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Jingoku shonen por desileo

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Hiyo se encontraba con Yokozawa en el lugar de siempre, pero este se encontraba en otro mundo. Desde hace varios días que Hiyo lo encontraba en ese estado mas cada vez que preguntaba por qué Yokozawa cambiaba radicalmente la conversación.
Intentando llamar su atención, Hiyori se puso frente a él y le dio un efusivo abrazo, acompañado de un saludo que empezaba a ser común entre ellos.
-onii-chan ya llegué.
Cortando su línea de pensamiento, Yokozawa mostró una sonrisa al reconocer quién le hablaba.
-bienvenida de nuevo Hiyori.
Cuando contestaba de esa manera, sabía que tenía toda la atención de Yokozawa. Generalmente Hiyo era la que iniciaba la conversación, describiendo su día.
A Yokozawa no le molestaba que hiciera eso. Para él era mejor de esa manera, ya que podía distraerse un rato de su trabajo y podía ser él mismo sin ninguna restricción.
Terminando su relato, Hiyo algunas veces no puede evitar hacer preguntas sobre su trabajo y precisamente fue uno de esos días.
-onii-chan ¿puedo preguntarte una cosa?
Yokozawa negó con la cabeza, dando pase libre para que preguntara lo que quisiera.
-¿por qué la persona que envían al infierno a otra, al morir tienen que ir al infierno?
-es bastante complicado, pero intentaré simplificarlo para ti.
Yokozawa pensó por un momento cómo explicaría a Hiyori sobre ese tema. Ideando la mejor manera comenzó.
-¿has escuchado alguna vez lo que es el karma?
-sí. Es cuando haces acciones buenas, a ti llegan cosas buenas pero si haces acciones malas, te llegan cosas malas.
-así es, es casi lo mismo en este caso. La persona envía a alguien al infierno y por consecuencia la persona también deberá ir al infierno. Es un castigo equitativo para mantener el orden entre los seres vivos.
Hiyo pudo entender porque ambas partes van al infierno, pero surgió una nueva duda con la explicación de su onii-chan. Si el castigo tiene que ser equitativo a lo que hiciste, entonces qué tendrías que hacer para terminar realizando todo esto.
Sin embargo, Hiyo no pudo realizar esa pregunta, ya que casi siempre que intentaba hacer preguntas del pasado de Yokozawa, terminaban con evasivas y una cara triste de este último.
Había decidido esperar pacientemente. Cuando su onii-chan estuviera listo para contar su pasado, ella lo escucharía y procuraría no juzgar sus acciones.
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En las oficinas periodísticas, Kirishima mostraba una visión ensimismada a todo aquel que pasara por su escritorio y no era por nada. La cita había sido estupenda, pero lo que pasó un poco después lo tenía preocupado.
---flash back---
Después de un rato, Kirishima se despegó de la boca de Yokozawa para que este le diera una respuesta.
Mentiría si dijera que esperaba tranquilamente su respuesta, al contrario, se encontraba realmente nervioso porque esta vez dependía totalmente de Yokozawa si aceptaría su corazón.
Yokozawa se encontraba en una verdadera encrucijada. Se había dado cuenta de los sentimientos que tenía haca Kirishima. Por su mente pasaron todas las consecuencias tanto positivas como negativas.
Viendo que Yokozawa no le daría una respuesta inmediata, decidió darle tiempo.
-no te preocupes, no me tienes que responder en este momento. Si quieres, me puedes dar tu respuesta cuando tengas tu próxima misión.
Agradeciéndolo internamente, Yokozawa asintió ante la propuesta de Kirishima. Sin agregar nada más, Yokozawa se disponía a regresar para pensar con mayor detenimiento la propuesta de Kirishima pero fue detenido por este último.
Cuando estaba a punto de replicar recibió un casto beso en los labios. Al separarse Kirishima aclaró.
-necesitaba mi beso de despedida, después de todo es costumbre darle un beso a aquel que organizó todo, ¿no te parece?
Yokozawa simplemente enrojeció y sin más interrupciones desapareció.
---fin del flash----
Eso había dejado un poco preocupado a Kirishima, sobre todo que desde ese día su hija no había tenido ninguna visión sobre Yokozawa.
Sin embargo, sabía que de haberlo acorralado en el lugar su respuesta había sido negativa.
-tan sólo espero poder esperar hasta su próxima misión.
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Yokozawa se encontraba caminando por la orilla del rio mientras reflexionaba sobre lo que debería hacer con Kirishima.
Admitía que estaba enamorado de él pero, como le había recordado Hatori, tenía condiciones impuestas por Emma. Si rompía alguna de estas, iría al infierno pero esta vez no podría salir de este.
Por lo que tenía que estar seguro de las consecuencias que acarrearía estar con Kirishima.
Reflexionando un poco más pudo tomar una decisión, justo antes de que los cascabeles sonaran por el lugar.
Seguro de lo que haría, Yokozawa fue en dirección a su casa. Con la certeza de cumplir su misión y con valentía de responder a la propuesta de Kirishima.
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Kirishima buscaba de esquina a esquina para encontrar a Yokozawa. Lo irónico es que fuera en el parque donde lo había visto por primera vez.
Desde hace varias horas que había llegado la chica que quería pedir la venganza pero ni rastro de él. Empezando a pensar en los peores escenarios hasta que fueron interrumpidos por la aparición de Yokozawa junto con sus tres ayudantes.
Esto último desconcertó a Kirishima puesto que a lo mucho llevaba a uno de ellos con él. Eso podría significar un gran obstáculo para que pudieran reunirse con él.
Tan sólo esperaba que fueran a quedarse un rato junto a él y después se alejaran del lugar. Por lo pronto esperaría a que Yokozawa quedara sólo en el lugar.
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Yokozawa estaba punto de asesinar a los tres. Ninguno quería apartarse de su lado, alegando que Kirishima podría andar por ahí.
El día en que asistió a la cita, los cuatro se reunieron y vieron que la situación se le estaba escapando de las manos. Al final decidieron que no volverían a dejar solo a Yokozawa puesto que el reportero se acercaba si lo veía solo.
Ahora Yokozawa no podría hacer nada sin que esos tres lo siguieran. Con lo que no contaban era que él seguía siendo el que les daba órdenes a ellos y no podían desobedecerlo.
-Yukina averigua más sobre su familia, Kisa revisa a sus amigos para ver si ellos están enterados de lo que pasa y Chiaki examina a la persona que enviarán al infierno.
Los tres intentaron replicar, pero al ver la cara de enfado de Yokozawa se tragaron las palabras que querían decir. Los tres desaparecieron del lugar sin antes ver a Yokozawa con preocupación.
Después de esto se dispuso a buscar a Kirishima y decirle la decisión que había tomado. Tan solo esperaba que esa fuera la correcta.
No tuvo que buscarlo por mucho tiempo, puesto que este al verlo solo empezó a acercarse al lugar donde se encontraba Yokozawa.
Antes de que pudiera decir cualquier cosa, Kirishima arrastró a Yokozawa detrás de los arbustos. Así tendrían un poco de intimidad, puesto que había muchos niños por el lugar y no querían dar un espectáculo a todas esas mentes inocentes.
Cuando estuvieron bien cubiertos, Kirishima no pudo evitar preguntarle lo que le había estado preocupando en los días que no vio a Yokozawa.
-¿ya tomaste una decisión?
Yokozawa se limitó a asentir, ya que el también sentía nervioso por lo que debía decir.
-¿y qué has decidido?
Al terminar de formular esa pregunta, su corazón empezó a latir más rápido de lo normal a causa del nerviosismo que le causaba esta situación. Cuando Yokozawa empezó a hablar, los latidos de su corazón comenzaron a aumentar su velocidad.
-lo he estado pensado en estos días y la verdad es que me encontraba bastante indeciso, puesto que es la primera vez que me proponen algo así.
Cuando mencionó lo último, Kirishima sintió satisfacción al saber que iba a ser el primero en muchos aspectos de la vida de Yokozawa.
Ignorando el cambio de expresión en la cara de Kirishima continuó.
-el día en que me entregaron la misión fue el día en que decidí lo que iba a hacer.
Ante esto hizo una pequeña pausa, dándose el valor para continuar.
-Kirishima Zen acepto tus sentimientos y te doy permiso de estar a mi lado.
Con estas últimas palabras Kirishima sintió una alegría desmesurada. Al fin ese chico había aceptado sus sentimientos.
Yokozawa siguió hablando.
-sin embargo, también tienes que seguir las condiciones que te voy a decir.
Un poco desconcertado, Kirishima asintió.
-te voy a pedir que no interfieras de ninguna manera en mis misiones. Eso incluye las preguntas que les has hecho sobre mí.
Kirishima estaba de acuerdo con esa, además de que sería fácil cumplirla.
-por mí no hay ningún problema de que nos veamos cada vez que tenga una misión, pero mis asistentes no dudarán en hacerte a un lado si tan siquiera nos ven juntos. En esto te voy a pedir que te alejes cuando los veas.
Kirishima recordó las veces en que había coincidido con alguno de ellos y la cara de molestia que ponían.
-nunca me pidas que te diga mis sentimientos hacia ti. Aunque te pongas celoso o inseguro yo jamás te diré lo que siento por ti.
En ese punto estuvo a punto de replicar pero analizándolo mejor, era por algo que le decía eso, por lo que no pudo replicar.
-el último y el más importante. No interfieras con las decisiones que tome Emma sobre mí, aunque estas me afecten de manera inimaginable.
Kirishima se quedó totalmente en blanco ante ese último punto. Después de un rato admitió que aunque quisiera no podría luchar contra un ente así.
-¿todo quedó entendido?
-sí, no te preocupes. Ahora ¿me puedo quedar hasta que la chica se vaya a su casa?
Yokozawa dio un asentimiento. Pasaron prácticamente todo el día en el parque, puesto que la chica no se encontraba dispuesta a irse a su casa.
En ese tiempo Yokozawa y Kirishima la pasaron al lado del otro sin decir una sola palabra. Ellos simplemente se conformaron con tomarse de las manos.
Cuando la chica se fue, Yokozawa se despidió de Kirishima pero este no se conformó con palabras.
Antes de que pudiera evitarlo, Kirishima le dio un significativo beso de despedida a Yokozawa sin que este se resistiera en lo más mínimo.
Lo que ninguno de los dos se dio cuenta era que los asistentes de Yokozawa habían regresado al parque para informar lo que habían encontrado y vieron a Yokozawa y a Kirishima besarse.
Kisa mostró una cara preocupada, Yukina una molesta y Chiaki una cara confundida por la reacción anterior de sus compañeros ante esa imagen.


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