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Como que me llamo Draco Malfoy por Dias

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Notas del fanfic:

 

 

Notas del capitulo:

En este fic Dumbledore esta vivo aunque solo lo nombro en un momento.

Aclaración: Los personajes no me pertenecen, son de la escritora J k Rowling.

“COMO QUE ME LLAMO DRACO MALFOY”

A Draco Malfoy no le gustaba Potter. Que quedase claro que le indignaba su presencia. A sus “queridos” amigos se les había metió en la cabeza la jodida idea de que él estaba “enamorado” del cuatro ojos. “Enamorado” dicen los muy ….. .Corto el pensamiento, Un Malfoy no decía malas palabras, al menos no en su totalidad.

 ¿En qué iba? Cierto, A él no le gustaba, era solo un pobre infeliz con complejo de héroe ¿ya dijo que no le gustaba?

 Pero claro, sus amigos, como el siempre sospecho, no tenían idea alguna de lo que pasaba por su cabeza. Es que decir que a él le gustaba… Pff.

 _Draco, no te hagas- los ojos cansados de la chica lo miraron fijamente, como retándolo a que se oponga- te conocemos bien- la vio fruncir el ceño cuando su bufido ante esas palabras se hiso presente, molestando no solo a la única mujer del grupo- Te gusta, y no hay nada de malo en ello.

 Se masajeo la cien intentando con ese simple acto calmar la irritación que se estaba expandiendo por su cuerpo y a la vez mostrarle a sus amigos lo molesto que lo ponía este tema. Miro a Theo, al único que no quería matar en este momento pues el castaño se encontraba sentado en la cama con un libro entre sus piernas ignorando todo lo que Pansy, Blaise y el decían, e intento que su mirada recalque lo mucho que necesitaba dejar de hablar de Potter pero, su mirada suplicante, fue también ignorada.

_escuchen bien los dos porque es la última vez que lo voy a decir- tomo, por no decir apretó con firmeza, el brazo de la chica (por ser la que más cerca estaba), para hacer más énfasis en las palabras que iba a decir- Como que me llamo Draco Malfoy, te aseguro que Potter no me mueve un pelo.

 Escucho un casi sordo “te los mueve todos” pero decidió ignorarlo, no tenia caso seguir discutiendo el tema. El tenia cosas mejores que pensar como por ejemplo…. la tarea de pociones, no mejor eso no ya que su compañero para terminarla era precisamente el cuatro ojos, otra cosa eh..!ah sí! las practicas de quidditch, suspiro cansado, hace tres semanas que practicaban sin parar ya que el capitán de su equipo, Robert Folten, quería que estén  preparados para competir contra.. gryffindor. El nuevo corte de Jeison inspirado en…Harry. Gruño angustiado ¿todo su mundo giraba alrededor de Potter?, mejor dejémoslo en “tenia mejores cosas que pensar”.

 Miro el reloj, faltaban 20 minutos para su próxima clase, tomo su mochila y salió del cuarto,  no podía estar un segundo más con sus amigos, los miraba y parecía que sus rostros le gritaban “POTTER, POTTER, POTTER”. El no quería hablar más de él, le hacía mal.

 Por distraído, al doblar una esquina, choco contra un alumno que justamente ¿Adivinen quien era?. Cincuenta puntos al que dijo Potter, otros 100 al que lo reconoció como estúpido-niño-que-vivió. Pues sí, si es contra Harry cualquier mala palabra es aceptada. Y por la forma en que su padre llamaba al padre del moreno dedujo que ningún Malfoy  se molestaría por su vulgar comentario.

¿En que estábamos?, cierto ambos cuerpos chocaron y cayeron al suelo, Harry sobre Draco.

 No hace falta mencionar que el sonrojo del rubio fue casi brutal, pero no era solo de vergüenza, sentía también rabia, ira, dolor. Todos los sentimientos juntos se mesclaban reflejándose en el cálido rostro.

_¿Qué esperas para levantarte?-intento con todas su fuerzas que su voy sonara amenazante y fría- lamento informarte que no sos una pluma Potter.

 Sintió, musculo por musculo, como todo el cuerpo de Harry se tensaba frente a sus palabras ofensivas.

_Dra..

_Para vos soy Malfoy, Potter. Que no se te olvide.

_Draco por favor-imploro ignorando las crueles palabras del rubio- tenemos que hablar.

_no hay nada que hablar, me ha quedado muy claro todo. Y ahora si no te molesta ¿podrías pararte de una vez antes de que alguien no vea en esta posición y se imagine las cosas que vos no querés que se sepan?

El suspiro de Harry causo el bufido de Draco, es que ¿se creía que después de lo de ayer iban a hablar como grandes amigos? No señor.

_Ese es el punto, tenias razón- la cara de Draco paso de enojo a confusión en menos de un segundo- Quiero que todos lo sepan.

_no hay noticia de la cual enterarse, lo nuestro ya no existe y ahora te lo repito por última vez, salte de encima, me estas aplastando.

 Pudo ver el dolor reflejado en los ojos esmeralda, el mismo dolor que sentía él. Pero no podía perdonarlo así de la nada. La pelea de ayer lo había destrozado completamente. Ese “al final sos igual que todos, solo me querés por mi nombre” se le quedo gravado en el corazón, como si fuera un puñal que atravesó capa por capa hasta llegar a su corazón y herirlo profundamente. A el le importaba un Carajo su maldita fama, lo único que quería era que todos sepan que era suyo pero por una razón más posesiva, Harry era suyo y no quería que nadie más lo mirara como lo miraba él.

_Draco, lamento lo que dije ayer- se separo un poco de su cuerpo, lo suficiente para no aplastarlo- enserio lo siento, se que a vos no te importa que sea “Harry Potter el niño que vivió” y toda esa mierda-gris contra verde, los ojos se estudiaban, buscando la verdad- lo dije sin pensar, estaba enojado porque había peleado con Hermione y me descargue con vos sin motivo. tampoco voy a mentirte y decirte que no me da miedo que la gente se entere de que soy gay, pero si tengo que ocultarlo, y por esa razón no estar con vos, prefiero gritarlo al mundo y tenerte conmigo.

Caer sería tan fácil, con esos ojos mirándolo, ese cuerpo casi pegado al suyo atrayéndolo con su calor, con esos labios rozados que le suplicaban ser besados, por las ganas locas que tenia de estar con él, porque lo amaba, el lo amaba, y lo quería por ser el, un joven de 17 con defectos y virtudes como todos, no por ser el salvador del mundo mágico.

 Por esa misma razón, porque lo quería, no podía perdonarlo así de fácil, no después de haberlo dejarlo en estado crítico, ojeras por no dormir gracias al llanto que lo envolvió toda la noche y un dolor pulsante en el corazón.

_no es suficiente, lo siento pero no es suficiente- miro el techo rogando que las lagrimas que le pesaban en el parpado inferior no se derramaran mojando así sus mejillas demostrando lo mucho que le dolía rechazarlo.

 Con la fuerza de alguien fuera de control, esa que algunos llaman “adrenalina”, empujo a Harry lo más lejos que pudo, logrando escapar de esos ojos verdes que no se molestaban en ocultar su dolor.

 Se oculto en su cuarto el resto de las clases, no quería que nadie viera esa parte frágil e insegura de él.  Serró las cortinas con magia y “se descargo”.

 Cuando sus amigos volvieron de las clases, el ya estaba recuperado, obviamente solo por fuera. Los miro vagamente, saludo con un asentimiento y regreso su vista al libro que tenia frete a él, del cual ni el nombre se acordaba.

_¿Por qué faltaste Draco?, ¿te sientes mal?¿ quieres que te traiga algo?¿llamo a..

_A nadie Pansy, estoy bien. Me duele un poco la cabeza pero es aceptable, tranquilízate mujer.

Era cierto, de tanto llorar le dolía la cabeza, observo a sus otros dos amigos que lo miraban con una expresión seria, sabía que no le creían. El nunca había faltado por un simple dolor de cabeza, se tomaba muy enserio sus estudios. Pero aun así, sabiendo que el mentía (al menos en parte), no dijeron nada, pero pudo ver en sus ojos que eso no iba a quedarse en el olvido.

_Entonces, si el dolor no es tan fuerte no vas a perderte la cena ¿verdad?- pregunto Blaise con voz cautelosa.

Rechino los dientes pero asintió- Claro, ¿por qué motivo me la iba a perder?

 El corazón comenzó a latirle frenético, iba a ver a Harry antes de lo previsto. Tan absorto estaba en sus pensamientos que se pego un susto de muerte cuando el puño de Pansy quedo a centímetros de sus ojos.

_Ten- la chica abrió su mano dejando caer en su libro una pequeña bolita roja.

_¿Qué es eso?-Se sorprendió mas cuando una botella de agua fue lanzada a su dirección-¿Qué haces loca? Me podrías haber avisado, aparte no tengo sed.

_toma esa pastilla Draco- fue una orden directa, pero el rubio no tenía idea de lo que su amiga quería que tomase.

_¿pasti.. qué?

_pastilla Draco, esta se llama migral y sirve para aliviar el dolor de cabeza- explico como si la persona que tenía en frente se tratase de un niño de 5 años- hazme caso, te sentirás mucho mejor al cavo de un rato

_¿desde cuándo usas cosas muggle?- pregunto sorprendido

_desde que me entere que son más fáciles de conseguir, ¿Quién tiene a mano una posion cura-dolor?- contesto sarcástica.

_Está bien, no te sulfures- miro a la pasticosa y luego a la botella de agua- ¿tengo que meterla en la botella y esperar que se disuelva?

 Los remedios mágicos eran siempre líquidos, nunca en su vida le habían ofrecido bolitas para curarse. Pansy le explico pacientemente como se tomaba esa cosa. Le dio un ataque de risa al ver el rostro asustado de su amigo cuando le dijo que no se mordían.

_No, ni loco, ¿y si se me queda tragada en la garganta?, ya sabía yo que los muggles estaban locos.

  Hechizo mas hechizo menos, amenaza mas amenaza menos, Theo calculo que su amiga tardo más o menos 15 minutos en “convencer” a Draco de que se tragara el maldito migral.

 Diez minutos después la opinión de Draco era diferente, “algo bueno tenían que tener lo muggles”. A diferencia de los engrudos curativos mágicos la pequeña bolita roja no te dejaba un horrible sabor en la boca, eso sí, tardaba mucho más en hacer efecto.

 Cuando el rubio dejo de quejarse los cuatro fueron al gran comedor sentándose, Theo y Draco de espalda a los Gryffindor, y Pansy y Blaise del otro lado.

 Las charlas triviales empezaron a escucharse, el típico “julia sale con juan” o viceversa “ese estúpido de Lion le rompió el corazón a Martina” seguido del popular “todos los chicos son iguales”.

 La conversación que mantenía con la morena no era muy diferente a esos comentarios. La escuchaba parlotear acerca de una chica que por lo que decía no le agradaba en lo mas mínimo.

 El asentía o agregaba un “si”, “claro”, “tenés razón” y todas esas banalidades.

 Solo le prestó real atención cuando el nombre del cuatro ojos fue mencionado.

_¿Por qué Potter está parado junto al director?- la cara de Pansy era el retrato perfecto de la duda, pero la de Draco la pasaba con creses.

_La verdadera pregunta es- empezó Blaise- ¿Por qué Dumbledore le da su varita?

 Draco sabía lo que iba a pasar segundos antes de que pase, se levanto más rápido que un flash y fue corriendo hacia Harry dejando confundidos a sus amigos que no lograban conjeturar porque el rubio corría como un loco hacia su némesis.

 Pero ya era tarde, la varita ya estaba en modo “micrófono” y la voz de Harry empezó a sonar por todo el comedor.

_ejem ejem, hola a todos.

 Se quedo parado frente al moreno sin saber que hacer, todos, absolutamente todos, los miraban sin entender que rayos pasaba.

 Se dio la vuelta con intención de irse pero Harry, puro reflejos, tomo su mano obligándolo a permanecer en el lugar.

Las exclamaciones de la gente no tardaron en escucharse. Caras sorprendidas paseaban su mirada de Harry a Draco y viceversa, una y otra vez.

 Trago en seco, el corazón parecía querer salirse del pecho. Cerró los ojos y deseo que Harry se echara para atrás. Que la vergüenza no lo dejara hablar como a él, que sentía las piernas como gelatina.

_Bueno, ¿Cómo decirlo?- los nervios de Harry se transmitían en su voz, sin darse vuelta Draco supo que el moreno tenía el rostro tan caliente como él- Hace cuatro años, es decir desde casi comienzos de quinto, gracias a una misión en la que nos pusieron juntos Draco y yo nos hicimos muy amigos, pero para mantener la imagen frente a Voldemort- la mayoría de la gente en el comedor tembló al oír su nombre- fingimos que seguíamos siendo enemigos. Con el tiempo, la amistad de ambos creció, una cosa llevo a la otra y pasamos de ser amigos a ser, bueno se entiende si digo más que amigos ¿no?-Algunos sonrieron y otros los miraron con asco, Harry tomo aire y prosiguió- Mientras que el innombrable estaba vivo el acuerdo de silencio era mutuo, es decir mantener en secreto nuestra relación era un punto vital y los dos estábamos de acuerdo con eso, pero desde que el no está he sido yo el cobarde que no quiso hacerla pública. Justamente ayer tuvimos una gran pelea por eso- hiso una pausa en la cual todos lo miraban impacientes- en la cual dije cosas horribles que no pensaba ni sentía, y sé que te lastime mucho, y juro que me arrepiento totalmente que lo que dije, por eso, frente a todos te pido perdón.

 De un tirón volteo a Draco para quedar frente a frente. Sonrió, el pálido rostro de su, dios quiera todavía novio ardía en jamás rojas.

Se mordió el labio antes de decir con la vos más firme que logro- Draco, te amo ¿me perdonas?

 El rubio asintió atontado, había demostrado que lo quería mucho al haber admitido lo suyo frente a todos.

“te amo” formo con los labios antes de ser atrapado por los fuertes brazos de su novio. Los labios no tardaron en encontrarse y los chiflidos de varios alumnos se escucharon tras la reconciliación de la pareja.

 Harry se separo de Draco dejándolo extrañado. Devolvió la varita-micro a director y volvió a su antiguo lugar, en frente de su novio. Lo que iba a decir era más privado, algo entre ellos dos, no había problema con que lo escucharan, pero se sentía más seguro si solo hablaba para su rubio.

 Si Draco antes pensaba que el estado de Potter se comparaba con un tomate ahora era un Weasley.

 Tomo las manos de su rubio y lo miro a los ojos ignorando la vergüenza que sentía, el gris plata ardiendo de amor lo reconforto y le dio coraje para admitir todo lo que sentía- Draco, no tienes idea de lo mucho que te amo, esta ha sido la noche más terrible de mi vida, pensar que quizás nunca me perdonarías me hiso sentir perdido, porque sin ti pierdo el rumbo, soy ciego, no escucho, no veo, no siento. No es casualidad que nos hayamos conocido, tampoco es que nos hayamos enamorado, el destino quiso que estemos juntos, y yo también lo quiero- Ambos corazones latían a la par, ambos ojos se miraban con amor-nunca me voy a arrepentir de haberte conocido, y si naciera en otra vida te volvería a elegir, porque sos lo mejor que me paso en la vida, y sin vos no soy nada, enserio lo digo, tiemblo al pensar que podría no verte mas, mi alma te necesita- tomo la mano de Draco y la puso en su corazón- ¿sentís la intensidad en la que late?, solo vos causas que se ponga nervioso o que se agite de emoción cuando me miras- el rubio no pudo evitar que las lagrimas mojaran su rostro- Te amo como nunca ame a nadie, quiero despertar  junto a vos y ver tu sonrisa es resto de mi vida, abrazarte y repetirte lo mucho que te amo una y otra vez hasta que te canses de oírlo, quiero que seas mío y a la vez ser tuyo- respiro hondo, todas las chicas del salón suspiraron y gritaron emocionadas cuando Harry se puso de rodillas y saco una cajita negra de su túnica. Draco lo miro maravillado, nunca en su vida se había sentido tan nervioso como ahora, quería abrazar y besar a su Harry y a la vez matarlo por hacerlo llorar frente a todos, sus pensamientos se disolvieron en el aire cuando el brillo del anillo encandilo sus ojos por la belleza del mismo. El  moreno se quedo callado, sentía un nudo en la garganta, y lo único que escuchaba era el latido insistente de su corazón que con cada palpitar lo empujaba a que preguntara la pregunta más importante que haría en su vida, y cuya respuesta también seria la más importante que escucharía, tuvo que tragar varias beses antes de poder hablar correctamente y aun así se escucho un tanto agudo- ¿Te querés casar conmigo?

 Fue una pregunta directa que lleno todo el espacio de un vacio silencio y golpeo en lo más profundo del corazón de Draco robándoselo, porque desde ese día el corazón y todo Draco pertenecía exclusivamente a Harry Potter. Todos los ojos del salón apuntaban al rubio esperando que diera su respuesta. Los alumnos habían formado un círculo alrededor de ellos para escuchar la conversación de la pareja.

 La emoción en el pecho del oji-plata era avasallante, tuvo que recordarse como respirar porque sus pulmones junto con su corazón se habían quedaron parados desde el momento de la proposición, se dio cuenta de que se estaba tardando cuando el rostro de Harry se torno preocupado.

_yo… si- Musito y sin saber cómo, de lo rápido que paso, quedo atrapado en un feroz y tierno beso que transmitía todo lo que sentían. Cuando sintió una fría presión deslizándose por su dedo anular supo que el anillo estaba donde tenía que estar.

 Hubo una conmoción en todo el comedor, algunas personas sonreían, otras más sentimentales lloraban y otros simplemente ignoraban todo. Los profesores miraban con orgullo a la feliz pareja, después de la terrible guerra la gente merecía ser feliz. Hagrid comenzó a aplaudir, luego el director, minerva y después la gran mayoría de los alumnos.

 Draco y Harry se miraron y sonrieron antes de fundirse de nuevo en un cálido beso.

 Las mejillas de la profesora McGonagall se incendiaron al ver que los dos alumnos salían juntos de la mano, ella no era tonta sabía que no iban a regalar dulces por los pasillos. “hormonas juveniles” susurro encantada, ¿dijo encantada? Quiso decir espantada.

_¿Qué?- le pregunto Marcus, el nuevo profesor de defensa, mirándola con ojos seductores.

_Nada- susurro alterada, se sentía excitada por la intensa mirada azul de su novio.

El le sonrió y le tendió la mano por debajo de la mesa, ese gesto significaba muchas cosas para la chica, ella envolvió sus dedos con los de él asegurando con ese simple movimiento muchas noches de pasión. Olvidándose de lo que su alumno preferido, “si, las preferencias existen acéptenlo”, y el Malfoy menor iban a hacer en algún cuarto, pasillo o lo que sea. Cuando se acordó, siendo tarde ya para parar lo que seguro ya paso, intento consolarse con la típica “les hubiera pasado por un oído y salido por otro”. Aparte se iban a casar de todos modos.

 Al otro día  Draco paseaba radiante hacia su cuarto, feliz de la vida. Con una curva hermosa en su rostro, la sonrisa, que parecía brillar con todo su fulgor.

 Vio que su amiga al verlo entrar en la sala común corría hacia él y supo que un mar de preguntas lo aguardaban.

_¿Cómo es eso de que sales con Harry desde quinto? ¿Por qué no me lo dijiste?, ¿no era que me asegurabas como que te llamabas Draco Malfoy que bla bla bla?

El rubio puso un dedo sobre la boca de su amiga pidiéndole así que guardara silencio-Recuerda querida Pansy, que pronto seré un Potter, así que ya no sería Draco Malfoy y por ende no te he mentido.

Después de un “sos fatal” y palabras más palabras menos, insultos de por medio, la morena sonrió y abrazo a su amigo. Quedando los sentimientos del rubio hacia Potter bien claros y  definidos.

 A Draco Malfoy  le gustaba Potter. Que quedase claro que adoraba su presencia. A sus “queridos” amigos se le había metió en la cabeza la jodida idea de que él estaba “enamorado” del cuatro ojos y podían estar seguros de que tenían razón. Pronto se casarían y compartirían una casa, y cama, donde harían….. Corto el pensamiento, un Malfoy no tenía pensamientos vulgares. Bueno, para que mentir sí que los tenía pero los guardaba para la noche y de preferencia estando acompañado por cierto moreno.

 ¿En qué iba? Cierto, A él le gustaba, era lo mejor que le había pasado en la vida ¿ya dijo que le gustaba?

 

 

Notas finales:

¡Hooola!, ¿cómo están?. Les envío un beso enorme a todos y gracias por leer este fic :)


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