Sonrió pidiendo la cuenta, cuando pagó salieron y caminaron por un rato hasta subir una colina, en la punta estaba una cabaña colorida, donde vendían toda clase de helados y golosinas caseras.
-JongWoon-dijo la vendedora sonriéndole- años sin saber de ti, ¿Cómo estás?
-Bien-dijo sonriendo- ya sabes-dijo suspirando un poco sin dejar de sonreír.
-¿Quién es tu acompañante?-preguntó sonriéndole al menor.
-Mi prometido, KyuHyun.
-Oh es lindo-le dijo emocionada- quiero una invitación-le advirtió- ¿Qué comen?
-Yo quiero un helado de pistache- dijo sonriente –Y a JongWoon sírvale muy poco, no puede comer mucha azúcar.
-¿Por qué?-preguntó curiosa- si tú amas los dulces.
-Mi corazón no está bien-dijo suspirando.
-Que mal-murmuró ella- te daré un helado bajo en azúcar, así podrás comerte un cono entero-le ofreció.
-De pistache también-le dijo sonriéndole.
Kyu miró de manera reprobatoria a JongWoon, pero lo dejaría pasar pues sabía que se moría por comer algo dulce. Cuando les dieron sus conos de nieve, JongWoon pagó y se despidió de la mujer.
-¿De dónde la conoces?- preguntó curioso.
-Es hija de una de las criadas de la casa, cuando papá le dio su retiro del trabajo vinieron aquí-le dijo dándole una lamida a su cono- sabe bien-murmuró- una de las pocas amigas que tengo.
-Ya veo- dijo –Es una chica agradable.
-Si… era la novia de JongJin-dijo riendo un poco- solo que no lo menciones, se enoja cuando lo hacen.
-¿En serio? Y ¿por qué se molesta? Yo no veo nada de malo en que haya sido su novia.
-Por lo que Yuri hizo cuando se enteró, humillo a la pobre chica-murmuró triste- y cuando recuerda que no pudo hacer nada para evitarlo se molesta.
-Que mal…¿por qué hizo eso? Si JongJin era feliz, lo hubiera dejado quedarse con ella.
-El interés tiene pies Kyu-le dijo tomándolo de la mano- si mi hermano seguía con ella, no obtendría nada de la herencia de nuestro abuelo y obviamente ella no podía permitirse aquello.
-Ella no puede hacer eso con nosotros ¿verdad?- lo miró preocupado –Yo no quiero que te quiten lo que te corresponde por mi culpa, hyung.
-No puede quitarme lo que no tengo Kyu-le dijo sonriendo algo triste.
-¿A qué te refieres?- preguntó ladeando un poco la cabeza
-No hay ningún dinero a mi nombre-dijo encogiéndose de hombros- mi padre no me tiene contemplado dentro de la herencia, así que no creo que tenga interés alguno en nosotros.
-Lo lamento hyung- dijo abrazando a su prometido con cuidado e no mancharlo con el helado -Con o sin dinero, mientras estemos juntos nada nos hará falta.
-¿Por qué lo lamentas?-preguntó abrazándolo- aun así tengo un empleo que nos permite tener lo necesario-le dijo sonriéndole.
-Porque a veces siento que tu familia no te trata como tú mereces- murmuró
-Oh bueno… creo que ya me acostumbre, ya no duele-le dijo terminándose su cono-veamos que venden en el malecón.
Siguió comiendo su cono de nieve mientras paseaban viendo los diferentes puestos, cuando se toparon con uno que vendía ropa para niños –Hyung ¿podemos comprar algo de aquí?
-Claro-le dijo y entraron en el establecimiento viendo de toda clase de ropa, mayormente con detalles referentes al mar- mira este-dijo mostrándole un trajecito azul con rayas blancas- comprémoslo.
El menor asintió.
-Sí, es lindo- siguió observando la ropa topándose con un vestidito que traía muchos dibujos de barcos -hyung ¿te gusta?
-Esta hermoso, pero aun no sabemos qué va a ser-dijo acercándose al menor- aunque si quieres podemos comprarlo.
-Me gusta mucho hyung, si es niño podemos guardarlo para nuestro siguiente hijo-murmuró sonrojado.
-Comprémoslo entonces-le dijo sonriéndole, así que siguieron viendo que más cosas había en la tienda, decidiendo comprar un par de calcetincitos también.
Salieron de la tienda con sus bolsas, Kyu estaba muy emocionado por haberle comprado ropa nueva a su bebé –JongWoon ¿qué te gustaría que fuera?
Se quedo largos segundos en silencio pensando.
-Un niño-murmuró sonriendo- aunque si es una pequeña creo que la tendré demasiado consentida-dijo riendo bajito- ¿Y a ti?
-Una niña- murmuró imaginándose a una pequeña bebita con los ojos y el cabello de JongWoon.
-Mientras sea un bebé saludable estaré feliz-le dijo abrazándolo por la cintura-¿te gustaría ir a ver a los delfines?
Sus ojos brillaron con emoción -¿Aquí tienen delfines? ¡Vamos!
-Tenemos que tomar un bote que nos acercara a donde están los delfines, ¿no te marearas con el movimiento del bote?-preguntó preocupado, mientras caminaban hacia el muelle.
Kyu se detuvo –Entonces no, estoy seguro que terminaré devolviendo la comida. Mejor vayamos a verlos después, cuando ya no tenga nauseas.
-Cuando estemos de vuelta en Seúl podemos ir al acuario-le propuso- vamos a ver las cosas que vender por aquí-le dijo llevándolo a una tienda llena de artículos que hacían referencia a Jeju.
-¿Crees que debería llevarle algo a HeeChul?-preguntó viendo unos recuerditos –Tal vez así se enoje menos contigo. Pero ¿qué podría llevarle?
-Deberías llevar algo para tu cuñado y tus sobrinos-le dijo mostrándole unos peluches muy adorables de delfines- ¿qué tal si a HeeChul y su esposo les llevas un botella de licor típico de aquí?
-Mmm sí, creo que tienes razón- observó la tienda y al final decidió comprar dos camisetas y dos peluches para sus sobrinos junto con el licor que le había sugerido JongWoon.
Cuando terminaron con eso llevó al menor a uno de los miradores.
-¿Quieres que volvamos a la cabaña?-le preguntó sentándose en una banca con sombra.
-Quiero regresar, necesito tomar una siesta- respondió antes de bostezar.
-Muy bien-dijo riendo un poco pidiendo un taxi, cuando volvieron KyuHyun fue directo a la habitación recostándose en la cama, mientras JongWoon fue a prepararse algo ligero para comer, mientras veía la televisión.
KyuHyun se despertó sobresaltado al sentir dolor en su vientre. Se levantó de la cama asustado, buscando a JongWoon -Hyung- lo llamó llorando -JongWoon.
Cuando oyó el llamado del menor apareció en la habitación, viéndolo con preocupación, tomó su teléfono pidiendo un taxi.
-¿Te duele mucho?-preguntó acercándose a él, ayudándolo a sentarse en la cama.
-N-no lo sé. Me duele pero es un dolor extraño…tenemos que ir al hospital, hyung. No quiero que nada le pase a nuestro bebé- le dijo aferrándose a él.
-No te preocupes Kyu-le dijo al tiempo que el taxi pitaba, así que ayudó al menor a parar y subir al taxi, para después ir directamente al hospital, donde se lo recibieron en urgencias.
-¿Qué pasa?-preguntó el doctor acercándose a ellos.
-Tengo un dolor en el abdomen doctor, tengo mes y medio de embarazo. Nunca me había dolido- dijo preocupado.
-Veamos- el doctor tocó suavemente el vientre de KyuHyun –No se siente nada extraño ¿tiene sangrado?
El menor negó con la cabeza -Del 1 al 10 ¿cuánto le duele?- preguntó anotando todo
-Cómo un 4 o 5- respondió
-¿Tiene algún otro síntoma?
-No, sólo eso.
-Bien por lo que me dice, suena como un dolor abdominal común. El dolor abdominal, por sí solo, no suele indicar un problema grave. Llevar un bebé en el vientre pone mucha presión en los músculos, ligamentos, y venas además de en los órganos internos de su cuerpo, así que no es de extrañar que tenga algunas molestias, en especial en la zona del abdomen.
-¿Entonces no tengo nada malo?
-No, normalmente se alivian al descansar o cambiar de posición. Sin embargo, si el dolor de estómago es intenso o va acompañado de otros síntomas puede indicar un problema más serio. Si eso sucede, venga de inmediato al hospital.
Suspiró aliviado ante lo que el médico les dijo.
-Te recetare un relajante muscular para que duela menos-le dijo garabateando en una hoja- no olviden venir en caso de que los síntomas empeoren-les dijo- ya pueden irse-les dijo con una sonrisa.
JongWoon asintió tomando la receta, volteando hacia el menor, acariciándole la mano.
-¿Listo para irnos?-le preguntó.
-Sí –respondió tomándole la mano –Creo que sobreactué- bajó la mirada apenado –Es sólo que no sabía que estas cosas podían suceder y sólo pensé lo peor.
-No te preocupes Kyu, más vale prevenir que lamentar-le dijo dándole un corto beso- creo que necesitaremos ir a esas clases de paternidad que todo el mundo recomienda.
-Está bien, creo que nos serviría mucho ir a esas clases- dijo rascándose la cabeza –No quiero volver a asustarme así.
-Es normal si somos padres primerizos-le dijo ayudándolo a levantarse, recogió su tarjeta del seguro y tomaron otro taxi de vuelta a la cabaña-descansemos un rato-le propuso, encendiendo la televisión acomodándose juntos en la cama.