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Love is Blind por gabiiii981

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Notas del capitulo:

Holaaa! Hoy vengo con un capi muy largo para su gusto e.e empieza la segunda temporada del fic, todavia la estoy escribiendo asi que me disculpo por si demoro en subir los capis. Se vienen tantas cosas malas >:D muchas gracias por sus reviews, me alegro que les haya gustado el anterior capitulo *-* estoy enferma u.u no puedo creer que me enfermé en vacaciones -.- espero sus reviews porque al leerlos me voy a sentir un poco mejor <3 les dejo el capi <3

-¡Apresúrate! ¡Apresúrate!- Estaba tan inquieto que no podía permanecer en un mismo lugar por más de dos minutos. Mientras que caminaba de un lado a otro, Ji Yong se aseguraba bien si el contenido de su bolso tenía todo lo indispensable para poder recibir a su precioso tesoro. Llevaba prendas de ropa muy pequeñas, pañales, leche, hasta traía cosas innecesarias que quizás en el momento se volverían necesarias. No podía pensar con gran claridad porque la ansiedad lo estaba volviendo loco, era cuestión de minutos para poder recibir a su bebé y traerla a casa junto a Seung Hyun. Y no era un sueño, luego de todo el tiempo transcurrido por fin su espera rendiría frutos.

-Lo hago lo más rápido posible. ¡Siempre tan impaciente!- El mayor de ambos sale de su habitación, intentando acomodarse el saco que había escogido para la ocasión. Ji Yong lo estaba esperando en la puerta de entrada y lo estaba apresurando desde hace una hora, estaba casi seguro de que no había dormido en toda la noche por la emoción. Seung suspira y camina hasta quedar a su lado, lo observa de arriba abajo y frunce el ceño con desaprobación.

-¿Ya estás listo? ¡Vámonos de una vez!- Ji Yong ignora su mirada extraña y su reproche y toma el picaporte de la puerta con todas las intenciones de salir de allí y correr hacia el auto. Se estaba comportando de forma infantil pero le daba igual, después de todo su hija estaba por entrar en su vida definitivamente y eso era más que suficiente para emocionarse.

-Ufff. Te dije que no hagas esfuerzos innecesarios.- Lo regaña Seung Hyun mientras que le quita el bolso innecesariamente  gigante del hombro y se la cuelga en el suyo, porque estaba bastante pesado ya que llevaba ropa y demás objetos referidos al bebé. Ji Yong se le queda mirando sin entender y gira enteramente hacía él sin apartar su mano del picaporte, gesto que provoca que Seung Hyun lo fulmine con una mirada enfadada.

-Seis semanas de recuperación, solo han pasado cuatro. Aun no estás del todo bien.- Él solo le recordaba al pie de la letra lo que su médico le había recetado al menor con mucha severidad. Su parto había sido muy complicado y por eso debía realizar un reposo absoluto hasta que su herida cicatrizara lo mejor posible. Cualquier esfuerzo o movimiento brusco podría afectarlo, de hecho ni siquiera debería ir a recibir al bebé, debería seguir reposando. Pero era completamente imposible hacerle entender eso a Ji Yong, mucho menos si el asunto de recibir a su hija se presentaba. Al principio Seung Hyun se había ofrecido traerla a su hogar él solo, pero Ji se había opuesto rotundamente a esa idea.

El menor arquea una ceja y se coloca una mano en la cintura, regalándole una mirada altanera. Entendía las preocupaciones de Seung Hyun, pero a veces se sentía tan sobreprotegido que no podía respirar. Él estaba bien de todas formas, no había porque preocuparse.

-Podría correr un maratón.- Presume con bastante orgullo sin mirar directamente a los ojos a su hyung, quien arquea una ceja no pudiendo creer la idiotez que decía.

-Por supuesto.- Ironiza Seung Hyun y luego de eso, le arroja el bolso de improvisto con bastante rudeza, tomando por sorpresa a Ji Yong y haciendo que choque contra su estómago con fuerza. Ji retrocede y cierra los ojos aparentemente adolorido.

-Ugh…- Se arrodilla en el suelo sosteniendo el bolso y apegándolo a su pecho, Seung Hyun se exalta al ver su reacción y se arrodilla a su altura con expresión preocupada.

-¡L-lo siento! ¿Estás bien? ¡No quise ser rudo!-

Ji Yong le clava una mirada asesina, para luego incorporarse rápido y arrojarle el bolso en la cara con quizás más fuerza de la que había aplicado Seung Hyun. El mayor solo retrocede y se soba el rostro porque el golpe había sido fuerte.

-Si se abre la herida, será tu culpa.- Ji exageraba, no le había dolido tanto. Pero la realidad era que debía realizar un reposo absoluto de seis semanas para estar oficialmente recuperado de la cesárea que se le había practicado hace un mes. Cualquier clase de golpe o mal movimiento podría dañar su zona más vulnerable.

Las primeras semanas había hecho reposo absoluto y su propia hermana lo había cuidado en sus momentos de debilidad. Luego de pasar un mes, se sentía mucho mejor y repudiaba la idea de permanecer en cama. Habían pasado cuatro semanas y ese día le habían informado a Seung Hyun que le darían el alta a su hija, a su pequeña bebé. Al apenas saber esto, Ji Yong no podía permanecer tranquilo  en su hogar y aunque le estuviera prohibido dejar de reposar, se había decidido a ir a recoger a su hija junto a su pareja.

-Tú fuiste el que dijo que podría correr un maratón.- Le recrimina Seung Hyun sabiendo que estaba fingiendo para hacerlo sentir culpable. El golpe del bolso contra su cara de seguro había dolido más. Se coloca a la par de Ji Yong y pasa una mano por su cintura, atrayéndolo a su cuerpo, acto que vuelve a tomar desprevenido al menor. Ji Yong lo mira de reojo y le desvía la mirada de un segundo a otro, volviendo a su posición orgullosa.

-Fuera de broma, no me trates como a una doncella. Sabes que estoy bien.- Suspira relajado cuando siente como Seung acariciaba su delgada cintura sin apartarlo de su lado. Cuando apenas volvió de la clínica para hacer reposo, se notaba que Ji tenía varios kilos de más resultado de lo que había ganado del embarazo. Pero luego de esas cuatro semanas, al parecer su metabolismo se había adaptado bien a los cambios y había perdido peso, quizás demasiado rápido para el gusto de cualquier médico. Su cuerpo poseía una apariencia casi idéntica de antes de estar embarazado.

-Solo quiero que mi hija tenga un padre que esté en perfectas condiciones para cuidarla.- Murmura Seung Hyun en su oído, con una voz demasiado ronca. Ji se gira un poco hacía él y esboza una tierna sonrisa al contemplar tan cerca el rostro de su pareja.

-Lo tiene, tiene a dos.- Sonríe de forma soñadora y recuerda toda la prisa que tenía de repente. Se estaban dejando llevar y no había tiempo que perder.

-¿Qué estamos esperando? ¿No estás ansioso?- Ji Yong había visto solo una vez a Young Mi. Luego de estar una semana internado, recuperándose de su laboriosa y complicada cesárea, él fue dado de alta y pudo pasar a ver a su hija que reposaba dentro de una incubadora. La había notado muy frágil y pequeña, él no quería abandonarla allí sola. Pero la obligación de reposar en su hogar para recuperarse había sido más fuerte. Seung Hyun había podido ir a visitar a su hija infinidad de veces, pero él no tuvo ese privilegio. Por eso tenía tantas ansias, porque a partir de ese día podrían convivir con la bebé y cuidar de ella. Ese sería el primer día que desempeñarían el rol de padres.

-Demasiado ansioso, aunque no tanto como tú.- Le toma la mano y lo lleva hasta afuera de su hogar. Cierra la puerta con llave y lo conduce hasta su auto, nunca soltándole la mano.

-¡Por supuesto! Es difícil de explicar, la tuve siete meses y dos semanas en mi vientre y ahora por fin podré cargarla en mis brazos, darle de comer, bañarla, cantarle, jugar con ella, mimarla.-

Entra al auto y se imagina tantas cosas. Antes de colocarse el cinturón de seguridad, Seung Hyun se le acerca y lo toma del mentón para acercarlo a sus labios y proporcionarle un beso fugaz. Ji permanece quieto y tiembla por un segundo ante tan repentino beso. Cuando Seung se separa no sin antes pasar su lengua por esos pequeños labios rosas, le sonríe con algo de culpabilidad por haberlo tomado desprevenido. Ji solo permanece estático mirando esos orbes negros tan profundos que caracterizaban a su hyung, hipnotizado por el efecto que lograban en él.

-Lo siento, es que eres adorable.- Escuchar cómo se emocionaba tanto por la venida de Young Mi a sus vidas le resultaba tan tierno que estaba dispuesto a comérselo a besos en el auto. Era muy extraño pensar que luego de todas las miserias que habían tenido que sobrellevar, podrían disfrutar de un poco de calma y de auténtica felicidad gracias a la venida de su hija. Ji Yong parecía no comprender tanto la magnitud de aquello, él solo estaba cegado con la idea de ver a su hija y cargarla entre sus brazos, vivir como la familia que serían de ahora en adelante.

Ji le sonríe un poco avergonzado cuando reacciona ante sus propias acciones. Se peina a si mismo algunos cabellos rebeldes y le desvía la mirada a Seung sin borrar la sonrisa nerviosa de su rostro.

-Creo que me dejé llevar.-

Pero Seung Hyun no permite que desvíe su mirada de él, vuelve a capturar su rostro pero esta vez con ambas manos para besarlo y saborear su exquisitos labios carnosos. Ji jadea en medio del beso y cierra sus ojos para poder disfrutarlo con más intensidad, sus sentidos se agudizan y como respuesta entrelaza su lengua con la de él. Se deja llevar cuando el mayor lo empuja un poco y le sostiene la nuca con unas de sus manos provocando que Ji dejara caer su cabeza hacía atrás. sus respiraciones comienzan a agitarse más de la cuenta, Ji Yong sabía lo que estaba pasando pero lo ansiaba, hacía mucho tiempo que Seung no lo tocaba ni le regalaba besos tan intensos, Seung Hyun se atreve a acariciar la parte interna de sus muslos, provocando que Ji suspirara lentamente y volviera a temblar. Eleva un poco sus manos y las aferra a los hombros del mayor para poder conseguir estabilidad, pero antes de que la situación se prolongara mucho más, Seung se separa del beso jadeando con desesperación y retrocede para recobrar la compostura en su lugar de conductor. Ji Yong era un desastre en su asiento y apenas estaba reaccionando, las caricias del mayor lo habían debilitado, se avergonzaba por ponerse de esa forma con tan pocos roces.

-No me provoques así o jamás llegaremos a la clínica.- Seung Hyun se coloca el cinturón de seguridad y ríe un poco ante su propia falta de control. Estaba seguro de que si no se hubiera detenido, las cosas hubieran avanzando hasta terminar empotrando a Ji Yong contra los asientos de su auto. A veces se volvían tan pasionales que olvidaban su alrededor, creía que deberían empezar a madurar, ya no podían dejarse llevar como si nada ahora que debían ser más responsables que nunca. Ji Yong toma asiento de a poco, acomodándose correctamente y se toca los labios un poco confundido, no pensando cosas diferentes que su pareja.

-Eres tú el que me provoca…- Murmura mientras que desea en secreto volver a probar los labios de Seung Hyun, deseaba tanto ser tocado otra vez. Recordar todos sus encuentros pasados lo excitaba mucho, cada vez que lo hacían se volvían dos bestias salvajes sin ningún tipo de control. Ji Yong se muerde el labio inferior y cierra sus ojos intentando desechar esas ideas inapropiadas, no era un momento oportuno para pensar en esas cosas.

-Cuando estés recuperado, te destrozaré.-

Al escuchar tal sentencia pronunciada por una voz ronca y sensual, Ji se lleva ambas manos a sus mejillas para controlar su calor e intentar enfriarlas. Estaba sonrojado solo por unos simples roces y por dejar volar su imaginación, como si fuera un adolescente tonto. Era demasiado débil ante el placer que proporcionaban las manos grandes y firmes de Seung Hyun. Decide dejar de pensar en eso definitivamente, se coloca el cinturón de seguridad y le sonríe a su pareja.

-Me apresuraré. No tienes que…- Seung Hyun arranca el auto pero no le dirige la mirada a Ji Yong, el menor era el único que lo observaba sin poder despegar sus ojos de él.

-Te amo.- Pronuncia con voz dulce y una tranquilidad que le es transmitida a Seung Hyun. El mayor no se había acostumbrado a que se lo dijera de una manera tan directa, no a pesar de que se lo había repetido tantas veces. Se sentía irreal pero era efectivamente un hecho, de que ambos se amaban y que estarían el uno para el otro para siempre.

-¿Mucho?- Se atreve a preguntar, desviando un poco su mirada hacia Ji Yong, bastante ilusionado ante la respuesta que podría obtener de su parte. El menor solo vuelve a sonreír de forma encantadora y se cruza de brazos, como si su pregunta le hubiera hecho gracia.

-Mnn, no lo sé. Tendría que pensarlo.- Intenta bromear pero cuando gira otra vez hacia Seung Hyun, este se acerca a su rostro y vuelve a robarle un beso rápido. Ji se maldice por ser ingenuo y no haberlo prevenido otra vez, pero era esa clase de gestos tan inesperados los que hacían que su corazón latiera con fuerza por aquel hombre que había estado a su lado hasta en la peor situación. Seung Hyun se separa para luego dar reversa y emprender el camino hacia la clínica, sin borrar su sonrisa juguetona de sus labios. Ji Yong quería volver a besarlo, quería sentirlo y quería tenerlo cerca de su cuerpo para toda la vida. Era tan egoísta, un sueño testarudo y posesivo al límite, pero era lo que más deseaba.

-Más que a nada en el mundo.- Murmura más para sí mismo que para el mayor, pero es escuchado a pesar de no darse cuenta.

..

..

..

-El doctor Yoon Hyu no pudo asistir hoy a la clínica, pero yo estoy al tanto del caso así que pueden confiar en mí. Esperen aquí, unos minutos.- Les sonríe una enfermera con mucha naturalidad. Tanto Seung Hyun como Ji Yong habían estado esperando en una sala por poco tiempo antes de ser atendidos, le habían proporcionado a la enfermera la ropa que usaría Young Mi para que pudiera vestirla. Estaban seguros que había recibido excelentes cuidados hasta ese día que le darían de alta.

-¿Ella está bien? ¿Podemos verla?- Se aventura a preguntar Ji Yong sin dejar de lado su impaciencia. La enfermera le sonríe ya que era la reacción de cualquier padre primerizo, le asiente con dulzura porque sabía que cuando tuvieran a la bebé entre sus brazos, experimentarían una emoción indescriptible.

-No se preocupen, se encuentra en perfecto estado. Ella nació con apenas un kilogramo y medio y su peso ahora es de dos kilogramos. Está mucho más fuerte que antes, se alegrará mucho de verlos. Enseguida vuelvo.- Hace una leve reverencia y se retira por el pasillo para encargarse de su labor. Ji Yong le asiente con la misma sonrisa, toma asiento y se muerde las uñas como si sintiera unos intensos nervios, no podía evitarlo, apenas estaba reaccionando ante la idea de que se llevarían a Young Mi a su hogar y que comenzarían con lidiar con muchas responsabilidades como padres ¿Cómo saber si lo harían bien? ¿Y si lo único que hacían eran cometer errores? Entendía que de a poco aprenderían, pero tenía miedo ante la idea de causarle algún mal a su hija por ser descuidados y no tener experiencia. Seung Hyun a su lado, rodea su cintura con uno de sus brazos y lo apega a su cuerpo en un lindo gesto cariñoso, notaba a leguas las inseguridades de Ji Yong.

-Luces asustado.- Realiza esa observación sin nada de maldad. Hace lo posible por acariciar su cintura y no despegarlo de su cuerpo para brindarle su estabilidad. Ji se muerde el labio inferior luego de dejar de morderse las uñas.

-Solo estoy nervioso. No sé… no sé cómo reaccionaré al verla luego de tanto tiempo.- Se encoge en su lugar y hace lo posible para acercarse un poco más al cuerpo de Seung Hyun, la sensación que le proporcionaba al sostenerlo era agradable y por lo menos lo calmaba un poco. Pero le era imposible no manifestar sus nervios, y pensar que lo estaba ansiando tanto y que en ese momento sentía que vomitaría del miedo.

-Tranquilo, Ji. Estás temblando.- Seung Hyun se da cuenta de que en verdad estaba muy nervioso, le acaricia el brazo con una de sus manos. Él también se sentía nervioso pero no a tal grado, olvidaba lo sensible que se había vuelto Ji Yong desde que se había embarazado. A veces las emociones llegaban a agobiarlo con facilidad.

-Ahhhh. No puedo evitarlo.- Se cubre el rostro con ambas manos para que Seung no lo viera, le daba vergüenza sentirse de ese modo y mostrarse de esa forma. Siempre conseguía preocupar a Seung Hyun de una manera u otra, se sentía una carga molesta y odiaba eso. Pero deja de pensar en esa clase de cosas cuando se descubre el rostro y se percata de que aquella enfermera estaba viniendo hacia ellos cargando un pequeño bulto.

Ella llega con una pequeña bebé entre sus brazos, envuelta en unas mantas blancas…

Ji Yong se pone de pie casi de un salto y abre bien los ojos, era como si el tiempo se hubiera congelado por completo, como si en el mundo no existiera nada más que él y Young Mi, todo su alrededor deja de tener forma y sus ojos solo se pueden enfocar en la bebé que era cargada por aquella mujer. La enfermera detiene su caminar cuando se encuentra con los padres de la niña, les sonríe cariñosamente, y luego le dirige la mirada a Ji Yong ya que parecía estar en shock por la impresión.

-Puede tomarla en brazos, señor Kwon. Les presento a la pequeña Young Mi.-

Seung Hyun se queda sin habla por unos instantes, contemplaba a su hija con ojos brillantes, pensando que estaba muy cerca de ellos y que de ahora en adelante podrían verla todos los días y cuidar de ella hasta que creciera sana y fuerte. Al fin podría tocar su suave piel y oírla respirar, sentir su calor humano y apreciar cada pequeño gesto proveniente de ella. En su vida había interactuado con bebés, pero esto se sentía totalmente diferente, porque se trataba de su hija la cual era suya y de Ji Yong. No había comparación ni palabras para poder explicar todo el gozo que experimentaba, toda la emoción y el agradecimiento que sentía por poder disfrutar de su rol de padre junto a su pareja, siempre junto al amor de su vida.

Por su parte, Ji Yong tiembla pero trata de concentrarse en su labor. Sería la primera vez que cargaría a su hija, se veía tan pequeña y liviana, llena de vida. La toma entre sus brazos mientras que la enferma la acomoda adecuadamente y luego observa el rostro de su bebé… no podía creerlo, siente sus piernas temblar cuando permanece mirando esa pequeña carita que lucía muy relajada, no solo era hermosa, se veía tierna con la ropa que le habían comprado para la ocasión. Young Mi se parecía mucho a Seung Hyun. Había visto muchas fotografías de cuando él era pequeño y era su calco, el parecido era increíble, definitivamente era su hija y el solo considerar lo iguales que eran lo hace inquietarse.

-Es muy hermosa… es tan pequeña… ¿Es normal que no esté llorando?- Seung se dirige a la enfermera con varias dudas rondando por su cabeza, lo primero que había pensado era que la bebé lloraría mucho luego de salir de la clínica, pero había sucedido todo lo contrario y estaba completamente calmada, no sentía que fuera muy común.

-Descuide, ella es muy tranquila. Acaba de despertar de una siesta y aún está un poco dormida.- Al decir esto, Seung se percata de que la bebé no estaba durmiendo y que abría sus pequeños ojos y pestañaba con mucha pereza, como si quiera volver a retomar su siesta. Seung solo sonríe y se le queda mirando con una profunda alegría, se veía muy hermosa y no veía la hora de poder cargarla también.

-Ya veo. ¡Es tan tierna! ¿No lo crees, Ji?... ¿Ji Yong?- Seung Hyun se enfoca por primera vez en su pareja, pero se alarma notablemente cuando lo observa y se da cuenta de lo que estaba sucediendo. Ji Yong intenta no alterarse, pero aunque quería impedirlo no le era posible controlar las acciones de su cuerpo. Él estaba llorando y gruesas lágrimas recorrían su rostro, hacía un gran esfuerzo por no sollozar, pero su cuerpo emitía ligeros espasmos debido al llanto.

-¿Estás bien? ¿Qué sucede? ¡Ji!- Seung Hyun se preocupa al verlo, más que nada porque solo intentaba tragarse los sollozos y temblaba sin dejar de mirar a la bebé entre sus brazos.

-¿Se encuentra bien señor Kwon?- La enfermera se preocupa al verlo porque no dejaba de llorar al contemplar a la bebé. Pero Ji Yong intenta articular palabras torpes que no son entendidas al principio porque estaban entrecortadas gracias a los sollozos. Cierra sus ojos y se tranquiliza un poco más, no quería preocuparlos ni mucho menos hacerlos pensar que estaba angustiado, porque era precisamente todo lo contrario.

-Es que… es muy hermosa… es más linda de lo que imaginé… estoy tan agradecido de que esté sana y que… viva.- No puede seguir hablando, continúa llorando sin poder secar sus lágrimas traicioneras por estar cargando a Young Mi entre sus brazos. Esas palabras tan puras llegan intensamente al corazón de Seung Hyun, ver ese rostro empapado en lágrimas y sentir como se esforzaba para no sollozar para que la bebé no se alborotara, solo provocan que Seung Hyun lo abrazara desde atrás con mucha dulzura y lo estruje contra su cuerpo para que dejara de temblar. Él apoya su mentón sobre su hombro y cierra sus ojos, no sin antes besar el cuello de Ji y provocar que él solloce solo una vez, emitiendo un gemido con voz quebrada.

-Tonto. Me asustaste.- Después le deposita un beso en la mejilla y acaricia su costado con lentitud, lo único que deseaba era que se tranquilizara, pero quizás era mucho pedir y lo entendía perfectamente. Ji Yong era el que más había sufrido para recibir a su bebé, hasta en las últimas instancias. Porque hasta hace pocas semanas se angustiaba en su hogar cuando se encontraba haciendo reposo y no se le permitía salir, siempre ansiando poder estar con su hija y contando los días para poder verla finalmente. Ese momento había llegado y creía que era irreal, pero no lo era, en verdad ellos podrían empezar una vida nueva, juntos, como lo habían ansiado desde hace meses. Ji intenta hacer un esfuerzo y dejar de llorar, pero le era difícil controlar su remolino de emociones.

Su pequeña y hermosa hija estaba entre sus brazos, sentía su calor, veía como pestañaba y observaba curioso al desconocido que resultaba ser su padre biológico. ¡No existía cosa más bella en el mundo que Young Mi! Observa de reojo a Seung Hyun y le agradece con la mirada el volver a ser su sostén en ese momento, estaba tan feliz que podría largarse a llorar otra vez en cualquier momento. Todo había valido la pena, su lucha desde principio a fin había dado como recompensa aquel milagro que estaba entre sus brazos.

-Recuerden acudir a la clínica ante cualquier problema o duda. Mucha suerte a partir de ahora, recorrerán un largo y hermoso camino siendo padres.- Los termina felicitando la enferma en modo de despedida, contempla una última vez a la pequeña Young Mi antes de irse con sus padres a emprender un largo recorrido, llamado fielmente el milagro de la vida.

Luego de unos treinta minutos de un viaje que no había resultado largo para ninguno de los dos, ambos estaban por llegar a su residencia. Seung Hyun conducía con calma y miraba de reojo la escena al lado suyo. No podía evitar sonreír con tranquilidad cada vez que los contemplaba, era como si le transmitiera mucha paz y armonía, algo tan perfecto de ver no podía ser de este mundo. Ji Yong terminando de cantar con una voz parsimoniosa y a la pequeña Young Mi durmiendo entre sus brazos, el menor tarareaba una canción tranquila y no dejaba de mecer a su hija con tranquilidad y ternura.

Seung no puede evitar pensar que era la escena más hermosa que podría haber contemplado. El amor de su vida con su hija entre sus brazos, protegiéndola y amándola. En todo el viaje había estado cantando y otorgándole un mini recital privado a su recién llegada hija, su voz era muy dulce y suave cuando entonaba las notas al cantar, y eso que estaba seguro de que no había practicado su entonación en meses. Era un talento cien por ciento natural que fluía con mucha facilidad en Ji Yong. Llegan a su hogar y estacionan. Comenzaba a anochecer.

-¿Duerme?- Se atreve a susurrar Seung Hyun con intenciones de no alterar a la bebé ni hacerla despertar. Ji le asiente con la cabeza y gira hacia él con una sonrisa algo tensa.

-Si… no hay que hacer mucho ruido… soy un desastre.- Se lamenta en un murmullo nervioso, acto que hace que Seung sienta confusión de inmediato.

-¿Por qué dices eso?-

-Lo primero que hice al verla fue llorar. Pensará que su padre en un tonto.- Ji Yong se creía el idiota más grande del universo por haberse dejado llevar por sus emociones, últimamente solo dejaba que todo lo que sentía fluyera de forma transparente y no se contenía o se molestaba en fingir. Antes solía ser una persona más fría, pero con la venida de Young Mi todas sus defensas estaban bajas. Seung Hyun le acaricia la mejilla a Ji con una de sus manos y el menor cierra los ojos para sentir su suave tacto, TOP solo sonreía dejándose llevar por la paz que le transmitía su pareja.

-Creo que se enamorará de ti si vuelve a oírte cantar de esa forma tan hermosa.- Menciona con su característica voz ronca, provocando que Ji Yong se sonroje un poco por tan repentinas palabras. Se había dejado llevar y le había cantado todo el camino de una manera impensada, hasta que ella había terminado rendida y durmiendo.

-Es un sueño, ¿No es así? Un sueño precioso del cual jamás quiero despertar.- Ji Yong entrecierra sus ojos y gira un poco su rostro hasta chocar sus labios contra la palma de Seung Hyun, termina cerrándolos y besando su mano por varios segundos. Ese gesto solo hace que el corazón de Seung se agite y que se estremezca al sentir esos labios húmedos y cálidos sobre su piel, no puede despegar su mirada de aquella imagen tan perfecta e imperturbable, porque en verdad todo aquello parecía un sueño. Vuelve a acariciar su mejilla hasta llegar a su cabeza y peinar sus cabellos rebeldes, entrelazando sus dedos con varios mechones castaños.

-Es la realidad, es solo una gran porción de felicidad que te merecías desde hace tiempo.- Cada una de las palabras de Seung Hyun logran conmover a Ji Yong, el líder lo observa con ojos cristalinos y articula un “te amo” sin emitir sonidos con los labios.

Seung vuelve a acariciar su rostro con las yemas de sus dedos, se desliza por su suave mejilla, provocando que los ojos de Ji brillen mucho más. Los orbes oscuros de Seung viajan hacia abajo y esta vez acaricia el pequeño rostro de Young Mi, quien se revuelve un poco y continua durmiendo plácidamente, ambos jurarían haber visto como esbozaba una pequeña sonrisa ante el tacto de su padre.

-Te tengo una sorpresa.- Le habla el mayor con cierto tono juguetón, ese simple gesto solo despierta la curiosidad de Ji Yong.

-¿Sorpresa?-

-Debería ser secreto, pero no puedo resistir. En casa están todos esperándonos, para recibir a Young Mi.- Le anuncia como si se tratara de un secreto, y sabía que estaba arruinando la sorpresa principal de Ji Yong, pero sinceramente no podía aguantar en silencio. Ji al escucharlo abre bien los ojos y se le queda mirando sorprendido.

-¿De verdad? ¿No estás bromeando? ¿Seung Ri y Daesung también? Ellos habían estado en Japón recientemente.- Se extraña y se emociona al solo considerarlo, porque cada uno de los miembros tenían agendas muy ocupadas y de seguro habían movido cielo y tierra para poder llegar a verlos ese día.

-Hoy es un día especial, por supuesto que vendrían por nosotros.- Seung Hyun desciende del auto y se acerca a la puerta de Ji Yong, rodeando el vehículo, para poder abrir su puerta. El menor desciende y no deja de sonreírle con un mundo de sensaciones a su pareja. Si la sorpresa era cierta, podría morir de felicidad en ese momento. Hacía mucho tiempo que no veía a todos sus compañeros reunidos, sería la primera vez que podrían tener contacto directo con su hija.

Cuando entran al hogar de Seung Hyun, el mayor prende las luces y en efecto, sus compañeros de grupo y tanto Hye Yoon como Dami los reciben con amplias sonrisas y con verdaderas intenciones de festejar.

-¡SORPRESA!-

Ji Yong sonríe muy apenado ante tal recibimiento a pesar de que era consciente de la sorpresa. Se acerca a sus amigos con la bebé entre sus brazos, que a pesar de todo seguía durmiendo tranquila. A su lado Seung Hyun se acerca de igual manera y rodea los hombros de Ji Yong con uno de sus brazos.

-Chicos…- Justo en ese momento, la bebé despierta y abre sus pequeños ojos, pero lejos de llorar por el alboroto o escandalizarse, balbucea tiernamente aun somnolienta. Observaba hacia todos lados como si no pudiera reconocer donde estaba, era algo normal porque aún le era todo muy desconocido.

-Vinimos a ver a la pequeña y a felicitar a los nuevos padres. ¡Aw, es hermosa!- Se acerca Hye Yoon con una amplia sonrisa y lo primero que hace es contemplar a la bebé con demasiado amor, quería comérsela a besos por lo pequeña que era y por lo linda que se veía con sus pequeñas ropas puestas. Su hermano se acerca a ella soltando a Ji Yong y la abraza para corresponder el gesto.

-Muchas gracias. Y pensar que tienen agendas ocupadas. No deberían haberse molestado.- Ji Yong solo siente que quizás esa reunión les había traído algunos problemas para coordinar sus agendas. Pero Dami le hace un gesto desinteresado y le sonríe para que dejara de preocuparse.

-¿Qué dices? ¡Claro que vendríamos a recibirla! ¡Aww! ¡Es tan linda!- Ella misma siente ganas de tomarla entre sus brazos y llenarla de mimos por la apariencia tierna que mostraba. Hacía mucho tiempo que no contemplaba a un bebé casi recién nacido y honestamente era mucho más hermosa de lo que había imaginado.

-WOW. ¡Se parece mucho a TOP hyung!- Daesung se acerca a Ji Yong y no puede creer la similitud que podía llegar a tener con el mayor del grupo, él también había visto varias fotografías de Seung cuando era un bebé y el parecido era tanto que llegaba a asustar. Young Bae permanece al costado de Ji mientras que Seung Ri también analiza el pequeño rostro de la niña, ya que el comentario de Daesung lo había hecho reflexionar al respecto.

-¿Lo crees? Yo creo que se parece bastante a Ji Yong, tiene sus mejillas.- Luego de decir esto, la bebé le dirige una mirada a Taeyang y vuelve a balbucear de forma tierna, acto que solo hace que el moreno le sonría al instante. A pesar de tener un mes de vida, no puede evitar pensar que parecía un poco mayor. Sus reacciones eran rápidas para ser tan joven.

-¡Es muy tierna! ¿Puedo cargarla?- Seung Ri se atreve a ser el primero con intenciones de tomar a la bebé entre sus brazos, quería tener ese privilegio. De seguro no pesaba casi nada y desprendía una calidez particular, ¡Quería ser el primero en poder sentirla de verdad! Ji Yong retrocede con un sentimiento extraño en su pecho, ¡No quería que nadie lo separara de ella! Quería cargarla todo el día si era necesario.

-Dejen de agobiarlo. Apuesto que ni siquiera Seung Hyun la ha cargado.- Hye Yoon ríe un poco ante su propio comentario, porque de un momento a otro todos se habían abalanzado hacia Ji Yong para arrebatarle a su hija de sus brazos. Cualquier padre querría cargarla en todo momento en las primeras semanas que conviviera con su bebé. Seung Hyun se adelanta a pesar de que Seung Ri realiza un puchero ya que su capricho no había sido concedido y los demás miembros se ríen por su forma infantil de reaccionar.

-Es verdad, creo que es mi turno de hacerlo.- El mayor de ellos observa a Ji Yong y por alguna razón, él siente la confianza necesaria como para poder otorgársela en brazos. Le sonríe con verdadera tranquilidad y se la entrega. A pesar de que Seung Hyun no tenía experiencia y llevaba consigo la insegura sensación de que se le podría caer, lo hace muy bien para ser la primera vez.

-Es muy liviana.-

-¡Uaa!- Le sonríe la pequeña, riendo un poco al notar la expresión confundida de Seung Hyun mientras la acomodaba entre sus brazos. Seung Hyun siente que está a punto de estallar de felicidad, ni siquiera había visto que le sonriera de esa forma a Ji Yong, de hecho era la primera vez que la veía sonreír de esa manera. Ji se cubre la boca con ambas manos, completamente embelesado por aquella pequeña sonrisa tan linda y adorable, quería volver a tenerla entre sus brazos.

-¿Puedo cargarla? Yo seré cuidadoso, no como el maknae.- Dae extiende sus manos con mucha ilusión de cargarla. Pero ante ese comentario, Seung Ri frunce el ceño y le dirige una mirada amenazante.

-¡Yo también sería cuidadoso al cargarla!- Exclama indignado, fingiendo completa molestia por su falta de confianza. Pero Daesung roda los ojos hacia un lado como si fuera una completa mentira. Seung Hyun también poseía total confianza en Daesung, así que no tiene ningún problema en dársela con mucho cuidado.

-Seh, cómo no.- Recibe Dae entre sus brazos a Young Mi. Seung Ri solo agacha la cabeza como si lo hubieran rechazado, porque nadie nunca le tenía la confianza necesaria. Pero Taeyang ríe de lado y le acaricia la cabeza como si se tratara de un inocente cachorro, a veces le daba lástima que lo trataran de esa manera.

-De hecho, creo que debe ir a dormir en su cuna. Hoy fue un día agitado para ella y no debe estar acostumbrada a tanto alboroto.- Ji Yong comprende que Young Mi aún era muy pequeña como para recibir tanto ruido, le extrañaba que no se hubiera asustado y que los hubiera recibido tan bien, como si desde siempre estuviera acostumbrado a ellos.

-¿Y cuando la alimentamos?- Se pregunta Seung Hyun ya que también le extrañaba que no estuviera llorando por tener hambre, era una niña demasiado tranquila y hasta ahora no había dado señales de querer comer o de necesitar que la cambien.

-No te preocupes. Te aseguro que en la noche te darás cuenta cuando quiera comer.- Le asegura Hye Yoon con una sonrisa malvada.  Estaba segura de que la niña les haría aprender de una manera u otra a como ser padres y tendrían que acostumbrarse a despertarse todas las madrugadas debido a su llanto y a su necesidad de ser cambiada.

-Les esperan largas noches.- Dami también adivina los pensamientos de la hermana de Seung Hyun y se compadece un poco por todo lo que tendrían que pasar para aprender cada habito que deberían tomar para poder tratar adecuadamente a su bebé. Justo en ese momento, Young Mi vuelve a mirar a su alrededor y comienza a llorar de la nada misma. Su llanto no era muy fuerte pero se hacía escuchar. Ji Yong se asusta ya que era la primera vez que la oía llorar de esa forma, quizás le dolía algo o se había espantado por alguna razón, no tenía idea que le pasaba. Pero antes de que siguiera pensando, Hye Yoon la toma entre sus brazos y la mese un poco para que dejara de llorar.

-Aw, pequeña. Debemos cambiarla.- Le dirige una mirada rápida a Dami, quien le asiente y luego les sonríe a los nuevos padres. Esa sería su primera tarea y tendrían que aprender ambos por igual, era algo básico después de todo.

-Ustedes dos, vengan así aprenden.- Hye Yoon se les adelanta dirigiéndose al cuarto correspondiente a Young Mi, que se situaba al costado del cuarto principal que les pertenecía a sus padres. Dami la sigue ya que había más de un truco que podría enseñarles esa noche, tanto Seung Hyun como Ji Yong se miran entre si y no piensan desobedecer esa orden. Se toman de la mano y van hacia la habitación siguiendo a Hye Yoon y a Dami. Los demás miembros solo se quedan mirando la escena, pensando que ese era solo el principio de todo lo que tendrían que aprender. Aun les era difícil asumir que sus dos compañeros de grupos se habían vuelto padres de una criatura tan hermosa y pura.

Luego de que las visitas se retiraran porque al día siguiente debían seguir cumpliendo con las tareas de sus agendas, ambos colocaron a Young Mi en su habitación para que durmiera en su cuna. Dormía luego de haber sido cambiada y de que Hye Yoon le diera un biberón de leche tibia. Ambos habían aprendido lo básico que consistía en esas dos simples tareas, era cuestión de siempre mantenerlas en práctica para que luego se volviera algo sencillo y no dependieran tanto de las chicas. Suponían que así empezaban sus labores los padres primerizos, de a poco se acostumbrarían y realizarían su trabajo con éxito.

-Ha sido un día maravilloso.- Ji Yong contempla una última vez a su hija dormir, la cubre bien con unas mantas y luego de darle un beso en la mejilla, se da la vuelta para salir de la habitación en completo silencio. El cuarto estaba al lado del cuarto que él compartía con Seung Hyun, así que ante cualquier alboroto a llanto de su parte, podría levantarse a las corridas e ir tras ella para poder calmarla, habían pensado eso precisamente con Seung Hyun cuando habían ideado acomodar y decorar la habitación de Young Mi, era mucho más práctico y siempre la oirían si lloraba o algo sucedía.

Cuando Ji Yong entra a su habitación que permanecía a oscuras, dispuesto a colocarse su pijama para poder dormir y descansar luego del día agitado, alguien lo captura desde atrás y rodea su cintura con sus brazos. Ji jadea asustado a pesar de que sabía quién era, lo había tomado por sorpresa y esos movimientos rápidos lo habían desestabilizado. Seung Hyun gira su cuerpo para poder encararlo correctamente, le toma el rostro con ambas manos y lo acaricia con sus pulgares. Ji Yong sentía su respiración muy cerca, un mar de pensamientos indecentes recorren todo su cuerpo y lo hacen jadear impaciente por lo que fuera a hacer el mayor. Poco a poco, Seung Hyun se acerca a sus labios entreabiertos y lo besa.

Sujeta el trasero de Ji Yong con ambas manos y lo presiona para atraerlo más a su cuerpo, luego lo toma de las caderas bruscamente y entrelaza su lengua con la de él, un beso apasionado y desesperado que solo hace gemir a Ji Yong en mitad del beso, su trasero era manoseado y se sentía realmente bien. Al oír tales gemidos débiles, Seung Hyun no resiste la tentación y lo estampa contra una pared de una forma demasiado brusca, ante tal golpe Ji Yong cierra sus ojos con fuerza, gime adolorido y su cuerpo tiembla ante la violencia del golpe, se separa un poco del cuerpo y choca su frente contra el hombro de Seung, sosteniendo sus brazos con fuerza y respirando agitado. Seung Hyun se da cuenta de lo rudo que había sido al golpearlo contra la pared y se apresura a abrazarlo con delicadeza. Ji Yong todavía no se recuperaba por completo de su herida y no podía ser tratado de esa manera, lo había olvidado por completo por dejarse llevar por sus deseos más perversos.

-Lo siento, la he presionado dos veces en un día. Odio ser tan brusco, soy un imbécil.- Acaricia los brazos desnudos de Ji Yong y se deja llevar por su suavidad. Tantas veces lo había tratado de una forma violenta cuando tenían relaciones y había profanado su cuerpo de mil maneras diferentes, nunca había visto en realidad lo frágil que podía ser a pesar de ser un hombre. Siente un poco de remordimiento por las veces que lo había herido o lo había penetrado hasta hacerlo sangrar, quizás era momento de empezar a ser gentil con el menor.

-No… yo estoy bien.- Ji ignora el dolor, levanta su rostro y vuelve a besar a Seung Hyun, esta vez con mucha suavidad. Era solo un contacto de labios contra labios, ambos siguen un ritmo lento que los hace degustar el sabor del contrario. Seung Hyun estaba correspondiendo con delicadeza y lo acariciaba al mismo tiempo como si se fuera a romper.

Pero sus roces suaves empiezan a recorrer su cuerpo, estaba excitando a Ji Yong con cada toque, pasaba sus manos por sus glúteos y luego por la parte interna de sus muslos, para luego besar su cuello y atacar sus clavículas. Ji gime cuando la lengua de Seung Hyun recorre toda la extensión de su cuello, el menor sostiene fuertemente con sus puños los brazos de Seung para encontrar algún tipo de sostén. Las sensaciones lo nublaban y hacían que comenzara a perderse. Esas manos estaban por todas partes y provocaban que no pudiera controlarse. Pero enseguida un pensamiento se le cruza por la cabeza, la idea de que no podían dejarse llevar como era costumbre.

-Debemos parar por Young Mi, no quiero que nos oiga.- Murmura en medio de un débil jadeo, era casi una súplica ante las malas intenciones que estaban invadiendo el sentido común del mayor. Seung Hyun se separa ante su petición y deja de tocarlo, pero no sin antes morder su lóbulo derecho y provocarle un estremecimiento.

-Quiero destrozarte.- Tal afirmación en su oído dicha con voz ronca y erótica solo provocan que Ji Yong vuelva a gemir de impaciencia. Su pecho subía y bajaba y juraría haberse sonrojado hasta las orejas, porque también deseaba el cuerpo de Seung Hyun. Pero aún no estaba recuperado y por supuesto, no podían hacer nada con Young Mi tan cerca. Se separan por completo no sin antes darse un pequeño beso en los labios.

-Vayamos a dormir, ya es tarde y mañana es tu gran día.- Ji Yong le sonríe y le acaricia el rostro con una mano, intenta ser muy suave porque era consciente de que esos gestos eran los que más amaba su pareja. Le era un poco difícil ser lindo con él, pero se esforzaba por serlo de la mejor manera posible. Seung disfruta del contacto y lo mira a los ojos contemplando su belleza única e irremplazable, Ji Yong era perfecto y cada día lo amaba un poco más, eso era un hecho incuestionable.

-Me encantaría que estuvieras conmigo mañana.- El día siguiente era una fecha importante para Seung Hyun. Se realizaba el Avant Premiere de la película que había estado filmando todos esos meses y su presencia era vital para el electo de actores que estarían presentes. Había cierto tema que quería evitar, pero la buena noticia sería que sería la última vez que vería a esa persona cara a cara. Últimamente ella se ausentaba de las reuniones con sus colegas así que no había presentado gran problema evitarla. No quería mencionar el asunto con Ji Yong, estaba seguro de que sería motivo de problemas.

-Prometo estar presente en la próxima Premiere.- Ji Yong comprende de inmediato lo que estaba pensando Seung Hyun, no en vano lo había conocido bien en todos esos meses de convivencia. Se daba cuenta a la perfección cuando algo le molestaba o le preocupaba. Pero no quiere lucir inseguro al respecto ni nada por el estilo, eso solo lo preocuparía, además ella era un tema cerrado y confiaba en que Seung solo tendría que verla por motivos profesionales, al igual que tuvo que verla por obligación en esos meses de grabación.

-Te tomo la palabra.- Seung vuelve a rodear por la cintura a Ji Yong, su cuerpo se amoldaba bien entre sus brazos. Ji Yong se acerca a su boca y lo besa, de hecho les cuesta volver a separarse porque sus besos siempre eran interminables. Al final, es el menor quien hace un esfuerzo por separarse de Seung Hyun y le sonríe una última vez antes de dirigirse al baño y luego volver a su habitación y poder dormir. El mayor estaba muy impaciente por volver a tenerlo entre sus brazos, y si no podía ser suyo esa noche, por lo menos podría abrazarlo y sentir su piel muy cerca de él.

Ji Yong se encierra en el baño y lo primero que hace es mojarse el rostro con agua fría. Contempla su reflejo en el espejo y suspira, porque evidentemente estaba sonrojado y lucía agitado solo por unos cuantos besos y roces suaves.

-Este tipo terminará matándome.- Se había excitado con tan pequeños roces, ¡Odiaba tener tan poca resistencia cuando se trataba de Seung Hyun! Necesitaba más que un poco de agua en su rostro, quizás si le arrojaran un balde de agua helada sobre sus hombros podría tranquilizarse. Mientras que se seca el rostro con una toalla blanca, escucha su celular sonar a su lado. Ji se extraña, y recuerda que ese día no había utilizado su móvil en todo el día, lo había dejado cargando batería en el baño y no le había prestado la más mínima atención.

Toma el aparato y se da cuenta de que había dos llamadas perdidas, pero el número era privado así que no podía saber quién había sido la persona que había llamado. Luego había un mensaje de texto con un número de celular que no tenía agendado.

Sus ojos viajan desconcertados por aquellos números y los repasan una y otra vez como si quisiera creer que ese número de celular era incorrecto y que él solo lo estaba imaginando de forma paranoica. No podía borrarlo de su memoria, de alguna manera lo había memorizado desde hace años y jamás se lo había podido quitar de la mente.

Su corazón deja de latir o por lo menos eso podría jurar, presiona el aparato con fuerza e intenta acercarlo a sus ojos para volver a corroborar que se trataba de ese número o de un estúpido error que su memoria le estaba jugando. Pero no había ninguna falla, Ji Yong se llena de un terror que lo hace retroceder, todavía no había leído el contenido del mensaje pero el simple hecho de que fuera de ella lo hacía entrar en pánico. Una sensación muy parecida al vértigo o a la adrenalina lo inunda y lo hace perder la razón por breves instantes, porque no era posible, no después de tanto tiempo…

Ji Yong siente sus manos temblar, retrocede hasta chocar contra la pared del baño y se agita al borde de jadear de la desesperación. ¿Cómo podía ser posible que tan poca cosa lo hiciera entrar en crisis? ¿Por qué tantos recuerdos horrorosos se planteaban en su cabeza en ese momento? No quería recordar, quería alejar todo lo malo para siempre. Pero quizás ese era su castigo por todos los errores que había cometido en su vida, que los fantasmas del pasado siempre regresaran una y otra vez para envolverlo en sus peores pesadillas y hacerlo sufrir.

Armándose de valor, abre el mensaje de texto.

“Espero que me respondas… ¿Cómo has estado?”

Ji Yong siente tal turbación que presiona su celular con todas sus fuerzas y de pronto toda la felicidad que había experimentado ese día, se esfuma por completo. Mil recuerdos atraviesan su memoria, cosas que no quería recordar y que deseaba guardar en su inconsciente. No quería revivir ese pasado tan turbulento, tan negro y desagradable. Lo peor de su persona estaba enterrado en esas memorias, no solo lo peor de Kwon Ji Yong… era más bien lo peor de G Dragon.

Tan dañino.

Quería creer que todo había cambiado y pretender que esa parte de su vida jamás había ocurrido. Pero ella volvía en forma de fantasma, como siempre lo hacía. ¿En algún momento podría liberarse por completo? Él sabía que ella volvería en algún momento, lo sabía desde el momento en que se habían alejado, pero quería negarlo. Ji Yong no tenía idea que ese simple mensaje de texto era solo el comienzo de una de las pesadillas más terribles que podría sufrir en toda su vida.

Notas finales:

El siguiente capitulo es turbio y se revelan cosas feas del pasado de Ji Yong, solo las preparo psicologicamente(? gracias por leer! dejen review, saludos <3


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