Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Don't you see me? por CamCamisa

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Dije que lo subiría ayer, pero me puse a traducir y olvidé hasta mi propia existencia. 

Pero regresé ;0; 

El proximo cap es el último :3

Creo que todos hemos pensado en la muerte alguna vez, no en la de los demás, sino que en la propia.

 

Un pensamiento provocado por un mal momento, una serie de malas decisiones, o por la muerte de un ser querido, de un abuelo,  padre, hermano, amigo, que hace que seas consciente de lo efímera que es la existencia.

 

Más de alguna vez te viste paseando la hoja de tu tijera de la escuela por tu muñeca, viendo las venas y arterias palidecer a su paso, probando la fuerza que ejercías, pero deteniéndote antes de causar un verdadero daño. Otras tantas personas sujetan su cuello, acarician el camino que cada inhalación realiza, para luego apretar, jamás con suficiente fuerza, o por lo menos no la necesaria. La respiración detenida, oxígeno que no ingresa y dióxido de carbono que no es expulsado, intentas tragar saliva y sientes el dolor que esto provoca, tu cabeza comienza a doler y la falta de aire comienza a marearte, tu agarre cede y la satisfacción de tu cuerpo al notar que ese recurso necesario para tu existencia regresó, te hace desechar la opción de sujetar las sabanas a las vigas del techo y dejarte caer para no respirar nunca más.

Mirar al vacío desde un lugar alto, y considerar la opción de dejarte caer, de acabar con problemas que en esos instantes te parecen terribles. Calcular cual es el mejor lugar para hacerlo, con que te golpearías en el camino, cuán rápido y certero sería tu choque contra el suelo, ¿tu cabeza se destrozaría? ¿Tus ojos saldrían de sus órbitas?, evaluar la opción de quedar vivo, y con la mala suerte de no contar con el dominio de tu cuerpo, quedar parapléjico o en estado vegetal, pero aún así consciente, recuerdas todas aquellas comidas que quieres probar, lugares que visitar, libros que leer, personas que conocer, cosas que vivir, y nuevamente, la idea de lanzarse ya no está dentro de tus opciones.

Vas al baño, lavas tu cara en un intento de despejar tu mente, y al levantar la vista te encuentras con la colección de píldoras de tus padres. ¿Será doloroso? nunca has sido fanático de seguir las recetas médicas y tomar aquellas pastillas por tu bien, entonces  ¿Por qué hacerlo por tu mal? Dejar de existir con aquel gusto amargo en tu boca, con dolor de estómago por llenarte de cosas que no debías... otra opción descartada.

 

Como muchas otras.

 

No puedo negarlo, lo pensé varias veces, y es que ¿Quién no lo ha hecho?

 

Mi vida hasta el momento había sido tan monótona, como si no tuviese sentido. Es decir… yo solo estaba ahí. Punto.

 

Pero ahora puedo decir con seguridad que lo más emocionante de mí día a día, y lo que me mantiene dispuesto a seguir viviendo es verlo.

 

Aquella vez que me buscó luego del casi accidente, yo sinceramente pensaba que jamás le permitiría acercarse a mí otra vez. Cada vez que consideraba la opción de hablar con él como antes sentía que mi pecho se oprimía y no podía evitar llorar. Me odiaba a mí mismo y no comprendía bien  la razón. ¿Por qué no podía ser feliz siquiera por un tiempo? ¿Por qué no me permitía disfrutar aquellas semanas que quedaban?

Por eso no soy capaz de explicar lo que sentí cuando Minho se sobrepuso a mis impulsos, imponiéndome su presencia y asegurando que se pegaría a mí como una sanguijuela.

 

 

Desde que ya no somos desconocidos cada día parece brillar aún más, siento más energía recorrer mis venas e incluso la comida es más sabrosa.

 

Cada una de las acciones de Minho me da a entender que una vez que los cachorros se vayan quizás no dejaremos de ser amigos. Y eso… eso me hace infinitamente feliz. El hecho de que tal vez nunca sea capaz de decirle de frente lo que siento ya no es un gran problema, porque estar así es más de lo que nunca esperé.

 

Verlo cada día hace que mi corazón se llene de tanta alegría que me parece estúpido haber siquiera considerado la opción de no verlo otra vez.

 

 

 

------

 

 

 

Y como es común en mi vida, en el momento en que todo parecía ir bien, recordé.

 

 

Si pensaba que antes había sentido el deseo de desaparecer, estaba muy equivocado.

 

Al acercarnos al departamento de Jjong, al entrar a aquel lugar sentí otra vez aquella presión y las ganas de llorar, solo que multiplicadas por diez. Yo ya había estado allí antes.

Minho lo notó, ¿Pero cómo podía explicarle como me sentía si ni yo mismo lo comprendía?

 

 

Intenté avanzar e ignorar aquella sensación, pero solo se hacía más fuerte y ahora incluía un dolor de cabeza que apenas me dejaba estar de pie.

 

Mi vista se volvió borrosa y me vi obligado a avanzar por unos instantes con los ojos cerrados.

 

Y en ese momento fue cuando lo vi.

 

Oh dios, oh dios… Jongin.

 

Cada musculo de mi cuerpo se puso rígido y ya no pude más. Casi sin notarlo sujeté la chaqueta de Minho con una de mis manos.

 

Yo había causado la muerte de Jongin. La muerte de mi mejor amigo. Sentí como mi corazón salió de mi pecho, alejándose avergonzado de pertenecerme.

 

¿Que se suponía que debía hacer? Lo único de deseaba era irme de allí y lanzarme desde el puente más cercano.

 

-Tae, ¿Qué pasa?- 

 

Todo se sentía tan irreal, incluso la voz de Minho ¿Que podía decirle?  No te preocupes, solo recordé que de niño asesine a mi mejor amigo aventándolo de un quinto piso, nada más.

 

Mientras más lo pensaba peor me ponía.

 

Quería desasir a Minho y correr, pero mi cuerpo no respondía, mi mano se aferraba a él con ahínco y es que estaba seguro de que si lo soltaba no lo volvería a ver.

 

Por que no pensaba regresar jamás.

 

-Taemin, responde-

 

No podía mirarlo a la cara, ni a él, ni a nadie.

 

Se movió bruscamente y se soltó de mi agarre.

 

Esos segundos que tardó en volver a asirme por los hombros fueron los peores de mi vida. Esos segundos fueron suficientes para darme las agallas de apartarme de todo…,  de mi existencia. La perspectiva de estar solo para siempre nunca había parecido tan atrayente.

 

-Nada-

 

-¿Cómo que nada? ¡Taemin, tu cara no me dice lo mismo!-Suéltame. No tiene caso, ya me decidí.

 

Solo necesito irme rápido, antes de acobardarme como tantas otras veces.

 

-¡Te dije que no me pasa nada!- Tragué con fuerza mientras forcejeaba por liberarme.

 

Déjame, déjame. Es lo último que te pido.

 

-¡Taemin!-

 

-¡Dije que me soltaras!- Quédate con un buen recuerdo. Déjame.

 

-¡No hasta que me digas que te sucede!-

 

-¿Por qué? ¡No es que te incumba!-

 

Su expresión… ¿Qué…?

 

No me di cuenta en qué momento el portero se acercó a nosotros.

 

-¿Algún problema jovencitos?- Ese hombre trabajaba aquí en aquella época ¿Me recordará? -¿El joven aquí lo está molestando?-

 

-Sí- Alejarme del tacto de Minho pareció lanzarle una flecha a mi corazón que continuaba arrastrándose por el suelo lejos de mí.

 

-¿Quiere que llame a la policía?-

 

-No, estoy bien- Intenté sonreír para que el guardia se retirara, la situación no ameritaba aquello. –Gracias por su preocupación-

 

-¿Seguro?- Obligué a mi cuerpo a asentir- Cualquier cosa no dude en venir a buscarme-

 

Era mi oportunidad, podía irme.

 

No quise pensarlo mucho, simplemente emprendí la marcha, pero Minho estaba empecinado en hacerme hablar. A los pocos metros y en un movimiento que no logré predecir me levantó cargándome como un saco sobre uno de sus hombros.

 

No quería hablarle así, pero ya no podía más.

 

-¿Qué te pasa ahora? ¡Bájame imbécil!-

 

Era suficiente.

 

Minho por favor deja de confundirme.

 

-¡Dije que me dejaras! ¿¡Es tan difícil de entender o eres tonto!? ¡Suéltame de una maldita vez!- Creo que me dolía más a mí el hablarle así, que a él el que yo le gritara de esa manera por primera vez.  

 

Mi cabeza da vueltas, pataleo sin darme cuenta, lo golpeo sin medir mi fuerza.

 

Llegamos a unos baños, me deja sobre el suelo y cierra la puerta ubicándose frente a ella.

 

-¿¡Convertirás esto en un secuestro!?-

 

Ya no me siento yo. Es como si algo se hubiese apoderado de mis acciones y me impide actuar con calma. Necesito irme, la presión en mi pecho no hace más que empeorar y el dolor en mi cabeza me nubla los sentidos.

 

-Taemin, por favor cálmate y haz el esfuerzo de escucharme- Casi a ciegas busco alguna salida. No quiero escucharlo, ya tengo muy claro lo que debo hacer en tanto salga de aquí. – ¡Taemin!- Su voz parece darme una bofetada. –Por favor…- Mis ojos chocaron con los suyos solo unos instantes. Se veía realmente preocupado. Debo ser una verdadera bestia como para lograr que su mirada se vuelva así.

 

-¿P…por qué? ¿Por qué no puedes simplemente dejarme ir?- Ya no quiero más. No quiero verlo a la cara con todos estos pensamientos e ideas cruzando mi mente.

 

-Porque me preocupo por ti…-

 

-No necesito tu preocupación, ni siquiera somos amigos…- Incluso a mi me parecen palabras vacías, no representan lo que siento, solo… solo fluyen.- Si no fuera por los cachorros jamás nos hubiéramos hablado. Así que por favor deja de fingir que te importo-

 

-Me importas… y no sabes cuánto, pero es mi culpa que no lo sepas-

 

-¿Saber? ¿Saber qué, Minho?-

 

-Que te amo-

 

Pero yo no merezco que me ame. No lo merezco. Las lágrimas comenzaron a correr sin que me diese cuenta. Y es que me sentía tan, pero tan culpable de sentirme feliz en esos instantes.

 

La presión en mi pecho pareció explotar y desaparecer en el acto. Lo siguiente que supe fue que estaba tirado en el suelo desasiéndome en lágrimas. No debía llorar por esto, debía llorar por la muerte de Jongin. Pero las palabras de Minho habían logrado calmar mis instintos suicidas de una manera inimaginable.

 

Oírlo decir que le es imposible odiarme hace que todos mis pensamientos anteriores parezcan estúpidos, por que verdaderamente lo eran ¿En serio había pensado que quitarme la vida era la solución a aquella constante presión en mi pecho?

 

Nunca pensé que mi nivel de estupidez fuese tal.

 

Se acercó a mí, e instintivamente intenté alejarme, cosa que se vio frustrada por el casi nulo control que poseía sobre mi propio cuerpo en esos momentos. Su mano acariciando mis cabellos pareció darme a valentía necesaria para hablar de una vez.

 

No quería que supiera sobre Jongin, pero antes de darme cuenta solté prácticamente todo, un vomito verbal que no pude detener.

 

Minho ya sabía sobre lo sucedido con mi amigo. Mi hermana se lo había contado.

Pero a mí me lo había ocultado ¿Por qué? Quizás si no lo hubiese hecho y yo  hubiese estado enterado desde el principio todo habría sido diferente.

 

De todos modos la culpa no es de mi hermana, si no que mía por olvidar tan fácilmente algo como aquello. Soy un asco de persona.

 

A pesar de que Minho intentó aliviar mi culpa no fue capaz de lograrlo, el dolor es muy reciente. Necesito tiempo a solas para analizar toda esta información. La perspectiva de lanzarme a mi cama y no pensar en nada parece demasiado tentadora.

 

Intento ponerme de pie, mi dolor de cabeza me está matando y el mareo aún no se va. Minho me abraza justo a tiempo, mis piernas ya no me sostienen, me siento tan cansado.

 

Convencerlo de dejarme fue más difícil de lo que imaginé, finalmente accedió y me llevó a casa. No fui capaz de pronunciar palabra, tampoco es que supiera que decir. Mi energía parecía deslizarse por la punta de mis dedos, mi cuerpo estaba adormecido y ya no podía esperar por llegar a casa.

 

Minho es tan intuitivo, no sé cómo pero tenía plena consciencia de que no debía dejarme solo, si no fuera por él, si no fuera porque me hizo reaccionar… no sé que habría hecho. Pensar en aquello me asusta, hace tan solo minutos estaba tan decidido. Una ola de escalofríos invade mi espalda.

Debía irse, los cachorros seguían con Jjong, pero me deja con Taeyeon. En tanto atraviesa el umbral de la puerta y desaparece de mi vista parece llevarse mis últimas reservas de fuerza. Me dejo caer sobre el sillón y ya no soy capaz de abrir los ojos.

 

-Taemin ¿Estás bien?- La voz de Taeyeon parece venir desde otro universo, se escucha tan lejana. – Oh dios, estas ardiendo en fiebre- Sus manos acarician mi rostro e intenta ajustarme la chaqueta, abrigándome –Llamaré a un doctor, oh diablos, mamá está de viaje ¿Cómo le aviso? ¡No te muevas!-

 

Calambres parecen extenderse por mi cuerpo, me asusta un poco, pero estoy tan cansado que dejo que se apoderen de mí.

 

 

 

--------

 

 

Desperté en mi habitación a oscuras. Un paño húmedo descansaba sobre mi frente, rodé en mi lugar, quedando de lado y me encogí atrayendo mis rodillas a mi pecho.

Me siento sumido en la miseria.

 

 

--------

 

 

-Taemin, por favor come.- Llevaba sentada junto a mí algunos minutos, acariciaba con suavidad mi cabeza. Era primera vez en años que Taeyeon me traía el desayuno a la cama, en serio lamentaba que mi apetito no fuese el mejor.

 

-Sí-

 

-Sabes… yo quería evitarte todo esto- Escondió su rostro en mi cuello y casi inmediatamente sentí sus lagrimas chocar contra mis hombros. – Siento tanto no haber estado allí en ese momento, yo debí estar vigilándolos. Todo esto es mi culpa.-

 

Claro que no lo era, no era su culpa, era mía.

Temblaba sin poder controlarse, sujetaba con fuerza mi pijama.

 

-Ya… Taeyeon- ¿En serio las personas a mi alrededor se preocupaban tanto por mi? El conocimiento de aquello, de saber que hería a las personas que amaba prácticamente activó un interruptor en mi cerebro – Ya no estés así- El cuadro debió ser patético, ambos nos ahogábamos en un mar de lágrimas –Dime… dime qué puedo hacer para que ya no te sientas así, por favor-

 

Tenía claro que hasta que Taeyeon no viera que yo estaba bien no se calmaría, y seguiría culpándose. No podía dejar que sufriera por mi culpa. Todos estos años debió sufrir en silencio por mi actitud.

 

-Sé feliz, deja esto atrás de una vez- Me apretaba con tanta fuerza que mis sollozos eran interrumpidos – No quiero que sufras más, quiero que sonrías como antes Taemin-

 

-¡Lo prometo! ¡Lo prometo Taeyeon! Solo para, ya no llores, sabes que no soporto verte llorar, por favor…-

 

Asentía frenéticamente sin despegarse de mí.

Luego de un rato finalmente se calmó y me obligó a levantarme de la cama. Estuvimos pegados todo el día haciendo diferentes cosas, no dejaba que me perdiese en mis pensamientos.

Mi madre llamaba cada cinco minutos, preocupada. Estaba en un viaje de trabajo y aunque deseaba regresa el vuelo más cercano era hasta dentro de cuatro días. Le aseguré que todo estaba bien, que se quedara tranquila, Taeyeon cuidaría de mí como siempre. Decidió que en tanto regresara se tomaría un mes completo de vacaciones con o sin la autorización de su jefe.

Los momentos que tomé para deprimirme no fueron demasiados. Pensé mucho sobre que debía hacer, como debía actuar, y cada vez que comenzaba a sentirme mal, a mi mente venía la imagen de Minho. 

Aquel te amo ya no me hacía sentir culpable de ser feliz, si no que simple y llanamente me hacía feliz.  Al principio aludí aquellas palabras a mi fiebre, pero tras analizarlo solo un poco me di cuenta de que eran ciertas, de que en realidad había sucedido. En mi mente lo había escuchado decir aquello tantas veces y ninguna de ellas se comparaba a esta, a esta que era real.

Oh dios, recordar su expresión en aquellos instantes hacía que mi corazón volara de vuelta a su lugar. Quería hablar con él, quería decirle que yo también sentía lo mismo.

Aún no era capaz de imaginarnos juntos en la vida real, un futuro así parecía parte de algún libro. Necesitaba que él me lo confirmase otra vez, necesitaba sentir su piel contra la mía. Nunca había deseado tanto abrazar a alguien como en esos momentos.

Pero aún no me sentía listo. Necesitaba solo un poco más de tiempo.

 

 

--------

 

 

Decir que estoy nervioso es poco. Tomar la valentía suficiente para decidirme costó montones. El que esté aquí haciendo panqueques de puro nerviosismo es a causa de Taeyeon que fue la que me dio el empujón final.

El celular descansaba junto a la fuente con la mezcla. Sólo debía tomarlo y marcar. Decir unas cuantas palabras y listo… Aunque no lo crean es muchísimo más difícil de los que parece.

 

-Hola Minho… No, es solo que me siento un poco solo… ¿Podrías venir con los cachorros?.... Está bien, estaré esperando- ¡Oh! ¡Lo hice! ¡Lo hice! Lo hice… ¿Y ahora qué? ¡Ya olvidé todo lo que tenía pensado decir!

 

Sentí el tock tock en la puerta. Está bien, vive justo al lado, pero ¿Cómo llegó tan rápido?

 

-¡Está abierto! ¡Entra!- Si lo observaba enseguida perdería mi determinación. Concentrarme en los panqueques parecía perfecto. –Estoy aquí. En la cocina- Se acercó silencioso, y a pesar de no verlo fijamente pude notar que su mirada no se apartaba de mí. El calor se acumuló en mis mejillas. –Y... dime, ¿Cómo has estado?-

 

-Bien ¿Y tú?-

 

-Mejor- Pensar en ti me desconcentra cuando estoy comenzando a sentirme mal -creo… Es difícil decirlo, aún me  siento pésimo, pero… no sé, con el tiempo quizás pase.- Parecer tranquilo jamás había sido tan difícil –Ya están listos, ayúdame a llevar esas cosas-

 

-Claro-                                                          

 

La ya no tan pequeña caja con los cachorros descansaba sobre el sofá. Cada día estaban más lindos, hace solo unos días que habían abierto sus ojos y su caminar era más firme. El tiempo pasaba tan rápido. Pronto sería momento de darlos en adopción, todo lo que deseaba era que quedasen en buenas manos, con una familia que los quisiese lo suficiente.

 

-Han crecido muchísimo, están muy bonitos- Debió lavarlos hace poco, olían a jabón. El pequeño cachorrito que sostenía lamió uno de mis dedos, y podría jurar que me sonrió. Me sonrió como si desease mostrarme su apoyo con lo que deseaba hacer. Besé su pequeña cabeza y lo devolví con sus hermanos.- ¿Te gustan los panqueques?-  Tomó asiento sobre el cojín que había acomodado para él.

 

-Sí-

 

-Uff… Qué bueno. Ya había comenzado a prepararlos cuando pensé que quizás no te gustaban.- Mi corazón latía como nunca, debo dejar de pensar y solo actuar- ¡Me encanta esta canción! ¿Qué esperas?  ¡Come!, no están tan malos como parece.- Volteé sin darme cuenta y le sonreí, sus ojos me enfocaban como nunca nadie lo había hecho. Finalmente me convencí de preguntar de una vez, necesitaba corroborar que esa mirada era porque lo que dijo era verdad y no por otra cosa.

 

-Oh, claro-

 

-Minho… ¿De verdad te gusto?-

 

Di que sí, di que sí, di que sí…

 

-No…- Eso no era exactamente lo que esperaba. Mi corazón parecía querer abandonarme otra vez, desleal. –Es algo mucho más fuerte que gustar, creo que…, no, estoy seguro. Taemin. Te amo- Definitivamente esto era un sueño, definitivamente no podía estar sucediendo- Te amo más de lo que jamás imaginé, y…-

 

-Cállate- Necesito procesar esto. ¿En serio estaba gritándole que se callara cuando todo lo que quería era escuchar más? Ni yo mismo soy capaz de comprenderme –Un minuto… ¡Oh dios! ¡No puedo creer que esto esté pasando!- Hiperventilaba demasiado, no cabía en mi felicidad.

 

-Lamento si te molesta, pero no puedo hacer nada para evitarlo, te amo desde hace mucho tiempo y si mis sentimientos no han cambiado desde entonces… dudo que lo hagan pronto.-

 

-¡Yah, para!- Me ama, me ama, me ama.

 

Tenía tantas cosas que decirle, y no era capaz de ordenarlas

 

-Taemin… entiendo, tranquilo… Te dejaré solo- ¿Eh? ¿Solo? ¡No, no no! ¡Comprendiste mal! Lo sujeté antes de que se fuera.

 

-No te vayas…, yo también tengo algo que decirte. No te imaginas cuán complicado es para mí expresar lo que pienso y siento con palabras. Así que iré directo al grano- Todo esto que he guardado por tantos años, todo este amor unilateral se vería devuelto –Incluso desde antes de que habláramos yo ya te quería. Yo también te amo Minho. – ¿Podía saltar sobre él de una vez?

Al diablo. No quiero que se arrepienta antes de haber siquiera tenido la oportunidad de disfrutarlo. Pegué nuestros labios en un impulso. El roce con su boca era mil veces mejor de lo que recordaba.

Eso era lo más real que me ha sucedido. Tenerlo junto a mí me hacía sentir más vivo que nunca. La energía se desbordaba por mis poros, ejercí demasiada fuerza y terminamos tirados en el suelo.

 

-Taemin ¿No estoy soñando, verdad? Dime que no despertaré mañana por la mañana y nada de esto habrá sucedido.- Estar así con alguien nunca había sido tan natural. Todo ese tiempo que pasé solo ahora no parecía más que un recuerdo desagradable, y es que presentía que jamás volvería a sentirme bien con la soledad, nada volvería a ser lo mismo porque Minho también me quiere.

 

-Claro que no estás soñando, tonto. Ni yo- 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer! estaré aquí dentro de los proximos días con el último capitulo ^^

Nos leemos <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).