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Treat your Feelings por aoi89kumi

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Notas del capitulo:

Konnichiwaa y perdon por no subir cap en estos dias porque mi madre me confisco la lap por andar de vaga xDD

Por eso este cap es mas largo :DD

Bueno mejor me callo y vamos a lo bueno :3

 

 

 

Mustang aparcó rápidamente en el primer lugar que encontró y salió del auto derramando ira y preocupación por Ed. ¿Quién fue? ¿Quién le disparó? No importando quien fuese; Mustang tenía todas las ganas de matarlo.

 

Hawkeye no pudo hacer nada para controlar ese sentimiento, además ella lo entendía muy bien y no quiso deternerlo. Hace unos años mataron así a su padre, y la herida que dejó su partida nunca cicatrizó. Se limitó a callarse y a caminar detrás de él, apoyándolo en cada paso que daba.

 

¿Dónde está? - preguntó Mustang con los ojos cristalizados.

Acabamos de localizarlos, prepárense todos. - Afirmó su compañero y amigo de toda la vida Maes Hughes - Ya saben sus posiciones; vamos para allá.

 

Riza colocó su mano en la de Roy, demostrando una mirada de comprensión y apoyo.

 

Roy, Riza, Maes y sus colegas tomaron sus armas y partieron al lugar de los hechos.

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

Unas horas antes...

 

- (...) ¿Estás seguro Ed?

- Totalmente, Olivier, debemos entrar por aquí y pasar al pasillo, haciendo que...

- Espera, ¿vamos a esquivarlos? Estás loco, no podríamos...

- Lan Fan, por favor, confía en Edward, él ha hecho esto varias veces y se le da muy bien escabullirse...

- ¡¿Acaso me llamaste enano microscópico que no lo ven ni con una lupa?!

- ... - suspiró Sig.

- ¡Cálmense! ¿quieren? Esto no es un maldito circo... - exhortó la señora Curtis - Este es el plan y todos lo seguiremos. Algo sale mal y terminaremos o muertos o en la cárcel.

- Tiene razón, ¿entendieron todos el plan? - apoyó Ling Yao.

 

Ante la mirada de Ling, todos asintieron y se levantaron de sus asientos para tomar sus armas, y se colocaron en posición. Los seis traían ropa negra, que se mezclaba en la oscuridad de la noche. Con Edward adelante; Ling Yao, Lan Fan, Olivier Armstrong, Izumi Curtis y su esposo Sig, se preparaban mentalmente para la batalla definitiva, mientras la puerta del garage se abría, dejando caer la luz de la luna sobre ellos, reflejando el brillo tanto como en sus armas relucientes como en sus ojos, despidiendo un aura de venganza.

 

Subieron a una camioneta, y Ling Yao condujo hasta la mansión donde se reunían todas las noches el grupo de criminales asesinos más famoso y temido de la ciudad; conocidos como los ''7 pecados capitales''.

 

Se ocultaron entre las sombras, con Edward guiándolos y Lan Fan lista para eliminar a los guardias de la puerta trasera. Moviéndose a gran velocidad, Lan Fan no tuvo problemas en cortarles el cuello a los dos hombres que se hallaban desprevenidos hablando entre ellos.

Con una seña, siguieron avanzando, separándose luego en dos grupos: Edward, Lan Fan y Sig fueron a la escalera derecha y el resto por la izquierda.

 

- Edward, buena suerte - se dirigió Ling con seguridad en sus ojos.

- Igual a ti, Ling. - dijo Ed con una sonrisa.

Ling le dió una palmada en la espalda para luego alcanzar a su grupo.

 

-Bien la sala principal es nuestro objetivo. Síganme. - dijo Lan Fan.

 

Caminaron sigilosamente hasta llegar al centro de la casa. Voces se escuchaban al interior del salón y parecían tener un rehén.

 

Sigu soltó un suspiro al sentir el ambiente pesado. Tanto Ed como Lan Fan detestaban a estos hombres con todas sus fuerzas y éste era su momento de lucirse.

 

Como hablando por telepatía se colocaron al frente del ducto de ventilación. Si habían 2 personas en el mundo que se desenvolvieran a la perfección en estos tubos, eran ellos.

 

- ¿Qué esperas Sig? - se quejaron ambos al unísono volteando a ver al señor Curtis. Tal vez lo asesinaban a él si no se daba prisa. O eso daban a entender los rostros serios y fríos que mostraban.

 

- Las damas primero. - dijo Sig caminando hacia Lan Fan y colocando las manos como soporte. Y en un par de segundos ella estaba arriba.

- ¡Suerte chicos! - dijo Lan Fan desde el interior del ducto.

 

- Ahora sigo yo. - dijo Ed.

- Es un tanto peligroso...

- ¿Qué dices? ¿Crees que lo echaré a perder?

- Para nada Ed, es sólo que puedes causar una masacre... jajaja. (¿Se rió?!)

- Que gracioso, Sig.

 

Ling Yao les había dado unos walkietalkies que usarían para comunicarse entre ellos.

Con Lan Fan, Edward y Sig listos para el ataque, contaron en cuenta regresiva para entrar.

3... 2... 1...

 

El sonido de la puerta azotándose contra la pared, y las dos rejillas cayendo del techo, anunció el cero. Edward y Lan Fan saltaron y Sig entró disparando.

 

- ¿Pero qué demonios? - alcanzó a decir uno de los hombres.

 

Cartuchos de bala rodaron por el suelo, el ambiente se llenó de pólvora y las paredes se tiñeron de sangre. Una extraña mujer de cabello negro y ondulado, tomó al rehén, que estaba cubierto con un saco en la cabeza y atado de pies y manos, y amenazó con matarlo si no tiraban las armas.

 

- ¡Deténganse! No creo que quieran que este pobre hombre muera. - gritó ella a punto de cortarle la garganta con un cuchillo.

 

No tuvieron más remedio que dejar de disparar. De todas formas habían matado a casi todos los que se hallaban en la sala. Se limitaron a observarla sin dejar de apuntar, esperando su reacción.

 

Edward no dejaría que lo mataran de ninguna forma. Revisó con detenimiento al hombre y calculó sus movimientos.

 

- ¡Suéltalo! ¡No tienes escapatoria! - gritó Ed dando un paso adelante.

 

La mujer no respondió. En sus ojos no había el mínimo rastro de misericordia. Simplemente no parecía humana. Sonrió.

 

- ¡Qué sorpresa! - dijo ella mirando a Lan Fan - No esperaba que llegaras sin invitación, pero ya que estás aquí... te puedo mostrar el regalo que te tenía guardado...

 

Paseó sus dedos por la cabeza del hombre, y, en un movimiento rápido le quitó la pequeña bolsa que le cubría la cara.

 

Lan Fan abrió los ojos al máximo y contuvo la respiración.

 

- No es posible, no... ¡SUÉLTALO EN ESTE INSTANTE!

 

Lan Fan soltó el arma y tomó su daga de combate, apretando el mango con furia se lanzó hacia la chica. El rehén era Fú, su abuelo.

 

- ¡Lan Fan! ¡No!

 

Y un disparo retumbó en todo el cuarto. Lan Fan, en el suelo, estaba intacta. Pero Edward había recibido todo el impacto.

 

Se dejó caer de rodillas al suelo y se tocó bajo el pecho, para descubrir que sus manos se pintaban de sangre.

 

- ¡No! ¡Edward! - gritó Lan Fan.

 

Aprovechando el pánico; la mujer, que había sido herida en el brazo, tiró al rehén al suelo y huyó.

 

- ¡Maldición! - gruñó Sig - ¡El maldito radio no funciona!

 

- ¡Ve a buscar a los otros! - ordenó Lan Fan recostando a Ed en el piso - ¡Apresúrate!

 

Edward no podía moverse. A cada respiración perdía más y más sangre. Intentaron presionar la herida pero la hemorragia no paraba.

 

- ¡Edward! No te duermas... por lo que más quieras no te duermas...

- Hago lo que puedo maldición... - replicó Ed con un gemido de dolor.

- Resiste, por favor resiste.

 

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- ¡No puedo esperar más!

- No puedes entrar aún...

- ¿Cúanto les tomará entrar? ¿Están esperando que los saquen en pedazos para mover sus traseros?

- ¡Roy! ¿Quieres tranquilizarte por favor?

- ... Olvídenlo.

 

Mustang recargó su arma y entró por una ventana rota. No quiso escuchar las llamadas de Riza detrás de él, ni detenerse a pensar lo que estaba haciendo. Una vez dentro notó que todo estaba muy ''calmado'' y eso le daba muy mala espina.

 

Caminaba atento a cualquier movimiento o sonido. ¿Dónde podría estar éste mocoso malcriado? Empezaba a odiarlo. ¿Odiarlo? Entonces... ¿por qué quería salvarlo?

 

En cada paso que daba, cambiaba de enojado a confundido. Sólo sabía que lo salvaría.

 

De pronto escuchó la voz de una chica en el cuarto contiguo y se preparó para entrar.

 

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- Hagas lo que hagas ¡No te duermas!

Edward soltó un gruñido en señal de que aún la escuchaba. Pero eso no duraría. Su sentido auditivo se debilitaba, así como todo su cuerpo. Lan Fan escuchó la puerta detrás de ella y pensando que era Sig, volteó a verlo.

 

- ¿Cúanto más pensabas tard...? ¿Quién demonios eres?

 

Lan Fan tomó su cuchillo con rapidez por instinto; viendo a Mustang. Mustang no le dió mucha importancia, pero al bajar a mirada y ver a Ed en el suelo una vez más, le dolió en el alma.

 

- ¡Hey tranquila!... yo soy...

- ¿R-Roy...?

 

Edward reconoció la voz de Mustang y las esperanzas volvieron a él.

 

- ¿Lo conoces?

- Eh... si.

 

Lan Fan bajó el arma y cambio de tono.

 

- ¡Entonces ayúdelo por favor! ¡Ha perdido mucha sangre!

 

Roy se recostó junto a Edward sin pensarlo dos veces y lo examinó.

 

- ¿Q-qué haces aquí, idiota?

- Cállate tonto, voy a salvarte.

 

Mustang se quitó el abrigo para cubrirlo, y muy despacio, colocó el brazo de Edward alrededor de su cuello, deslizó sus manos por sus piernas y su espalda, tomándolo con firmeza para levantarlo del suelo. Ed fue invadido por su calidez, y dejó reposar la cabeza en su pecho, cayendo en un profundo sueño.

 

 

Notas finales:

Malísimo no?? xDD Bueno por eso escribo más para mejorar x3 y hasta yo estoy sufriendo por que quiero acción de una vez. lel

Hasta la próximaaa.... :D


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