Estaba frustrado, pero, ¿cómo no estarlo si me enteré de esto de rebote? Ir a la empresa y descubrir que Key y Woohyun van a hacer una unidad aparte de los grupos, no me hizo ninguna gracia. Me molesta, me molesta enormemente que sea entre ellos dos. Todo el mundo dice siempre que si son el dúo perfecto, la pareja ideal, que se llevan mejor que nadie...¡Pamplinas! Yo con Key tengo mucha más confianza de la que tiene Woohyun, ¡he vivido con él! Aunque, debo admitir que estoy algo enfadado con Key. Ni siquiera se ha dignado a decírmelo él mismo, y encima me obligaron a grabar el maldito vídeo de apoyo a 'Toheart', como si estuviera contento con ello. Igual Key no considera nuestra cercanía de la misma manera que yo la percibo.
Me dirijo hacia los estudios de grabación. A pesar de que estoy muy molesto con esto, en el fondo siento que debo ir por él. Si, por él. Por su culpa hago el gilipollas y monto escenitas de celoso compulsivo cuando nadie esta cerca nuestra. Pero, ¿qué hago si me tiene completamente demente?
Aparco el coche en el parking y me subo en el ascensor, mentalizándome de que cuando llegue al camerino no me va a prestar apenas atención. Tampoco puedo culparlo por ello, a pesar de ser veterano debe estar muy nervioso por este nuevo proyecto al que le ha puesto tantas ganas e ilusión. Aunque odio este tipo de comportamiento, no puedo reclamárselo.
Nada más llegar veo a los dos vestidos, peinados y dándose los últimos retoques de maquillaje. Están listos para hacer su debut como unidad. Hago un puchero disimulado. A través del reflejo del espejo veo como me mira por del rabillo del ojo, sonríe y me lanza un guiño juguetón. Se ha dado cuenta de mi disgusto e intenta divertirme. Sabe que estoy aquí por él, si no, ni siquiera habría visto su debut por televisión. La idea de que pase más tiempo con otra persona me pone histérico, quiero ser yo quien acapare todo su tiempo, quien vea en exclusiva sus sonrisas inocentes que le hacen ver los ojos aún más rasgados de que los tiene.
Una vez que están por completo preparados se levantan y vienen a saludarme. Yo sé que a los dos les hace en cierto modo mucha ilusión que yo haya venido a apoyarlos, y eso también me hace feliz a mí. Cada uno me da un abrazo, pero obviamente el suyo es mucho más especial. Cuando rodeo su cuerpo con los brazos y escondo un poco la cara en su cuello. Su olor me embriaga los sentidos y me hace cerrar los ojos durante unas décimas de segundo, que se me antojan maravillosas a pesar de su brevedad. Se aleja de mi cuerpo y veo como se une a su mejor amigo para caminar hacia el escenario, mientras se dan palabras de apoyo y ánimo.
En ese momento me siento vacío. Sé que él me quiere, estoy completamente seguro de eso, pero no puedo evitar pensar que tarde o temprano algo acabará pasando y nos tendremos que separar. De hecho, no ha querido decírselo aún a su compañero de unidad y eso me preocupa. Se supone que son los mejores amigos del mundo y los mejores amigos se cuentan absolutamente todo. Si tienes un novio desde hace dos meses lo más lógico y normal es que se lo cuentes.
Suspiro resignado y miro a través del monitor como cumple uno de sus tantos sueños. Me encanta verlo encima del escenario. Su voz es realmente preciosa y a pesar de que nuestro amigo baile mejor que él, realmente lo hace increíble. Sin querer estoy sonriendo como un tonto enamorado, por lo que antes de que nadie me vea me voy al baño para refrescarme el ardor que se me ha acumulado.
Mojo mi cara y tras secarla acomodo mi cabello de color platino de manera desenfadada. Tan inmerso estoy en mi imagen que no me he dado cuenta de que alguien ha entrado, hasta que me abraza por detrás y me dedica una sonrisa sincera a través del espejo.
— ¿Te ha gustado la actuación? — Susurra en mi oído y yo me estremezco por completo.
— Sabes de sobra que sí...
Me giro y me lanzo a besarlo como si mi vida dependiera de ello, pero realmente se podría decir que es así. Desde que estamos juntos no puedo pasar demasiado tiempo sin probar esos labios que me llevan al paraíso con el más mínimo roce. Él también tiene ganas de mí, puedo notarlo por la urgencia con la que rodea mi cuello con sus brazos y toma mi nuca para pegarme por completo a su cuerpo. Noto que aún sigue con el mismo traje rojo que llevaba en la actuación y agradezco por ello, esos pantalones ajustados hacen que note casi su piel bajo mis yemas cuando las paso por su trasero.
Lo giro con algo de brusquedad hasta apoyarlo en el lavabo y desabrocho su pantalón. No creo que dispongamos de demasiado tiempo y que cualquiera nos pueda pillar en estas condiciones me pone a mil. Si, soy un exhibicionista, pero no me digáis que no os habíais dado cuenta antes.
Bajo su pantalón junto con el boxer de un solo tirón y veo su pene semi erecto entre sus piernas. Del cual no dudo ni un solo segundo en tomar con mi mano izquierda, para bombearlo mientras de nuevo intento sacarle el alma por la boca a base de besos apasionados. Mi donsaeng tampoco se queda a atrás en cuanto a trabajos manuales se refiere, y después de sacar mi miembro hinchado del pantalón, pellizca y frota el glande con insistencia sabiendo lo mucho que me gustan esos toques.
No puedo esperar más y creo que él tampoco. Lo percibo por como se sube al lavabo y rodea mi cadera con las piernas, haciendo que me pegue por completo a su cuerpo para así rozarme contra su entrepierna. Cojo mi propia intimidad y coloco la punta en esa entrada rosada que me hace llegar al cielo. No hay tiempo para prepararlo y aunque ambos sabemos que le va a doler un poco, la excitación supera una vez más a nuestro raciocinio. Creo que ya estamos un poco acostumbrados a eso.
Me voy introduciendo en su interior con toda la lentitud que puedo, mientras siento como hinca sus dientes en mi hombro y entonces comienza el recital de gemidos de dos vocales desinhibidos llevados por la lujuria. Me muevo con brusquedad, mientras él se empuja en mi contra. Ambos en un movimiento acompasado y rudo que hace que el sonido de mis testículos al chocar contra sus glúteos sea sordo y desquiciante.
Mis manos recorren la longitud de sus piernas y se sujetan de su cadera para poder aumentar paulatinamente la velocidad de las estocadas que le propino, con tal de incrementar ese placer cálido originado en nuestra parte baja y que se expande por toda nuestra anatomía. Gime en mi oído con voz lastimera y siento como su interior se va contrayendo alrededor de mi pene de forma intermitente. Estoy seguro de que está a punto de llegar a su límite y no dudo en moverme con salvajismo contra él, hasta acabar eyaculando a borbotones dentro de su cuerpo.
Respiro agitado con la cara escondida en su cuello y cuando consigo calmarme un poco lo miro con una sonrisa que me corresponde de inmediato. Alzo el rostro y lo beso con dulzura y cariño, disfrutando de esos momentos post orgasmo que son más placenteros que el llegar al cúlmen.
— Woohyun... ¿Cuándo le vamos a contar a Key que estamos juntos? — muerdo suavemente su labio inferior y él sonríe como un niño.
— ¿Tantas ganas tienes de que te mate por pervertir a su mejor amigo?
Ambos reímos ante su broma y continuamos besándonos hasta que escuchamos la puerta del baño abrirse. Alarmados giramos el rostro hacia esa dirección y nos encontramos a Key mirándonos con la boca abierta, entonces me percato de que ni siquiera he salido de dentro de Woohyun.
— ¡KIM JONGHYUN! — Tras ese grito, supe que mi sentencia de muerte había llegado.