Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jingoku shonen por desileo

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Kirishima enfocaba su vista a la tasa de café que estaba sobre la mesa, mientras que su mente intentaba organizar todas sus dudas y preocupaciones.

La primera era el sueño que tenía desde que comenzó a hablar con Yokozawa. Nunca le dio tanta importancia a aquel sueño ya que siempre lo atribuía al estrés o a la energía tan melancólica de Yokozawa. Sin embargo, después identificar a la persona, empezaba a dudarlo.

Tal vez quería darle a entender algo pero no sabía qué.

-papá ¿estás bien?

Y llegaba la razón número dos del caos dentro de su cabeza. Su hija le ocultaba algo de Yokozawa. Aunque esta vez dudaba que le fuera a decir.

-sí, no te preocupes Hiyo sólo estoy cansado.

-deberías descansar más papá. ¿Has desayunado?

-tu y yo sabemos que no comería nada a menos de que tú lo cocinaras.

La niña inmediatamente se enrojeció por las palabras de su padre.

-no seas exagerado. En unos momentos lo preparo.

Al ver a su hija preparar el desayuno no pudo evitar la pregunta que brotó de sus labios.

-Hiyo, ¿has tenido alguna otra visión del chico del infierno?

Hiyori se detuvo un momento antes de poder responderá su padre –no, hasta el momento no he tenido ninguna visión de él.

Kirishima soltó un suspiro frustrado, puesto que su hija no respondería a menos de que la forzara y en verdad no quería hacer lo último. Esperaría pacientemente a que ella le confesara lo que le ocultaba.

Mientras en la cocina Hiyo se debatía si decirle a su padre sobre sus visitas con el chico del infierno a aquel lugar.

Después de pensarlo mejor, recordó la promesa que hizo la otra noche.

---flash back--- 

Hiyo se encontraba nuevamente en el lugar donde pudo hablar por primera vez con el chico del infierno. Esta vez tenía un objetivo diferente a la última vez.

Después de varios días pudo encontrar la manera de llegar a ese lugar. Tenía que desear con todo su ser poder verlo antes de ir a dormir.

Empezó a buscarlo alrededor del lugar hasta que lo vio junto a la laguna, formando una pequeña pirámide de piedras. Sin voltear a verla, comentó-de nuevo estás aquí.

-sí

-¿por qué?

Hiyori titubeó un poco ante la respuesta. Si le decía lo que quería, pensaba que se burlaría de ella.

Después de su primera visita se puso a reflexionar severamente. Al parecer él no era lo que aparentaba a primera vista, si en verdad fuera tan malo como suponía ni siquiera le hubiera permitido acercarse al lugar. Además había leído lo que su padre tenía sobre su investigación sobre él y pudo confirmarlo con lo que veía en este momento.

Daba un aire de soledad, provocándole una extraña conexión con él, como si no quisiera que estuviera solo. Impulsada por esto último pudo pronunciar las palabras que tenía preparadas.

-porque quiero conocerlo.

Ante la respuesta de Hiyo, Yokozawa alzó la vista hasta donde se encontraba.

-¿y por qué deseas hacer eso?

-porque siento una conexión con usted muy diferente a la que tengo con todo los que me rodean y tengo el presentimiento que gracias a ella podamos llevarnos bien.

Yokozawa analizo por un momento las palabras de la niña, viendo los pro y los contra de pasar más tiempo con la niña pero en algo coincidía con ella: tenía una conexión que ni él mismo entendía y podría estar relacionado con la información que obtenía Kirishima de sus misiones.

Además, esa niña le recordaba mucho a él cuando tenía esa edad.

-está bien, tu y yo podemos conocernos mejor, sólo con una condición. Tú no debes de decirle nada de lo que te diga a tu padre.

Sin pensarlo dos veces Hiyo contestó-te lo prometo.

Y con esto ella avanzó hasta donde se encontraba Yokozawa, dándole una sonrisa de lo más radiante.

-por cierto, no nos hemos presentado formalmente. Mi nombre es Kirishima Hiyori y es un gusto pasar tiempo con usted.

Yokozawa la vio y no pudo evitar que se formara una pequeña sonrisa en sus labios. Correspondiendo la presentación de la niña, se presentó ante ella.

-mucho gusto. Mi nombre es Yokozawa Takafumi y espero que sea de tu agrado mi compañía.

---fin del flash back---

Volviendo al presente, terminó de preparar el desayuno para ella y su padre, prometiéndose hacer lo que fuera para poder eliminar la soledad del chico del infierno, aunque eso implicara guardar silencio de esto ante su padre.

--------------         

  Yokozawa, sentado en la puerta de su casa se encontraba en un estado peor que el de Kirishima. Sabía que estaba involucrando mucho a Hiyori, sin embargo tenía algo que lo atraía hacia ella. Aunque no sabía qué.

Además Kirishima empezaba a derribar los muros dentro de su corazón, lo que había hecho una batalla de voluntades dentro de él: ceder ante lo que le proponía o rechazar esta.

Por el momento había decidido resistirse al hombre ya que empezado a nacer nuevos sentimientos dentro de él y eso era extremadamente peligroso.

Sorata se acercó hacia Yokozawa, dándole permiso para acariciarlo. Ante esto Yokozawa no puede evitar soltar una pequeña risa.

-¿crees que ese hombre logrará robarme el corazón?

El gato sólo siguió ronroneando ante las caricias de Yokozawa.

Detrás de ellos apareció Yukina provocando que Sorata se alejara de su lugar a causa de odiar a todas las personas (excluyendo a Yokozawa) que se topaban con él.

-Yokozawa-sama ¿se encuentra bien?

Ante la pregunta, Yokozawa volteó hacia Yukina con una cara confusa.

-estoy bien, ¿por qué lo preguntas?

-a causa que desde que vio a ese hombre por última vez, usted ha empezado a comportarse de manera muy extraña.

Después de abandonar la cafetería, Yukina no lo había dejado en paz. Sabía que él y los otros estaban preocupados por él pero no era un asunto en el que pudieran ayudarlo.

-te lo aseguro, estoy bien.

Yukina lo vio no muy convencido de la situación mas al ver que no podría sacarle la verdad tuvo que dejar que se saliera con la suya. Por esta vez.

Antes de que cualquiera de los dos pudiera agregar algo más, el sonido de los cascabeles resonó en toda la habitación.

-muy bien chicos, dejen de espiar por la puerta y prepárense para el siguiente encargo.

Ante esto, los demás salieron detrás de la puerta, con un único pensamiento en la cabeza.

-es imposible que deje pasar algo.

-----------  

Kirishima se encontraba sentado en el lobbi de un hotel. Para su gran fortuna tenía que hacer una entrevista al hombre que había pedido la venganza.

Cuando terminara la entrevista, tenía pensado ir tras Yokozawa y pedirle una cita. Claro, sabía que no aceptaría tan fácilmente pero ya tenía un plan preparado. Lamentablemente tendría que recurrir al chantaje, sin embargo haría lo que hiciera falta para poder conquistar su corazón.

El motivo era simple: no podía seguir encontrándolo esporádicamente. A pesar de saber que lograría robar su corazón, sabía que debía pasar más tiempo con él. En pocas palabras, tendría prácticamente que acostumbrarlo a su presencia.

Viendo a lo lejos cómo se acercaba el hombre, empezó a buscar a Yokozawa. Para su alivio e irritación se encontraba detrás de una columna, con otra persona a su lado, que identificó como el chico que trabajaba en la tienda de ropa el menos bajito de los dos.

Tendría que encontrar la manera de separarlo para que pudiera hablar con él.

-buenas tardes, ¿usted es Kirishima Zen?

-así es, si gusta acompañarme al lugar donde se realizará la entrevista.

-si no es mucha molestia ¿en dónde va a ser?

-en el restaurante del hotel.

Con ello, emprendieron la marcha hacia el restaurante, seguido de Yokozawa y Chiaki. Este último se notaba más interesado por la comida que por la misión, por lo que sin saberlo,  Kirishima se había desecho de Chiaki.

--------------

Al terminar la entrevista, Kirishima volteó hacia las otras mesas, teniendo la esperanza de que se encontrara solo.

Para su sorpresa, el chico que lo acompañaba se encontraba comiendo a unas mesas más delante de él, dejando a Yokozawa solo en la misión.

Sabiendo aprovechar el momento, Kirishima se acercó lentamente hacia Yokozawa, quien intentaba llamar la atención de Chiaki fuera de la comida.

Al llegar hasta ellos, tomó a Yokozawa por los hombros y lo llevó hasta el baño de hombres.

Cuando se aseguró de que nadie estaba en los otros baños se dispuso a hablar con Yokozawa.

-la suerte está de mi lado, ¿no te parece Yokozawa-kun?

-tal vez, pero lo que sí estoy seguro es que a mí me abandonó

-¡no seas tan aguafiestas! Además pretendía dejar pasar nuestra última conversación por algo más divertido.

Yokozawa quedó sorprendido por lo que había dicho Kirishima puesto que había dejado claro que seguiría con aquella conversación y por lo que había visto hasta ahora del hombre, tenía la certeza de que lo cumpliría.

Desconcertado preguntó-¿qué es lo que quieres hacer?

-simple, ya que te estoy cortejando decidí que deberíamos tener una cita.

-en verdad estás loco si crees que voy a aceptar.

-tenía contemplado que no aceptarías, por lo que tengo mi plan de respaldo.

Ante estas palabras apareció una sonrisa traviesa.

-si no vas conmigo, me aseguraré de que todas las personas que contacten contigo no terminen el pacto contigo, en pocas palabras, las convenceré de deshacerse del muñeco.

-no puedes hacer eso.

-claro que puedo hacerlo. Se te olvida que soy reportero y tengo facilidad para convencer no sólo a una o dos personas sino a toda una ciudad con tan solo mis palabras.

Yokozawa pensó que por fin descubrió una forma de deshacerse de Kirishima. Con esto él afirmaba ser una verdadera amenaza para sus misiones, dejando paso libre para desatar sus poderes contra él y si quisiera hasta podría enviarlo al infierno.

Sin embargo, ante el pensamiento de no ver más a Kirishima, un peso se instaló en su pecho.

Sin pensarlo, dejó escapar una leve afirmación-está bien.

-sabía que no lo rechazarías. Nos encontraremos mañana en la central de trenes.

Yokozawa simplemente escuchaba a Kirishima, completamente en shock por la respuesta que dio.

-ah y una cosa más. No podrás irte antes de que acabe el día, así que tú y yo nos la pasaremos juntos sin ninguna interrupción.

Al terminar de decir lo último se dispuso a salir de los baños, mas la voz de Yokozawa lo detuvo.

-¿por qué haces todo esto?

-te lo he dicho varias veces pero estoy dispuesto a decírtelo las veces que hagan falta para que entre en tu cabeza. Estoy enamorado de ti y haré lo que sea para estar contigo, incluso vender mi alma al infierno si eso significa que estaré contigo.

Con esto dejó solo a Yokozawa con su mente hecha un caos. Lo único que pudo pensar con claridad fue:

-¿qué acabo de hacer?          


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).