Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jingoku shonen por desileo

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hiyo veía a su padre arreglarse frente al espejo del baño teniendo sin tener idea del por qué. Supuso que sería algún asunto de trabajo pero su vestimenta no era tan formal.

Sin poder contenerse más, Hiyori dejo salir la pregunta.

-papá ¿a dónde vas a ir?

Notando por primera vez a su hija, volteo hacia ella con una enorme sonrisa en el rostro.

-nada importante, simplemente iré a ver a una persona.

-¿es por cuestiones de trabajo?

- no realmente pero es importante que vaya.

Hiyori no había entendido del todo pero no quiso entretener más a su padre, puesto que este parecía estar a punto de terminar.

Al final decidió irse a su cuarto a esperar a su abuela y terminar sus deberes para que al llegar la noche pudiera hablar más tiempo con Yokozawa.

-----------------------

 Yokozawa se encontraba justo en la puerta de su casa, sin poder decidirse si en verdad ir. Sabía que estaba a punto de caer por Kirishima y presentía que si asistía las últimas defensas de su corazón caerían sin remedio.

Sin embargo, si no asistía Kirishima se aseguraría de intervenir descaradamente en sus misiones, en otras palabras, compraría un boleto de ida sin retorno al infierno y lamentablemente Yokozawa ya había caído lo suficientemente por Kirishima como para querer evitarle un destino así.

Decidiéndose, abrió la puerta para salir hacia el camino que lo llevaría al mundo humano. Grande fue su sorpresa al encontrarse con la única persona que pensó que no lo abordaría.

Hatori se encontraba justo frente a la cabaña, viendo con preocupación a Yokozawa. Intentando evadir las preguntas, Yokozawa ignoró a Hatori pero al pasar a su lado soltó una pregunta que dejó anonadado a Yokozawa.

-¿vas a ir a verlo?

 Volteó a ver a Hatori a los ojos y fingiendo no saber de qué hablaba respondió-¿a quién?

Soltando un suspiro exasperado Hatori continuo-por favor no finja no saber a quién me refiero.

Viéndose atrapado, Yokozawa soltó sólo soltó una simple palabra-sí

-no le estoy alegando nada Yokozawa-sama, simplemente quiero saber si sigue intentando que se quite de nuestro camino.

Ante eso no pudo seguir viéndolo a los ojos, lo cual fue respuesta suficiente para Hatori el cual ensombreció sus facciones.

Sin nada más que explicar, Yokozawa continuó con su camino escuchando las últimas palabras que le dirigió Hatori.

-no olvide las condiciones que le fueron impuestas.

Sin detener su andar respondió-como si pudiera olvidarlas.

-------------------      

En la estación, Kirishima esperaba sentado en una de las bancas que se encontraban en la entrada de esta, viendo pasar a las personas.

Tenía todo cuidadosamente planeado para la cita de lo que según él le gustaría a Yokozawa. Se había vasado en los lugares populares que visitaban los jóvenes en estos días, con la esperanza de que le gustara.

Después de un tiempo  pudo sentir una presencia familiar sentada a su lado, viéndolo fijamente.

Al voltear no pudo evitar remarcar una situación muy evidente.

-sí que te gusta ese conjunto puesto que lo llevas a todas partes.

Con el ceño fruncido le contesto cortantemente-no tengo otra ropa más que el yukata y ese sólo sirve para mi trabajo, por lo que te tendrás que conformar con esta.

-no te estoy reclamando nada y de todas maneras te ves lindo con esa ropa.

Ignorando el sonrojo de Yokozawa, Kirishima se levantó de la banca en la que estaba sentado, dispuesto a comenzar con la cita.

-¿nos vamos?

Sin disminuir su sonrojo, Yokozawa se dispuso a seguir a Kirishima al primer lugar el cual no se encontraba lejos de la estación.

Se trataba de un parque bastante grande, con árboles frondosos por todo el parque acompañados de flores de todo tipo y colores.

Yokozawa no pudo evitar admirar ese mar de colores, puesto que en su casa el color que abundaba era el rojo.

Viendo el interés de Yokozawa, decidió acercarse al lugar. Viendo alrededor pudo encontrar una flor que encajaba perfectamente con sus intenciones.

Se acercó para tomarla, mientras Yokozawa lo veía desconcertado. Al volver pudo ver la flor que traía en las manos.

-¿una rosa?

-sí. En lo personal me gustan mucho, además que esta rosa es roja lo cual la hace igual al color de tus ojos.-y con esto le entregó la flor, haciendo notar la herida causada por las espinas.

Percatándose de esto, Yokozawa tomó la rosa junto con la mano de Kirishima provocando desconcierto en este último.

Sin decirle una sola palabra, lo llevó hasta una llave de agua en donde lavó la herida y con un pañuelo que traía en el bolsillo cubrió la herida.

-muchas gracias.

Yokozawa no contestó prefiriendo ver la rosa que ahora tenía en las manos.

Mientras, Kirishima evaluaba el improvisado vendaje, viendo la gran habilidad que tenía este.

-eres bueno en esto ¿sabías?

Al no estar acostumbrado a los cumplidos contestó-no es algo de gran importancia, además tengo mucha práctica con esto por lo que me es fácil hacerlo.

-¿y por qué tienes tanta práctica?

Inmediatamente vinieron recuerdos no tan gratos a su mente, haciendo que su cara adquiriera un tinte triste que para la mayoría de las personas pasaría inadvertida. Gracias a la experiencia que tenía Kirishima, pudo notar ese cambio.

Decidiendo no profundizar en el tema, continuó con sus planes.

-¿nos vamos?

Impresionado de la falta de insistencia de Kirishima lo siguió hacia el siguiente destino, esperando que ese tema no volviera a surgir en todo el día.

-------------------    

El siguiente sitio era un parque de diversiones con un nombre que quedaba perfectamente con todo el tema del lugar.

-¿Kuma park? En serio, no has podido quitarte de la cabeza que yo soy un niño ¿verdad?

-no tanto por eso. Simplemente quería que conocieras lo que era un parque de atracciones ya que por lo visto te la pasas de misión en misión sin darte un descanso.

Yokozawa no pudo refutar aquella afirmación ya que la mayoría de las veces conocía nuevos lugares a través de su trabajo y rara vez podía disfrutar de estos. Dándole la razón a Kirishima, avanzaron hacia el lugar.

Justo en la entrada, Kirishima lo detuvo al notar que todavía tenía la rosa en la mano.

-no creo que sea buena idea que lleves la rosa a este lugar, si es que quieres conservarlo.

Recordando por primera vez la rosa en su mano, decidió conservarla. Con un pequeño movimiento de su mano pudo desaparecer la flor.

Sorprendido, Kirishima no pudo evitar que la pregunta de sus labios saliera a flote.

-¿A dónde la mandaste?

Un poco sonrojada contesto- no importa, vámonos antes de que se haga más tarde.

Con una sonrisa, Kirishima entró junto con Yokozawa, el cual a pesar de no querer demostrar su asombro, veía todo el lugar con ojos asombrados.

Anduvieron por varias atracciones, que para irritación de Yokozawa, tenían forma de oso. Subieron a unas cuantas de estas y cuando a Kirishima le dio hambre, fueron al restaurante del lugar.

Ambos pidieron lo mismo y al irse la mesera, Kirishima inició una conversación con Yokozawa para probar si podía aprender algo de él.

-¿Cuántos lugares has conocido a lo largo de tus años?

Ya viendo venir las preguntas de Kirishima contestó con la mayor tranquilidad que pudo reunir.

-la verdad, he conocido todo Japón aunque si me pidieran que les dijera lo que me gustó de cada lugar sería imposible. El porqué es que los lugares han de haber cambiado y tal vez lo que me gustaba ya no esté o haya cambiado radicalmente.

Kirishima no pudo evitar verlo fijamente a los ojos, sin poder evitar pensar en lo triste que era esa existencia. Tener que ver cómo todo cambia o muere frente a tus ojos, mientras tú continuas teniendo la misma forma sin la posibilidad de cambiar para comparar tu cambio físico con el del lugar o el consuelo de morir para ver a aquellas personas que estuvieron contigo a lo largo de los años.

 Analizando lo anterior, pudo comprender el origen de la soledad de Yokozawa.

La camarera regresó con la comida de cada uno, interrumpiendo el tren de pensamientos de Kirishima.

Cuando los volvió a dejar solos, Kirishima decidió que era momento de ir al último lugar que tenía planeado.

Yokozawa pudo notar el cambio de pensamiento que tuvo Kirishima, preguntándose qué haría el hombre a continuación.

Notando la pregunta impresa en los ojos de Yokozawa, Kirishima le hizo una pequeña aclaración.

-no te preocupes, sólo iremos a un último lugar y te dejaré ir.

Aumentando sus dudas, Yokozawa decidió no preguntar, decidiendo que por esta vez dejarse llevar por Kirishima.

----------------    

En cuanto salieron del lugar, Kirishima lo llevó a una estación de trenes diferente a donde se reunieron. Subieron a un tren, el cual se detuvo en varias estaciones pero parecía que Kirishima esperaba una en especial.

Después de un rato, llegaron a una estación bastante vieja en donde se bajaron y trasbordaron otro tren.

En definitiva Yokozawa no descubría hacia dónde lo quería llevar Kirishima. Pasando un tiempo pudo averiguarlo.

Por la ventana pudo ver el océano, acompañado con un sol vespertino, dándole un aire nostálgico y tranquilo. Poco tiempo después bajaron en una parada cercana a la playa yendo  inmediatamente a esta. Yokozawa se dispuso a recorrer la playa, sintiéndose por primera vez en muchos años tranquilo.

Kirishima se acercó lentamente a Yokozawa, haciendo que este se detuviera y volteara alrededor del lugar.

Yokozawa pudo observar que estaban completamente solos, incitando a Kirishima a hablar sobre un tema que había pospuesto desde que comenzaron la cita.

-puede que realmente no sepa tu pasado o del tiempo antes de que nos conociéramos. Tal vez sea una persona común en comparación contigo, pero puedo ver que tu corazón está lleno de heridas, las cuales todavía no cierran completamente.

Mientras lo decía  fue cerrando cada vez más la distancia que había entre ellos, tomando lentamente las manos de Yokozawa mientras acercaba su cara a la de este.

-por favor, permíteme estar a tu lado. Si lo haces te prometo cuidar tu corazón, curaré todas esas heridas con las que has cargado a lo largo de los años y prometo no provocar más heridas.

Yokozawa empezó a sentir cómo su corazón latía más rápido a causa de un sentimiento que hace años no sentía.

-no me prometas cosas que no vas a cumplir, al final de cuentas vas a morir y nuevamente me quedaré solo.

Anticipando una respuesta así, continuó-no te preocupes, estoy dispuesto a realizar cualquier cosa por estar a tu lado. Si eso implica que debo realizar un acto imperdonable para lograrlo, lo haré sin titubear. Simplemente te pediré que me esperes un poco, hasta que mi hija pueda valerse por sí misma.

Y con esto besó a Yokozawa, haciendo entender a este último que había caído irremediablemente enamorado de él.   


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).