Ya no me preocupa el que me quieran separar de ti ¿sabes? Sé que contigo, nunca lo harán” apoye mi cabeza en el tronco del árbol y suspire. “¿Pero sabes también? No cantemos victoria Eli, nuestros padres son más astutos que nosotros, harán hasta el más mínimo para que nos separen” se incorporo después de haber estado acostado en mis piernas y se puso a mi lado sin dejar de entrelazar nuestras manos, sentía que de nuevo querían salir lágrimas pero me contuve. “Pero si eso pasa, tú estarás a mi lado, cuando me lleven de nuevo con mi padre tú ya estarás allá” no pude evitar mirarlo y le sonreí. “Estaré allá” afirme acercándome de nuevo para besarlo por milésima vez, pero el sonido de mi móvil volvió a sonar. “Es Jack, un mensaje” le dije y me aleje de él para abrir el mensaje y leerlo. “¿Qué dice?” me pregunto y cuando lo leí detenidamente mi corazón comenzó acelerarse como una bomba de un auto. “Mike, que pasa” pudo notar mi nerviosismo y se levanto del pasto, copie su estado y me levante mirándolo a los ojos. “Pase lo que pase, sabes que te amo Eliot” sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y sus labios temblaban y no precisamente por el frío. “No Mike, ¡no!” mordí mis labios y me acerque a él tomando sus manos y entrelazarlas con toda la fuerza que podía tener, apoye mi frente a la de él y pareciera que estábamos en una guerra de lágrimas. “Pase lo que pase, te amo, no te dejaré, no te abandonaré, te lo prometo” cerré con fuerza mis ojos y me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello mojándolo con sus lágrimas. “Te amo Mike, no olvides tus promesas por favor. Por favor no las olvides” ambos llorábamos como dos críos recién nacidos. Acaricie su espalda y miré hacia los inicios del parque. Y ahí estaban, nuestras madres caminando hacia nosotros me aferre más a él para no soltarlo y que se lo llevarán. ¿Había llegado la hora? ¡No! Sentía sus pasos cada vez más cerca, Eliot lo noto y se aferro más a mí. “Júrame que jamás me abandonarás” alcanzo a susurrar y lo despegue de mí a como pude, lo mire a los ojos, esos ojos que serían la última vez que vería y le acaricie el rostro regalándole una sonrisa. “Jamás te abandonaré” y nos volvimos abrazar. Unas manos frías y delgadas lo arrebataron de mí con fuerza. Lo miré caminar a prisa y cuando su rostro volteó hacia a mí, había podido leer sus labios, un te amo me había dejado por último. Moví mis labios y a como pude, pude gritarle. “¡Te amo Eliot!”.
Part 2
{Por Eliot}
Lloraba en silencio desde que mi madre me obligo a empacar mis cosas e irnos ese mismo día a donde vivía mi padre. No articulaba palabra alguna en todo el camino, por suerte traía el reproductor de música que un día me había regalado Mike con todas las canciones que según él eran dedicadas para mí. El volumen estaba a todo lo que daba en mis oídos, no me importaba si mi madre me hablaba o si pasaba algo en el exterior. Mi mirada estaba perdida en el cristal de la puerta del copiloto del auto viendo pasar los arboles y el paisaje de la carretera. El reproductor dejo sonar una canción que era una de mis favoritas, esa canción nos representaba a Mike y a mí. Habla del amor, del amor que nunca te abandonaría pese a las consecuencias, de ese amor que iba a luchar por tierra y aire. Deje escapar una lágrima y que se derramara por mi mejilla al cerrar los ojos y pensar en mi todo. En el amor de mi vida. En esa persona que me hizo ser feliz y salir adelante después de todo lo que eh pasado, principalmente el divorcio entre mis padres. No sabía cómo iba a sobrevivir después de esto, mi madre me había arruinado la vida desde el momento en que me quitaron a Mike, un dolor como este nunca seria curado, ni siquiera fijándome en otra persona. Yo solo quiero a Mike, y sin él mi vida ya no vale la pena.
***
“Eliot” oí suavemente sobre mi oído y la voz se iba haciendo más molesta al grado que abrí lentamente mis ojos percatándome de la presencia de mi madre frente a mí. “¿Qué?” le pregunte sin ánimos, me incorpore del molesto asiento del auto, vaya que si había dormido, no había sentido el parado del auto. Talle mis ojos y visualicé bien el lugar, una larga y hermosa calle estaba frente a mi rodeada de arboles, secos pero había arboles, tome mi reproductor y las cosas que llevaba en mis piernas y baje del auto a como pude. “Hemos llegado” dijo mi madre delicadamente, la mire y no pude evitar pasar de largo de ella y su voz me paró en seco. “No tan rápido Eliot” me gire a verla y suspire girando los ojos. Mi madre no era la mejor madre del mundo, ni mucho menos conmigo, no sé porque ahora sacaba aquella preocupación de que su hijo fuera homosexual si nunca le eh importado. “¿Qué quieres?” le pregunte serio y en un tono enfadado. “Primero no me hables de esa manera jovencito, y en segunda ni te creas que porque te eh traído hasta acá para alejarte de Mike se han terminado las cosas” gire nuevamente mis ojos y gire mi mirada hacia otro lado que no fuera la suya, yo no tenía compasión de ella, ni mucho menos eh sido cariñoso con ella y en este momento podría decir que odiaba a cien a mi madre. “Ve al grano, que ya nada me importa, me has quitado el amor de la persona que amo, así que no me interesa ya lo que hagas o dejes de hacer conmigo” su rostro lo podía notar triste, ¿actuaba? Si como no, reí para mis adentros y negué con la cabeza. “Dame tu telefono” la mire rápidamente y quede sorprendido ante a ello. ¿Mi telefono? No, no y no, esa era la única cosa que quería guardar y proteger para poder estar en contacto con Mike. “¿Por qué? No me puedes quitar el móvil, ¿cómo me voy a comunicar con el exterior?, te recuerdo que me has quitado todo, mis amigos, mi ciudad, ¡todo!” se acerco a mí y metió la mano al bolsillo de mi pantalón, lo saco y se lo guardo en su bolso. “Es Invierno Eliot, son vacaciones, y te quedarás aquí con tu padre hasta que te eduques y sepas que no todo es como lo pinta tu corazón” apreté los puños y la mire serio. “Si algún día te quise, jura que hoy estas muerta para mi Vanessa” le dije sin sentir el más mínimo sentimiento hacia ella, mi madre me había parido, pero ella no había seguido mi vida, una familia es la que está contigo en las cosas que elijas y no a lo que ellos te inciten. “¡Eliot James regresa ahora mismo!” la oí gritar mientras seguía mis pasos y yo tomaba la manija de la puerta, pero mi padre se me había adelantado. “Eliot” lo mire y suspire. “Quítate, voy a entrar” lo corrí de lado y entre por completo, ¿a dónde? Maldita sea, no sabía nada de esta casa, era una nueva que mi padre había comprado y esta era la primera vez que la pisaba, así que opte por quedarme en la sala a esperar que mi madre se fuera. Escuchaba como mi madre y mi padre hablaban en la puerta de la casa, saque mi reproductor y por suerte tenía en el fotos de mike conmigo en muchas ocasiones, sonreí al mirar una donde estábamos de vacaciones en unas playas americanas. Les habíamos dicho a nuestras mamas que eran vacaciones por parte de la escuela, por vacaciones de verano. Poco después sentí una mano en mi hombro y me gire nervioso guardando mi aparato en el bolsillo. “Liam creó que sabes el porqué te ha traído Vannesa hasta aquí” suspire y asentí con la cabeza. “Tu madre me conto todo lo que había pasado, eso de liarte con tu primo, con un hombre y más con Mike, la dejo muy afectada” lo miré. “¿Y a ti?” me miró y se paso una mano por su rostro, estaba pacífico, así era mi padre hasta donde podía recordar. “Yo soy muy diferente a tu madre, y nunca podría hacer o deshacer tu vida cosa que no me merezco después que los deje, no te conozco Eliot, así que solo te recibí por tu madre” no lo podía entender, que estaba por decirme. Tenía razón, no me conoce al cien mi padre, le falta mucho por saber de mí. Nos dejo cuando yo tenía seis años, y en diez años, yo había cambiado, y en todo. “Sé que no me eh explicado bien, pero tampoco dejaré que hagas lo que se te antoje, esta estancia que estarás, te sugiero que seamos amigos, que me dejes acercarme a ti y poder encontrar lo que te gusta” me levante del sofá y tome mi mochila. “Papá, te agradezco que quieras retomar el tiempo perdido, pero sabemos que tienes ganas de decirme, de echarme en cara a lo que eh venido aquí, así que dilo, que créeme, ya nada me importa” mi padre se levanto y se acerco a mi poniendo una mano en mi hombro. “Estoy a favor de ese amor, pero quiero que recapacites, es tu primo Eliot, no una persona extraña” creo que con mi padre, todo será fácil, aceptaba una relación de ese tipo, pero no aceptaba mi relación con Mike.