Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jingoku shonen por desileo

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! 

Nada más para informar que solamente falta por publicar este y otro capítulo. Les agradesco a todos ustedes por leer este fanfic.

 

Yokozawa empezaba a despertar, bastante desorientado. En un momento a otro, recordó todo lo sucedido en la tierra y donde debía encontrarse en estos momentos. Empezó a abrir los ojos, confirmando sus sospechas.

Estaba en la barca que le ayudaba a trasportar las almas al infierno, pero esta vez él no era quién la manejaba, sino el enviado al infierno. El que manejaba la barca era Emma.

Para sorpresa de Yokozawa, Emma comenzó a hablar.

-nunca pensé que cometerías el mismo error.

Yokozawa se limitó a ver al frente.

-dime, ¿por qué volviste a enamorarte?

-eso fue inevitable.

-¿fue acaso porque, de cierta manera, estaba relacionado con Masamune?

Yokozawa soltó una ligera risa.

-no, yo ni siquiera sabía que su hija portara la misma sangre que Masamune. Es más, Masamune y Kirishima son totalmente opuestos.

Emma se quedó callado ante ese último comentario. Entonces decidió probar por él mismo a ese humano.

------------

Kirishima y Hiyori intentaban ver en donde estaban, ya que el lugar era realmente extraño. En él empezaba a atardecer, además de estar completamente rodeado de árboles y flores de lycoris.

Caminando un poco más pudieron ver una pequeña casa de campo y, en la puerta de esta, se encontraban los cuatro asistentes de Yokozawa.

Kirishima decidió acercarse a ellos, para saber exactamente qué había pasado con Yokozawa. En cuanto los vieron intentaron atacarlo, pero Hatori los detuvo.

-chicos, ya no tiene caso. Es demasiado tarde.

Sin entender muy bien lo que pasaba Kirishima preguntó:

-¿demasiado tarde?

Yukina, presa de su enojo, le contestó:

-sí, demasiado tarde. Por tu culpa fue a parar al infierno.

Kisa le hizo segunda.

-si nunca se hubiera encontrado contigo, podría haber vivido tranquilamente.

Inmediatamente fueron acallados por Hatori.

-creo que lo mejor sería explicarles lo que pasó.

Con esto, los cuatro entraron dentro de la casa. Kirishima observó los libreros, topándose con la rosa que le regaló a Yokozawa. Con una pequeña sonrisa, volvió su atención hacia Hatori.

-dime, ¿exactamente qué sabes acerca del pasado de Yokozawa-sama?

-todo.

-entonces será más fácil explicar. Como sabes, él se vengó de prácticamente todo el pueblo, incluyendo a las personas que realmente nunca fueron contra él, como niños y ancianos, haciendo que el peso de sus pecados fueran mucho más grande, además de ser puro, por lo que Emma decidió darle este trabajo por su alto potencial bajo varias condiciones, entre ellas que no debía enamorarse.

Kirishima comprendió por qué Yokozawa le había pedido todo eso. Inmediatamente Kisa continuó:

-nosotros pensamos que nunca podría ocurrir eso, ya que siempre fue muy apartado de las personas, incluyéndonos. Eso fue hasta que ustedes llegaron.  

Yukina, un poco más calmado, siguió con la explicación.

-intentamos de todo para que no siguieran juntos, para evitar que su alma fuera al infierno. Pero tú simplemente lo ignoraste y seguiste insistiendo.

Chiaki culminó con la explicación.

-por lo que ahora Yokozawa-sama está en el infierno.

Mientras Kirishima ideaba un plan para sacar del infierno a Yokozawa, Hiyori preguntó:

-entonces, para que Masamune tuviera descendencia indirecta bastante lejana, debió pasar mucho tiempo, por lo que…¿cuántos años tiene Onii-chan?

La pregunta fue respondida por Hatori.

-cuatrocientos años.

Kirishima quedó en verdadero shock. Yokozawa siempre le había advertido que tenía mucha más edad de lo que aparentaba, pero nunca pensó que tanta.

Recordando lo que hace un momento vagaba por su mente preguntó:

-¿hay alguna manera de sacar del infierno a Yokozawa?

Los cuatro mostraron una cara triste.

-es imposible hacer eso, a menos de que Emma lo desee así.-contestó derrotado Hatori.

A pesar de los comentarios, Kirishima estaba seguro que había una manera de sacarlo. No iba abandonarlo. No haría lo mismo que Masamune.

Antes de que pudiera comentar algo más, una voz se escuchó desde atrás.

-¿en verdad lo amas?

Al voltear, pudo ver a un gato. Si mal no recordaba, ese gato apareció cuando Yokozawa y Hiyori estaban juntos. Los otros cuatro se quedaron en shock, reconociendo inmediatamente a Emma.

Sin titubear, Kirishima contestó:

-si

-¿lo amas tanto como para cruzar todo el infierno sólo para verlo?

-si

-entonces te propondré un trato. Si logras alcanzarlo antes de que llegue al infierno, podrás tener alrededor de una hora para despedirte de él, sino, resígnate a no verlo nunca más.

Sin comprender muy bien por qué le proponía un trato tan raro, aceptó.

-muy bien, trato hecho.

En cuanto dijo esas palabras, el gato desapareció del lugar. Inmediatamente los otros cuatro intervinieron.

-¿estás seguro de hacer esto?-preguntó Chiaki un tanto impresionado por la valentía del hombre.

-todo aquél que hace tratos con Emma termina de una manera bastante mala-advirtió Hatori.

-no importa lo que hagas, Emma distorsionará las palabras para que estas funcionen a su favor- comentó Kisa.

-si en verdad valoras tu vida, te recomiendo que dejes las cosas así- terminó Yukina un tanto expectante de lo que haría Kirishima.

Kirishima simplemente ignoró a los cuatro y se dirigió hacia su hija.

-¿estás de acuerdo con esto?

Sin apartar los ojos de su padre contesto:

-sí, por favor, trae de vuelta a Onii-chan.

-----------------

Kirishima estaba sobre una barca, esperando a que esta tocara tierra para comenzar su búsqueda. El paisaje, a pesar de ser desolador, mostraba tranquilidad. Se preguntó si Yokozawa cruzaba siempre este sendero para enviar las almas al infierno.

Notó que la barca empezaba a acercarse a la orilla, por lo que empezó a levantarse. En cuanto estuvo totalmente quieta, Kirishima descendió y empezó a correr.

Sabía que Yokozawa le tenía mucha ventaja, por lo que tenía que ganar tiempo. Conforme avanzaba, el paisaje se volvía más oscuro y desolado.

 Después de un rato, Kirishima empezaba a perder las esperanzas, cuando más adelante pudo divisar a Yokozawa. Realmente era inconfundible con ese yukata. Estaba a la orilla de un precipicio y, lo que supuso, la entrada al infierno. Aceleró su carrera, intentando alcanzarlo.

Estaba prácticamente a su alcance cuando Yokozawa se lanzó hacia el precipicio. Afortunadamente pudo tomarlo del brazo antes de que cayera. Este fijó la vista hasta Kirishima.

-¿qué haces aquí?

-creo que es lógico, ¿no te parece?

Kirishima intentó subir a Yokozawa hacia arriba, pero este se resistió.

-suéltame.

-no creas que te dejaré ir tan fácilmente. Sabes, me costó mucho trabajo conquistarte.

-no lo entiendes. Yo debo ir al infierno.

-¿y en verdad crees que te soltaré con ese argumento? ¿Qué te desecharé tan fácilmente sin importarme tus sentimientos? De una vez te aviso, yo no soy como ninguna de las personas de tu pueblo, ni mucho menos como Masamune. Yo pelearé para que te quedes a mi lado, sin importarme contra quien tenga que luchar.

Yokozawa se quedó en shock al escuchar esas palabras. Antes de que pudiera preguntar, Kirishima le aclaró:

-cuando Hiyo y yo caímos al lago, vimos todo lo que te pasó, por lo que ahora me explico por qué actuaste tan violentamente en el cementerio.

Yokozawa se quedó quieto, permitiendo que Kirishima lo subiera. En cuanto estuvo sobre tierra, Kirishima le dio un beso pasional.

Sabía que a partir de ese momento, contaba con una hora para idear la mejor manera de sacarlo de ese embrollo. Necesitaba hacer algo difícil, pero no imposible; engañar a un dios. La pregunta era ¿cómo?

Kirishima rompió el beso para empezar a preguntar a Yokozawa sobre varias cosas de su contrato.

-dime, ¿hay algún hueco en el contrato que realizaste con Emma?

Yokozawa negó con la cabeza.

-no lo tiene. Realmente fue muy específico con lo que dijo. Además, si yo no voy al infierno, tú y Hiyo lo harán.

Kirishima sabía que había un hueco por alguna parte, algo que pudiera ayudarlos a los tres, pero simplemente no recordaba.

Yokozawa soltó un suspiro, resignado a su destino. Se acercó a Kirishima y colocó su mano en la mejilla.

-déjalo. Yo sé que tú nunca desearías un destino así para mí, pero realmente siempre he sabido que tarde o temprano terminaría de esta manera. Aun así, te doy las gracias por hacerme experimentar tantas cosas que fueron desconocidas para mí.

Con eso, Kirishima pudo dar con la respuesta. La razón por la que Yokozawa había terminado de esa manera era, más que nada, porque su alma era pura. Lo único que tendría que hacer sería quitarle esa pureza.

Hubiera querido hacerlo en un momento más propicio para ambos, pero momentos desesperados requerían medidas desesperadas.

Tomó la mano de Yokozawa, la cual todavía se encontraba en su mejilla, y la beso tiernamente. Después la  jaló un poco para que Yokozawa quedara apoyado en su pecho y así empezar su plan.

Comenzó a quitar el yukata de sus hombros, mientras empezaba a hablar.

-entonces déjame intentar una última cosa. Si no funciona, al menos sabrás lo que es estar con una persona que te ama.

Yokozawa estaba un poco tenso, pero no lo detuvo, dando a entender a Kirishima de que  podía continuar.

Kirishima dejó al descubierto el torso de Yokozawa y sin pensarlo mucho, tomó uno de los pezones con su boca. Yokozawa soltó un pequeño gemido de sorpresa, pero inmediatamente cambió a uno de placer. Este se incrementó cuando Kirishima quitó su ropa interior, tomó su miembro y comenzó a masajearlo.

Lentamente fue quitando el yukata por el resto de su cuerpo, hasta que lo quitó por completo.  Después apartó su mano y boca del cuerpo de Yokozawa para empezar a quitarse la ropa que tenía puesta.

Mientras lo hacía, pudo notar que Yokozawa estaba un poco aturdido por la lujuria. En cuanto quitó su camisa reinició todo con un beso. Pudo notar lo mucho que lo disfrutaba en cuanto sintió el miembro de Yokozawa goteando presemen.

Rápidamente, se quitó sus pantalones junto con su ropa interior, dejándolo completamente desnudo, al igual que su compañero. Cuando rompieron el beso, Yokozawa pudo notar la desnudez de Kirishima e inmediatamente enrojeció al notar el miembro erecto de su compañero.

Kirishima rio ante la expresión de Yokozawa.

-no te preocupes, si va a caber.

Yokozawa enrojeció aún más, dando a entender a Kirishima que eso era justamente lo que estaba pensando.

Mientras Kirishima reía, se fue sentando en el duro suelo, sentando en su regazo a Yokozawa.

-desearía hacerlo de otra manera, pero sospecho que el suelo es demasiado duro para tu espalda, así que lo haremos de esta manera.     

Después de decir eso, acercó los dedos de su mano a la boca de Yokozawa.

-necesito que los chupes.

-¿para qué?

-para así poder abrirte sino va a ser muy doloroso.

Yokozawa estuvo a punto de replicar, sin embargo, decidió continuar. Comenzó a lamer los dedos que, desde el punto de vista de Kirishima, lo hacía de manera sensual.

Cuando se dio por satisfecho, retiró los dedos de su boca y los dirigió a la entrada de Yokozawa. Con el primer dedo sintió dolor, conforme seguía moviéndolo, se fue disminuyendo. Cuando metió el segundo, se acostumbró mucho más rápido que con el primero.

Kirishima curvó un poco los dedos, intentando encontrar la próstata de Yokozawa. No tardó mucho en encontrarlo, haciendo que Yokozawa soltara un gemido bastante estridente.

Después de un rato, Kirishima quitó los dedos, remplazándolos por su miembro. Lo posicionó en la entrada de Yokozawa y con una ligera envestida desde abajo, pudo meterlo.

Esperó a que Yokozawa se acostumbrara a la nueva invasión. En cuanto este le dio un ligero asentimiento, permitiéndole meterlo un poco más. Siguieron de esa manera hasta que estuvo completamente dentro.

Con esto, Kirishima comenzó a realizar el vaivén en sus caderas. Aunque la posición no le permitía realizar muchos movimientos, se compensaba rápidamente por la estrechez de Yokozawa.

Mientras seguía envistiendo la entrada de Yokozawa, Kirishima comenzó a masturbar el miembro de su pareja, haciendo que los gemidos de este fueran en aumento.

Cuando Yokozawa se corrió en su mano, Kirishima le siguió poco después, acompañado de un beso.

Mientras recuperaban el aliento, Kirishima rezaba mentalmente una y otra vez para que su idea hubiera funcionado.          


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).