Ya era hora que la madre por última vez le tendría que decir a Jongdae que se tienen que mudar, pero esto le incomodaba mucho porque dudaba de la reacción de Jongdae.
La madre se acerca a Jongdae con pasos silenciosos y se sienta al lado él:
-Jongdae...¿Qué estabas haciendo? -Le pregunta con voz temblorosa sin saber como decirle.
-Oh, omma, ¡me sorprendiste!, ¿Cuando has llegado?.
-Mm, hace un rato..
-Ah bueno, te preguntaba solo por el hecho que no te escuché llegar.
-...-
-¿Te pasa algo ma?, te noto rara.-
-Es que te tengo que decir una noticia que seguro no te va a agradar. -Dijo con un nudo en la garganta.-
-¿Que pasa?, sabes que siempre voy a estar para lo que necesites. -Dije con cara de pensativo sin saber lo que se me venía.
-Pasa que...nos..nos...tendremos que mudar otra vez.-
-¡¿QUE?! ¿OTRA VEZ?, mamá...¿Cómo queres que viva una vida normal si me paso cambiando de instituto y de casa? Ya ni amigos puedo tener. –Dije muy alterado.-
-Será la última vez hijo, encerio, lo prometo.- Dijo mi mamá muy sorprendida con mi reacción ya que nunca me había visto tan enojado.-
-... ¿Última vez? ¿Última? espero que sea así. –Me fui enojado a mi habitación cerrando con un portazo mi puerta-
Estaba demasiado enojado y decepcionado de mis padres, miles de preguntas no salían de mi cabeza:
-¿Por qué me abandonó de tan chiquito? ¿Qué le hicimos para que nos haya dejado abandonados a mí y a mi madre así? –Me preguntaba acostado en la cama apoyando mi cabeza a la almohada y llorando al punto de quedarme dormido-
Al otro día la casa estaba casi por quedar totalmente vacía, estaba llena de cajas, maletas y con un camión afuera preparado para la mudanza. Llegó el momento de irse, abandonar la casa e irme a mi nuevo hogar. Al llegar al nuevo hogar, estuvieron bajando todas nuestras pertenencias del camión, yo todavía no cambiaba la cara de angustia que tenía y hoy mismo tenía que irme a la nueva escuela a la que estaba inscripto.
-Jongdae...hoy mismo tienes que ir a tu nueva escuela, no te preocupes por esto, yo me quedo acomodándolo todo. -Dijo mi madre tratando de romper el silencio que había quedado desde anoche.
-Okey. -Respondí sin ningún tipo de sentimiento-.
Subí las escaleras para llegar a mi nueva habitación, al llegar, abrí unas de las cajas que anteriormente había subido y allí estaba mi nuevo uniforme, me lo puse, preparé mi mochila y bajé las escaleras.
-Hijo, ¿Ya te vas? -Preguntó mi madre-.
-Sí.
-Déjame que te llev…
-No madre, estoy bien, no hace falta. –Interrumpí-
-Por lo menos deja que te dé dinero para el taxi, no puedo dejar que te vallas caminando. -Insistió-.
-Okey, haz lo que quieras.-
Mi madre me dio dinero y me fui. Al llegar a mi nueva escuela pensaba que nada era raro, por la costumbre, ya todo era lo mismo que siempre y no tenía de que preocuparme. Al entrar estaba buscando la clase en la que estaba asignado.
-Mmmm clase 5B, ¿Dónde será?-Seguí recorriendo pasillos hasta que la encontré-.
-¿5B? -Miré el papel y el cartel devuelta-. -Si, aquí debe ser.-
Entré a mi clase y fue demasiado incómodo, todos me quedaron mirando con un silencio repentino que ni yo me lo esperaba. El profesor me presentó y me senté, era lo único que quería...sentarme y dejar de pasar tanta vergüenza.
Estaba concentrado sacando mis cosas de mi mochila cuando un chico de al lado con un aspecto sonriente me toca el hombro, giré mi cabeza y lo miré
-¡Hola! soy Baekhyun ¿Podemos ser amigos? va, si quieres chico nuevo, ¿Cómo te llamas? perdona, pasa que no presté mucha atención a tu nombre.- Tocándose la nuca de los nervios-
En ese momento me quedé totalmente perdido en su mirada sonriente, suena raro decirlo de este modo, su sonrisa y su eyeliner fue algo con lo que me quede perdido. La verdad, nunca imaginé que sería alguien que enserio cambiaría mi vida.