Tanto Zelda como Grahim mostraron sorpresa ante las palabras de Link, pero fue el segundo quien se compuso más rápido — Un gusto conocerla, bella dama — Dijo tomando su mano y haciendo una leve inclinación.
—El gusto es mío — Zelda soltó una risilla nerviosa, no estaba acostumbrada a un trato así — Debo de agradecerle lo que hizo por Link, ¿Cómo fue que lo ayudó?
—La forma no es importante, la situación es que él se encuentra bien — Grahim hizo suspirar de alivio a Link, no quería que ella supiera a completo detalle todo lo que había pasado.
—Estaba muy asustada, la policía no podía encontrarte por ninguna parte, incluso estaban empezando a darte por muerto... — Inclinó la cabeza, conteniendo las lágrimas que se formaron en la orilla de sus ojos.
—Estoy bien, con algunos momentos malos — Le echó una mirada a Grahim quién desvío la suya a una banca, como si esta fuese objeto de investigación y después la volvió a ella — Pero ahora ya estoy bien.
—De verdad, Rei, eres el único que se tropieza con la misma banca cada vez que venimos — Vaati venía riendo, Rei venía más atrás, rascándose furiosamente — Interesante, tenemos compañía.
Vaati miró con una sonrisa a Zelda, Rei levantó la cabeza y tras observarla, volvió la vista a Grahim — Zelda, ellos son Vaati y Rei.
—Un placer conocerla, linda — La sonrisa en Vaati se amplió.
—Igualmente — Contestó — Disculpa, ¿No te sería más fácil recortar tu cabello? — La razón por la que se animó a preguntar fue porque notó que el cabello no daba espacio para ver algo.
—Tranquila querida, puedo asegurarte que lo que hay debajo, no necesita luz — Zelda cayó en cuenta a lo que se refería e hizo un gesto en señal de disculpa — No importa, enserio.
—Mucho gusto, señorita — Rei saludó tímidamente.
—Hola, el gusto es mío — Zelda le sonrió, haciéndolo sonrojar.
— ¡Zelda! — El grito la hizo voltear — No te alejes de esa manera creí... — Gaepora se detuvo a media oración — ¿Link?
—El mismo.
— ¡Por el amor a la Diosa, estas! vivo! — Le palmeó la espalda con una sonrisa — ¿Dónde te has metido, hijo?
—Esas personas se dedicaban a la trata de personas, puede imaginarse dónde me encontraba — Link se estremeció levemente, recordar aquello le hacía sentir el mismo miedo que tuvo en esos momentos.
—Maldita inseguridad — Gaepora murmuró — Lo importante es que estás bien, por Hylia que estábamos muy preocupados por ti.
—Pero que coincidencia, Gaepora — Grahim sonrió, con su típica sonrisa característica de él.
— ¿Grahim? — EL otro alzó la vista y se mostró asombrado al verle ahí — ¿Qué estás haciendo aquí?
—Resulta que yo, soy el salvador — Sonrió aún más, aquellas palabras dichas por él le habían hecho sentir un sentimiento enterrado hacia mucho, tuvo que usar mucho autocontrol para no irse encima de Link en aquellos momentos — Yo lo encontré.
—Vaya, jamás lo pensé.
— ¿Se conocen? — Por más obvio que pudiera ser, Link preguntó, eso era algo que jamás, esperaría.
—Sí, mi departamento se encarga de supervisar sus proyectos.
—Más bien, entorpecer mi avance — Grahim rio levemente mientras movía su mano con gesto dramático.
—No exageres — Gaepora rodó los ojos — ¿Todo este tiempo estuviste a merced de esos hombres?
—No, vivo en casa de Grahim — Link suspiró.
— ¡Gaepo, Gaepo! — Vaati agitó las manos para que le pusiera atención — Ya que estamos todos juntos, pongámonos al día yendo por algo de comer.
Gaepora suspiró, ese chico podía actuar como alguien maduro pero, normalmente, se comportaba como un niño.
—Suena bien — Grahim asintió — Estoy seguro de que quieres ponerte al día con tu novia.
— ¡No es mi novia! — Link gritó, con una voz un poco más fuerte de lo que tal vez debió de haberlo dicho. El tono de voz de Grahim había activado algo en su cerebro, su voz sonaba dolida y con algo de miedo matizándola.
Zelda comenzó a intercambiar la mirada entre Link y Grahim, después de unos segundos, empezó a reír — No, no es mi novio — Dijo con un tono de voz más bajo que el de Link y mucho más tranquilo.
—Ya veo — Grahim sonrió al ver lo rojo que se había puesto Link, ignorando el toque de alegría que le había inundado al escucharle.
— ¿Podemos ir, padre? — Zelda pregunto — Pienso que le debemos mucho a estas personas.
—No me deben nada — Grahim sonrió — Ofrezco mi casa para dicha conversación.
—Está bien — Gaepora dijo después de meditarlo por unos instantes — Esperamos no causar ninguna molestia.
—Ninguna — Grahim giró para empezar a caminar.
—Yo te guío — Vaati corrió a un lado de Zelda y empezó a caminar, Zelda soltó una risilla nerviosa.
—Déjala, Vaati — Grahim tomó un corto mechón de su cabello y lo detuvo, haciéndole maldecir en voz baja.
La mayoría rio un poco mientras continuaban caminando, pronto se hallaron esperando a que el guardia volviera con su auto. Grahim dejó pasar a Link y Zelda primero, a Rei y Gaepora después y por último a Vaati, quien seguía diciéndole un montón de cosas más. Grahim recibió una llamada a mitad del camino.
—Tiene su carácter, ¿Verdad? — Zelda le susurró a Link — ¿Seguro que has estado bien con él?
Link rio mientras asentía, tenía todavía muchas dudas con respecto a lo que… ¿sentía? Hacia Grahim. Ya no tenía esa repulsión que había sentido cuando lo vio por primera vez, aún le había un poco de miedo por sus arranques de ira y enojo pero en general, se sentía bien la manera en que lo trataba.
—Sí, tiene un carácter bastante fuerte pero es tratable, no es tan mala persona como parece — Link suspiró, depositando su mirada en Grahim que acababa de decir algo de «Les enseñaré como funciona disparándole a uno de ustedes» con un toque de enojo y sadismo.
Zelda estudió su expresión para después sonreír ampliamente — Me alegra mucho, Link — Dijo volteando a ver el camino por donde pasaban.
Link le dirigió una mirada de confusión pero no se animó a preguntar a qué se refería, en cambio decidió seguir intentando descifrar el huracán de pensamientos que se revolvían en su mente.
[…]
No pasó mucho tiempo para que llegaran a su casa — ¡Es enorme! — Zelda dijo con asombro al divisar la gran mansión.
—Lo mismo dije yo — Link rio entretenido.
—Así que no era mentira — Gaepora susurró, viendo con la misma expresión la casa que tenían delante — Había escuchado que era propietario de una casa enorme, incluso más grande que la delegación, pensé que era una exageración, ahora tengo la prueba de que no.
—Mi habitación es más grande que mi casa en Neburia — Link rio, haciéndole sonreír a los otros dos.
—He dicho, si no quieres que pruebe el material en tu cabeza, diles lo que es — Grahim llegó a su lado, gritando esto último y colgando — Encontrar trabajadores confiables es muy difícil en estos días — Se apartó el mechón con gesto dramático — Disculpen mi descortesía, pasen.
Las puertas se abrieron y tanto Zelda como Gaepora miraban con asombro el enorme jardín, cuando entraron al interior, su asombro fue mayor — Es una bellísima casa — Zelda sonrió.
—Gran parte fue diseñada por mí — Vaati dijo con tono orgulloso.
—Aunque odie admitirlo, es verdad — Su comentario hizo que el chico lo mirara con dagas en los ojos — Podrá tener 20 años pero es bastante capaz.
Link ocultó la sorpresa que le causó descubrir la edad de Vaati, pensando en lo que le había ocurrido con el heraldo a una edad idéntica a la suya. No quiso expresarlo porque sería incoherente, haber vivido con ellos por más de un mes y no conocer su edad.
El grupo se sentó a la mesa y ordenaron algo, Zelda y Gaepora algo simple y Link, que había tomado mayor confianza, algo más elaborado. Hablaron de varias cosas, de la impresión que se habían llevado cada uno al ver la casa, lo que Link pasó en su estancia allí y hasta algo de lo que Link sintió cuando estaba siendo puesto en venta.
~O~
— ¿Volverás a la aldea, Link? — La pregunta de Gaepora le tomó por sorpresa, haciendo que casi tirara el vaso de agua que tenía en manos.
Grahim depositó entonces la mirada en él, con esa maldita inseguridad que comenzaba a odiar, aumentando en su interior, ¿Qué pasaba si decidía irse? ¿Qué haría? No podía retenerlo con la excusa de que le pertenecía porque sin duda, Gaepora haría algo para que nunca lo volviese a ver. No quería que se fuera, no quería tenerlo lejos, esa obra tan perfecta debía de estar con él.
—E-Estoy trabajando para Grahim…
—Conmigo, no para mí — Le corrigió.
—Bueno, trabajando con él… En su empresa, queda un poco retirado de aquí — Titubeo, no terminaba de entender por qué no decía que sí y escapaba de ese lugar. Algo se lo impedía.
—Link, ven — Zelda le sonrió haciéndole una seña para que se acercara.
— ¿Qué sucede? — Preguntó, no entendía porque se habían alejado tanto de los demás.
—Dime la verdad — Se cruzó de brazos — ¿Sientes algo por él?
— ¿¡Qué?! — Levantó la voz — Que cosas dices, Zelda.
—Te hace falta mucho para engañarme a mí, Link — Sonrió — Sé que hay algo ahí que no quieres decirme y que estás confundido. No importa que sea un hombre y tú también, si te gusta, adelante. Estoy segura de que a él, no hace falta preguntarle.
Para cuando Zelda terminó de hablar, el rostro de Link estaba más rojo que la misma capa de Grahim. Sin embargo, no pudo evitar sonreír — Sólo estoy confundido, aún no se lo que pienso.
Zelda acarició su cabeza — Tú eres muy inteligente, confío en ti — Asintió — Padre, Link permanecerá un tiempo más aquí, en lo que se acomoda con la empresa.
—Sky Child, si prefieres, puedes volver a tu casa, puedo enviar a Rei o Vaati contigo para ponerte al corriente — Grahim hizo un gran esfuerzo para contener la vacilación en su voz, le dolía demasiado decir esas palabras pero veía que Link también estaba inseguro en lo que hacer.
—No, estaré aquí, por un tiempo — Link estaba más que sorprendido por sus palabras pero quería conocer más a Grahim, ver si en verdad, el monstruo que había abusado de él no era nada más que una pérdida de control, que tal vez…. Grahim, lo quería.
—Le agradecemos mucho su atención, señor Grahim — Zelda el sonrió mientras le ofrecía la mano — Gracias por cuidar de Link.
—Me considero afortunado — Grahim sonrió — No hay nada que agradecer.
Zelda y Gaepora salieron de la mansión, siendo guiados por Rei y Vaati, el primero para vigilar al segundo y este, para pasar más tiempo con Zelda.
Link suspiró pesadamente mientras se sentaba en el sillón, parecía algo realmente estúpido lo que acababa de pasar, un tiempo atrás, habría querido salir corriendo de aquel lugar, escapar y no volver nunca y ahora… ahora había decidido quedarse, por voluntad propia.
—Gracias por quedarte, Link — Grahim lo abrazó por detrás, hundiendo su cara en el cuello de Link.
—N-No lo hice por ti — Murmuró, aunque fuera una total mentira — No te encimes, pervertido.
Grahim rio, plantando un beso en su cabeza antes de volverse a acomodar — Orgulloso, como debe de ser.
Link intentó disimular el rojo color de sus mejillas pero parecía imposible, simplemente permaneció inmóvil, dejando que ese loco continuara abrazándolo.
[…]
—Señor, Jūho ha vuelto a participar con Grahim — Un hombre se puso de pie frente a un hombre de tez obscura y aspecto tosco y agresiva.
—Señor Wheatstone, ¿Ha decidido arriesgarse? — El otro comenzó a hablar por teléfono.
« No es un riesgo, Lord Grahim es alguien en extremo capaz » La voz en el teléfono dijo en tono serio «Le aseguro que mi compañía ha despejado todas las dudas sobre esto, el nuevo colega de Lord Grahim es una promesa»
El hombre de apariencia tosca levantó una ceja en señal de curiosidad — Busca de quién habla — Le ordenó al hombre que había entrado — Me alegra escuchar eso pero, solo espero que esto no lo lleve a la banca rota, hay que ser precavidos.
«Le aseguro que los somos. Si me disculpa, tengo asuntos que atender, buena tarde»
El hombre depositó el teléfono en su lugar mi levantó la mirada al hombre que recién volvía — Es un chico, joven de diecinueve años, graduado en ingeniería robótica — Dijo, pasando una hoja — Su nombre es Link.
— ¿Nuevo colega? — Murmuró — Parece que estás olvidando, Grahim, será mejor hacerte recordar.
Continuará…