Capitulo 2
Tentación de una melodía
La anterior noche había sido demasiado aburrida para Kris, hubiera desaparecido de ella sino fuera porque se comprometió en cuidar de todos mientras Suho salía. Había visto al líder muy decaído y perdido, cosa que nunca sucedía, se dio cuenta que algo pasaba con él por eso le pidió que saliera. Kris mejor que nadie, conocía lo que conlleve ser líder, hay momentos donde son tan difíciles que necesitas un poco de ayuda, alejarte de esto y más cuando se trata de vampiros y ser líder por siglos. Pensó que se encontraría con un Suho más alegre, como siempre lo era pero se sorprendió que se encontró con uno ansioso y fuera de si, como sino tuviera control de él mismo. La habitación de Suho tenia estantes y estantes llenos de libros algunos con portadas nuevas mientras otros con el paso del tiempo apenas se podía ver el titulo del libro. El cuarto estaba limpio sin nada tirado o fuera de su lugar. El tocador que estaba a su lado tenia arreglado colonias y otras cosas de uso. La cama estaba desecha con las sabanas revueltas, las almohadas estaban igual y en la cama se encontraba un Suho sentado con la cabeza entre manos. Estaba sentado con el cabello apuntando en todas las direcciones como si lo hubiera pasado sus manos miles de veces por el, tenia las ojeras más marcadas que solo podía significar una cosa: aún no bebía sangre.
––Por algo te dije que salieras ayer y parece que en vez de ayudar te puso peor ¿quieres contarme que paso?––pregunto Kris mientras se recargaba en la pared para quedar enfrente de Suho. Este levanto la cara sorprendido de la presencia de Kris––. ¿Porque rayos te sorprendes? Debes de haberme sentido, llevo medio minuto––era raro sorprender a algún vampiro siempre podían sentir la presencia de alguien incluso aunque estuviera lejos por unos cuantos metros ademas el olor que desprendían podían olerlo desde largas distancias.
––Perdona, estoy hoy muy distraído––dijo Suho con su típica sonrisa alentadora––. Tal vez tienes razón el paseo de ayer en vez de ayudarme me puso peor pero debo de admitir que hubiera sido un error no haberlo tomado––se quedo callado por un momento––. Perdona que ande así ahora ¿que paso? ¿Porque entraste? ¿Paso algo?––su voz sonó una nota más alta preocupada.
––No exageres tampoco, no pasa nada. Solo quería saber como estabas pero ya veo que no muy bien.
––Oh…estoy bien. Algo atareado pero nada del otro mundo.
––Aja––dijo distraído. Podía sentir que a Suho le había pasado algo la noche que salió, pero conociendo no diría nada hasta que no pudiera controlar el problema, lo cual no era muy bueno. Desde la noche de ayer entro distraído con una cara angustiada y llena de inseguridad. Pero no pensaba preguntarle, sabía que cuando necesitara desahogarse lo haría.
––Solo quiero decirte que hoy saldré. Estoy harto de estar en esta casa y cuidándolos, yo no tengo tu paciencia––esto hizo reír a Suho, le gustaba que volviera a ser el mismo––. Todos son un fastidio así que saldré, ayer lo hiciste se me hace justo esta noche salga yo––dijo Kris.
––Me parece correcto pero no te pierdas––dijo con una sonrisa–– necesitas entrenar a los cazadores, Kris––como sonrío volvió a ponerse serio––. Ha habido más ataques a la gente y no somos nosotros, esas personas han salido sido literalmente comidos…
––Basta. Lo haré cuando llegue. No debes decirme lo que ya sé––lo interrumpió. Sabía lo que pasaba pero debía de admitir que cuando oía eso lo hacia sentir asqueado––. Simplemente también quiero salir ademas ellos ya saben lo que deben hacer, no debes de preocuparte.
––Esta bien––le dio una sonrisa triste––. Tú eres un líder también, sabes lo que haces.
Kris asistió con la cabeza y salió de la habitación de Suho. Debía admitirlo, ese Suho no le agradaba resultaba muy deprimente y no se encontraba en su estado de siempre, alegre y animado. Ese Suho le daba ciertos escalofríos, veía en esos ojos los muchos años que tenia a pesar que su cara era la de un chico de tan solo 22 años. La mansión estaba tranquila casi la mayoría de los vampiros aún estaban durmiendo, el sol aún no se ocultaba del todo podía sentir aún los débiles rayos del sol en su pálida piel. Los vampiros podían sentir los rayos del sol pero solo por un determinado tiempo, cuando estaban mucho tiempo era como si el sol empezara a consumirlos y el dolor de sentir mucho tiempo los rayos era increíblemente doloroso, solo podían estar en el sol por determinado tiempo o sino terminaba desmayados y luego…BAM…terminaban siendo cenizas. Era mejor evitar posiblemente el sol.
En la puerta se puso sus lentes negros y salió. Pensó que podría llegar a la ciudad corriendo, resultaría ser más rápido que ir en un choche pero un carro lo haría ver más "humano”, menos extraño. Se dirigió al garaje donde había 23 carros, varios modelos desde los más nuevos y caros hasta los más antiguos que ahora tal vez valdrían más que los mismísimos carros de ultimo año.
Pero se decidió por un Audi R8 negro que resultaba ser muy cómodo pero también demasiado rápido y además era increíblemente asombroso. Muy ostentoso. Tal vez llamaría menos la atención si lo dejaba pero debía de admitir que este tipo de lujos le gustaba, que la gente lo mirara e impresionar. Iba por completo con su imagen. En ese momento vestía una gabardina Burberry color gris oscuro, unos jeans negros ajustados, zapatos y tapaba sus ojos con unos lentes negros Ray Ban Aviator. Se veía impresionante, debía admitirlo él solo usaba ropa de marca y siempre vestía a la ultima moda.
Se subió al Audi, y se dirigió hacia la ciudad. No necesitaba de mucho solo quería ver gente, distraerse, viendo como la gente corría con prisa del tiempo, como si el tiempo los estuviera asfixiando cada segundo que daba. O ver los problemas tan sencillos que tenia la gente como un corazón roto, un trabajo mal hecho, una amistad en problemas, malas calificaciones. tantas cosas le hacia ver lo diferente que eran pero a la vez lo hacia sentir tan cómodo y divertido por alguna extraña razón.
Llego y las luces de la ciudad de Seul le dieron la bienvenida. La noche había caído sobre la ciudad y la gente salía a divertiste y todos los locales esperaban por ellos. Tenia un lugar preferido y se trataba de un hermoso y agradable pub donde siempre había buenas bebidas y jóvenes que cantaban estupendamente, y lo hacían desde el fondo de su corazón, esperando por algún día llegar a miles de corazones, luchando por su sueño de ser cantantes famosos. Algunos los hacían, otros caían en el camino y ahí se quedaban. Una voz era agradable simplemente con una guitarra como acompañamiento. También le gustaba ir por acompañamiento, estaba prohibido enamorarse con humanos pero no interactuar con ellos incluso empezar una relación de una cuantas horas, cuando lo hacia era más fácil beber sangre fresca desde el cuello de una hermosa chica. Esto podía ser su pecado, amaba beber sangre desde el cuello de la persona, resultaba ser más deliciosa y exquisita. Al beberla desde el portador era lo más perfecto que podía existir. Sentir brotar sus colmillos al oler la sangre, acercarlos lentamente al blando cuello de la persona, atravesar el músculo como si fuera mantequilla tan fácil y sencillo, luego la sangre brotando del cuello y sentirla en la boca, y cayendo por su garganta cálida y deliciosa. Era la cosa más gratificante que había en el mundo. Obviamente solo bebía unos cuantos litros de la persona para que dos días después estuviera como si nada hubiera pasado. Claro que podían matar personas pero ver la mirada decepcionada de Suho era peor que miles de castigos posibles en el mundo, eso lo había experimentado hace 94 años ademas el hecho de asesinar y tenerlo en tu consciencia era horrible. Cada muerte empezaba a pesarte o tal vez simplemente no sentías nada y eso era muchas veces peor.
Desecho esos pensamientos, ese día solo iría a oír música, bebería alguna bebida, saldría con una chica joven e irían a bailar, platicarían o sabrá que, bebería su sangre y después se largaría de nuevo a la mansión. Resultaba ser un plan bastante agradable para una noche de relajación.
Estaciono cerca el carro y se dirigió hacia el pub. El pub estaba algo lleno, había jóvenes bebiendo y platicando por todas partes, el humo de cigarro brotaba arriba de ellos como si fuera una nube negra persiguiendo a la gente, chicos bailando en la pequeña pista de baile rozando sus cuerpos al son de la música, podía oler la transpiración de sus cuerpos incluso oír el latido rítmico de sus corazones que bombardeaban rápidamente por el ejerció del baile. El olor de la sangre olía como un maligno tóxico; delicioso y peligroso. La gente empezó a voltear a verlo y murmurar, la gente lo miraba embobados y maravillados por su belleza, los ignoraba y pasaba a su lado indiferente. Las chicas murmuraban halagos y suspiros incluso algunos chicos aunque la mayoría eran palabras de envidia. Podía oír lo que decían pero no le tomo importancia. Pudo ver un lugar en el segundo piso vacío y se dirigió hacia el, estaba en un rincón pero la vista era estupenda podía mirar a la gente de su piso como también a la personas que bailaban en la pista de baile. Veía el pub a la perfección y sobre todo el escenario donde se presentaban la gente que iba a tocar, podía admirarlo. Se sentó y se acomodo esperando el momento donde se presentaría el artista de esta noche. Cada semana cantaba algún joven, si era agradable seguía tocando los siguientes meses sino lo era bueno cantaba solo una semana. La mesera se acerco era una rubia con un pecho muy voluminoso del cual parecía estar muy orgullosa cuando se presento hacia él, le dirigió una enorme sonrisa con sus blancos dientes realmente era muy guapa pero muy tonta, a pesar que parecía muy segura de si misma al acercarse a él se puso nerviosa.
––¿D-d-desea beber algo?––tartamudeo parecía sorprendida por su torpeza. Pero Kris solo miraba el menú que estaba en su mesa.
––Solo un martini––su voz era indiferente.
––S-s-si––la mesera seguia con su tartamudeo que empezaba a exasperarlo–– en un momento se lo traigo.
Antes que se fuera la mesera, Kris se acordó de algo y la miro, la chica se sorprendió y abrió mucho los ojos, su cara se sonrojo a pesar que había llegado con mucha confianza con la presencia de Kris la perdió.
––¿Tocara alguien nuevo?––pregunto Kris pero esta vez su voz la suavizo para no abrumar a la chica.
La chica tardo en reaccionar, parecía perdida y al darse cuenta que no decía nada contesto rápidamente.
––Si, creo que es un nuevo chico––dijo que tomaba su libreta de notas con demasiada fuerza como si fuera un apoyo para no derrumbarse––– es muy agradable––agrego lo ultimo como una indirecta para Kris––aunque es la primera vez que cantara así que los que trabajamos aquí estamos muy ansiosos por escucharlo.
––Me parece genial––agrego Kris esperando que la chica entendiera y se fuera.
––Entonces solo será el martini, ahora lo traigo––dicho esto desapareció.
Dos minutos después regreso con una bandeja en la cual cargaba su martini, el cual deposito con mucho cuidado sobre su mesa tratando de no tirar ninguna gota, al depositarla se volvió a ir. Kris se alegro que así fuera. Agarro su celular, pasaba su dedo por la pantalla aburrido checando mensajes de los cuales todos eran aburridos, metió su celular en su chaqueta, tomo la copa de la mesa y dio un pequeño sorbo. Las chicas de la barra que estaba a unos cuantos metros de él, lo veían con un mirada voraz y llena de lujuria, les dio una mirada pero las ignoro. No, no tenia ganas de comenzar una conversación estúpida con ellas. Volvió la vista hacia el escenario, donde la gente que estaba en la pista de baile empezaba a alejarse y sentarse en las mesas o la barra para tener un momento de relajación y poder apreciar al siguiente cantante. Hubo varias chicas atrevidas que se acercaban a su mesa para obtener su atención pero a todas las rechazo, no eran las personas con las cuales quería tener conversación o tal vez las aceptara después de escuchar un poco de música y relajarse. Diez minutos de estar sentado ahí y de beber dos martinis, subió un hombre pelirrojo con una enorme sonrisa al escenario tomo el micrófono que estaba ahí.
––Hola, muchos me conocen ¿verdad?––hubo varios gritos––. Gracias chicos. Para los que acaban de entrar a este local, les doy la bienvenida a “London” y su anfitrión––se señalo al pecho con un dedo–– su nombre es Larry Collins, un placer conocerlos y tenerlos en mi local. Bueno basta de esta conversación. Hoy tenemos un nuevo cantante que los deleitara con su hermosa voz y les hará pasar un agradable momento así que por favor denle una calurosa bienvenida. Este chico provine…hmm…––saco un papelito de su chaqueta roja–– perdonen. Wow proviene de China. Con ustedes Lay––señalo con su brazo izquierdo a la esquina del escenario de donde subió un muchacho con una guitarra, parecía muy tímido porque miraba hacia el suelo, Larry le toco el hombro y bajo del escenario.
El chico llamado Lay estaba parado en medio del escenario, donde acerco una silla, que había ahí, se sentó, acomodo su guitarra con sumo cuidado. Seguía con la mirada dirigida a la guitarra, levanto la vista hacia el publico donde tenia una hermosa sonrisa marcada por un hoyuelo. Su cabello castaño caía por sus ojos de forma desordenada, tenia unos preciosos ojos con una mirada dulce, piel pálida, de estatura media y su cuerpo era delgado y grácil, y se movía con cierta agilidad como si fuera bailarín. Vestía una camisa sin mangas que mostraba sus torneados y pálidos brazos, unos pantalones negros holgados con unos tenis blancos.
––Hola a todos––dijo alegremente–– es un gusto conocerlos. Mi nombre es Lay y la canción que cantare a continuación se llama Waiting…bueno es escrita por mi, así espero sea de su agrado.
Empezó a tocar su guitarra resultaba ser una melodía alegre, comenzó a cantar y su voz resulto ser dulce, triste pero con mucha energía. Era una voz increíblemente hermosa que llegaba a tu corazón, de esas voces cuando las escuchas te hacen sentir el sentimiento de la canción. El pub se lleno solo de la hermosa voz de Lay y el sonido de su guitarra como único acompañamiento.
Kris sintió que no existía nada más en el mundo que la voz de ese chico. Podía sentir como el mundo empezaba a desvanecerse como si alguien lo arrojara a un vacío donde solamente podía sentir y ver a ese chico incluso no podía saber quien era él, todo parecía perdido. Esa voz se metía por sus poros, por cada maldita célula de su muerto cuerpo. En ese instante se dio cuenta que su muerto cuerpo empezaba a cobrar vida y sentir calor en su frío corazón. Sus ojos no podían desprenderse de ese chico que tenia los ojos cerrados mientras gotas de sudor empezaban a caer por su rostro, una imagen bella y gloriosa. Su rostro transmitía los sentimientos de la canción que cantaba. Nunca le había pasado esto, lo sabía y lo asustaba, lo que ese chico con su voz le estaba provocando un sin fin de sentimientos de los cuales no podía darles nombres. Sus dedos se movían ágiles por las cuerdas de la guitarra, la tocaba como si fuera su amante y la acariciaba de forma delicada y apasionada.
La canción termino con una nota final arrancada de su guitarra, la gente del pub empezó a aplaudir y victorear, incluso había chicas con los ojos llorosos. Había sido increíblemente asombroso y todos lo sabían incluso Larry que subió al escenario de nuevo con esa sonrisa pero aún más grande, se acerco al chico que bebía agua de una botella tenia las mejillas sonrojadas y su sonrisa marcada por ese precioso hoyuelo. Larry le paso el brazo por los hombros y por alguna extraña Kris sintió un enorme deseo de ir hacia al escenario y arrancárselo de los hombros de Lay, sentía un extraño sentimiento de posesión hacia ese chico. Y eso le sorprendió.
––¿Vieron como canto nuestro querido Lay? Increíble ¿verdad?––hubo aplausos y gritos en aprobación––. Claro que lo hizo estupendo. Mi querido Lay, serás nuestro artista del mes en “London” me siento muy afortunado de tenerte aquí.
––Gracias––dijo tímido y alegre Lay.
––Bien. Como es tu primera vez, siento decir que solo fue este su momento pero los siguientes días compartirá tiempo con Kate nuestra otra gran cantante–––señalo del derecho donde una chica de cabello negro subió al escenario y se puso al lado derecho de Larry.
Hubo muchas quejas cuando Lay bajo del escenario mientras reía divertido, Kate parecía incomoda por la atención de la gente hacia aquel chico pero tomo el micrófono atrayendo la atención de la gente hacia ella. Kris miraba al chico pálido que iba caminando, pidió mentalmente que subiera al segundo piso donde estaba él, se sintió como un chico estúpido, pero para su alegría Lay se dirigía hacia el segundo piso. Muchas chicas incluso chicos le hablaron a Lay, le coqueteaban, otros tímidamente lo saludaban o lo felicitaban, Lay les agradecía cortésmente y muy feliz pero era todo, no trababa de coquetear con ellas y eso alegro a Kris. El chico se encontraba en el segundo piso, se acerco a la barra y pidió una coca-cola, que pudo oír con claridad Kris, y se dio cuenta que Lay tenia una voz alegre y muy dulce. Quería hablarle y por primera vez en su larga vida no supo como acercarse a un humano. Lay se quedo recargado en la barra bebiendo su coca-cola mientras observaba el lugar con una mirada soñadora, siguió recorriendo el piso y Kris tomo su oportunidad agarro la copa de su bebida y la llevo a sus labios, la mirada de Lay seguía recorriendo el lugar hasta que se posó en él, sus ojos se abrieron mirándolo sorprendido y fascinado. Kris bebió de la bebida y estaba por hacerle un guiño pero bebió antes de tiempo que hizo que se atragantara y termino escupiendo el martini, el guiño termino pareciendo más un ridículo tic de ojo. Lay miro todo ese espectáculo y por la risa escupió toda su coca-cola de su boca sobresaltando a varias personas a su alrededor. Kris había tenido en mente guiñar de forma seductora mientras bebía, no aquello que paso, no esperaba una carcajada de parte de Lay esperaba un sonrojado e impresionarlo, realmente se sentía tan estúpido y ridículo ademas muy avergonzado. Dejo su copa como si nada hubiera pasado, alejando su mirada de Lay, miro todo el pub menos hacia aquel chico. Nunca jamas le había pasado algo tan ridículo en su tan larga vida. Para su sorpresa el chico se acerco a su mesa y se sentó como si fueran conocidos desde tiempos lejanos, a pesar que Kris tenia una mirada muy hábil, ver de cerca a Lay lo dejo todavía más sorprendido. Lay de cerca resultaba ser más hermoso, que pensó que si los ángeles existieran, serían ideáticos a Lay. Le dio una hermosa sonrisa haciendo que apareciera de nuevo ese hoyuelo en su mejilla derecha.
––Hola––dijo alegremente––. Soy Yixing.
––¿Que no eres Lay?––pregunto estúpidamente Kris. Se golpeo mentalmente por eso. Sonó grosero y muy tonto. Lay lo miro desconcertado pero volvió a sonreír.
––Bueno si. Es mi nombre "artístico"––hizo una comillas imaginarias con sus dedos––, a Larry le costaba decir mi nombre y decidí darle un nombre más fácil, pero me llamo Yixing así me puso mi madre.
––Ah…––no supo que más decir.
<<Años y años de vida, largas conversaciones y muchos debates para que no pueda sacar conversación con este simple humano––pensó Kris.>>
––¿Cual es tu nombre?––pregunto Yixing que no parecía para nada incomodo.
––Kris––dijo Kris seguro de si mismo de poder tomar control de él mismo. Iba a agarrar la copa de la mesa pero hizo un movimiento brusco con sus largas piernas haciendo mover la mesa y termino tirando la copa con el martini por toda su mano y la mesa––¡FUCK!
Yixing lo miro sorprendido, luego empezó a carcajearse llevando la mano para tapar su boca, él solo lo veía desconcertado mientras sacudía su mano para secarla. Este día no estaba siendo como él había pensado que sería. La gente de su alrededor los veía, la risa de Yixing era muy contagiosa y llamaba la atención, la gente solo los veía maravillados. Cuando por fin Yixing se controlo, se seco unas lagrimas que había empezado a salir, toco su pecho y lo veía con una gran sonrisa.
––Realmente eres muy divertido. Primero escupes tu bebida y luego la tiras, si no la quieres deberías de decirle a la mesera que te la cambie––y volvió a reír. Sus risas eran muy agradables de oír y eso relajo a Kris, a pesar que se sentía muy apenado empezaba a sentirse relajado y en un buen ambiente. Sintió que no debía impresionar a ese chico así que hablo como siempre lo hacia con sus hermanos.
––Me encanto la canción que cantaste, es muy buena.
––Oh…gracias. Me hacen sentir muy feliz escuchar buenas criticas––dijo Lay lleno de mucha gratitud.
––¿La escribiste tú?––pregunto sorprendido.
––Si…no es muy buena, pero apenas voy empezando y no sé, esa canción vino a mi mente. Hubieras oír a mi compañero Henry, él realmente escribe canciones estupendas me gustaría escribir canciones tan buenas como él pero estoy aprendiendo.
––Pero la canción es hermosa y grandiosa––Yixing lo miro agradecido–– y viniendo eso de mi, es un gran halago, no doy halagos a cualquiera para ser sincero es la primera vez que lo hago. Y no te atrevas a criticar mi referencias musicales, si yo digo que tu canción es buena es porque es buena––dicho esto se recargo en el sofá. Miro de nuevo todo el pub pero miraba de reojo a Yixing que seguía sonriendo pero con lagrimas en los ojos.
––Muchas gracias. Escuchar halagos me hace sentir muy feliz, y me agrada mucho que te gustara esa canción la escribe en unos cuantos minutos mientras bebía un café, no es muy buena así que…
––El tiempo no importa o donde la escribiste, lo importante es simplemente el talento que esta ahí aunque a veces debemos pulirlo––se encogió de hombros.
––Gracias. Eres un desconocido pero tus palabras me hacen sentir genial. Por cierto eres muy guapo––no lo dijo como si quisiera coquetear con él, solo lo menciono como si fuera lo más normal. Inclino su cabeza observándolo–– y muy alto por lo que veo. Pareces sacado de un anime y también eres muy pálido como si nunca te diera el sol.
––¿Esos son cumplidos?––pregunto Kris con una sonrisa.
––¡Si, lo son! Te dije que eras guapo. Es un cumplido, en mi ciudad se considera un bonito halago.
––Supongo que gracias.
––Un gracias sería más agradable.
––Te dije gracias de mi es muy importante.
––Que idiota––dijo divertido Yixing, se llevo su coca-cola y bebió un sorbo.
––¿Ese también es un cumplido?––Kris sonrió.
––Si tu lo crees, entonces si. Te queda a la perfección.
––Sabías que no debes decirle idiota a la gente que acabas de conocer así no serán tus amigos.
––¿Quien dijo que quería ser tu amigo?
––Todos quieren–– Lay rió.
––Solo seré tu amigo porque eres divertido pero solo te conozco por unos cuantos minutos, no sé si eres un asesino serial––abrió los ojos pareciendo aterrado.
––No puedo serlo, me lo tienen prohibido––la sonrisa de Kris desapareció y se puso serio––. Realmente es un asco ser un asesino––Yixing entrecerró los ojos y empezó a reír.
––Eres demasiado tonto para asesinar a alguien, no te creo capaz, ademas usas ropa muy bonita para serlo, no creo que quieras ensuciarla de sangre y tierra a la hora de asesinar.
––Deja de decir que soy tonto, ¡no lo soy! Es la primera vez que pasa eso, pero puedes preguntarle a mi familia y te dirán que soy un chico muy genial, supongo que eres la única persona que ha visto mi lado ridículo en todo el mundo.
––Me siento honrado––Yixing se puso una mano en el pecho––, por ser la única persona que puede verte haciendo el ridículo.
Se le quedo mirando, admirando esa hermosa sonrisa con su hoyuelo que lo hacia ver tan inocente y puro. Era extraño ver jóvenes y sobre todo chicos que tuvieran esas virtudes pero Yixing la tenia, se podía ver por completo en todo su rostro.
––¿Porque viniste a tocar aquí? Realmente no pareces un chico que le guste tocar en publico––pregunto Kris.
––Pues necesito dinero, mis abuelos hacen lo posible por pagar mis estudios, son mayores y yo soy joven se me hace muy injusto no hacer nada para pagar mis necesidades. Mi amigo Chanyeol me animo para venir a tocar aquí, porque estas en lo cierto, no me gusta tocar para la gente, me da pena pero al final me decidí venir ademas dan buena paga solamente por tocar y ademas las propinas es asombroso. Y debo de admitir que espero algún caza talentos, me gustaría poder ser algún tipo de ídol o algo así como los chicos que salen en televisión de esos doramas que mi abuela ve. Sé que me da pena pero me gustaría que mi música llegara a muchas personas––hizo una pausa y sonrío apenado––. Siento que te estoy contando mucho de mi vida––rió tímidamente.
––Esta bien, no sé, me gustaría saber sobre tu vida, tus gustos y metas––hizo una señal para hablarle a la mesera, la mesera rubia se acerco a ellos cuando vio a Yixing se sorprendió de verlo sentado ahí aún así le sonrío–– ¿Que deseas beber?
––Estoy bien con mi refresco.
––¿Que deseas beber?––más una pregunta parecía una orden.
––Otro refresco sería genial cuando bebo alcohol no me hace bien––contesto Yixing resignado.
––Un refresco y otro martini.
––Ahora se lo traigo––dijo la mesera que casi huyo de ahí.
Ambos se miraron, se sentía cierta energía eléctrica entre ellos dos y ambos podían sentirla aunque ninguno podría saber que significaba. Kris nunca la había sentido y Yixing nunca había tenido una cita, ninguno podría decir que era lo que se sentía, simplemente podía decirse que se sentían cómodos él uno con él otro como si el hecho de conocerse por minutos fuera que se conocían desde hace tiempo. No hablaron, cada uno parecía perdido en sus propios pensamientos, no era un silencio incomodo más bien parecía un agradable silencio que ambos disfrutaban con tener la cercanía del otro mientras escuchaban la voz de Kate que resultaba muy agradable de oír. Aunque Kris no sentía el mismo sentimiento que escucho cuando oyó cantar a Yixing, no sentía en Kate las misma emoción que Yixing transmitía al cantar. La mesera regreso con sus bebidas, parecía agitaba, entrego las bebidas a los dos y se fue. Yixing tomo el refresco que acaba de traer la mesera y empezó a beber, Kris hizo lo mismo con su martini.
––¿Eres modelo?––pregunto Yixing de repente.
Esto sorprendió a Kris que había estado observando a Lay beber su refresco que no capto la pregunta hasta segundos después, esto lo hizo sentir como si fuera un completo idiota que tardaba en procesar información pero Lay no pareció notarlo. Contesto extrañado por la pregunta.
––No, no trabajo de eso.
––¿Entonces eres estudiante?––insistió Lay.
––No.
––¿Tendré que hacer preguntas para saber más acerca de ti?––Kris no dijo nada––. Bien, supongo que eso es un si. ¿Eres de Corea? ¿O eres extranjero? Tienes cara de ser extranjero.
––Si, soy extranjero y deja de hacer preguntas, no tiene sentido que sepas acerca de mi, apenas me acabas de conocer deberías solo estar hablando de cosas sin sentido––su voz mostraba irritabilidad. Sentía que si ese chico hacia una pregunta, él estúpidamente se la contestaría con la verdad y eso no era bueno, no para él. Solamente quería que ese chico dijera preguntas como todas las chicas con las que se veía, preguntas estúpidas o se quedara callado mientras lo admiraban, pero no aquel chico lo veía con esos bellos ojos tan puros e inocente que lo veían como si viera a dentro de sus ojos su alma, ciertamente eso le provocaba una electricidad dentro de él que no podía explicar. Ese chico pedía a gritos con su mirada que le revelara cualquier tipo de secreto que tuviera, como si él fuera a guardar esos sucios secretos que tenia. Kris sacudió la cabeza, tomo la copa de martini y bebió un gran trago, sintió el calor del alcohol bajar por su garganta dejando un ligero ardor que calentaba su cuerpo.
––¿Que podría preguntarte entonces? No pareces querer hablar conmigo––frunció su ceja parecía muy inocente, bajo la mirada se quedo así hasta que levanto la mirada sorprendido–– ¿O fue porque no te agrade? Es eso ¿verdad? Pero no sabes como desacerté de mi, realmente resulto ser una persona muy aburrida, pero Chanyeol es muy divertido, probablemente no pasarías esto con él––empezó a hablar de forma rápida que Kris tuvo que ponerle mucha atención––– es muy energético y siempre trae una gran energía, él sabría hacerte reír pero yo no sé que hacer, no soy bueno haciendo amigos––hizo un puchero––ni siquiera sé porque me acerque a hablarte, si quieres que me vaya dilo, no me sentiré ofendido o herido.
––Hablas demasiado, ahora sé porque no haces amigo––y se hecho a reír––. No sé porque tienes esa idea de ti, tal vez tu amigo Chanyeol me caería bien, parece ser el tipo de persona con la que me juntaría pero tu eres diferente a todo el mundo…
––¿Soy aburrido?
Kris rodó los ojos, ese chico era realmente muy extraño, no sabía como explicar, trato pero solo podía decir una y otra vez lo puro e inocente que se veía, eso lo atraía como un maldito imán. Desprendía tanta inocencia que sentía que si te acercabas lo suficiente tal vez todos tu porquería de ser sería limpiado por él, era tratar de obtener un poco de aquella inocencia aunque había más y no podía explicar que era lo que lo atraía tanto hacia ese chico. Podría ser ¿la belleza? ¿la pureza? ¿su forma de tocar o cantar? No lo sabía y eso lo frustraba.
––Dejame terminar al menos––tomo aire y continuo––. Tu eres diferente y no aburrido incluso eres divertido, no sabes lo que gira a tu alrededor, ten en cuenta lo importante que eres con el hecho que deje sentarte conmigo, eso es demasiado y dice de mucho.
Yixing se le quedo mirando con su mirada soñadora, parecía perdido en su propio mundo hasta que comenzó a reír como loco. Llevo una de sus manos para tapar su cara y reír. Kris pensó que debía tomar sus palabras como alentadoras, no como burla y de nuevo sintió irritación, no porque se burlara de él, sino por el hecho que encontraba increíblemente adorable a Yixing riendo como un niño y él fuera el causante de esas risas. El Kris que todos conocían y es, se hubiera ofendido ––más bien ni siquiera debería de pasar––, habría dicho una frase hiriente a la persona y se hubiera ido con la primera hermosa persona que viera pero ahora estaba, extrañamente, viendo a aquel chico con el ceño fruncido y por dentro sintiendo algo cálido por verlo reír.
––¿Debo sentirme a halagado?––siguió riendo––. Kris realmente eres muy divertido.
Nunca pensó que su nombre resultara agradable de oír, cierto, había escuchado años y años oír su nombre por miles de personas, pero al decirlo Yixing fue tan agradable, dulce y lo hacia estremecer. Unos cuantos minutos con ese chico, todo parecía perder su sentido, su ser parecía derrumbarse y perder la cordura. Sacudió la cabeza volteo a verlo y se sorprendió de verlo mostrando su preciosa sonrisa. Debía de salir de ese lugar, esos "sentimientos" o su forma de pensar, aunque él los nombro por deseo, lo hacia sentir descontrolado. Ese chico lo hacia sentir extraño y no podía darse el lujo que un humano cualquiera lo hiciera sentir deseos raros. Se levanto bruscamente.
––Debo irme. Lo siento––su voz sonó dura y fría.
––¿Qué?––pregunto desconcertado Yixing.
Kris lo miro a los ojos y se arrepintió de haberlo hecho. Su miraba estaba herida por lo que acaba de decirle y se odio por eso, sabía que el chico le había dicho lo difícil que le era hacer amigos y ahí estaba él, huyendo porque no sabía porque se sentía de esa forma.
<<Antes que lo piense me olvidare de este chico––saco dinero de su cartera y lo puso en la mesa.>>
––Perdona––dicho esto se encamino hacia la salida.
Mientras iba caminado la gente volteaba a verlo, se dirigía hacia donde dejo su carro, quería estar cuando antes en la mansión con todos los de su especie.
––¡Kris, espera!––grito Yixing. Kris podía sentir aquel chico correr detrás de él.
Fuera del pub no había casi persona, solo estaba una pareja besándose, un señor ebrio y tres jóvenes. Kris fue directo hacia donde estaba su carro pero alguien lo jalo de la manga del saco. Volteo a ver y era Yixing, estaba agitado.
––¿Porque te vas así? ¿Hice algo malo? Perdona si te ofendí, no era mi intensión.
––No. Solo debo irme––jalo su manga de forma brusca del agarre de Yixing.
El viento agito sus cabellos, al hacerlo la brisa trajo consigo un delicioso y el más tentador olor que Kris jamas hubiera olido. La garganta empezó a sentirla seca. Yixing lo veía con una mirada triste pero la mente de Kris no pensaba en nada más que en olor de la sangre que hacia que todos sus instintos despertaran, no podía dominarlo se sentía presa de la sangre, solo de imaginar el sabor de esa sangre lo volvía loco. Sin siquiera pensarlo se acerco hacia el cuello Yixing donde acerco su nariz para olerlo, puedo oír como Yixing ahogaba un grito, el sonido martillador de su corazón lo volvía todavía más loco. El olor y el sonido de la sangre lo empezó a enloquecer. Sintió como sus colmillos asomaban y tocaban la piel suave y blanca del cuello de Yixing, paso su lengua saboreando el sabor de su cuello; saldo por el sudor pero también muy dulce con un sabor a vainilla. Yixing no parecía aterrado pero si muy sorprendido. Kris abrió la boca para morderlo y Yixing gimió y saco el más pequeño sentido racional que tenia. Con todo el esfuerzo que encontró (que no supo de donde saco), se alejo de él como si fuera una peste.
––¿Qué fue eso?––pregunto Lay, no sonada para nada aterrado pero si muy sorprendido.
Kris no levanto la mirada y siguió mirando el piso. Se sentía apenado que no podía ver la mirada inocente e interrogativa de Lay, y la razón más importante, si levantaba la cara, Yixing podría ver que tenia los ojos rojos y unos largos y afilados colmillos blancos que sobresalían de entre sus labios rosas.
No dijo nada, ni siquiera estaba respirando no quería oler de nuevo ese olor, si lo hacia perdería el control y la vida de Lay terminaría en ese mismo instante. Cuando pensó en esto la mayor parte de él regreso, no podía llegar ni imaginar tener a ese humano inocente y puro entre sus brazos frío y sin vida, resultaba ser una idea desagradable y despreciable.
––Lo siento–– dijo Kris con una voz rota.
Solo corrió de ahí con una velocidad más rápida que un humano, llego rápidamente en su carro, se subió y condujo de nuevo directo hacia la mansión. Dejando a un Lay con una mirada dolida y llena de preguntas. Kris, en todo el trayecto pensó en ese chico de mirada divertida, inocente y soñadora. Llego a la mansión y dejo caer la cabeza en el volante. Se le salió un gemido estrangulado. Eso había superado su limite de control pero lo peor no era la sangre sino ese chico. En solo en minutos había sido destruido y solo fue ese débil humano. Yixing lo derrumbaba.