"Aigoo... es tan... ¿bonito?, Sí, es tan bonito."
"Sólo pídeme lo que necesites, que no te dé vergüenza..."
"¡Oh! ¡Se movió, Mujer... mi nieto... se ha movido.!"
Los últimos 3 meses no habían faltado las palabras emocionadas de Soo Man con respecto a su nieto y a su nuevo hijo, tal y como había dicho Hye Mi, Soo Man no dejaba de acariciar el vientre de Lay y procurar que al chino no le faltara nada.
Ahora un Lay embarazado de 7 meses yacia recostado en una silla de playa, se encontraban disfrutando de un domingo bastante soleado en familia.
Todos los miembros de la familia Kim estaban reunidos en aquella enorme vivienda para festejar la llegada del primogénito del heredero de la fortuna de Kim Soo Man. Era una bella escena, Soo Man y Hye Mi lucian sonrientes a más no poder y Jun Myeon desbordaba felicidad, lo que hacía que el pequeño Yixing sonriera instantáneamente.
-Lay -Le llamó su novio- ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?
Yixing Negó con la cabeza y sonrió con dulzura -No Yeobo, estoy bien. Ve a estar con tu familia.
-Tú y Lú son mi familia ahora, Yixing. -Jun Myeon le acariciaba el vientre a Lay con suavidad, le parecía todo un sueño, uno demasiado hermoso- Quiero estar siempre con ustedes.
Lay volvió a sonreír y estiró un poco el cuello para darle un beso en los labios a su amado Suho, él también se sentía como en un sueño, todo estaba bien, era feliz junto a Jun Myeon, Hye Mi omma lo amaba y exactamente como le habían dicho, Soo Man era el futuro abuelo más consentidor del universo.
Ahora era parte de una familia de verdad, pero extrañaba a su familia, a su padre tan trabajador y ocupado; a su madre tan complaciente con él y con su esposo. A pesar de que no siempre estaban junto a él, ahora los extrañaba y demasiado.
-¿Pasa algo aquí? -Preguntó Soo Man con una sonrisa-
-No señor... -Se apresuró a decir Lay, apesar de ya no estar del mejor humor, no quería arruinar la celebración de los Kim- ...Luhan es algo travieso y me tiene agotado, pero estoy bien.
-Ah, mi nieto. De seguro será muy guapo, todo un galán.
El hombre mayor se carcajeó y siguió su camino, dejando a la joven pareja sola nuevamente. Ahora algo en Yixing había cambiado y Jun Myeon lo notó.
-¿En verdad estás bien? -Preguntó Suho- Te vez... triste.
-Estoy... bien -Susurró-
-No, no lo estás. -Afirmó el mayor- Lay, bebé te conozco demasiado bien. Dime que tienes.
Yixing suspiró, el en realidad no quería arruinar la celebración con sus boberías sentimentales. -Junnie, extraño a omma. Extraño China, mi casa, mis amigos... incluso extraño a appa.
-¿Es eso Yixing? ¿Extrañas a tu familia? -Yixing intentó bajar el rostro pero Jun Myeon se lo impidió- Entonces vayamonos de aquí, volvamos a China.
-Jun Myeon pero y Omma Hye Mi...
-Ella estará bien, irá a visitarnos cada vez que pueda o quiera. Padre hará lo mismo. -Dijo muy seguro de si mismo, no importaba nadie más que Yixing y si Yixing quería estar en China, pues en China estarían- Volvamos a China, Lay.
~*~*~*~*~*~*~*~*
El timbre de la entrada principal de la mansión Kim sonaba incesantemente, al ser fin de semana la mayor parte de la servidumbre no se encontraba, por lo que la señora de la casa decidió abrir la puerta ella misma.
-Buenas tardes, ¿En que puedo ayudarle? -Dijo Hye Mi con tono suave al chico que estaba frente a ella-
-Muy buenas Tardes, ¿Es esta la residencia de Kim Jun Myeon? -Preguntó el chico-
-Sí aquí es. Jun Myeon es mi hijo ¿Quién lo busca?.
Aquel chico no respondió, tan solo hizo una pequeña reverencia y se alejó de la mujer. Caminó hasta la camioneta color vino que estaba estacionada y abrió la puerta trasera. De ella descendió una mujer delgada bastante alta de cabello castaño claro largo y lacio, ojos pequeños y rostro bonito. Estaba finamemte vestida y venía acompañada por un hombre algo mayor, de rostro serio.
-Buenas tardes -Saludó la mujer con una sonrisa- Usted debe ser Kim Hye Mi.
-Sí, esa soy yo y usted es...?
-Oh disculpe mi falta, soy Zhang Mei Lian, la madre de Lay y este es mi esposo Zhang Shou Min.
-Oh los padres de Lay, por favor pasen, pasen, pasen. -Dijo la mujer más que feliz- Mis hijos estarán felices de tenerlos aquí.
Hye Mi se hizo a un lado para darle paso a los dos nuevos visitantes, luego de conducirlos al recibidor, pedirles que se sentaran y encomendarle a Suzy un par de Tés para los señores, se dirigió a la habitación que compartían Jun Myeon y Yixing.
Abrió la puerta sin llamar y lo que vio dentro de aquella habitación fue la escena más hermosa que sus ojos tuvieron la dicha de ver.
Frente a un enorme espejo de cuerpo completo se encontraba Lay con el dorso descubierto exponiendo su enorme panza de 8 meses de embarazo y arrodillado frente a él, estaba Suho besándole y acariciándole el abdomen. Era algo hermoso que ver.
Decidió no perturbar a los chicos y decidió que lo mejor sería ir en busca de los padres de Lay y que por si mismo vieran aquello. Regresó al recibidor y les explicó lo que había visto, un minuto después los tres mayores estaban frente a la puerta de la habitación de los jóvenes.
La escena era diferente, esta vez Yixing yacia acostado de medio lado en la cama, aún con su abdomen al descubierto y Suho estaba frente a el entrelazando sus dedos sobre el abdomen del menor.
-Oh por Dios, es hermoso -Chilló la madre de Lay- Míralos Shou Min...
Al instante Lay se grió para encarar a esa voz que conocía a la perfección.
-¡Mamá! -Chilló Lay e intentó incorporarse en la cama- ....Hmm denme un minuto... ¿Junnie me ayudas? Tu hijo no me deja levantarme.
Todos los presentes se hecharon a reír, Jun Myeon ayudó a Yixing a levantarse de la cama y cuando estuvo de pie se abrazó a sus padres. ¡Como los había extrañado!
Pasaron la tarde platicando sobre cada segundo de los pasados meses en que Yixing había vivido en Corea, les contaron a los sres. Zhang que su nieto iba a ser un varoncito, al que llamarían Luhan, que Yixing tenía 37 semanas de embarazo y que la cesárea ya estaba programada. Que todo estaba más que listo para el nacimiento del niño que uniría a las familias más importantes de Corea y China.
Luego de una agradable cena en familia, los padres de Lay anunciaron que era momento de retirarse, agradecian profundamente la proposición de los Kim de brindarles una habitación en la lujosa residencia, pero que ellos preferían no incomodar, además la reserva en el hotel ya estaba hecha.
*-*-*-*-*-*-
-Jun Myeon... Junnie... aah... Yeobo....
Lay se despertó en medio de la noche con un punzante dolor en la parte baja del abdomen, sentía como este se contraía y se expandía involuntariamente, causándole un dolor espantoso. Prontamente su respiración se acortó y el corazón se le aceleró de forma violenta.
-Myeon... Junnie... Aaah, Suho... me duele, me duele mucho.
Jun Myeon no despertaba, por primera vez en la vida, Lay maldecia el sueño tan profundo del mayor. Lay, viéndose desesperado y adolorido, optó por gritar a todo pulmón para despertar a alguien. No importaba quién, pero que alguien se despertara y lo ayudara.
-Omma Hye, Appa... aaah -Seguía gritando sin cesar mientras los dolores empezaban a ser cada vez más fuertes- Omma Hye...
En un intento desesperado por que alguien lo socorriera, empezó a golpear a Jun Myeon con las pocas fuerzas que le quedaban, hasta que por fin... el mayor despertó.
-Jun Myeon, me duele -Fue lo primero que gritó Lay al ver a su novio despierto-
-¿Te duele? ¿Dónde? ¿Qué te duele? -Preguntó asustado-
-La barriga, genio. Me duele mucho.
Jun Myeon saltó de la cama y por instinto corrió hacia el cuarto de su madre, golpeó la puerta incansablemente hasta que su padre abrió.
-Padre... Lay... Luhan... le duele... ayuda.
-¿Qué? Habla bien por Dios, Jun Myeon.
-A Lay, le duele... y me golpeó y me dijo que le duele. Es Luhan.
-¿Qué está sucediendo Jun Myeon? -Preguntó su madre desde el camastro-
-Mamá, mamá... es Lay, le duele.
Hye Mi se levantó de la cama y se dirigió a la habitación de sus hijos con paso presuroso, al llegar al mismo, Lay se retorcia en la cama mientras se agarraba el vientre con ambas manos. Tan solo con verlo lo supo.
Luhan estaba listo para nacer.
~*~*~*~*~*~*
-Tranquilo Jun Myeon, no es momento para que estés nervioso.
Tenían dos horas de estar en el hospital, habían pasado dos horas desde que ingresaron a Lay al salón de operaciones y Suho sentía que iba a morir.
-Pero Padre, han pasado dos horas...
-Es normal hijo, tu tardaste en nacer 7 horas. -Lo reconfortó su padre-
-¿Qué? ¿Tengo...
El reclamo del joven Kim fue interrumpido por la llegada del Dr. Lee, quién venía aparentemente sonriente.
-Soo Man -Saludó el hombre- Les traigo noticias...
-¿Cómo está mi hijo? -Preguntó Mei Lian-
-¿Cómo está mi hijo? -Preguntó Jun Myeon-
-Los dos están bien, en estos momentos están descansando. Felicidades Suho, has tenido un niño precioso y sano.
-¿Puedo ir a verlo? -Preguntó Jun Myeon con el corazón en la boca. Finalmente era padre, su pequeño hijo ya estaba en este mundo.-
-Claro, están en la habitacion 316. Ahora, con su permiso me retiro.
El Dr. Lee Jinki, amigo de toda la vida de Soo Man, le dio una palmada en la espalda a Jun Myeon y le dedicó una amplia sonrisa, antes de retirarse.
Los cuatro presentes se dirigieron a la habitación indicada, siendo encabezada la marcha por un Suho demasiado impaciente. Al llegar a la habitación, los pies de Jun Myeon se detuvieron frente a la puerta y se oponían rotundamente a seguir avanzando.
Tenía miedo, no es que no quisiera entrar y conocer a su hijo... es que... le daba miedo. De ahora en adelante tendría que ser un padre, uno de verdad. Un buen modelo a seguir para que su hijo, fuera alguien de provecho para la sociedad.
-¿Qué sucede hijo? -Preguntó Soo Man con voz tranquila. Le puso una mano sobre el hombro izquierdo y lo miró fijamente- Hace un minuto estabas apurado por conocer a tu retoño y ahora estás aquí de pie sin moverte. Mei Lian y Shou Min ya están dentro.
-Padre... tengo miedo. -Aceptó- ¿Y si no soy un buen padre?
-Lo serás Jun Myeon. Llegarás a ser hasta mejor que yo. -Lo reconfortó- Eres un chico justo, sabes lo que está bien y lo que no. Tienes los pies bien puestos en la tierra y eres una de las personas más responsables que he conocido en mi vida. Te he educado bien muchacho. Además, no estás solo. Tu madre y yo estaremos para ayudarte con Luhan. No te preocupes Jun Myeon, estarán bien. Lo prometo.
-Gracias Papá. -Susurró Jun Myeon-
-Venga muchacho, quiero conocer a mi nieto.
Los dos hombres Kim se introdujeron en la habitación. En la camilla, estaba Lay manteniendo en brazos un pequeño bulto envuelto en una sabanita celeste.
Jun Myeon Caminó despacio hasta ese chico chino de cabellera castaña de 15 años que lo había hecho padre. Cuando estuvo frente a ellos, no pudo evitar que las lágrimas abandonaran sus ojos. Era hermoso, su hijo era simplemente hermoso.
-Mira Junnie... este es Luhan, nuestro hijo.
Jun Myeon tomó al pequeño bebé entre sus brazos con ayuda de su madre y las lágrimas que bañaban su rostro salieron con mayor rapidez. El pequeño Luhan era la cosita más bella que había visto en su vida. Piel blanca como la de Lay, pequeños ojitos, nariz fina como la suya y un escaso cabello oscuro. Largas pestañas y mejillas regordetas y rosadas.
-Hola Luhan... -Susurró Jun Myeon- ...soy appa...
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