Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jingoku shonen por desileo

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este es el último capílo del fanfic. Muchas gracias por leer esta loca historia. Tengo la noción de convertir este fanfic en una serie ya que todavía faltan por aclarar puntos.

Espero que les guste.

Kirishima y Yokozawa estaban terminando de vestiste cuando Emma se pareció con el cuerpo de Sorata. Ninguno de los dos se atrevió a decir nada, con cierto nerviosismo por el veredicto que les daría.

Después de una larga pausa comenzó.

-en todos mis años de vida, nadie ha deseado algo del infierno. Tal vez enviar a alguien a este e incluso utilizar su poder, pero nunca para un fin tan puro.

Ambos vieron fijamente al gato, sin entender muy bien su punto.

-desde que entregué el trabajo a Takafumi, pensé que sería odiado y temido por igual en la tierra, justo como cuando estaba vivo. Creí que su alma jamás podría encontrar lo que muchos tienen: amor. Sin embargo llegaste tú.

Kirishima intentaba descifrar si eso era buena señal, pero a causa de que  Emma estaba utilizando el cuerpo de un gato no podía ver sus facciones.

-te subestimé. Pesé que toda esa valentía procedía de la curiosidad por él. Que habías confundido amor por conocimiento. Sin embargo acabas de demostrarme que en verdad lo amas. Te has hecho merecedor de estar a su lado.

Ambos empezaron a sentir felicidad, hasta que Emma hizo una aclaración.

-mas no puedo dejar la situación así como está. Ambos deben pagar otro precio diferente si no quieren ser enviados al infierno. En especial Zen, ya que por su culpa Takafumi perdió lo que me permitía imponerle castigos tan severos.

Yokozawa intentó apelar ante Emma.

-él no tiene la culpa. Si en verdad yo hubiera querido evitarlo, lo hubiera hecho. Déjeme…

Antes de que pudiera terminar, Kirishima lo interrumpió.

-estoy dispuesto a recibir cualquier castigo, con tal de poder estar con mi hija y Yokozawa.

Con esto, Emma comenzó dirigiéndose a Yokozawa.

-Yokozawa Takafumi, seguirás realizando el trabajo que te impuse hace cuatrocientos años, con todas las reglas menos la de enamorarte. Lo seguirás haciendo hasta que el mundo termine o yo lo considere oportuno.

Al terminar se dirigió hacia Kirishima.

-Kirishima Zen, podrás estar al lado de Yokozawa ya que te concedo la inmortalidad, tendrás tus propios poderes sin estar sujeto a alguna regla. Además puedes viajar del infierno a la tierra ilimitadamente y quedarte el tiempo que quieras para cualquiera de los dos mundos. Sin embargo este tiene un precio. Tú nunca podrás ir al paraíso, por lo que nunca podrás reunirte con tus seres queridos cuando mueran. Este contrato solamente podrá romperse si el alma de Takafumi desapareciera de cualquiera de los dos mundos.

Antes de que pudieran decir alguna otra cosa Emma había desparecido del lugar, dejando nuevamente solos a Kirishima y Yokozawa.

Este último inmediatamente comenzó a hablar un tanto molesto.

-¿estás seguro de lo que vas a hacer?

Sin titubear ni un poco contestó.

-sí.

Yokozawa soltó un suspiro exasperado.

-sabes, yo no valgo tanto como para que renuncies al paraíso y a la gente que amas.

Kirishima volteó hacia Yokozawa y le sonrió tiernamente.

-yo sé que todos mis seres queridos estarán de acuerdo con la decisión que tomé, te aseguro que Hiyo y Sakura se molestarían más conmigo por dejarte solo. Además no necesito el paraíso si tengo el mío en tus brazos.

Antes de que Yokozawa pudiera desviar la vista, Kirishima le plantó un beso. Al terminar, Yokozawa enrojeció y susurró:

-idiota.

-------------------

Después de un largo camino de regreso, llegaron a la cabaña en donde los esperaban cinco personas. Inmediatamente Kisa, Chiaki y Hiyo fueron a abrazar a Yokozawa.

-¡Onii-chan estas bien!-decía una Hiyori al borde de las lágrimas.

-¡pensé que nunca lo volveríamos a ver!-comentó un feliz Chiaki que apretaba cada vez más fuerte a Yokozawa.

-¡en verdad me alegra volver a verlo Yokozawa-sama!-terminó un efusivo Kisa.

Los otros dos fueron directamente con Kirishima:

-¿qué fue lo que hizo para que Yokozawa-sama no fuera al infierno?-preguntó Yukina un tanto impresionado por el logro de Kirishima.

-digamos que tengo una gran capacidad de convencimiento en las personas.

Yukina quedó satisfecho con la respuesta, mientras que Hatori pudo ver algo más.

Cuando Yukina se fue con el resto, Hatori le preguntó.

-hiciste un trato con él ¿verdad?

Kirishima lo vio por un momento antes de contestar.

-a causa de que le quite su virginidad no lo pudo mandar al infierno, por lo que en su lugar nos impuso un “castigo”, aunque para mí fue más bien darme lo que buscaba.

-¿y eso es?

-poder estar a su lado por toda la eternidad, sin la necesidad de abandonar a mi hija en su niñez. Claro, nunca podré ir al paraíso, pero para mí no significa mucho.

Kirishima pensó que Hatori le reclamaría o le diría otra cosa por el estilo. En cambio, el mostró lo que pocas veces hacía: sonrió.

-muchas gracias. Nosotros siempre quisimos quitarle la soledad, como alguna vez él lo hizo con cada uno. Aunque he de advertirte que no toleraremos que lo lastimes, por lo que esta vez no dudaremos en enviarte al infierno.

Antes de que pudiera decir algo, Hatori fue con el resto, dejando a Kirishima feliz de ser aceptado por la extraña familia de Yokozawa.

-------------------

Después de dar explicaciones a todo mundo, Yokozawa decidió que Kirishima y Hiyori debían regresar a la tierra.

Se decidió que, mientras Kirishima dominaba su poder, Yokozawa los llevaría a la tierra, justo en el lugar que habían pisado la última vez. Así fueron directamente a la cascada, en donde los tres contemplaron el lugar.

Yokozawa se disponía a irse cuando padre e hija lo detuvieron. Hiyori fue la primera en hablar.

-espera un momento Onii-chan, papá y yo queremos mostrarte algo.

Un tanto curioso, Yokozawa se dispuso a seguirlos, mientras tanto, ambos Kirishima se mantenían bastante expectantes.

Pasado un tiempo, llegaron al templo de las siete esmeraldas. Confundido, Yokozawa vio a ambos Kirishima, esperando a que le dieran una explicación. En esto, el más grande explicó.

-sabes, este templo fue construido por Masamune para que pudieras encontrar paz. Por lo visto, se arrepintió de lo que  hizo.

Sorprendido, Yokozawa se acercó al templo, contemplándolo de arriba abajo.

 Antes de que volvieran a la tierra, padre e hija hablaron de mostrarle el templo para que así pudiera llegar a una reconciliación con Masamune o al menos supiera de los sentimientos de este.

Ambos vieron cuando Yokozawa terminó de inspeccionar el templo. Pensaron que se iría del lugar o empezaría a replicarles, pero simplemente se quedó ahí. Ninguno de los dos pudo predecir lo que sucedió después.

Levantó su mano lentamente hasta llegar a la altura de su hombro y de esta empezó a formarse una bola de fuego azul. Esta inmediatamente fue lanzada hacia el templo, envolviendo parte de su estructura en fuego. Inmediatamente fue seguida de otras más, haciendo que esta quedara envuelta en llamas.

Yokozawa se quedó de  espaldas a Kirishima y Hiyori, contemplando lo que había hecho. Al darse la vuelta, pudieron ver a Yokozawa con su cara de póker, sin embargo, en sus mejillas surcaban unas enormes lágrimas.

A pesar de no comprender totalmente el comportamiento de Yokozawa, Kirishima se acercó a este e inmediatamente comenzó a limpiarle la cara. No mucho después Hiyo se acercó a los dos pero, a diferencia de su padre, ella comprendía por qué lo había hecho.

En cuanto llegó junto a ellos se lanzó a abrazar a Yokozawa. Inmediatamente le dijo:

-ya lo perdonaste, ¿no es así Onii-chan?

Kirishima quedó impresionado por el comentario de su hija, ya que él seguía sin entender muy bien por qué destruyo el templo si ya lo había perdonado.

Un poco más recuperado, Yokozawa se dispuso a explicarle.

-ese templo simbolizaba todo su dolor, tristeza y arrepentimiento, por lo que si seguía en pie, simplemente significaba que su alma no podría descansar. Si no lo hubiera perdonado lo dejaría en pie para que siguiera sufriendo los siguientes años. Además ya ha cumplido su objetivo.

Kirishima pudo entender el significado detrás de sus últimas palabras. Antes de que pudiera pensarlo, Hiyo le sugirió:

-sabes papá, por lo general cuando la persona que amas dice algo así debes besarlo.

Yokozawa se quedó sorprendido por el conocimiento de Hiyori acerca de su relación, pero Kirishima no tanto, ya que el mismo día que ella le confesó que hablaba con Yokozawa él confesó la relación que tenía con este. Afortunadamente, ella había reaccionado feliz ante la noticia de que las dos personas que ella quería tenían una relación amorosa.

Siguiendo el concejo de su hija, Kirishima besó a Yokozawa con un beso tierno, a causa del público infantil presente, pero aun así disfrutando del momento con las dos personas que amaba en el mundo. 

--------------

Pasaron unos cuantos meses desde que visitaron el lugar de origen de Yokozawa. Kirishima empezaba a dominar sus nuevos poderes con rapidez para asombro de todos, ya que seguía siendo humano.

Estos le ayudaban mucho en su trabajo, porque podía pasar desaparecido con mayor facilidad, entrar a lugares con cerraduras, en fin, todo lo que podía serle de ayuda en ese tipo de situaciones.

Hablando con Yokozawa, decidieron que Kirishima debía publicar el artículo que había escrito sobre él. Tal vez a alguien en el futuro le serviría para apaciguar la curiosidad de alguna persona.   

Curiosamente Hiyori había dejado de tener visiones acerca de Yokozawa. La única explicación que hallaron fue que, como Yokozawa había perdonado a Masamune, la conexión que mantenía con esa persona de su pasado se había roto.

Hatori y Yukina seguían teniendo cierto recelo cuando los visitaba Kirishima, pero a causa de la desinhibición de Kisa y Chiaki con él, empezaban a tener un poco de más confianza con Kirishima, aunque tardaría un buen rato en aceptarlo por completo.

Emma por fin había dejado el cuerpo de Sorata, haciendo que el gato volviera a sus actividades diarias: dormir y pedir comida a su amo. Para sorpresa de todos, Sorata había aceptado a Kirishima con mucha facilidad.

Yokozawa seguía trabajando en el correo infernal, sin muchos contratiempos, pero cada vez que venía Kirishima era todo un desastre.

Siempre conseguía acompañarlo en las misiones y en estas siempre intentaba algo. A pesar de que conseguía evadirlas la mayoría del tiempo, terminaba perdiendo su objetivo por prestarle más atención a su pareja.

Después de una larga y extenuante charla con Kirishima, había conseguido que dejara de acosarlo en las misiones, pero eso se había pasado directamente a las horas que pasan en la pequeña casa. Al final, Yokozawa se había terminado acostumbrando a eso.

Kirishima no era el único que visitaba a Yokozawa. Algunas veces, era al revés, sin embargo, era para visitar a Hiyori.

Precisamente este era uno de esos momentos en los que sucedía eso. Yokozawa se encontraba viendo a Hiyori dormir. La arropó y salió del cuarto.

Justo en la puerta, se encontraba Kirishima viendo toda la escena con una pequeña sonrisa en su cara.

-sí que tienes instinto materno.

-es obvio si tomamos en cuenta de cómo te comportas.

Kirishima no se sintió ofendido por el comentario, al contrario, le hizo bastante gracia. Desde que supo la edad real de Yokozawa, comprendió que ante sus ojos él apenas era un pequeño niño. Pero eso no significaba que dejaba de ver a Yokozawa como uno.

Antes de que pudiera responder, Yokozawa hizo una pregunta.

-¿hicimos lo correcto?

Un tanto perdido, Kirishima preguntó:

-¿de qué hablas?

 -de nosotros. Si hicimos lo correcto en escoger este camino en donde en un determinado momento, tú tendrás que separarte de ella y jamás volver a verla.

Kirishima cambió su expresión a una más tranquilizadora. Sabía que desde ese día, Yokozawa se sentía bastante inseguro con respecto a eso, pero había decidido que no hablaría de eso hasta que él sacara el tema.

-no puedo mentirte y decirte que estaré bien. Sé que me dolerá cuando eso suceda, sin embargo, sabré que tuve la oportunidad de formar parte de su vida y que pude verla hasta el final de sus días. Además tendré a mi lindo novio que me consolará.

Sin poder evitar sonrojarse, contestó:

-tonto.

Kirishima se acercó y lo abrazó fuertemente, mientras decía las palabras que solían tranquilizar un poco a Yokozawa.

-te quiero y nunca me arrepentiré de hacerlo.

Yokozawa correspondió con el abrazo y dijo las palabras que, desde el suceso de la cascada, no había vuelto a decir.

-yo también te quiero.

Con una sonrisa, Kirishima pensó que, pasara lo que pasar ellos estarían bien y seguirían amándose por el resto de la eternidad.

FIN 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).