Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jingoku shonen por desileo

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Nada más para informar que a partir de este capítulo publicaré una vez a la semana.

Sin más por el momento, les dejo el capítulo.

 

Hiyori llegó al lugar donde siempre se encontraba con su Onii-chan. La verdad era que ese lugar le fascinaba desde la primera vez que lo vio, pero no dejaba de preguntarse si ese lugar pertenecía al infierno.
Con la pregunta en mente se acercó hacia su Onii-chan que la esperaba sentado a la orilla del rio.
Como siempre Hiyo empezó a hablar un poco de su día. Después de terminar la narración empezó con su sesión ocasional de preguntas.
-Onii-chan, ¿este lugar pertenece al infierno?
-no, este lugar fue creado de mis recuerdos, por lo tanto se ubica dentro de mí cabeza.
-¿entonces el lugar real dónde está?
-en la tierra, pero realmente no recuerdo donde está.
Hiyo percibió la mentira de su Onii-chan con respecto a la ubicación del lugar, sin embargo, lo dejó pasar.
Antes de que pudiera hacer otra pregunta, se escuchó las pisadas de alguien acercándose a ellos.
Extrañada, giró su atención hacia el lugar que originaba el ruido. Para su sorpresa apareció un lindo gato. Yokozawa lo reconoció inmediatamente.
-Sorata, ¿qué haces aquí?
-Onii-chan, ¿es tu gato?
-sí, pero realmente nunca ha entrado a este lugar.
Mientras Yokozawa pensaba como había llegado Sorata a ese lugar, Hiyo se fue acercando hacia el animal. Cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo notar algo muy peculiar en el gato.
-vaya, tiene el mismo color de ojos que Onii-chan.
Con esa frase Yokozawa pudo atar cabos rápidamente. Sorata no tenía los ojos de color rojo, los tenía negros. Ese no era su gato.
Al ver a Hiyori, pudo ver que está estaba a punto de acariciarlo. Con pánico le gritó:
-¡Hiyo no toques a ese gato!
Cuando detuvo su mano sobre la cabeza del gato, este inmediatamente se envolvió en fuego, haciendo que Hiyori quitara su mano.
Intentó alejarse del animal envuelto en llamas, pero este la empezó a seguir a donde fuera. Cuando estaba por alcanzarla Yokozawa se interpuso en el camino del felino.
Sin voltear a ver a Hiyori le ordenó.
-sal de aquí.
-pero ¿Onii-chan tú…
-voy a estar bien. Sal de aquí.- Antes de que pudiera decir algo más, sintió la sensación característica de cuando salía del lugar. Intentó por todos los medios no ser sacada del lugar, pero al final fue inevitable.
Con impotencia, vio a su Onii-chan hasta que desapareció del lugar.
---------------
Kirishima dormía plácidamente, hasta que un grito proveniente del cuarto de su hija lo sacó rápidamente de su sueño.
Alarmado, corrió prácticamente al cuarto de su hija. Al llegar, pudo ver a Hiyo bien pero unas enormes lágrimas surcaban su rostro.
Sentándose al pie de la cama le preguntó:
-Hiyo, ¿estás bien?
Hiyo estuvo a punto de asentir, pero recordó lo sucedido hace poco y decidió contarle todo a su padre. Tal vez él pudiera ayudar a su Onii-chan.
-papá, tengo que confesarte algo yo…
Y así comenzó a relatar todo lo que había vivido con Yokozawa. Al principio de la narración, Kirishima se había sorprendido, después enternecido y al final preocupado.
Cuando su hija terminó con la historia, esta prácticamente suplicó.
-por favor papá, ayuda a Onii-chan.
Para tranquilizar un poco a su hija contestó.
-no te preocupes, se me ocurrirá algo para ayudar a Yokozawa.
Kirishima notó su error demasiado tarde. Su hija se había percatado de la manera tan familiar con la que llamaba al chico del infierno. Su reacción no se hizo a esperar.
-papá, ¿por qué llamas tan familiarmente a Onii-chan?
Tal parecía que esta iba a ser una noche larga y llena de confesiones.
---------------------
Cuando Hiyo se fue del lugar, Yokozawa volvió su atención hacia el gato que se encontraba envuelto en llamas.
-sabes, odio cuando tomas prestado el cuerpo de mi gato Emma.
Emma lo vio por unos momentos antes de contestar.
-solamente hago esto cuando es realmente necesario. Lamentablemente, esta es una razón extremadamente necesaria.
-entonces ya sabías que hablaba con ella, ¿verdad?
-sí, la amistad que tienes con la hija y la relación amorosa que sostienes con el padre.
La última frase lo sorprendió. Él pensaba que había sido lo suficientemente cuidadoso en esconder la relación que mantenía con Kirishima.
Antes de que pudiera explicar cualquier cosa, Emma continuó:
-no es necesario las explicaciones. Entiendo que te entrara la curiosidad, sobre todo si tomamos en cuenta la edad que tenías cuando te conocí. Además no hay problema porque todavía no te confiesas.
Yokozawa pudo ver el sarcasmo con el que tiñó sus palabras, comprendiendo que realmente eso le molestaba a Emma.
Intentó interrumpir a Emma sin éxito, por lo que siguió con su discurso.
-pero te advierto que no deberías relacionarte con ellos, sobre todo por el vínculo que te une con la niña.
-¿tú sabes por qué tenemos ese vínculo?
Emma rio escalofriantemente, dándole un mal presentimiento a Yokozawa.
-eso sí que es nuevo. Es increíble que no sepas el vínculo con el que te relacionas con la niña, pero no te preocupes, te daré una pista para que puedas averiguarlo.
Yokozawa no se sorprendió de que no le dijera directamente, ya que siempre le preguntaba por algo, le daba la respuestas a modo de pistas.
-¿sabes cuál es el cementerio central de Tokio?
Yokozawa simplemente asintió.
-bien, de la entrada camina derecho alrededor de treinta lápidas, en la número treinta y uno giras hacia la derecha. De ahí busca la lápida con las rosas rojas marchitas o recién cortadas. En esa tumba encontrarás tu respuesta.
Antes de que pudiera responder, Emma se había ido del lugar, junto con el cuerpo de su gato.
-------------------
Días después de que, tanto Hiyori como Kirishima, confesaran al otro la relación que tenían con el chico del infierno (Kirishima teniendo que censurar la última parte de su historia), esperaban noticias sobre el mismo.
Hiyori esperaba una visión cualquiera, para poder confirmar que su Onii-chan estuviera sano y salvo. Kirishima esperaba esa misma visión, pero para encontrarse con él. Presentía que algo malo estaría por pasarle.
No sabía exactamente qué era, sin embargo, sentía que debía estar junto a Yokozawa cuando eso pasara.
Hiyo estaba a punto de preparar la comida cuando le llegó la tan ansiada visión. Kirishima la recostó en el sillón y esperó, con cierta intranquilidad, a que acabara la visión.
Después de unos cuantos segundos, Hiyori volvió a la normalidad. Inmediatamente Kirishima preguntó.
-Hiyo, ¿dónde está?
Un poco desconcertada le respondió:
-en el cementerio central de Tokio, no sé porque pero siento que buscaba algo.
Al escuchar la ubicación, Kirishima se puso en marcha para llegar al cementerio antes de que se fuera.
Cuando estaba en la puerta, se encontró a su hija poniéndose los zapatos para ir junto con él. Estuvo a punto de negárselo pero, recordando un poco, pudo entender la necesidad de su hija por saber de su amigo.
Y así fue como ambos partieron.
------------------------
Yokozawa estaba caminando justo en la dirección donde Emma le había dicho para encontrar la dichosa tumba.
En estos momentos, se encontraba en la tumba treinta y uno empezando a caminar hacia la derecha del lugar.
Esta vez no tuvo que caminar mucho, puesto que la tumba se encontraba a unas cuantas de la treinta y uno. En ellas se encontraban unas rosas ya marchitas, por lo que supuso que su última visita había sido hace bastante tiempo.
Se paró justo frente a ella, esperando encontrar la razón del vínculo entre él y Hiyori. Cuando empezó a leer, con gran horror se dio cuenta del motivo por el que los unía.
---------------------
Ambos Kirishima estaban por llegar a su destino, cuando Hiyo volvió a tener otra visión. Kirishima estacionó el auto esperando a que la visión de su hija terminara.
Cuando terminó, pudo ver el semblante preocupado de su hija, por lo que inmediatamente le preguntó:
- Hiyo, ¿qué pasó?
-algo volvió a lastimar a Onii-chan.
-¿cómo sabes eso?
-lo sé porque lo sentí triste y enojado desmedidamente.
Al escuchar eso, Kirishima inició inmediatamente la marcha, rezando para que Yokozawa le permitiera ayudarlo y, si era necesario, protegerlo.
----------------------
Llegando al cementerio, empezaron a buscar a Yokozawa. Kirishima estuvo tentado a buscarlo entre las tumbas cuando lo vio.
Se encontraba regresando hacia la entrada del cementerio con la cabeza gacha, impidiendo ver sus ojos y con un paso inestable, por lo que no fue gran sorpresa que cayera unos pasos más adelante.
Ambos Kirishima empezaron a caminar hacia él. Cada paso que daban se notaba más la tensión del ambiente, enviando una pequeña alarma dentro de la cabeza de Kirishima.
Cuando llegaron junto a Yokozawa, este pareciera que no había notado su presencia, por lo que la pequeña de los Kirishima comenzó a hablarle.
-Onii-chan, ¿te encuentras bien?
Yokozawa empezó a moverse, dando a entender que había escuchado la voz de Hiyori.
-Onii-chan, dinos en qué podemos ayudarte.
Para gran sorpresa de ambos, Yokozawa comenzó a reír. Era una risa carente de sentimientos, vacía en extremo de cualquier sentimiento.
Antes de que cualquiera de los pudiera preguntarle, Yokozawa se levantó mostrando por primera vez sus ojos. Estos habían perdido todo brillo de raciocinio, casi rayando a la locura.
Inmediatamente Kirishima alejó a su hija de Yokozawa, puesto que este no estaba consciente de sus acciones.
Antes de que pudieran hacer cualquier otra cosa, Yokozawa empezó a emanar un aura totalmente oscura y, por lo que pudo comprender Kirishima, preparándose para atacar.
-si en verdad quieres ayudarme, deberías desaparecer junto con tu sangre maldita.
En un intento desesperado por devolver la razón a Yokozawa, Kirishima lo abrazó. Cuando realizó esa acción, el aura de Yokozawa se intensifico, provocando que empezara a lastimar a Kirishima.
-Yokozawa, maldita sea, reacciona. Tú no eres así. Tú jamás lastimarías a personas que están fuera de una venganza.
Kirishima notó que sus palabras estaban funcionando, por lo que continuó.
-si en verdad te sientes herido, recuerda que ya no estás solo. Me tienes a mí y a mi hija. Recuerda que nosotros podemos ayudare.
El aura oscura de Yokozawa desapareció por completo, junto con el ambiente tenso del lugar. Antes de que Kirishima pudiera preguntar el motivo de sus acciones, Yokozawa lo empujó haciéndolo caer ya que su cuerpo estaba bastante lastimado luego del ataque.
Pudo notar en la mirada de Yokozawa arrepentimiento y después desapareció.
--------------------------
En la pequeña casa de campo, Yokozawa se había encerrado, dejando fuera a sus asistentes. Por más que tocaban la puerta esta no se abría, preocupando a los cuatro.
-¿creen que aquél hombre le hizo algo?-preguntó Chiaki bastante preocupado.
-no lo sé y eso hace que me preocupe más-contestó Kisa con el mismo estado de ánimo que Chiaki.
-Hatori, ¿qué debemos hacer?- preguntó Yukina.
Antes de que pudiera contestar, la voz de Emma proveniente del gato interrumpió.
-por lo visto, ustedes están preocupados por Takafumi.
Ninguno se atrevió a contestar, dando a Emma pase libre para continuar.
-díganme chicos, ¿qué están dispuestos a hacer para protegerlo?
Ante esas palabras, todos se vieron entre sí llegando a un acuerdo mudo. Como siempre solía pasar, Hatori habló en nombre de los demás.
-cualquier cosa.
-entonces, ¿qué les parecería mandar al infierno a ese hombre junto con su hija?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).