[Flash back]
Sonrisa traviesa de oreja a oreja.
Eso adornaba el semblante del dragón mientras corría de un lado a otro por los pasillos del establecimiento, escabulléndose por los lugares menos concurridos de personas. Había vestuaristas, encargados de cámara, producción, gente de maquillaje, etc. ¿Los demás miembros? En una sala, hablando y tratando de calmar la ansiedad de salir al escenario en treinta minutos. La mayoría de los asistentes de producción y demás estaban dando los últimos retoques en la musicalización, al sonido en general y a los detalles menores. Se suponía que mientras todo eso ocurría, los miembros del reconocido grupo llamado BigBang, debían estar preparados únicamente para salir al escenario. Pero claro… solo tres de ellos estaban en la sala de espera, sabiendo a la perfección lo que hacían los integrantes que estaban ausentes. Eran cómplices en cierto sentido, ya que negaban en silencio saber dónde se encontraban y que rayos estaban haciendo a tan poco tiempo del comienzo del concierto. Solo rogaban que no se retrasaran para luego no tener más problemas. A veces lidiar con el secreto del grupo no era una tarea sencilla. Pero eran compañeros y amigos después de todo, no podían traicionarlos.
-Será divertido.-
TOP escucha esas palabras provenientes de la boca de Ji Yong. Lo estaba siguiendo por aquellos pasillos no tan seguro de que su idea… fuera buena idea. Dejarse llevar por la espontaneidad de Ji a veces le daba inseguridad. Era como si siempre atrajera un peligro sin sentido. Quizás era eso lo que hacía las cosas tan emocionantes junto a él. Aunque debía admitir que todo tenía un límite.
-Normalmente no te diría que no. Pero…- Seung Hyun analiza las posibilidades más realistas y todas conducían a una sola conclusión: un desastre.
-Oh Darling.- Ji se da media vuelta para encararlo y pronuncia esas palabras con cierta dulzura, lo toma por los hombros y lo arrastra consigo hasta quedar a un costado de una puerta de color blanco que quedaba casi al final del pasillo. Ambos chocan contra la pared, Ji no borraba su sonrisa traviesa de su rostro, Seung arquea una ceja no creyendo hasta donde podría llegar la capacidad de arriesgarse de su líder.
No temía. Pero si los llegaban a descubrir, estaba seguro de que Ji se pondría dramático y lo culparía a él por no detenerlo en sus actos y hacerlo entrar en razón. Se queda pensando y comprende que si se oponía, Ji se pondría dramático de todas formas.
Seung suspira. No tenía ganas de discutir de todos modos.
-Será cosa de diez minutos.~-
-Lo que sea.- Seung Hyun abre la puerta que tenían al costado, toma de la mano a Ji y ambos se introducen dentro de ese cuarto de limpieza. Cierra la puerta con sumo cuidado de no hacer ruido. Se gira hacia Ji, lo toma por los hombros y lo estampa contra la puerta. Sus miradas se cruzan en la oscuridad de ese pequeño cuarto. Una mirada especialmente cargada de lujuria.
Debía ser cosa de diez minutos, no tenían tiempo que perder.
Seung toma por las muñecas a Ji y las coloca una de cada lado de su cabeza, entonces se dirige a la boca de su compañero y lo besa. Lo besa con tal desesperación que al menor le era difícil seguirle el ritmo, comienza a jadear y a corresponder como le era posible, la lengua del mayor paseaba por toda su cavidad y lo hacía estremecerse, ya que besaba de una forma excelente y cada vez que lo hacía deseaba que sus labios nunca se separaran de los suyos. La boca de Seung siempre era firme y siempre se encargaba de morderle los labios hasta dejárselos levemente hinchados. Esa clase de gestos lo excitaba. No esperaba menor desempeño de ese hombre que se encargaba de dominarlo a la perfección.
Desde las afueras de aquel pequeño cuarto, se escuchaban pasar personas de un lado a otro. Murmullos y griterío por parte de miembros de la producción, todos encargándose de su parte antes de que el concierto comience. Ninguno de los dos escucha con claridad que era lo que gritaban precisamente, estaban muy concentrados en sus actos como para poder prestarles atención.
Los gemidos bajitos de Ji se empiezan a oír solo dentro del cuarto. Seung baja sus manos y araña toda la espalda por debajo de la camiseta de Ji Yong. Rodea su cintura con unos de sus brazos y lo estruja contra su cuerpo. Con su otra mano, se atreve a introducir sus dedos por debajo de su ropa interior. Se encargaba de cubrir toda su zona delantera. Lo manosea con verdadera perversión y provoca que el miembro del menor se despierte rápidamente ante tanta fricción de su parte. Ji Yong al sentir el contacto abre bien los ojos e intenta retroceder. Pero Seung no se lo permite, lo apega más a su cuerpo y toma su miembro semi erecto entre sus dedos.
-S-Seung Hyun…-
-Debe ser rápido, Darling.-
-A-ahh…-
Pero desde las afueras del cuarto varias voces se empiezan a escuchar con más claridad. Ninguno de los dos había prestado atención al principio. Desgraciadamente, a pesar de todo el ruido del exterior, la cercanía de las voces hace posible que puedan entender que estaban diciendo.
“Manager hyung me pidió ir a buscarlos. ¿En dónde se encontrarán?”
Eran miembros del staff y de toda la producción. Estaban hablando a solo unos metros de la pequeña habitación de limpieza en donde ambos se encontraban.
De repente, Seung Hyun reconoce las voces y decide apresurar el proceso diez veces más. Gira a Ji hacia atrás y comienza a bajarle los pantalones de un tirón. Ji Yong coloca ambas manos sobre la puerta y se apega a esta todo lo que es posible. Intenta girar un poco su cabeza hacia atrás, jadeando y sudando consternado. Sus ojos lujuriosos se dirigen a cada acto en el que TOP involucraba a su cuerpo.
“No tengo idea. Ya buscamos por todas partes.”
“No puedo creer que desaparezcan a tan solo unos minutos de empezar el concierto.”
-S-Seung…-
-Lo siento por esto. La próxima intentaré ser más cuidadoso.-
Ji no entendía a que se estaba refiriendo. Vuelva a voltear su cabeza hacia atrás, pero un rotunda y dolorosa penetración en la parte más sensible de su cuerpo lo hace tensarse a los pocos segundos y a abrir los ojos a más no poder. Ji Yong lleva su mano a su boca y muerde sus nudillos para no gritar como una zorra en pleno acto sexual. Maldice a Seung Hyun un trillón de veces en su interior y seguido de esto, apoya su frente contra la puerta con mucha brusquedad provocando un golpe seco.
“¿Escucharon eso?”
“¿De dónde provino?”
-Ji… contrólate.- Le ordena Seung al mismo tiempo que realiza embestidas contundentes y duras contra el trasero de Ji Yong. El menor cierra sus ojos y tiembla ante cada estocada, siente como sus ojos se llenan de lágrimas. Odiaba admitirlo, pero se sentía delicioso. A pesar de ser solo las primeras estocadas, la habilidad que tenía Seung al penetrarlo era excelente, se estaba calentando mucho más.
Pasa a taparse la boca con su mano, con la otra forma un puño contra la puerta y la presiona con mucha fuerza. Quería tapar los sollozos y gemidos que le estaba provocando TOP pero le era casi inevitable, separa un poco sus piernas y descubre que Seung ya estaba tocando su punto dulce. El punto G que lo torturaba de placer y que lo haría gritar sin control alguno si no detenía sus estocadas. G Dragon deja de taparse la boca, coloca ambos puños contra la puerta y arquea su espalda hacia atrás, las lágrimas caen de sus ojos y gime lo más despacio que le era posible a pesar de que se estaba muriendo de placer. No podría evitar gritar si seguía así.
“Um. No debe ser nada.”
“Deben ser los de escenografía.”
-¿Quieres que nos escuchen?- TOP sonríe de manera pervertida y lleva una de sus manos al miembro de Ji Yong para comenzar a masturbarlo con fiereza.
Ji Yong vuelve a gemir bajito y niega con la cabeza de forma frenética, ya que sabía que si eran oídos sería su perdición. Luego apoya su frente contra la puerta de la manera más suave posible y siente que está a punto de correrse ya que su próstata estaba siendo tocada una y otra vez por el miembro erecto de Seung Hyun en su interior.
-Deja de gemir tan fuerte entonces.- TOP mueve su mano de arriba hacia abajo furiosamente con el pene de Ji entre sus dedos. Seguido de esto, mueve sus caderas mucho más rápido y embiste a su líder a un ritmo frenético que no quería parar.
Eso fue suficiente para Ji, quien ya no podía seguir resistiendo. Sus piernas tiemblan débiles y siente como gotas de sudor recorren su rostro para caer por su barbilla. Sigue gimiendo y esos ruidos obscenos son escuchados únicamente por Seung en el interior del cuarto, sonidos que parecían pequeños gritos ahogados de súplica. De pronto, Ji Yong se pierde por completo en el acto sexual, se inclina hacia arriba separando su frente de la puerta y abre bien los ojos.
-¡Ahhhhmmm!- Justo en ese momento, Seung Hyun le cubre la boca con la mano que anteriormente sostenía su cadera. El mayor marca las últimas subidas y bajadas en el miembro erecto de Ji, completamente duro, y siente como eyacula furiosamente luego de haber resistido su masturbación. Seung se inclina un poco hacia abajo y se corre dentro de Ji Yong, llenándolo totalmente de su semen caliente que se comienza a chorrear por los costados de su entrada.
Sin esperar más, retira su miembro del interior de Ji y aparta su mano de la pequeña boca del líder. Ji Yong se desploma en el suelo, cayendo de rodillas sin poder resistir el temblor de sus rodillas. Jadea desesperado para poder recuperarse de su orgasmo. Justo cuando trata de incorporarse con las pocas fuerzas que le quedaban, siente que desde atrás alguien rodea su cintura con sus brazos y lo acerca más a su cuerpo.
Seung Hyun lo estaba abrazando desde atrás, arrodillado ante él.
-Ah… de verdad fue cosa de diez minutos. Salgamos ahora.- Ji Yong sonríe de lado al borde de reírse, gira su cabeza hacia atrás para encontrar los profundos ojos de Seung Hyun, esa expresión que parecía admirarlo desde lo más profundo de su alma. Unos ojos negros y un semblante profundo que podría hacer temblar a cualquiera de la emoción. Y antes de poder articular más palabras, el mayor lo toma por el mentón y seca las lágrimas traicioneras que se habían deslizado por las mejillas del menor en pleno acto sexual. Luego de eso, le da un beso en los labios.
Ji Yong cierra sus ojos y le corresponde. Estaba seguro que podría hacer aquello todo el día.
El mayor se separa del beso y muerde su oreja, haciendo que Ji jadee sorprendido y cierre sus ojos ante la agradable sensación de que su lóbulo fuera chupado por la habilidosa lengua de Seung.
-D-debemos salir… en treinta minutos… ahhh.-
-Mm, lo sé.- Vuelve a separarse Seung Hyun con una de sus típicas sonrisas maliciosas. Se le queda mirando a Ji a los ojos, ambos se podían contemplar a pesar de que ese cuarto estaba un poco a oscuras.
Sus miradas quedan encontradas y no dejan de contemplarse mutuamente. Ji Yong queda atrapado por esos orbes oscuros tan recónditos que le fascinaba analizar las veces que Seung lo mirada sin titubear. Amaba esos ojos que le parecían los más hermosos que alguna vez hubiera podido encontrar. Mientras que por el contrario, Seung Hyun no solo queda embobado por los lindos ojos castaños del más joven, sino que también admira la belleza de su rostro y de sus finas facciones delicadas. TOP deja de estar serio por un segundo y sonríe de manera encantadora. Posa una de sus manos sobre la cabeza de Ji Yong y lo acaricia como si fuera un niño bueno.
Ji Yong se sonroja un poco, pero aun así no deja de contemplar los profundos y oscuros ojos de Seung Hyun, siempre preguntándose cuantas veces más haría lo que fuera para estar con él en esas situaciones o en cualquier otro lugar. Lo importante era ser constante y no pensar en las consecuencias. Lo importante era disfrutar de la compañía mutua y del placer que ambos se proporcionaban en el momento.
La palabra “futuro” no existía en la cabeza de Ji Yong. Nunca.
-¿Vamos? Debemos volver a arreglarnos.- Seung se pone de pie y le ofrece su mano para poder levantarse, no sin dejar de sonreírle con confianza y seguridad. Ji Yong se le queda mirando por unos momentos, con un rostro genuinamente inocente.
Le encantaba Seung Hyun. Le gustaba todo de él. Y no se había dado cuenta hasta ese momento, de lo importante que podía llegar a ser en su vida.
-Claro que sí, Darling.- Sonríe alegre el líder y le toma la mano para poder ponerse de pie gracias a su ayuda. Ambos se arreglan la ropa lo mejor posible antes de abrir la puerta del cuarto y salir de allí, como si nada hubiera pasado.
[Fin del flash back]
Cuando esa mañana, Seung Hyun despierta en la cama del gran G Dragon, palpa su costado sin abrir sus ojos ni por un instante. Se da cuenta de que su acompañante ya no se encontraba a su lado. Ese tipo de acciones no lo alarmaban, ya que no era ni la primera ni la última vez que sucedería aquello. Desde que su relación abierta había comenzado, no recordaba si alguna vez había despertado al costado de Ji. Él solía retirarse antes y se había vuelto una costumbre.
Abre sus ojos y se siente incómodo por la intromisión de luz desde las ventanas abiertas de la habitación. Se da media vuelta y alcanza a reconocer sus pantalones a un costado de la cama. Estira un brazo sin cambiar mucho su posición actual y revisa uno de los bolsillos de su pantalón. Recordaba que Ji Yong le había dicho que lo despertara a eso de las ocho de la mañana. Cuando saca su celular de su bolsillo, descubre que eran pasadas las diez.
Le parece un tanto extraño el hecho de no haber sido despertado mucho más temprano o algo por el estilo ya que el líder tenía planeado grabar las primeras canciones del álbum nuevo, por lo menos esas palabras habían salido de su boca.
Suspira y cierra sus ojos con aparente pereza. Toma el aparato entre sus manos y se acomoda en la cama de su líder, mirando hacia el techo.
Si, se había acostumbrado a mantenerle el ritmo al dragón. Ser correspondido de vez en cuando le era suficiente para vivir. Comprendía las reglas del juego y por eso mismo no tenía razones para quejarse. Debería ser así por siempre, ¿No es así?
Un mensaje de texto llega a su celular, haciéndolo vibrar y sonar un par de veces. Seung Hyun entreabre los ojos y revisa el aparato sin mucho interés en particular. Arquea una ceja al leer el remitente y abre el mensaje sin ningún semblante asombrado.
“Te veías lindo durmiendo.~ No quise despertarte, Darling. Tomé en cuenta lo que todos me dijeron así que empezaremos las grabaciones en la semana. Te veré en la noche, los chicos querían salir a un club como en los viejos tiempos. Nos vemos.”
Coloca el celular a un lado luego de terminar de leer, porque no iba a contestarle, era solo un mensaje informativo. Últimamente solo se hacía lo que Kwon leader ordenaba.
A veces se preguntaba que pasaba por la cabeza de Ji… se preguntaba cuando terminarían sus encuentros. Porque todo juego siempre tenía un final.
Lo que siempre se preguntaba era que haría luego de que el juego se terminara. ¿Podría seguir viviendo como si nada nunca hubiera ocurrido? ¿Su Darling lo trataría con indiferencia o intentaría fingir una amistad corriente? ¿Cuánto faltaba para que Ji se aburriera de todo aquello?
Para ser honesto, él no quería que finalizara y desde hace un par de semanas se estaba debatiendo internamente si hacer algo al respecto o dejar que las cosas ocurrieran así como si nada. Por fortuna, se había decidido hacer algo sabiendo que la única forma de cambiar su realidad era hacerle frente a Ji Yong y hablar en serio de su extraña relación abierta.
Pero era difícil.
Seung Hyun se había vuelto bastante frío desde que había comenzado su relación con Ji Yong, porque sabía que si se involucraba mucho más de la cuenta, saldría terriblemente herido. Sin embargo las cuestiones siempre salían a flote aunque odiara admitirlo.
Lo amaba, sí. Pero él veía más allá de los juegos y del ritmo que llevaba con Ji Yong. Estaba seguro de que el dragón también tenía sentimientos fuertes por él porque si no fuera así nunca se molestaría cada vez que faltaba a su palabra o se pondría histérico en cuanto a sus ausencias. Si no sintiera nada, se mostraría indiferente ante todas sus actitudes. Por eso mismo había llegado el momento de confrontarlo y dejar ver su punto de vista. Quería dejar de jugar con Ji Yong, quería dejar de solo acostarse con él. Al ver más allá, él quería experimentar muchas otras cosas junto al líder.
Tuerce una mueca de inseguridad sin despegar su mirada del techo.
No solo era difícil, era arriesgarlo todo en un movimiento.
Sentía que la idea era demasiado complicada. Pero acababa de decidirlo. Cuando apenas tuviera otro tiempo a solas con Ji… haría lo que fuera para revelarle su sentir y concluir el juego de pasión que habían empezado hace tiempo. Ya era hora de poner las cosas en claro.