Kim Jun Myeon y Zhang Yixing se conocieron hace 2 años, cuando Jun Myeon, mejor conocido como Suho, llegó a China a vivir con su tía.
Allí conoció a Lay, el amor de su vida... Su historia de amor inició,quizás, como empieza la mayoría. Ellos eran compañeros en la secundaria, se volvieron amigos y apesar del asqueroso mandarín que profesaba el coreano, ambos se entendían bien. Endemoniadamente bien.
Un simple "hola, me llamo Jun Myeon" pasó a un "quiero que estés conmigo por siempre Yixing" 9 meses después Y un simple beso en la mejilla precedió a una noche pasional entre dos jóvenes de 15 y 14 Años respectivamente. Porque a pesar de estar en la misma clase, Suho era un año mayor.
Besos, caricias, palabras de amor, jadeos, juramentos de estar por siempre juntos inundaban la habitación del chico de nacionalidad china. Los gemidos de placer del menor, rogándole a su amor que se moviera dentro de sí con más presteza, que le tomara una y otra vez, los jadeos entre cortados que decían que lo amaba más que a nada y que nunca lo dejara no cesaron hasta que ambos llegaron al pináculo de su unión amorosa y quedaron tendidos en la cama, uno al lado del otro entrelazando sus dedos y enroscando sus piernas desnudas.
-Te amo Lay, siempre te amaré -Susurró Suho mientras frotaba su nariz contra el cuello de su amado-
-Yo también te amo SuHo -Respondió el otro dejándose llevar por el cansancio y el sueño.
Sueño que se desvaneció 5 semanas después...
-¿Qué te ocurre amor? -Indagó Suho con preocupación- ¿Haz comido algo que te ha hecho daño? ¿Estás enfermo? ¿Qué es lo que ocurre?
Jun Myeon estaba realmente preocupado, Lay llevaba 3 semanas vomitando todo lo que comía, incluido el agua. Los mareos, la fatiga y el cansacio eran parte de la vida diaria de su chico y aunque este siempre dijera que "todo estaba bien", el no podía estar tranquilo.
Pero Lay tampoco lo estaba, él sabía lo que le estaba ocurriendo y no era precisamente una enfermedad. Pero no se atrevía a decírselo a su novio, después de todo ellos sólo tenían 15 y 14 años de edad y 1 año y 3 meses de relación... y claro, él estaba apanicado. Estaba embarazado, embarazado siendo un chico, embarazado siendo un chico de 14 años, embarazado siendoun chico de 14 años que sólo veía a sus padres en fotografías.
Estaba embarazado y solo.
¿Como haría para decirle a Suho? ¿Como iba a llegar donde su novio de 15 años y le diría que en su aún plano vientre masculino estaba creciendo el fruto de su amor? y todo obviamente sin que aquello sonara como una locura. Imposible.
Era imposible...
-¿Me dirás lo que te ocurre bebé? llevas 26 minutos en silencio y me estoy preocupando.
Estaban nuevamente en aquella habitación, la habitación que servía como testigo del inmenso amor que se tienen, ahí donde habían consumado su amor. Ahí donde Kim Jun Myeon había embarazado a Zhang Yixing.
-Suho... sé que sonrá muy loco... -habló Lay y ya era hora... no podía callar más, 7 semanas de silencio eran demasiadas y pesaban aun más- sé que es una locura lo que te voy a decir... pero... por favor... -Empezaba a respirar con dificultad y sus ojos se empañaban de lágrimas. Era difícil, demasiado difícil.- ...no vayas a dejarme... o yo.. yo me moriría.
Tanta palabrería tenía a Suho mareado, no comprendía la razón de ser de las palabras de su amado niño chino o más bien, no comprendía porque Lay actuaba así de la nada. 45 minutos atrás, Lay lo había llamado rogándole que fuera a su casa porque necesitaba hablar con él urgentemente, que no podía esperar más y él, como el buen, amoroso, comprensivo y complaciente novio que es llegó a la mansión Zhang en menos de 15 minutos.
Y luego de un beso dulce, sólo hubo silencio.
-Yo no sé como pasó ... -habló nuevamente Lay, esta vez sentado en el suelo frente a Suho, quién se hallaba sentado en la cama- bueno... sí sé como pasó... pero no comprendo como es posible...-las palabras se atravesaban en su garganta y JunMyeon únicamente le observaba con la ceja levantada- ...para mí también es una locura... y diría que es imposible... pero yo... yo... -Se le hacía imposible hablar, las gotas salinas bañaban su rostro pálido y la respiración se le entrecortaba. Estaba a punto de estallar- Suho, y-yo.. estoy embarazado...
Cerró los ojos y bajó la cabeza esperando que su amado coreano le propinara un golpe como muestra de repudio, algo que le dijera tácitamente y sin palabra alguna, que le asqueaba por ser un fenómeno. Porque a decir verdad, él mismo se sentía así, como un bicho raro. Apesar de las 9 pruebas de embarazo caseras que se realizó y los 4 ultrasonidos en 4 clínicas diferentes que se había hecho con ayuda de su amiga Jia, el pensaba que todo eraun sueño bizarro.
Seguía esperando una reacción luego de dos interminables minutos, pero nada ocurría. Decidió levantar su mirada y la imagen más desconcertante fue con lo que se encontró. Kim Jun Myeon, su Suho, estaba sonriendo... llorando, pero también sonriendo.
-Su-suho, ¿estás...bien?
-¿Qué si estoy bien? Estoy más que bien... -espetó Suho arrodillándose frente a Lay- ...voy a ser papá, voy a ser el papá de un hijo tuyo ¿Cómo quieres que esté?
Yixing lo miró desconcertado, su corazón latía con demasiada fuerza en su pecho y la respiración le fallaba -Pe-pero, Junnie... soy un chico.-dijo tembloroso-
-¿Y eso qué?
-Pe-pero... soy un...
-No digas nada, no me importa como es que estás embarazado. No importa si es un milagro, una locura, un lo que sea... no me importa.
Suho sonrió ampliamente con lágrimas en los ojos aún y le besó los labios repetidamente, luego en las mejillas, la frente, las sienes, la cabeza, la nariz y por último besó el semi abultado abdomen de Lay. -Hola bebé... soy appa Suho, desde hoy y para siempre te voy a amar.-dijo entre susurros y dejó otro beso en el abdomen de su chico.
Ambos lloraban, ¿Felicidad? no, eso era poco comparado con lo que ambos sentían.
-Mamá, he decidido regresar a casa, ya no resisto estar aquí...
-Pero Suho ¿Y los estudios?
-Tengo...cosas más importantes por las cuales preocuparme, omma
-¿De que hablas?
-Te explico cuando llegue a casa... porcierto omma, no voy solo. Nos vemos en dos semanas... te quiero.
La llamada finalizó...
Dos noches luego de la gran confesión de Lay, Suho decidió que ambos vivirían en Corea. Después de todo los padres de Yixing nunca estaban en casa y el no tenía hermanos. Ademas iban a necesitar de alguien que les ayudara a aprender a cuidar del nuevo miembro de la familia y además, cuidar de Lay y quien mejor que Hye Mi, la amorosa madre de Suho.
-¿Y si no me quiere? -preguntaba Lay, estaban a 13 minutos de aterrizar en Corea - Y si piensa... que soy un fenómeno...
-Mamá no es así, ya verás que te amará... ella ama a todos -El coreano sonrió para darle fortaleza a su chico y le dio un casto beso- También amará a su nieto, nada la hará más feliz.
Lay solo asintió, en realidad esperaba que fuera así, que su nueva madre, como había dicho su propia madre, lo quisiera. A él y a su bebé.
Una vez el avión aterrizó y ambos chicos recogieron su equipaje, Lay llamó a su madre, que se encontraba en sepa dios donde, acompañando al magnate de los negocios Zhang Zhou Hu, su marido.
-Si má, estamos bien... claro mamá, usaré la tarjeta si es necesario... yo tambien te amo y saluda a papá de mi parte. Adiós -Lay suspiró y miró a su novio- mamá te manda saludos, dice que debes cuidarme y tambien a mi bebé... que si no lo haces te castrará.
-Todo un amor tu madre...
Ambos se miraron y estallaron en risas, la madre de Lay era toda una caja de sorpresas: A veces era la típica gran señora de sociedad, la amorosa pero ocupada madre o bien una casi mejor amiga. En estos momentos lo era todo.
-Wow, Suho nunca me dijiste que vivias en una mansión... esto es más grande que mi casa.
-Papá es excéntrico y exagerado. Siempre dijo que era para mi y mi familia... Ya sabes, esposa e hijos.
Agachó la cabeza en arrepentimiento, aunque no fueran sus palabras se sentía avergonzado. No de Lay, pero sí de su padre, el gobernador y mayor empresario de Corea. El hombre de 45 años aún no quería aceptar su orientación y aunque respetaba en gran medida su vida, seguía haciendo comentarios incómodos.
-Tu papá solo se equivocó en una "a", yo no soy esposa... soy esposo. Aunque esté embarazado y sea el pasivo en esta relación sigo siendo un chico.-le sonrió y le dio un tierno beso-
Una vez que descendieron del auto Hye Mi se le avalanzó a Suho dandole besos por doquier y apretando sus mejilas. Dos años sin ver a su niño.
-Mamá, él es Lay...
-Mucho gusto, Soy Kim Hye Mi, la madre de Jun, espero que hayas viajado bien.
-Encantado de conocerla, señora Kim...
Hye Mi se carcajeo y le dio un pequeño golpecito en el hombro al chino -Dime Hye Mi, o si quieres dime mamá. Suho habla tanto de ti cada vez que hablamos que siento que te conozco de toda la vida.
A ambos adolescentes se les tiñeron las mejillas de carmesí y por un momento JunMyeon deseó tener una madre menos jovial, pero que iba a hacer, así era su madre. Como una chica de 20 encerrada en el cuerpo esbelto de una mujer de 41 años.
-Mamá, hay algo que debemos decirte...
Hye Mi se encontraba en la cocina partiendo trozos de pastel para los 3 cuando Jun Myeon la interceptó. Su rostro estaba mortalmente serio y el de Yixing endiabladamente rojo.
-Claro corazón, pero antes díganme una cosa... -dijo la mujer viendo a ambos chicos a los ojos y con tono tranquilo- ¿Cuándo me piensan confirmar que seré abuela?
Los dos chicos se miraron el uno al otro y a Lay se le fue la sangre a los pies. Jun Myeon no estaba mucho mejor, su rostro estaba tan blanco como un papel y sentía sus piernas temblar.
-Tranquilos chicos...no es para que se pongan así.
-Ma-mamá... yo...
-Suho, amor...no estoy nada feliz con esto, pero ¿qué más da? voy a ser abuela, teniendo un hijo gay... sin ofender.
-Señora Kim... -Hye Mi le dio una mirada reprobatoria y Lay se corrigió- ...Ma...¿Mamá? -Hye Mi asintió- yo lo siento, es mi culpa...yo no sabía y...
-Nada de eso, es culpa de ambos ¿Ok? -miró seriamente a Suho- ¿Cuántas veces te he dicho lo de la protección, eh? como sea vengan aquí y denle un abrazo a mamá. Mamá los quiere.
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-Omma, ¿como supiste que estoy... embarazado? -preguntó Lay, ambos se encontraban en el jardín posterior descansando y viendo las estrellas luego de cenar-
-Jun Myeon ¿No te lo dijo? Soy ginecologa-obstetra... y mujer.
Lay solo asintió y preguntó -No estás enojada con nosotros de verdad o ¿sí?
-Claro que no -la mujer rió y tomó las manos de Lay entre las suyas para luego sonreirle- Es irresponsable, pero estoy feliz. Te contaré algo: Cuando yo cumplí los 14 años appa me concedió el permiso de tener novio, a los 2 meses conocí a un chico guapísimo que era 5 años mayor que yo y me enamoré perdidamente, para cuando cumplí los 16 estaba embarazada de aquel chico... cuando mis padres se enteraron me obligaron a abortar a mi bebé y a separarme de aquel chico. Luego de eso no tenía vida. Papá me envió a estudiar a Japón cuando terminé la secundaria y 8 años después cuando ya había terminado mi especialización decidí que lo correcto era quedarme a vivir en Japón. Una noche fría de principios de diciembre, cuando regresaba del hospital donde trabajaba, encontré a un chico tiritando de frío en un parque, me acerqué a él y le tendí mis guantes y mi bufanda, él las tomó sin tan siquiera mirarme. Me senté a su lado en silencio y me dijo "¿Me creería usted si le dijera que he venido aquí en busca de mi único y gran amor?"... en ese momento quedé helada y no por el frío... esa voz, era la voz de mi amado Kim Soo Man, él amor de mi vida. Luego de ese encuentro... pues míranos, somos felices y tenemos un bello hijo.... bueno, ahora dos hermosos hijos.
-Eso es romántico... -dijo Lay con un brillo en sus ojos-
-Te cuento esto porque yo no soportaría ver a mi niño sufrir y así cómo Suho es el producto de mi amor con Soo Man, sé que ese bebé que llevas en tu vientre es el fruto de tu amor con mi hijo quiero que ustedes sean felices. Quiero que mi nieto nazca, sano y salvo... con una familia que loame...con buenos padres.
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