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Love is Blind por gabiiii981

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAA! Ay hace tantos años que no actualizo xDDDDD Alguien me leerá? No tengo idea pero voy a actualizar igual xDDD estas semanas fueron duras(? estoy en un grupo de baile DD: y debutamos el domingo y estuve concentrada en eso más que nada. Además hace poco me estuve ocupando mucho de cuestiones personales y pasé muchos momentos lindos como también feos w.w Tengo muy adelantado este fic, lo que me da flojera es corregirlo porque tengo que subir los capis bien escritos así lo disfrutan más. Igual ni idea si alguien seguirá leyendo esto(? A los que lo lean les recomiendo que lo sigan porque se vienen muchos momentos intensos en los que vamos a sufrir y nos vamos a traumar juntos JAJAJJAJ, acuerdense que yo siempre los traumo con el angst(? ahh una cosa, todos odiamos a Kiko eso ya esta decidido y no es cuestionable(? pero ella no va a ser la mala totalmente, acuerdense de que hay otra persona mucho peor. Bueno escribi mucho xD les dejo el capi :3

Dos meses después…

Estaba llorando… el primer sonido que llega a sus oídos al empezar a recuperar la consciencia es el de un llanto agudo que cada vez se hace más fuerte. Esa era su forma de llamar la atención y de comunicarles su necesidad, esto siempre resultaba efectivo. Ji Yong se despabila por completo y se concentra únicamente en los sollozos que provenían de la habitación de al lado, estos provocan que su corazón se acelere por el susto y que se incorpore de la cama casi de un salto. Despierta luego de haber dormido por mucho tiempo y reacciona ante la luz del sol que provenía desde afuera de la ventana de su habitación. Sentía sus parpados muy pesados y el resto de su cuerpo como si cargara con ladrillos atados a sus extremidades. Era porque a pesar de haber dormido bastantes horas seguidas, su anatomía seguía necesitando horas de sueño para recuperar enteramente sus energías. Pero esa era un lujo que no se podía permitir desde hace meses.

-Young Mi, Dios mío. ¿Cómo pude dormirme así?- No se coloca sus pantuflas, ni siquiera se molesta en abrigar su cuerpo semidesnudo. Sale disparado hacia la habitación que estaba a un lado y se asusta diez veces más al darse cuenta de que la bebé no estaba llorando en su correspondiente cuna. Él casi siempre era el encargado de calmar a su hija cuando lloraba por las noches o en la mañana, se culpa a sí mismo por haberse rendido ante el cansancio de su cuerpo y finalmente haberse quedado dormido por tanto tiempo.

-¿Ji Yong?-

El menor se da la vuelta en estado de alerta y deja escapar un suspiro de alivio al darse cuenta de que Seung Hyun cargaba a Young Mi entre sus brazos, la cual no dejaba de llorar por más que intentara calmarla. El mayor lleva a la bebé entre sus brazos y deja de observar a un aparente asustado Ji, ya que se acababa de calmar. El menor siente que su alivio dura muy poco tiempo, se aproxima a pasos rápidos hacia Seung Hyun y carga a su hija para poder acogerla por sí mismo.

-Ven, pequeña. No llores, estoy aquí, shhh.- Ji la sostiene con mayor delicadeza y la mese al mismo tiempo que le susurra palabras dulces y encantadoras. La pequeña de tan solo tres meses de vida calma sus lágrimas y llanto de inmediato, empezando a sonreír al momento que Ji le tararea una canción muy conocida con su característica voz suave. Era como un efecto mágico, porque cuando él comenzaba a cantarle ella se tranquilizaba en un segundo y se relajaba, era un método muy efectivo si ella necesitaba dormir porque caía rendida de inmediato. Seung Hyun abre los ojos atónito y se le queda mirando no creyendo con qué facilidad había logrado estabilizarla, ya que él a pesar de todo el tiempo compartido con Young Mi, aun no podía lograrlo con tanto éxito.

-Aw. ¿No es hermosa? Se durmió.- Ji le sonríe a su pareja y le habla en un tono bajo para que la bebé no despertara. No era muy consciente de su habilidad nata para calmar a su hija ni tampoco de toda la influencia que siempre tenía en ella. Seung se siente algo frustrado por no poder tener ese mismo encanto natural con la pequeña.

-No entiendo. Intenté calmarla exactamente de la misma forma que tú y no me hizo caso. ¿Por qué a ti te quiere más?- Pregunta con algo de decepción en su rostro. A veces pensaba que su propia hija la odiaba por hacer esas obvias preferencias entre Ji y él.

-No es que me quiera más. Simplemente pienso que mi voz es más aguda y le gusta como canto. Tu voz es más… eh…- No quería tener poco tacto al decir aquello, sin mencionar que Young Mi estaba más acostumbrado a la voz de Ji Yong porque era el que casi siempre le cantaba y le hablaba la mayoría del día ya que Seung estaba ocupado yendo de un lado a otro por su trabajo. En si no era culpa del mayor no pasar mucho tiempo con ella, pero las consecuencias se harían notar y el resultado era que la niña tenía más apego al padre que la había dado a luz.

-¿Mi voz la asusta?- El mayor se lo toma extrañamente en serio y lo empieza a analizar con profundidad, a pesar de que Ji no estaba pensando mucho al hablar y lo había comentado de forma simple. De hecho se arrepiente de haber dicho eso porque sabía que Seung Hyun le daba demasiadas vueltas a las cosas, como si se tratara de un niño pequeño.

-Es una teoría estúpida, olvídalo.- Se lamenta en voz alta el menor con una semi sonrisa nerviosa, pero ya era tarde y la mente de Seung Hyun ya estaba procesando mil y una posibilidades.

-No, no. Puede que tenga sentido. Cada vez que le hablo, llora.- Recuerda todas las veces en las que incluso le había intentado cantar con voz suave a pesar de no ser su fuerte, él había fracasado en todos esos intentos cuanto trataba de hacerla dormir o que pare de llorar. Ji Yong vuelve a suspirar como si el mayor no tuviera remedio, lo observa con reproche en señal de que dejara de cuestionarse tanto a sí mismo.

-Eres el padre, te ama. No pienses idioteces.- Termina comentado con un poco de cansancio porque esa conversación carecía de sentido. Pero antes de que Seung Hyun pudiera contestar, un celular comienza a sonar y los hace quedarse callados de un momento a otro. Ambos reconocen la melodía del celular de Ji Yong, se trataba de una llamada entrante. Seung se aproxima a Ji y se encarga de tomar a la bebé y cargarla por él mismo con mucho cuidado para que no despertara.

-Ve a atender. Descuida, no se despertará.- Young Mi no se había inmutado porque el movimiento había sido casi nulo. Seung le sonríe a su pareja en señal de que no se preocupara, se podía encargar de ella por unos minutos para que Ji atienda sus necesidades, después de todos ambos eran los padres y debían siempre dividirse las tareas.

-Gracias. Ten cuidado.- Luego de darle a su niña en brazos y al no tener problemas en que despertara, Ji Yong se apresura y se dirige hacia la habitación que compartía junto a su pareja. El mayor estaba en la habitación de Young Mi, colocándola en su cuna y arropándola para que continuara durmiendo un poco más.

Ji toma su celular que estaba depositado sobre la mesita de luz y aún continuaba sonando. Cuando ve la pantalla se da cuenta de que el número era privado, eso le resulta algo extraño ya que sus demás compañeros y su hermana nunca ocultaban sus números a la hora de llamarlo. Quizás era Yang, últimamente llamaba mucho para preguntar cómo iban las cosas con la bebé. O tal vez uno de los chicos llamando desde otro celular, a pesar de todo siempre cabían esas posibilidades. Atiende antes de que el celular dejara de sonar.

-¿Hola?-

- … Ji Yong.-

El tiempo se detiene y esos escasos tres segundos se vuelven una jodida eternidad.

Esa voz femenina, ese breve silencio que ella había producido antes de articular su nombre.

Ji Yong deja de respirar y empalidece, ¿Cómo podía tener el descaro de llamar? ¿Cómo se atrevía a volver como si nada hubiera terminado mal? ¿Cómo si no doliera el simple recuerdo de haber estado juntos por tanto tiempo? Quería borrarlo todo, cada memoria y cada instante, ya no quería que eso fuera parte de su vida y se empecinaba por seguir adelante ignorando aquellos años turbios en los que se había manifestado lo peor de su persona, lo más negro y oscuro de todo su ser. Él verdaderamente, se arrepentía de todo, hasta de haberla conocido.

Cae sentado sobre la cama, la voz del otro lado de la línea retumba en su cabeza como si fuera un golpe fuerte y doloroso. Se había quedado sin habla, procesando lo que estaba sucediendo y tratando de decidir que debía contestar. Pero por más que quisiera, no podía ser cruel o desalmado, no podía insultarla o simplemente cortar. Era un impulso más fuerte que su persona, el quizás, querer escuchar su voz un poco más.

-¿Por qué me estás llamando?- Murmura sintiendo su corazón acelerado contra su pecho y luchando contra la adrenalina del momento, contra el miedo de ser escuchado por Seung Hyun y contra todos esos sentimientos lúgubres que se destapaban cuando todo se trataba de ella. Esa voz tan femenina y delicada era imposible de no reconocer. Nunca, nunca en toda su vida la podría olvidar.

-¿Por qué me hablas así? ¿Estás… enojado? Pensé que habíamos… finalizado en buenos términos.-

Él cierra sus ojos adolorido, porque ella sin quererlo era muy cruel. ¿Buenos términos? Estaba diciendo cosas irracionales. De alguna manera había sido una especie de acuerdo el finalizar definitivamente. Muchas otras veces habían peleado y se habían separado por meses para luego volver a estar juntos por tener una extraña y enferma necesidad de dependencia el uno del otro. Pero la última vez había sido una ruptura real y nada había quedado en buenos términos a pesar de que no se había presentado una discusión entre ellos. Ji Yong jamás olvidaría las lágrimas que había derramado ni todo el dolor y los celos que siempre lo corrompían cuando el tema en cuestión se trataba de Kiko.

-Nunca… vuelvas a llamarme.- Era un ruego. Ji Yong le estaba rogando con palabras concretas que no se volviera a presentar en su vida. No en ese momento, que todo parecía marchar perfecto y que contaba con una pareja, con una hija, con una verdadera familia que debía proteger. No quería sentirse vulnerable ante el efecto que ella podía causar, él más que nunca debía mantenerse fuerte y estable para poder proteger a lo más importante que tenía. Del otro lado de la línea, Kiko parece titubear ante las determinantes palabras de su ex, pero se decide en hablar, aunque esta vez su voz se vuelve más dubitativa y hasta tiembla a causa de las dudas.

-Perdóname... No… No sabía que te molestaba. Es que… me sentí confundida cuando no respondiste mi mensaje hace un tiempo. Quería hablarte, comunicarme contigo de alguna manera. No encontré otra forma que no fuera llamándote, Ji.-

Él permanece en silencio un par de segundos más. Pero recuerda varios hechos, particularmente cuando ella volvía después de un tiempo y se disculpaba para que de alguna manera todo volviera a ser como antes. Ji Yong no era un idiota y podía adivinar esas intenciones indirectas, el querer hablar para arreglar algo que se había roto desde hace mucho tiempo. La conocía tanto, había sido su pareja por tantos años que hasta creía poder leer su mente. Incluso la conocía más que a… Seung Hyun. Justo en ese momento, abre bien los ojos cuando escucha el llanto de su hija proveniente de la habitación del costado. La bebé de seguro había despertado de alguna manera y requería atención, a Seung le costaba recuperar el control de esas situaciones y también el reconocer que era lo que le pasaba cuando comenzaba a llorar de la nada.

-¿Estás con alguien? ¿Ese es el llanto de un bebé?- Kiko escucha claramente ese llanto proveniente de la otra línea y es presa de la confusión. Ji siente nervios de repente y se apresura en mentir con lo primero que se le viene a la mente.

-Yo… si… estoy en un hospital. Hay muchos niños.-

-¿Estás bien? ¿Por qué estás en un hospital?-

-¿Qué quieres? Apareces de la nada luego de todos estos meses. Sé directa y dímelo.- Ya no tenía la misma paciencia de antes, a pesar de sospechar de sus intenciones quería saber si ella sería capaz de decírselo sin rodeos. Llamar luego de tanto tiempo y fingir interesarse en su vida, le parecía tan despreciable, tan bajo… porque seguía lastimando. Él no puede evitar preguntarse porqué seguía doliendo tanto, ya que creía haberlo superado desde hace meses y hasta haberlo olvidado. ¿Por qué tenía que aparecer esa clase de fantasmas? ¿Por qué tenía que someterse a semejante prueba luego de tanto tiempo transcurrido con Seung Hyun?

-Quiero volver a verte.-

¿Por qué de alguna forma… a veces pensaba que extrañaba esa voz?

-Ji Yong. Ven, no sé qué hacer.- Seung Hyun aparece en el marco de la puerta con Young Mi entre sus brazos y dirigiéndole una mirada preocupada y alarmada a Ji Yong, quien se lleva un susto de muerte cuando gira hacía él y capta lo cerca que estaba. Arroja su celular a un lado de la cama luego de finalizar la llamada sin haber dado una respuesta final y se apresura en atender a su hija. La vuelve a tomar en brazos, su llanto era más fuerte que antes y entendía la preocupación de Seung al no saber qué hacer.

-Debe tener hambre. Siempre llora así de fuerte cuando quiere comer.- El menor de ambos la envuelve más entre sus brazos. Intenta pensar con claridad y sin querer se vuelve ajeno a la situación presente, no entendía que había sido esa llamada pero mentiría si dijera que no lo había afectado. Sus pensamientos eran turbios y distantes en ese momento, la voz de Kiko seguía siendo igual que siempre y sus disculpas siempre parecían genuinas. Pero era tiempo de dejar de creer en ella y dejarse influenciar, ya no podía darse el lujo de tomar decisiones estúpidas o cometer errores, no ahora que tenía una familia.

-Hey…- Seung Hyun se preocupa cuando observa con detenimiento el cuerpo de Ji Yong, se da cuenta de que estaba temblando y que lucía muy concentrado en sus pensamientos. No estaba seguro de porqué, pero se inquieta al verlo porque esa reacción definitivamente no era normal. Era como si hubiera empalidecido de la nada luego de esa llamada a su celular. Frota uno de sus brazos para intentar tranquilizarlo. La bebé no dejaba de llorar y Ji estaba absorto en sus pensamientos, no dejaba de contemplar el rostro de Young Mi a pesar de todo.

-¿Quién era? ¿Estás bien?- Pregunta intentando calmar el cuerpo de Ji Yong y enfocándose mejor en él, lo encara para recibir cualquier tipo de respuesta, hacía mucho tiempo que no lo veía así de perturbado. En ese momento el menor reacciona y lo mira a los ojos sorprendido. Se había dejado llevar, apenas y se da cuenta de que estaba muy nervioso y que la voz de Kiko retumbaba en su cabeza una y otra vez como la peor de las maldiciones.

-Solo era Seung Ri. Quería saber cómo estaba. Se preocupaba de más, como siempre.- Le sonríe a Seung Hyun, rogando que creyera su mentira. Tenía la esperanza de que ella no volvería a llamar, si le decía la verdad se armaría un gran problema y no era para tanto. Él podía manejarlo solo.

-Se preocupa lo necesario. Es como si siempre te olvidaras de ti mismo.- Seung lo mira preocupado, pasa a su lado y recoge un abrigo ligero que estaba colgado desde una silla. Se acerca una vez más a Ji Yong y lo coloca sobre sus hombros. Estaba desabrigado, no quería que enfermara. Tenía que cuidar su salud, más aun sabiendo que sus defensas habían quedado bajas luego del parto. Ji Yong le sonríe agradecido por el gesto, la verdad tenía algo de frío pero su bebé estaba primero. Había despertado esa mañana gracias a los llantos de Young Mi y por eso no se había abrigado correctamente. La pequeña había calmado su llanto y ahora Ji la acunaba entre sus brazos con comodidad, todavía era muy liviana.

-Te dejé dormir más de la cuenta porque no has dormido bien en semanas. Recuerda que el doctor dijo que debes descansar y alimentarte bien para recuperarte por completo.- Siempre se preocupaba mucho por él, Ji siente algo de culpa por estar ocultándole algo importante. Pero no quería que se preocupara más de lo necesario, ya bastante tenía con él mismo y con Young Mi, no tenía por qué cargar con más situaciones en su mente. Ji está a punto de girar hacia atrás pero en ese momento, el mayor rodea su cintura con ambos brazos y lo apega a su cuerpo.

-Lo sé. A pesar de todo, me siento muy bien. Muy pronto tendré que volver al trabajo.- Suspira Ji Yong al sentir como sus músculos se relajaban por reflejo ante la cercanía de su pareja, siempre lograba tranquilizarlo con sus suaves contactos, últimamente era tan cuidadoso con su cuerpo que hasta se le hacía difícil recordar las veces que había sido rudo con él.

-Ni lo menciones. Odio la idea de que no podamos estar siempre con Young Mi.- Ambos vuelven a la habitación de la bebé y la depositan en su cuna. Al parecer ahora si dormiría con más tranquilidad, Ji Yong había vuelto a utilizar su don natural para poder calmarla.

-Yo también. Me encantaría estar con ella por siempre. Pero si no vuelvo al trabajo, todo se volverá muy sospechoso. Hye Yoon y Dami la cuidarán muy bien mientras nos ausentemos.- Con lentitud se aferra a un brazo de Seung Hyun y deposita su cabeza de costado en su hombro, nunca deja de contemplar la bella imagen de Young Mi durmiendo con una profunda paz. El mayor vuelve a rodear la cintura de Ji con uno de sus brazos, para sentirlo más cerca, su aroma lo embriagaba y lo hacía desear tenerlo en esa posición por mucho más tiempo.

Aquella soleada mañana, Ji Yong estaciona su auto en la entrada de la YG entertainment. Luego de estar meses sin actividades, había llegado el momento de retomarlas y por eso mismo había sido citado por el mismísimo presidente Yang para poder discutir en que se centraría su carrera como también el futuro del grupo. Luego de estacionar, piensa con severidad las posibilidades que de seguro se le presentarían y todo el escándalo que causarían las fans al presenciar su regreso, como también las preguntas molestas referidas a su ausencia tan prolongada. Ji Yong suspira y se quita los lentes oscuros con lentitud. Sería un camino difícil de retomar, pero el retirarse no era una opción. Precisamente en esos momentos debía trabajar con más esmero para poder brindarle lo mejor a Young Mi. Quita las llaves de la ranura del auto, toma su celular que estaba depositado sobre el asiento del copiloto y se guarda todo aquello en los bolsillos. Cuando abre la puerta del auto y sale al exterior, nota como su celular comienza a sonar y a vibrar con insistencia.

Se asegura de cerrar la puerta y de asegurar el vehículo. Retira su celular del interior de su bolsillo y cuando observa la pantalla para ver de quién se trataba… Tiembla por un segundo al reconocer que era un número privado, otra vez. Su mente se perturba por breves segundos, pero como reacción inmediata, corta la llamada sin contestar y vuelve a guardar el celular en su bolsillo, para comenzar a caminar hacia la entrada del edificio a paso apresurado. Sabía que no tenía que alterarse y que ignorarlo todo era la mejor solución, debía dejar de tener el más mínimo contacto con ella para que dejara de insistir y para que no volviera a aparecer.

El solo considerar que podría volver a entrar y abrir sus puertas, introducirse en su vida y de alguna forma controlar cosas que no estaban a su alcance, lo hacían sentir unos nervios descomunales. Deja de pensar un poco en eso cuando ingresa al edificio luego de presentarse en la entrada ante los guardias. Pasa por un costado de la recepcionista y se dirige directamente hacia el ascensor, debía llegar lo más rápido posible a la oficina del presidente Yang.

-He programado un recital único en el estadio central de Seúl a finales de este mes, se presentará toda la YG Family y me parece una buena oportunidad para que salgas a escena luego de tanto tiempo, Ji Yong.-

Yang estaba hablando con seriedad desde el momento que Ji Yong había ingresado a su oficina, luego de arreglar el itinerario del grupo BigBang y de decidir sus próximas actividades ahora que Ji Yong ya se encontraba en buenas condiciones para aparecer en escena, podía informarle sobre todo al líder y ponerlo al tanto de la situación actual. Mientras tanto, Ji escuchaba todo desde el otro lado del escritorio de su jefe y no tiene objeción alguna ya que sabía que el momento de su regreso debía ser pronto.

-He oído los rumores de las ventas de las entradas, me parece bien. Tenemos el tiempo suficiente y no tenemos que viajar.- Le era un gran alivio no tener que dejar el país a tan poco tiempo del nacimiento de Young Mi, aun quería permanecer a su lado a pesar de que habría muchos momentos en los que su hermana y Hye Yoon de seguro tendrían que encargarse de la bebé, deseaba cuidar de ella en todo momento que pudiera hacerlo por lo menos antes de que cumpliera un año de vida.

-Por cierto, ¿Cómo se encuentra la pequeña?- Se aventura a preguntar Yang con mucha curiosidad, a pesar de que casi siempre se mantenía al tanto de la situación de Ji por comunicarse siempre con él. Recibe como respuesta una sonrisa nostálgica, siempre se reflejaba en su semblante al apenas recordar a su pequeña hija.

-Ella está muy bien, hoy se ha quedado con Seung Hyun y él hace un estupendo trabajo en cuidarla. Se esfuerza tanto. Hemos aprendido bastante rápido el cómo atenderla, aunque estoy seguro que aún nos falta mucho.- Su pareja siempre era más temerosa con respecto a la bebé, temía hacerle daño o no poder cumplir sus necesidades adecuadamente. Pero Ji Yong podía ver todo el esfuerzo que siempre le dedicaba y el buen trabajo que realizaba como padre primerizo, Seung Hyun era modesto al decirle que no hacía la gran cosa pero el menor captaba con claridad todo lo que había mejorado en esos meses al desarrollar su rol de padre.

-Los primeros años son los más difíciles, pero resulta ser una verdadera bendición para cualquier padre.- Yang se daba cuenta de la luz que se reflejaba en los ojos de Ji cada vez que hablaba de Young Mi, le recordaba a él en su propia experiencia primeriza. De pronto recuerda algo importante que era esencial comunicarle antes de que se retirara de su oficina.

-Por cierto Ji Yong, me han ofrecido muy buenas ofertas para promocionar una marca de ropa y realizar varias publicidades fuera del país. Perdóname por no consultarte, pero tuve que aceptar por ti las ofertas más importantes, no podemos rechazar estas oportunidades. Piensa que también volverías a ser el centro de atención en los medios si vuelves de esta manera.-

Ji se extraña un poco, hace bastante tiempo Yang no aceptaba trabajos a su nombre porque en los últimos años había ganado bastante autonomía junto con su grupo con respecto al aceptar ofertas de trabajos o colaboraciones con otros artistas. Pero entiende de inmediato que su jefe había tenido la necesidad de hacerlo, siempre pensando en su bienestar como figura pública y teniendo en cuenta su regreso a los medios.

-Entiendo, no se preocupe, también creo que es una buena oportunidad y además quiero volver al trabajo lo antes posible.-

-Me alegra que estés de acuerdo. Luego del recital que realizarán en el estadio de Seúl, viajarás a Japón para comenzar con las grabaciones y las sesiones de fotos. Ya me estoy encargando de reservar tu estadía y terminar de resolver los últimos detalles.-

Ji Yong se le queda mirando y su expresión se vuelve seria y pensativa. La última vez que había ido a Japón había sido para su último recital con sus demás compañeros de grupo, de hecho había realizado la imprudencia de actuar en un escenario estando embarazado de varios meses. Esto era muy diferente, porque iría él solo.

Justamente tenía que ser Japón…

-¿Sucede algo? Estás pálido.- Se preocupa el presidente de la compañía y realiza esa rápida observación. Pero Ji Yong despierta de su ensoñación y le niega de inmediato sin saber cómo reaccionar adecuadamente.

-¿Ah? ¡No! Todo está bien. Yo… tengo algo de prisa, ¿Podría…?- Se incomoda un poco pero su indirecta es captada por Yang, quien accede en un segundo ya que sabía que debía volver pronto a su hogar para atender sus necesidades.

-¡Oh! Claro, puedes marcharte, no hay nada más que discutir. Las prácticas para el concierto empezarán la semana que viene. Mucha suerte en todo, Ji Yong.-

-Gracias. Nos vemos pronto.- Ji Yong realiza una reverencia y se retira de la oficina de Yang, pensando en que otro maldito problema se había metido. Es decir, tendría que viajar a Japón porque en su actual condición no era posible rechazar una oferta de trabajo tan importante. Quizás esas llamadas insistentes se debían a eso, a que Kiko sabía que se tendría que hospedar solo en su país natal por indeterminado tiempo. No era imposible, ella conocía bien a los más altos rangos en cadenas de ropa y también a los mejores publicistas. Maldice tanto en su mente, ¿Por qué mierda tenía que ser en Japón?

Entra a su auto y cierra la puerta velozmente, la sensación de sentirse encerrado de alguna forma lo hace sentirse más seguro. Si todo lo que estaba pensando era cierto, ¿Ella estaba así de empeñada en hablar con él? ¿En verlo? Para colmo de los colmos, su celular vuelve a sonar y vibra en su bolsillo haciéndolo casi saltar de su asiento y salirse de todos sus pensamientos. Lo toma con su mano y vuelve a verificar el número privado. Terminar con todo eso de forma directa y dejar de huir era una opción, lo último que deseaba en su vida era que Kiko se le apareciera de la nada en su instancia en Japón y le armara un escándalo para llamar la atención de los medios y que las especulaciones entre su supuesto romance se hicieran mucho más evidentes.

-Hola.- Termina contestando de mala gana, con una sensación amarga en su pecho. Intentaría ser lo más breve posible, no quería cargar con más problemas.

-Al fin atiendes, Ji Yong. Me he cansado de llamarte.- La voz del otro lado de la línea se oía cansada y hasta un poco molesta por las constantes negaciones de su ex al atender sus llamados. A Ji Yong eso le parece ridículo, vuelve a reiterar lo que ya le había dicho en su última llamada.

-No quiero que me llames, nunca más.- Pronuncia cada palabra como si se tratara de una cruel sentencia, su honestidad brutal podía ser efectiva en esa clase de situaciones.

-¿De verdad no deseas verme?-Su voz se oye más lejana, quebradiza y toda la molestia que cargaba antes se desvanece. Entonces Ji Yong lo deduce, esa insistencia en verlo se debía a que ella ya estaba al tanto de lo que él se había enterado hace apenas unos minutos.

-Sabes que iré a Japón, ¿No es así?- El silencio en la comunicación solo le hace confirmar sus suposiciones y maldecir su suerte, ¿Tan empeñada estaba en encontrarse con él al punto de haber averiguado que en poco tiempo tendría que hacer promociones en su país?

-Hablé con mi manager y varias personas confirman tu presencia por estos lugares en pocas semanas.-

-No quiero verte y tampoco quiero que me vuelvas a llamar.- Se arma de confianza como para decir aquello sin el mínimo rastro de duda. Así tenía que ser, ella debía respetar su decisión, no debía volver a entrometerse en su vida ni seguir insistiendo de esa manera que solo la hacía rebajarse. Todo había terminado hace mucho tiempo y por eso verse de nuevo carecía de sentido.

-Sé que posiblemente eso se deba a… q-que tienes otra mujer. Pero descuida… yo solo… solo quiero verte en plan de amigos. Recuerda que lo fuimos por bastante tiempo… te extraño, Ji. Realmente te extraño.- Estaba siendo sincera en cada una de sus palabras, Kiko no mentía cuando hablaba de esa manera, no tenía la capacidad de hacerlo y solía ser imprudentemente transparente cuando clamaba un poco de atención, el ser escuchada por la única persona que quizás la había comprendido en totalidad hace varios años. Ji Yong baja su mirada y empieza a creer que su tolerancia estaba llegando a su límite, se vuelve más frío que el hielo y su mente lo obliga a recordar cada lastimosa situación en la que había resultado herido sin necesidad.

-Iré a Japón en unas semanas solo para trabajar. Lo lamento, pero no quiero verte.- Las palabras surgen de forma automática, en tono neutro. Si ella volvía a insistir, él perdería el control. No había nadie que pudiera evitarlo, ni nadie que pudiera comprender todo el caos que ella causaba en su cabeza y en su razón.

-Ji… podría ir a buscarte al aeropuerto. Aunque sea quiero verte un momento… por favor…-

¿Por qué se arrastraba tanto? ¿No se daba cuenta de que también le dolía a él escucharla de esa manera tan miserable? Hace tiempo, habría dado cualquier cosa para que ella rogara volver a verlo. ¿Cuántas noches había llorado y había deseado volver junto a ella bajo cualquier costo? Era tarde, era demasiado tarde porque jamás podría perdonar que hubiera lastimado su corazón sin compasión alguna. Nunca podría perdonar el hecho de que Kiko lo había condenado a vivir con recuerdos horribles por el resto de su vida, como también memorias lejanas de un amor que no podía recordar sin llorar por todo lo que había dolido y aún seguía doliendo.

-¡Te estoy diciendo que NO! ¿Acaso no entiendes?- Ji Yong corta la llamada en estado frenético y arroja el celular a un lado, a punto de quebrarlo contra el vidrio de la puerta derecha del auto. Escuchar esa voz tan lastimosa a punto de quebrarse, rogándole por verlo solo un momento, imaginar el hecho de que podría ponerse a llorar por ser así de frío y cruel. Ji Yong se cubre el rostro con ambas manos y se inclina hacia abajo, respirando con dificultad y haciendo un enorme esfuerzo por controlar las reacciones precipitadas de su cuerpo.

Debía tranquilizarse, podía manejarlo bien sin la ayuda de nadie.

Respira agitadamente y siente su cuerpo temblar. Kiko se oía tan frágil cuando le hablaba, pero no podía olvidarse que ella siempre se oía de esa manera cuando quería regresar con él. Ella recapacitaba en todo el tiempo de separación, pensaba en todas las peleas y en todo lo malo que había hecho, para luego arrepentirse y rogar atención de forma suplicante, intentando dar lástima. Ji Yong caía en ese juego miles de veces, todo por su enferma dependencia a ella. Pero ya no podía darse el lujo de fallar y de equivocarse, ya no podía ser el mismo de antes. Tenía que madurar, tenía que ser realista, ya no podía ser impulsivo y dejarse llevar por el momento. Debía sentar cabeza, por Seung Hyun y por Young Mi.

Se tranquiliza hasta que su respiración vuelve a la normalidad. Recuesta su nuca contra el cabezal del asiento y cierra sus ojos, solo para relajarse unos minutos más. Debía quitársela de la cabeza y pretender que nunca existió. A pesar de que dolía, era lo mejor para su propia salud mental, y quizás hasta sería lo mejor para Kiko también.

Ji Yong llega su hogar luego de un día bastante agotador. Abre la puerta principal con su llave, al ingresar nota que todo estaba extrañamente en silencio. Escucha en el baño el sonido de la ducha, de seguro Seung Hyun estaba tomando un baño. Se dirige a la habitación de su hija solo para corroborar su estado, se relaja cuando la observa dormir plácidamente. Lo más seguro era que Seung la había alimentado y había aprovechado el dejarla dormir para tomar una rápida ducha.

Él le sonríe luego de acariciarla un poco. Entonces se dirige a su habitación y comienza a desvestirse con rapidez para sentirse más cómodo en su hogar, se quita el abrigo y los pantalones, quedando vestido con una camisa casi transparente y únicamente sus bóxer negros. Se desabrocha la camisa y deja al descubierto su pecho desnudo, para luego acomodarse sobre el colchón, necesitaba un momento de paz y silencio absoluto.

Permanece recostado mirando el techo con expresión nula, aquella cama era muy amplia y cómoda y últimamente solo era utilizada para dormir junto a Seung Hyun. Recordaba siempre amanecer abrazado a él, a diferencia de las primeras veces que se acostaban juntos y que él nunca se despertaba al mismo tiempo que el mayor. Como en esos tiempos solo se trataba de sexo, no le importaba demasiado no amanecer junto a él, no aprovechaba esos pequeños momentos ni les daba valor. Se consideraba un idiota porque ahora Ji agradecía todos los días amanecer junto a él y trataba de aprovechar esos breves minutos a solas.

La última semana había sido agitada para Seung Hyun, había aceptado un contrato para realizar una nueva película y un comercial, sabía que eso era sinónimo de no tenerlo cerca como de costumbre. El mayor había teñido su cabello de un rubio platinado que casi llegaba a ser blanco, se veía tan sexy y le recordaba tanto a cuando ellos habían grabado sus MVs como dueto hace ya varios años. Y pensar que en esas épocas no le prestaba ninguna clase de atención en particular, solo eran compañeros de trabajo.

Ji Yong repentinamente recuerda las veces que a su pareja le importaba un demonio llegar tarde a trabajar en los últimos años y se la pasaba follándoselo toda la noche, siempre sin consideración y con suma brutalidad, siempre dejándole marcas por su cuello y pecho que luego tenía que cubrir con mucho maquillaje. El menor se lleva una mano al pecho y jadea un poco, pensar en esas cosas lo estaba haciendo sentir calor, recordar como Seung tocaba todo su cuerpo y como lamía sus zonas más erógenas…

¿Hace cuánto tiempo no se acostaba con Seung Hyun? Meses… Muchos meses.

Ji Yong vuelve a jadear un poco y cierra los ojos, las imágenes mentales que se estaba formando no lo estaban ayudando, tampoco recordar su voz ronca hablarle al oído cuando se aferraba a su espalda y rebotaba contra su cuerpo en busca de que lo penetrara más profundo y duro. Inconscientemente, desliza una mano por todo su pecho de arriba hacia abajo hasta llegar a su zona baja y sensible, lugar que comienza a acariciar por arriba de su ropa interior.

Últimamente la única solución se centraba en masturbarse a sí mismo, porque Seung no estaba disponible para él. Siempre tenían que atender a Young Mi y ella casi no los dejaba dormir, y ahora con el asunto de la nueva película de Seung Hyun… sería el doble de difícil que el mayor pudiera… pudiera…

Gime de forma aguda al introducir su mano por debajo de sus bóxer y al tomar su miembro semi erecto. Recordaba como Seung Hyun lo tocaba y como chupaba con sus labios húmedos cada parte de su sensible piel blanca. La forma en como lo penetraba con su enorme miembro erecto hasta partirlo en dos, como lo masturbaba furiosamente y como lamía sus pezones para luego presionarlos con sus dedos. Ji Yong se coloca de rodillas, apoyando su pecho contra las sabanas y realizando movimientos pélvicos contra su mano, la cual se empeñaba en masturbar su propio miembro con más rapidez. Necesitaba que lo tocara, debía ser penetrado por él, no podría controlarse si seguía de esa manera.

-Seung Hyun… Seung Hyun…-

Lleva su otra mano libre a su entrada y no duda en introducir un dedo, provocando que vuelva a gemir y su cuerpo tiemble debido a la adrenalina y a la excitación. El pensar que se trataba de su pareja y el recordar las veces que había profanado todo su cuerpo de las formas más sucias e indecentes, lo hacía excitarse hasta llegar a su límite. Su cuerpo comienza a sudar mientras el ritmo de la masturbación aumenta y Ji Yong no deja de gemir entrecortadamente el nombre de Seung Hyun. Los movimientos pélvicos aumentan y él se esfuerza en alzar cada vez más su trasero para introducir su dedo mucho más profundo en su estrecha entrada. Necesitaba algo más grande, más largo, ya no podía más, necesitaba con desesperación a…

-Dios mío… Ji Yong…-

El corazón de Ji Yong se acelera, él detiene todos sus movimientos y abre los ojos horrorizado cuando descubre que Seung Hyun estaba en la puerta de la habitación, mirando con ojos bien abiertos y atónitos los actos que estaba realizando su pareja.

Antes de que pudiera reaccionar y tratar de balbucear cualquier tipo de excusa, Seung Hyun se le tira encima y lo aprisiona entre sus brazos. Comienza a tocar cada zona de su cuerpo, pasando por sus piernas para luego terminar en su pecho, en sus costados y en su espalda. Ji Yong gime ante cada contacto que quema su piel, era lo que necesitaba, que el mayor se adueñara de todo su cuerpo y que lo tocara de mil maneras diferentes.

-Eres tan erótico… todo en ti lo es.- Ronronea Seung Hyun al momento que sujeta con rudeza el trasero de Ji Yong y lo obliga a incorporarse para que pudiera montarlo. El menor se sostiene de sus brazos y se deja invadir totalmente por la debilidad, sus ojos entrecerrados se habían dilatado por completo y sentía que llegaría a su límite en poco tiempo. Choca su frente contra el hombro de Seung Hyun, estaba rendido a sus pies y esperaba con ansiedad el ser penetrado como nunca antes.

-S-Seung…- Ji Yong vuelve a gemir cuando el mayor vuelve a tocar sus partes sensibles, ante cada rose y mucho más cuando frota su miembro contra su propio cuerpo, estaba caliente y clamaba por más. Se agita al borde de sentir que iba a correrse con solo sentir las manos de Seung Hyun por todas sus zonas erógenas. Era tan rápido y tan preciso al presionar sus puntos débiles, como si lo hubiera conocido de toda la vida.

-N-No puedo más… házmelo.- Apenas murmura esto, Seung Hyun vuelve a recostarlo sobre la cama y le quita la ropa interior que solo presentaba ser un estorbo, él menor solo jadea y se sonroja al sentirse expuesto luego de tanto tiempo, su pecho cubierto en sudor sube de arriba abajo sin poder controlarse.

Justo cuando Seung Hyun se desabrocha los pantalones y libera a su miembro de su ajustada ropa interior, se atreve a tomar a Ji Yong de las piernas, a colocárselas una de cada lado y un segundo antes de penetrarlo de una sola estocada… mientras que Ji realizaba movimientos pélvicos ansiosos contra la hombría de Seung Hyun…

Young Mi comienza a llorar. Se escucha tan fuerte que ambos detienen sus movimientos y permanecen petrificados por segundos enteros. Se miran a los ojos en estado de shock, se había sentido como si les hubieran arrojado un balde de agua helada al mismo tiempo.

-Yo… yo debo ir por ella.-

Los ojos de Ji Yong se abren mucho más al escuchar a su pareja decir esas palabras, momentos después Seung Hyun se levanta y se acomoda la ropa a una increíble velocidad para luego salir de la habitación, dirigirse a la de Young Mi y atenderla para que dejara de llorar.

Ji Yong queda recostado en la cama sin poder caer en la realidad, tratando de asumir la situación y planteándosela una y otra vez sin poder creérselo, con su mirada fija en el techo de la habitación. Estaba tan caliente que de seguro explotaría, pero esa no era su preocupación esencial, de alguna forma se siente patético porque ese acercamiento a Seung Hyun había sido lo más cercano a tener relaciones con él en meses. Y eso era… indudablemente frustrante. Cuando cierra los ojos, escucha un sonido estridente y repetitivo, seguido de una constante vibración que era muy reconocible a sus oídos. Primero nota que poco a poco el llanto de Young Mi disminuye, de seguro gracias a las atenciones de Seung Hyun. Luego reconoce a la perfección como su celular sonaba con insistencia debido a una llamada entrante, desde algún punto indefinido de su habitación.

Notas finales:

Hago un adelanto del próximo capi, intentando recompensar mi ausencia >.< DEJEN REVIEW <3 LAS QUIERO <3 Y si siguen el fic, gracias por esperar!

...

Hyo Joo se despedía de Seung Hyun con una linda sonrisa, que es correspondida por él como si fuera lo más normal del mundo.

Ji Yong retrocede y siente algo amargo en su pecho, los peores pensamientos se cruzan en su cabeza.

El hecho de que todos lo abandonaran a su suerte…

El no poder nunca hacer su relación pública con Seung Hyun por ser un hombre.

Ser un hombre.

El hecho de que Seung Hyun no lo tocara más.

Las palabras de Kiko resuenan en su cabeza dolorosamente, como si se trataran de una sentencia espantosa.

...


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