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El precio de tu corazón por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Aquí estoy de vuelta con el segundo capítulo de este fic que ha generado muchas expectativas y a mí un enorme dilema por lo mismo u.u (Kyuu: Esto porque Higa-chan no sabe si hacer la historia más ligera de lo que generalmente son este tipo de tramas o meter drama por montones ¬¬). Tal vez este capi sea algo corto, pero el que sigue lo compensará, se los aseguro XD Les había mencionado que Mayo es mi mes especial, pues el próximo domingo 18 es mi cumpleaños y el 23 es el de mi hermana Eli, así que estoy preparando cosas tanto para aquí como para mi blog. Pero bueno, mejor me dejo de rodeos y pasen a lo que vinieron: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes continúan siendo propiedad de Kishimoto. La idea de la historia estaba en mi baúl de ideas desde hace años.

CAPÍTULO 2

 

Un nuevo día comenzó sin contratiempos para los dos protagonistas de esta historia. Sasuke se había encontrado con Suigetsu en el patio de la escuela; el chico peliblanco sonreía con despreocupación, lo cual hizo que las entrañas del moreno se revolvieran, sin embargo estiró al máximo su autocontrol para moderarse.

-Lo lamento, Sasuke, últimamente he estado muy ocupado, jejeje.

-Me he dado cuenta.

-Sí, hay muchos asuntos familiares pendientes que debo resolver. Pero prometo que te lo compensaré y no te arrepentirás –sonrió con presunción

-Claro, después me las pagarás, idiota.

-Tan amistoso como siempre, Sasuke, jajaja. Me voy a clase, trata de no ser tan amargado.

Al verlo alejarse a una buena distancia, una torcida y malvada sonrisa adornó el rostro del Uchiha. No sabía quién de los dos estaba siendo más cínico, pero al menos tenía la plena confianza de saber quién era el que estaba al tanto de todo.

-Disfruta tus últimos momentos de felicidad, imbécil, porque muy pronto haré que te retuerzas de desesperación por ya no tener a ese rubio entre tus brazos y piernas.

 

-Mira, es ese chico.

-Pues no tiene la pinta de serlo.

-Precisamente. Por esa cara que no rompe ni un plato es que los maestros no lo han descubierto.

-Y pensar que luce tan gentil…

-No te dejes engañar por las apariencias. En realidad es un…

Naruto apresuró el paso para alejarse. Estaba acostumbrado a los cuchicheos a su alrededor, pero eso no evitaba que lo hicieran sentir incómodo. De repente se detuvo y volteó a su alrededor, aunque no notó nada fuera de lo común. Durante la mañana ya iban varias veces que tenía la sensación de que alguien lo observaba, sin embargo no había encontrado a nadie. Quizá era alguno de sus clientes acosándolo, no sería la primera vez. Esperaba estar equivocado porque no quería más problemas.

-¿Sucede algo? –escuchó que le preguntaron

Al girar la cabeza el rubio se encontró con Inuzuka Kiba, Akimichi Chouji y Nara Shikamaru, éste último era el que había formulado la pregunta. Ellos iban en el mismo salón que Naruto; hacía un tiempo atrás los cuatro eran muy unidos y, aunque ya no lo eran porque él los evitaba, eso no quitaba el hecho de que se preocuparan por el rubio.

-Es que me dio la impresión de… No, quizá sólo sean imaginaciones mías –contestó agitando la cabeza

-¿Seguro? –preguntó ahora Kiba- A lo mejor alguien te está asechando. Deberías ser precavido.

-Siempre lo soy –sonrió de medio lado-. No se preocupen, chicos. Probablemente sólo sea alguien que quiera proponerme algún trato.

Las miradas de los tres chicos se endurecieron, pero no dijeron nada. El comentario no les había hecho ninguna gracia porque ellos sabían bien que aquellos rumores que se corrían sobre Uzumaki Naruto lamentablemente eran más que verdaderos.

-Andando –dijo Chouji rompiendo el silencio

El ojiazul los vio alejarse y sonrió con culpa. Quizá deliberadamente estaba alejando a los pocos amigos que le quedaban, pero no quería involucrarlos en sus problemas ni que salieran lastimados. Había decidido cargar con todo su peso él solo y pensaba cumplirlo.

 

Así transcurrió el resto del día. Naruto estaba aliviado porque Suigetsu no lo hubiese buscado ni tampoco ninguno de sus antiguos amantes. Ciertamente necesitaba de ellos, pero un descanso no le haría mal. Iba por un pasillo solitario cuando sintió un fuerte jalón que lo hizo ingresar a un salón vacío. Estaba acostumbrado a ser abordado de esa manera cuando alguien quería hablar de “negocios” con él, sin embargo no pudo evitar sentirse sorprendido cuando se encontró con el famoso Uchiha Sasuke, uno de los chicos élite de la escuela. Su rostro era adornado por una malvada sonrisa que al rubio le provocó escalofríos, pero hizo acopio de todo su autocontrol para no demostrarlo.

-¿Puedo ayudarte en algo? –le preguntó aparentando indiferencia

-Hum –amplió su sonrisa-, estoy seguro de que sí.

Sasuke se puso serio y comenzó a caminar alrededor del chico, evaluándolo de pies a cabeza. Bueno, tenía que entender por qué el estúpido de Suigetsu se había encaprichado tanto con él, ya que ese rubio ciertamente era bastante atractivo.

-¿Cuánto quieres por acostarte conmigo? –preguntó sin rodeos

Naruto también adoptó pose seria e inmutable. Ya muchas veces había escuchado esa pregunta, con palabras más vulgares en ocasiones, así que estaba bastante acostumbrado a responderla como si fuera lo más natural del mundo.

-Cincuenta mil yenes* en una sola exhibición.

-Los rumores decían que tus servicios no están al alcance de todos y acabo de comprobar que es cierto.

-Así es, aunque no entiendo por qué quieres acostarte conmigo –lo miró a los ojos-. Si tengo entendido que estás en una relación con Hozuki Suigetsu.

El Uchiha endureció la mirada y arrugó el ceño ante la mención de ese nombre. Él jamás había negado su actual relación homosexual (y a pesar de eso tenía muchas chicas tras él), simplemente no le gustaba andar ventilando su vida. La privacidad era algo que le encantaba y detestaba a la gente entrometida.

-Ah, vaya, ¿y a pesar de saberlo no te importó acostarte con él?

Así que ya sabía de la infidelidad de su novio, era el pensamiento que rondaba la mente del de ojos azules quien no se dejó intimidar. Después de todo aquello no era su problema.

-Mientras se me pague no me interesa lo demás, sólo cumplo con mi trabajo. No es como si yo quisiera a tu novio o algo semejante.

-Quién lo diría por tu apariencia de buen chico –sonrió nuevamente con soberbia-, eres bastante frívolo.

-Pues mi apariencia me ha servido de mucho.

-Me lo imagino. Entonces no hagas ninguna cita para mañana, Uzumaki. Saliendo de clases iremos a un hotel. Te pagaré de contado y la habitación correrá también por mi cuenta, claro.

-Sé que el dinero no es problema para ti, Uchiha –suspiró y enarcó una ceja porque ahí había algo que no terminaba de cuadrarle-, pero ¿qué ganas acostándote con el chico con el que sabes que tu novio te es infiel? Sería más probable que quisieras golpearme o que lo encararas a él para reclamarle.

Sasuke no respondió, se limitó a ampliar su malvada y enigmática sonrisa que provocaba preocupación al otro.

 

Al día siguiente Suigetsu abordó a Naruto cuando se dirigía a su rincón favorito para almorzar. No opuso resistencia, sin embargo tampoco se dejó intimidar. Ese chico era una de las personas más exasperantes que había conocido, ya que creía que el mundo debía girar a su santa voluntad.

-Hola, Naruto –le sonrió-. Me gustaría que nos viéramos hoy por la tarde, ya me haces falta.

Quiso acariciarle la mejilla, así que el rubio se apartó de inmediato y lo encaró con los brazos cruzados y expresión entre seria y burlona. Se estaba volviendo una mala persona, porque se sentía ansioso por ver la cara que pondría el otro.

-Lo siento, pero hoy ya tengo otro compromiso al que no puedo faltar.

-Ahh… por supuesto.

Apretando fuertemente los puños el peliblanco se marchó a toda velocidad. Por la reacción que había tenido era más que obvio que sabía la clase de compromiso al que se refería y no le hizo ni pizca de gracia. Desgraciadamente a veces sus amantes tomaban aquella actitud tan posesiva, como si tuvieran algún derecho sobre su persona y olvidaran que todo lo hacía por dinero.

 

-Y no pienso decirle quién me contrató –murmuraba un rato después mientras comía su almuerzo bajo la sombra de un solitario árbol-. Eso es cosa de ellos dos.

Naruto no quería saber en qué estaba pensando el Uchiha, por lo que decidió que si iba a pagarle cumpliría con su servicio y nada más. Uzumaki Naruto podría hacer lo que hacía, pero no le gustaba interferir en relaciones de pareja ni ser el motivo de problemas.

 

Las clases terminaron y el de ojos azules fue a la parte trasera de la escuela. Ahí había acordado verse con el moreno quien ya lo esperaba con su pose de chico rudo. Naruto inhaló profundamente tratando de relajarse; de verdad no quería que aquello fuese a causarle problemas. Ya tenía suficientes como para agregar uno más.

-Me alegra ver que no te hayas retractado, usuratonkachi.

-Siempre cumplo con mis contratos, teme –contestó y añadió un insulto en respuesta al que recibió

Pero eso no pareció molestar a Sasuke, al contrario, el chico mostró esa sonrisa presuntuosa y soberbia que, a ojos de Naruto, comenzaba a caracterizarlo.

-Excelente, entonces andando.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Tun tun tuuuuuun!!! Me han de querer matar por cortarle ahí, ¿verdad? Pero era necesario, les aseguro que en el próximo capítulo vendrá el lemon sin falta. Sobre la tarifa de Naruto, cincuenta mil yenes son casi quinientos dólares americanos, para que se den una idea del precio que cobra. ¿Qué les pareció? (Kyuu: Corto ¬¬). Ya dije que era necesario u.u Bueno, espero sus comentarios con saludos, golpes, pedradas, amenazas, felicitaciones, jitomatazos, bombas, flores, cebollazos y demás. Como dije arriba, el próximo domingo es mi cumpleaños, así que les tengo preparadas muchas cosas, jejeje (Kyuu: Por eso no ha actualizado el blog, para los que la tienen en Facebook). Por hoy  me despido, pero nos vemos pronto tanto con esta historia como con algún oneshot que subiré, jejeje. Bye byeee!!


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