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Hero por Pato359

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Notas del fanfic:

Hola, aqui vine yo a traer un song-fic de la hermosa pareja SuLay. Ellos se merecen muchos fics...

Bueno la cancion es Hero de Enrique Iglesias. Para el fic, me guie mas por el video y un tantito por la letra. Es hermosa...

Espero y les guste.

   Era de noche. Las calles oscuras y silenciosas ayudaban a que no se notara su presencia. Tenía que correr, tenía que escapar, llegar lo más lejos que pudiera, debía alejarse de allí.

   Corría muy rápido por las calles, más bien, lo que daban sus piernas. Llevaba mucho tiempo corriendo y estaba agotado pero tenía miedo de parar.

   Recordó a uno de sus amigos, lo eran desde pequeños. Ellos siempre mantenían el contacto, bueno, en esos meses había disminuido un poco. Quizá él le pudiera ayudar. Con las fuerzas que aún le quedaban corrió hacia la casa de su amigo.

 

Would you dance if I asked you to dance 
Would you run and never look back 
Would you cry if you saw me crying 
And would you save my soul tonight

 

   Llegó frente a su puerta y dudo. Tal vez estaría dormido, no quería interrumpir su sueño... A quién engañaba, solo era una excusa barata. La verdad, no quería ser una molestia para él, además tenía miedo de involucrarlo en sus problemas. No sabía qué hacer... aunque al final se decidió y tocó la puerta con suaves golpes.

   Después de unos minutos se escuchó a alguien acercarse a la puerta, quitarle el seguro para luego abrirla.

 

Would you tremble if I touched your lips 
Would you laugh 
Please tell me this 
Now would you die for the one you loved 
Hold me in your arms tonight

 

   – ¡Lay! Que sorpresa –decía el chico que había abierto la puerta.

   –Hola, Su Ho –Lay le regaló una sonrisa.

   –Ven, pasa, la noche debe de estar helada –dijo mientras dejaba que Lay entrara a su casa.

   Al llegar a la sala, Lay pudo reconocerla perfectamente, ahí era donde había estado muchas veces haciendo visita con su amigo Su Ho.

   –Voy a traerte algo de comer. Tú visita fue algo repentino.

   – ¡Lo siento, Su Ho! No es mi intención mole...

   –Tú no eres una molestia, Lay, al contrario ¡me alegra mucho que hayas venido! Desde que hablamos la última vez no podía dejar de pensar en ti.

   –¿De verdad? –dijo Lay tartamudeando. Que Su Ho pensara en él... Sus mejillas enrojecieron.

   Después de que Su Ho llegara con algo de comer para Lay, se sentó a su lado. 

   –Y, ¿qué te trae por acá? –preguntó Su Ho. Esa pregunta era la que más quería evitar Lay, quería evitar su respuesta. Se puso nervioso y se tensó.

   Su Ho vio cómo reaccionó Lay, le pareció muy extraño, él no era así. Se acercó más a su invitado.

   –Lay –lo llamó captando su atención–, cuéntame qué es lo que pasa, me estás angustiando.

   –Tengo algo que decirte... –dijo Lay con la mirada sombría igual que su rostro, Su Ho se angustio más.

   –Estoy aquí para escucharte.

 

I can be your hero baby 
I can kiss away the pain 
I will stand by you forever 
You can take my breath away

 

   –¿Recuerdas que hubo una época en que yo estaba con problemas económicos? –preguntó Lay.

   –Sí, lo recuerdo.

   –Bueno, yo le pedí un préstamo a un amigo de mi padre, el señor Kang. El señor muy amablemente me dio el préstamo que necesitaba y dije que se lo pagaría después. Pude ponerme a paz y salvo con todos mis retrasos; sentí que un gran peso se quitó de encima de mí. Conseguí trabajo para poder pagar la deuda con el señor Kang. Después de unos mese de arduo trabajo junté toda la cantidad. Me encontré con él para devolverle el dinero, pero luego no me dejó ir. Dijo que faltaba dinero aunque yo estaba seguro de que estaba completo. El señor Kang aclaró mi duda y dijo que la deuda había aumentado de precio. Intenté razonar con él pero solo respondía con "las reglas del juego han cambiado" –hizo una pausa. Tenía un nudo en la garganta que no le dejaba hablar bien, las lágrimas amenazaban con salir.

   Su Ho, al ver el estado de Lay, solo se acercó más a Lay y lo abrazó, dándole todo su apoyo.

   –Fue horrible –continuaba Lay–. Esos fueron los peores días de mi vida. Ese hombre abusaba de mí, me obligó a trabajar para él también, y sus secuaces no se quedaban atrás... Me quería morir, quería caer desplomado en el suelo y acabar todo ese sufrimiento. Claro que eso nunca paso... Ahora solo deseo escapar de aquí, librarme de todo esto; por eso vine hasta aquí, quiero que me ayudes... Eres lo único que tengo –dijo Lay antes de ponerse a llorar desconsoladamente sobre el pecho de Su Ho, quien solo lo abrazó de vuelta.

   Su Ho no podía soportar ver a Lay así, en ese estado apagado y triste, sin vida ni sentimiento en ninguno de sus gestos. Si quería recuperar a su amigo, si lo iba a ayudar, si quería mejorar la situación y que Lay fuera libre y feliz, lo haría.

  –Aquí estoy, Lay. Yo te ayudaré cueste lo que me cueste... Lo prometo.

 

Would you swear that you'll always be mine 
Would you lie 
Would you run away 
Am I in too deep 
Have I lost my mind 
I don't care, you're here tonight

 

   Pasaron las horas y Lay había quedado dormido sobre el pecho de Su Ho. El otro lo cargó entre sus brazos y lo llevó a la habitación para que Lay tuviera un mejor descanso. Llegó, se acercó a la cama y lo tumbó suavemente en ella. Acomodó bien el cuerpo de Lay, las almohadas de la cama también, y lo arropó con las cobijas.

   Antes de salir, se volteó a ver a su amigo de nuevo.

   –Haré hasta lo imposible para cumplir mi promesa, Lay. Seré tú héroe –dijo y se retiró.

 

I can be your hero, baby 
I can kiss away the pain 
I will stand by you forever 
You can take my breath away

 

   Ya era de mañana, el sol tenía una luz resplandeciente, sus rayos se colaban por la ventana y alumbraban la habitación.

   Lay fue abriendo sus ojos delicadamente al sentir el sol sobre su rostro. Estaba en la habitación de Su Ho. Hace mucho que no estaba en un cuarto, ni siquiera en el suyo propio. Era un gran cambio en comparación a como había vivido últimamente. Ahí podía despertar sin miedo a que llegara alguien en cualquier momento a hacerle algo. Era un gran consuelo para Lay en estos primeros minutos de la mañana.

   Se levantó y salió del cuarto para ir a buscar a Su Ho. Apenas lo hizo, un olor a huevos con tostadas entraron en sus fosas nasales. Llegó a la cocina y ahí se encontró con la persona que estaba buscando mientras él ponía la mesa.

   –Buenos días, Lay –saludó Su Ho.

   –Muy buenos días –respondió sonriente. Escogió un asiento, se sentó y con los cubiertos en mano empezó a comer su rico desayuno.

   Para Su Ho, verlo sonriente era una gran felicidad. Después de que Lay había contado su historia y llorado el día anterior, se sintió aliviado porque ahora el pequeño estaba contento.

   "Quizá sea siempre así siempre que este al lado de Su Ho. Hoy me ha hecho sonreír mucho, y apenas son las primeras horas de la mañana. Sé que seré feliz a su lado... Por eso es que lo amo" pensaba Lay para sus adentros.

 

I just want to hold you 
I just want to hold you 
Am I in too deep 
Have I lost my mind 
Well I don't care 
You're here tonight

 

   Ya era la tarde de ese mismo día. Tenían planeado irse de la ciudad esa misma noche para que le perdieran la pista a Lay.

   Ante de salir, el pequeño sintió que tenía que hacerlo ahora o nunca. Se acercó a Su Ho y lo abrazó fuertemente, Su Ho correspondió el abrazo, un poco atónito.

   Se quedaron así un buen tiempo hasta que Su Ho, dirigido por un sentimiento que llevaba por dentro desde hace mucho tiempo atrás, cogió el rostro de Lay y lo besó en los labios.

   Fue un beso tierno y suave, demostrativo, lento y placentero.

   Se separaron lentamente quedando aun a unos centímetros de distancia.

   –Siempre estaremos juntos, ¿verdad? Nunca me dejaras solo, ¿verdad? –pregunto Lay, susurrando.

   –Siempre juntos –le respondió Su Ho antes de volver a besarlo.

 

I can be your hero, baby 
I can kiss away the pain 
I will stand by you forever 
You can take my breath away

 

   Después de terminar el beso, salieron de la casa y se montaron en el auto de Su Ho, él como piloto y Lay como copiloto.

   Arrancaron y cogieron rápido la avenida principal para poder salir de la ciudad. Como iban a buena velocidad, y la carretera les favorecía, llegaron rápido a las afueras donde se encontraban era un paisaje desértico, no había nada.

   A lo lejos, ambos pudieron ver unas manchas negras. Les pareció extraño y se acercaron más.

   Eran 5 coches negros, cada uno con su piloto, vestidos de negro y gafas de sol. Al frente de ellos, un tipo con la misma vestimenta miraba a los chicos de forma evaluadora a través de sus gafas oscuras; tal vez era el líder del grupo o eso quería aparentar.

   Lay se tensó detrás de Su Ho, reconocería a aquel hombre donde fuese: el señor Kang. El mayor se dio cuenta de la reacción de su pequeño y extendió los brazos alrededor, asemejando una barrera, para que no le hicieran nada.

   Tenían que irse, había sido mala idea parar a ver. Ahora tenían que escapar.

   Lay jaló un poco la camisa de Su Ho pero parecía que él no le prestaba cuidado, solo mantiene la mirada fija en el líder que se iba acercando a ellos con pasos lentos.

   Eso no podía pasar, Lay jaló más fuerte pero no tuvo éxito. Se liberó de la protección de Su Ho y se fue corriendo hacia donde estaba el señor Kang.

   –¡¡Por favor, no le haga nada!! Haré lo que quiera pero por favor no le haga nada –rogaba desesperado Lay, esto era lo que quería evitar desde un principio.

  –No te metas –le respondió el señor Kang y empujó a Lay hacia uno de sus secuaces quien lo atrapó e inmovilizo. El señor Kang volvió a su tarea de mirar retadoramente a Su Ho; el chico le devolvía la mirada y era mucho peor.

   Su Ho no resistió más y alzó su mano para darle un derechazo en la cara al líder quien cayó al piso; el señor Kang se limpió un poco el labio con la manga de su chaqueta, se levantó y luego se acercó a Su Ho otra vez y le clavó un golpe de rodilla en todo el estómago, Su Ho cayó al suelo.

   –Suéltenme ¡¡No, Su Ho!! ¡¡Déjalo, ya basta, para, por favor!! –gritaba Lay desesperado al ver a su amado siendo lastimado por sucesivos golpes que le daba el señor Kang. Todo era su culpa, nunca debió haber acudido a Su Ho si todo terminaría de esa forma– ¡Ya basta, por favor!

   –Pásame el tubo –habló el señor Kang. Uno de sus sirvientes llegó con un tubo de metal, el señor Kang lo cogió entre sus manos y lo alzó en el aire dispuesto a dar un golpe certero.

   Mientras tanto, Su Ho intentaba recuperar el aire, los golpes le habían afectado pero no de forma grave. Cogió disimuladamente su celular y marcó, con sus últimas fuerzas, el número de la policía... Antes de sentir un gran tubo de hierro pegarle en la espalda.

 

And I can be your hero 
I can kiss away the pain 
And I will stand by you forever 
You can take my breath away 
You can take my breath away

 

   –¡¡Su Ho!! ¡¡No, Su Ho!! –Lay se sentía inútil ahí parado viendo como su amado era maltratado. Las lágrimas corrían por sus mejillas tan rápido como un coche de fórmula uno.

   De repente se escucharon el ruido de unas sirenas, era la policía. Cuando los autos policiales pararon, de ellos salieron muchos agentes que amenazaron a los criminales de quedarse quietos y soltar a Lay y a Su Ho.

   Mientras se llevaban al señor Kang y sus demás hombres, Lay vio en donde antes estaba Su Ho y lo vio de pie con algo de dificultad. Fue corriendo hasta él y lo abrazó fuertemente.

   –¡¡Eres un tonto!! ¡¿Cómo se te ocurre enfrentarte a él?! –Lay lloraba de alegría, ahora era libre y Su Ho estaba bien...

   Sintió como Su Ho iba perdiendo el equilibrio y caía al piso, Lay se agachó frente a él.

   –¿Su Ho? ¿Qué tienes? –preguntó con la voz aguda y entrecortada.

   –Lay... –suspiró Su Ho viendo directamente a los ojos de su pequeño. Estaba feliz, fue el héroe de Lay, cumplió con su palabra, bueno, no con toda–. Te amo... –y le regaló una sonrisa antes de cerrar sus ojos para siempre.

   –¿Su Ho...? –Sus lágrimas se volvieron amargas de nuevo–. No, Su Ho, despierta, por favor, despierta. Dijiste que estaríamos juntos –lo sacudió un poquito–, dijiste que no me dejarías solo... –hablaba con la voz entre cortada y débil mientras sacudía más el cuerpo de Su Ho–. ¡Por favor, despierta, Su Ho! ¡Te amo, no me dejes aquí solito! ¡¡Su Ho!!

 

And I can be your hero

 

Notas finales:

Triste verdad... Yo llore al escribirlo!!! y ahora estoy como "Deje a Lay solito~ que mal" no, verraca inspiración y ganas de hacer un SuLay, por que ellos eh¡..ehem!.. me calmo.

Espero y les haya gustado.

Matta ne


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