No siempre había sido tan miserable como en este momento.
No siempre había existido ese vacío en su mirada, esa falta de brillo en sus ojos.
Solía ser el chico más divertido y alegre que se pudiera conocer, siempre alegrando a los demás con su energía.
Sin embargo todo cambió repentinamente en su vida, un día su alegría desapareció sin más.
Tiempo atrás lo tenía todo, todo aquello que la gente buscaba, como salud, dinero y a una persona que estaba siempre a su lado y que lo amaba, pero a él sólo le importaba esa última cosa, tener a alguien tan especial como Kyuhyun en su vida, apoyándolo y queriéndolo incondicionalmente sin pedir nada a cambio.
Pero la vida suele hacer malas jugadas a las personas que nunca dañarían a otros, a inocentes que únicamente viven sin afectar a terceros.
Un día mientras almorzaban como cualquier domingo al medio día Sungmin se levantó unos minutos de la mesa para ir al sanitario a lavar sus manos antes de que llegara su orden,que constaba de dos ensaladas y jugos
.
Lo que no imaginaba era lo que sucedería en su ausencia, durante los escasos 3 minutos que tardó.
Al regresar se topó con la peor escena que pudo presenciar nunca.
Kyuhyun se encontraba con una herida en el costado derecho, sangrando gravemente y apenas podía respirar entrecortadamente.
En tan sólo 180 segundos un sujeto le arrebató lo más preciado para Sungmin, al amor de su vida.
Al cruzar la puerta del pequeño sanitario, sin que Sungmin pudiera percatarse de nada un sujeto entró al establecimiento con una capucha y lentes oscuros exigiendo el dinero de la caja registradora y al estar en la mesa más cercana a ella Kyuhyun había terminado involucrado en la hazaña.
La cajera no paraba de hablar repitiendo una y otra vez que lo sentía, que el chico sólo intentaba ganar tiempo para que ella avisara a alguien más, mientras Kyuhyun sacaba lentamente sus pertenencias para entregarlas al asaltante, pero este último al descubrir sus intenciones había reaccionado de manera violenta,
clavando el cuchillo que portaba justo en un costado del chico de piel lechosa, produciendo que al instante comenzara a desangrarse.
Sungmin a penas ponía atención a la historia de la chica que se encontraba hecha un manojo de nervios, sólo lograba escuchar la voz grave de su novio susurrándole cuanto lo amaba y cuanto sentía no haber podido ser un héroe.
Sungmin no lograba reaccionar hasta que los ojos almendrados de su novio se cerraron y su pulso se detuvo, sólo en ese momento se percató de que sus mejillas se encontraban húmedas y que se encontraba fuertemente aferrado al cuerpo inerte de Kyuhyun.
En ese momento sintió como no sólo el alma de su novio abandonaba su cuerpo desangrado, sino también como la suya propia se alejaba de su cuerpo que no lograba relajar su agarre.
No sólo Kyuhyun había muerto en ese instante, Sungmin lo había hecho en vida también.
Dos semanas transcurrieron y Sungmin continuaba empeorando a cada segundo, pasando de ser un chico alegre y saludable a un
muerto viviente, llevándolo a este justo instante donde se encontraba hundido en la tina sosteniendo fuertemente en la mano derecha un trozo del espejo que había roto minutos atrás, luego de ver su reflejo que le mostraba únicamente cómo no podría volver a ser el de antes, cuánta falta le hacía Kyuhyun y lo mal que se sentía por el simple hecho de "vivir" sin él.
Ni siquiera tenía que pensarlo, sabía que debía hacerlo y que ya había tardado demasiado en hacerlo.
Era simple: sin Kyuhyun no podía vivir.
El agua lentamente se coloreaba un rojo profundo.
Sólo un corte bastó para terminar con todo y a la vez con nada.
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