Ambos bajaron con cuidado las escaleras, se acercó un hombre que los guío fuera del aeropuerto y hasta el carro que los conduciría a la cabaña. Sus maletas ya estaban listas dentro del auto y ambos subieron.
Kyu observaba por la ventana el hermoso panorama y casi brinca de emoción al ver la orilla del mar –¡Hyung mira! ¡Es el mar!
JongWoon iba revisando algunas cosas en su teléfono cuando el menor le llamó emocionado, volteó hacia la ventana viendo el mar reflejando el sol y las personas caminando tranquilas por el malecón.
-Es más hermoso cuando llega el atardecer-le dijo sonriéndole.
-Creo que hoy nos lo perderemos, pero ¿mañana podemos cenar afuera viendo el atardecer?- preguntó emocionado
-Claro que si Kyu-le dijo antes de volver su atención al teléfono, estaba leyendo las instrucciones que JongJin le había enviado.
-Ah, olvidamos comprar mi traje de baño ¿podemos ir mañana temprano?- preguntó mientras seguía observando fuera de la ventana.
-Creo que tengo uno que podría quedarte-murmuró tocando el anillo de compromiso dentro de su pantalón, sintiendo el nerviosismo crecer dentro de él.
-Si no, no te preocupes. Yo puedo salir mañana temprano a comprar uno- le dijo sonriente al ver que el auto se estacionaba.
Suspiró abriendo la puerta, viendo frente a ellos una imponente y lujosa cabaña que daba justo a la playa, el chófer bajó las maletas metiéndolas en la cabaña, al tiempo que entraba viendo el lugar justo como lo recordaba, una enorme sala, conectada con una elegante cocina, las cuales daban justo a la piscina y por la cual había un camino que llevaba a la playa.
-Wow…esto es impresionante-dijo una vez que entró. Inspeccionó el lugar con la boca abierta. Simplemente ese día no dejaba de sorprenderse por los lujos a los que estaba acostumbrado el mayor.
-Y aun no has visto la habitación-le dijo tomándolo de la mano, llevándolo a la habitación principal, la cual contaba con unas puertas francesas que daban hacia la piscina, una enorme cama al estilo victoriano, la cual se conectaba con un enorme y lujoso baño que contaba con regadera y jacuzzi.
-¿T-todo esto es para nosotros?-preguntó incrédulo.
-Así es-dijo suspirando- ¿no te gusta?-preguntó preocupado de que quizá todo aquello le pareciera una exageración al menor y lo hiciera sentir incomodo.
-No, no, no. Al contrario, me encanta. Es increíble que hayas conseguido un lugar tan bonito-se paró en seco-Espera, no me digas. ¿También le pertenece a tu familia?
-De hecho no, es la casa de playa de los padres de SungMin-le dijo- mi padre nunca fue amante de las playas así que jamás compró una casa de playa, aunque si tiene una en las montañas.
-No sabía que SungMin también tenía dinero-parpadeó sorprendido -¿Quieres que ya prepare la cena? Aunque no hemos visto si hay comida en el refrigerador. Tal vez tengamos que ir a comprar lo que vamos a necesitar.
-Estoy seguro que el refrigerador al igual que la alacena están llenos-dijo sentándose en la cama- JongJin avisó que vendríamos así que debe de haber de todo en la cocina-le sonrió- la verdad es que muero de hambre-le dijo y su estómago gruñó confirmando sus palabras haciéndolo sonrojar levemente.
-Entonces relájate en lo que yo preparo de cenar- fue a la cocina y rápidamente comenzó a sacar los ingredientes que necesitaría, al igual que platos, sartenes y todo lo demás.
Se quedó un momento en la cama contemplando el paisaje, antes de levantarse e ir a la sala, viendo como el menor se movía por la cocina, se sentó en uno de los sillones y enfocó su atención en la habitación donde estaba, solo esperaba que lo que había planeado para esa noche resultara.
Había decidido preparar varios platillos sencillos, después de todo tenía mucho tiempo sin cocinar. Recordó varias recetas occidentales que había aprendido en sus días como estudiante de cocina. Pues cuando recién cumplió 18 fue cuando lo dejaron salir a pasear y decidió inscribirse a clases de cocina para cuando lo necesitara. Desafortunadamente no pudo completar el curso, pero aprendió varias cosas que le fueron útiles.
Preparó un pastel de carne (se aseguró de que la carne tuviera poca cantidad de grasa), verduras al vapor y un poco de puré de papas. Dejó las cosas en la mesa antes de llamar al mayor –Hyung, ya puedes venir a cenar. Ya está listo todo.
Su boca se había vuelto una fuente de saliva al oler todos los aromas que salían de la cocina, así que cuando el menor anuncio que la cena estaba lista, se paró con rapidez, sufriendo un ligero mareo el cual ignoró caminando hacia la mesa donde ya estaba servido.
-Esto se ve delicioso-dijo- pero antes-murmuró tomando al menor de las manos, obligándolo a sentarse en la silla- quiero que cierres los ojos un momento por favor-pidió, viendo que el menor no muy convencido hacia lo pedido, entonces se alejó sacando los globos en forma de corazón del armario junto a la puerta principal, dejándolos libres, encendió el estéreo comenzando a sonar una suave canción romántica, sacó de su bolsillo en anillo, lo miró unos segundos, antes de arrodillarse frente al menor- abre los ojos-pidió- Cho KyuHyun-dijo sonriéndole- se que hemos pasado por muchas cosas en muy poco tiempo, y a pesar de todo, si volviera a nacer haría todo esto de nuevo y mil veces más, porque mi corazón me grita a cada latido que mi vida está completa contigo en ella, y deseo saber si… ¿te casarías conmigo?-preguntó mostrándole el anillo.
Al cerrar los ojos sólo pudo escuchar ruido, se sorprendió un poco por la música pero sonrió pensando que tal vez el mayor quería pone un poco de ambiente romántico para la cena.
Cuando los abrió, se sorprendió de verlo arrodillado frente a él, pero sin duda no se esperaba para nada lo que le acababa de pedir.
Se quedó en shock por unos segundos, no podía creer que eso estuviera pasando en realidad. Tenía que ser un sueño, y uno muy bueno. Abrió la boca pero no logró articular palabra, estaba demasiado emocionado.
Al ver que el mayor lo miraba un poco preocupado, KyuHyun asintió rápidamente con la cabeza antes de lanzarse sobre el mayor en un beso que los dejó sin aliento.
-Sí, sí quiero casarme contigo JongWoon.
Sonrió abrazando al menor, tomando su mano deslizando el anillo por su dedo anular.
-Me asuste cuando no contestaste-susurró aliviado, rozando su nariz contra la del menor, aun sentados sobre el suelo- creo que ahora tendremos muchas cosas que hacer volviendo a Seúl-dijo riendo un poco.
-Te amo-le dijo con lágrimas en los ojos, y es que estaba tan feliz que era imposible no llorar.
-No llores Kyu-le pidió secándole las lágrimas con suaves besos por las mejillas, haciéndolo sonreír.
-Lo siento hyung, es que estoy muy feliz- le dijo tratando de sonreír pero solo logró hacer una mueca.
Le sonrió dándole un delicado beso, disfrutando de la calidez y suavidad de los labios del menor, combinados con un ligero sabor a sal.
-Se nos enfriara la cena-le susurró sobre los labios.
-Es verdad- respondió levantándose del suelo y limpiando sus lágrimas –Preparé un pastel de carne, verduras al vapor y puré de papas. Traté de hacer todo sin grasa, ya sabes por tu corazón. Espero que haya quedado rico-dijo al tiempo en que le servía en un plato al mayor.
Sonrió levantándose sentándose junto al menor, tomando su plato, esperó a que el menor sirviera también su plato antes de probar la comida, degustándola lentamente.
-Esto esta delicioso-murmuró encantado- cuando nos casemos ¿puedes cocinar todas mis comidas?-pidió antes de comer un poco más, ronroneando encantado.
Asintió sonrojado.
-C-claro que sí. Sólo tendré que tomar clases de cocina, estaba en unas pero nunca las terminé. Así que me gustaría terminar de estudiar para poder prepararte muchos platillos diferentes.
-Entonces eso es lo que puedes estudiar-le dijo sonriéndole encantado- se te da muy bien-le comentó- incluso, si quieres en un futuro podrías poner un restaurante o dar clases-le alentó.
-No creo que pueda estudiarlo como carrera, el bebé viene en camino y después tendré que quedarme en casa a cuidarlo. Y luego si queremos tener más hijos creo que será difícil- dijo mientras comía –No quiero descuidar a los niños.
-Puedes tomar unos cursos cortos-le dijo sonriéndole- además en algún momento nuestros hijos irán a la escuela y podrías trabajar esas horas o estudiar entonces.
-Lo de los cursos suena bien, pero después no quiero dejar tanto tiempo solos a los niños. Además si paso tanto tiempo afuera ¿quién preparará la cena para cuando el señor Kim regrese del trabajo?-le guiñó el ojo de manera juguetona.
Rió asintiendo mientras continuaba comiendo, cuando terminó sonrió satisfecho.
-Eso estuvo delicioso Kyu-le halagó, volteando a ver que el cielo comenzaba a colorearse de naranja-¿te gustaría ir a caminar un rato a la playa?-le preguntó levantándose.
-Gracias hyung, me alegra que te gustara- sonrió –Me encantaría salir a pasear, pero tenemos que recoger la cocina primero.
-Eso será algo rápido-dijo, tomando sus platos sucios llevándolos, colocándolos dentro del lavaplatos, así como los sartenes que el menor utilizó antes de encenderlo, dejando que la comida sobrante se enfriara antes de meterla en el refrigerador.
Se quedó viendo como el mayor se encargaba de todo, un poco sorprendido por la rapidez en que hizo todo –Creo que ahora la podremos ir a pasear- se quitó los zapatos y las calcetas, había escuchado que el sentir la arena bajo los pies era una sensación increíble y quería comprobarlo –Vamos JongWoon, que luego se nos hace de noche.
Se acercó a Kyu tomándolo de la mano, caminaron hacia el patio trasero, donde el aroma a agua salada inundo sus fosas nasales haciéndolo sonreír, cuando llegaron a la playa notó la emoción desbordante del menor, abrazándolo por la cintura.
Apenas tocaron sus pies la arena, sintió que estaba en el paraíso. Era tan suave y fresca que pensó no volver a utilizar zapatos nunca más. Sonrió jugando un poco con los pies, no pudo evitar reír de felicidad. Por fin estaba en la playa –Dios. Esto es tan suave. Hyung no querré irme nunca de aquí.
-¿Te gustaría vivir aquí?-le preguntó al oído- creo que no le hará mucha gracia a nuestros hermanos-le dijo sonriendo ante la actitud tan inocente que el menor estaba dejándole ver.
-Sería genial vivir aquí pero, sería mejor si tuviéramos más escapadas románticas como estas. Creo que harían de venir a la playa algo más especial a que si vivimos aquí- le dijo sonriente.
-Concuerdo con usted futuro señor Kim-le dijo acercándose hasta quedar frente al menor, acunó su rostro en sus manos acariciándole con cuidado el rostro, antes de acercar sus labios, en un beso calado y suave.
Kyu sonrió en el beso, aún incrédulo de que pronto se casaría con el mayor –No puedo creer que me pidieras ser tu esposo.
-¿Por qué?-cuestionó curioso- porque venimos de mundos diferentes-le dijo sonriéndole.
Asintió.
-Sí, no pensé que alguien como tu quisiera casarse conmigo-le acarició la mejilla con la mano –Te prometo que seré un buen esposo y que cuidaré bien de nuestros hijos.
-Yo te prometo que siempre que me necesites estaré ahí para ti-murmuró entrelazando su mano con la KyuHyun- e intentare ser el mejor esposo y padre que pueda.
Le dio un corto beso en los labios, antes de tomar sus manos entrelazadas, para caminar por la orilla del mar -¿Cuándo te gustaría que nos casáramos?
-Cuando sea-le contestó sintiendo el agua cálida chocando contra sus pies- ¿quieres una fiesta después de la boda?-le preguntó.
-Sí, sería lindo. No tiene que ser algo grande- respondió sonriendo -Me gustaría que nos casáramos antes de que me ponga más ponga más gordo. Quiero entrar en el traje.
-Yo no sé mucho acerca de escoger cosas para una boda-le dijo sonriéndole- si quieres… podemos contratar un organizador, y entre los dos escogen las cosas para la boda, solo pido una cosa, quiero ir a la prueba de los pasteles.
Kyu hizo un puchero.
-Pero hyung, yo quiero que me acompañes, quiero que juntos veamos todo lo de la boda y lo de la casa. Por favor.
-Si voy yo va terminar pareciendo un funeral más que una boda-le dijo-pero si quieres puedo estar ahí, solo no pidas mi opinión para todo, se que lo que escojas me gustara a mí.
-Con que me acompañes es suficiente- recargó su cabeza en el hombro del mayor, pasando sus brazos por su cintura para abrazarlo.
Correspondió el gesto, mientras continuaban caminando por la playa, disfrutando de los últimos rayos que calentaban el lugar.
-Sabes que me gustaría-le dijo tranquilo- usar el jacuzzi cuando volvamos.
-Eso suena bien, pero recuerda que aún no tengo traje de baño-murmuró levantando un poco la cabeza para besar la mejilla del mayor.
-Te digo que tengo uno que tal vez te quede, es un speedo-le dijo al oído-se ajusta al cuerpo.
-Sí ya sé cuales son- dijo sonrojado –pero no me pondré eso, y menos porque aún no podemos hacer nada y si me lo pongo sólo seré una tentación para ti.
-En ese caso mejor no usamos nada-dijo como si nada- además, aunque te vistieras como monja seguirías tentándome-le confesó con tranquilidad.
-Sí hyung, pero recuerda que tu corazón no está listo todavía para tener sexo- murmuró –Así que nos guste o no, tendremos que esperar.
Hizo un corto puchero.
-Pues ya que, solo me queda esperar-suspiró de forma dramática- pero cuando pasen las dos semanas, no te dejare solo durante toda la semana-le dijo coqueto.
Kyu se estremeció al escuchar las palabras de JongWoon, sonriendo divertido –Nuestro hijo se dará una divertida. Leí que tener sexo en el embarazo es bueno para el bebé y que es como si estuviera en un parque de diversiones.
-Estará en Disneyland y Six Flags durante esa semana-le dijo al oído de forma sensual, antes de darle un corto beso en el cuello.
Jadeo al sentir los labios del mayor contra su cuello –Hyung de-detente. Si sigues así, tu sólo te meterás al jacuzzi.
-Está bien-dijo haciendo una mueca triste mientras el cielo comenzaba a oscurecerse-¿quieres que volvamos?-preguntó.
-Si- dijo bostezando –Ya me siento cansado, creo que el bebé también ya quiere dormir.