Link despertó al día siguiente sintiéndose levemente mareado, seguramente por haber tomado las medicinas sin haber comido. Se sentó sobre la cama y giró la cabeza hacia la puerta al escucharla abrirse.
—Sal a bañarte — Grahim se asomó por la puerta y dijo más cómo orden que como pregunta.
Esta vez, Link no contestó, se sentía cansado y además, quería bañarse por lo que no se negó. Se levantó y caminó hacia la puerta dónde Grahim lo esperaba.
Los dos empezaron a caminar en silencio con dirección al baño, Link a penas y había levantado la cabeza para mirar Grahim, encontrándolo con la vista puesta hacia enfrente.
— ¿No te iras? — Preguntó con cierto enojo cuando Grahim entró al baño con él.
Grahim sólo rodó los ojos y tomó su brazo, colocó una especie de bolsa que cubría todo el yeso —Anda — Dijo mientras caminaba hacia la puerta — Tengo cosas que hacer, volveré en un rato — Con eso cerró la puerta.
Más por capricho que necesidad, Link permaneció un buen rato dentro de la tina. El agua caliente relajaba y calmaba un poco el dolor en sus músculos y laceraciones, sumergió la cabeza bajo el agua y permaneció unos segundos así, su confundida mente se había relajado un poco con todo aquello. Finalmente, una vez se sintió complacido, salió de la bañera y tomó una toalla para secar su cuerpo y otra que echó arriba de su cabeza. Tomo un conjunto de la misma ropa en color negro, aquello lo hizo suspirar — ¿Cuantas cosas iguales hizo este tipo? — Le molestaba que parecía ser un muñeco al que le hicieran ropa pero por lo menos, era más o menos aceptable. Se quitó la bolsa cuando sintió un calor bochornoso en su brazo y la tiró en el piso — Todo es tan confuso… — Murmuró mientras tallaba su cabello. Justo al terminar, la puerta se abrió de nuevo y Grahim entró, sus negros ojos se depositaron en Link.
— Hm, ¿sabes que te vez perfecto en esas ropas? —Grahim volvió a pasear su lengua por sus labios, recordándole a Link el sentimiento de repulsión inicial.
—Hoy estaré por aquí —Grahim soltó, en un afán por conocer su reacción, frunció levemente el ceño al ver su expresión de molestia.
Salieron del baño y tras el desayuno, Link se encontró fuera de la mansión, sentado a la sombra de una sombrilla, Grahim tecleaba algo en su computadora mientras que Vaati molestaba a Rei desde la alberca.
—Vaati me dijo que preguntaste por mi profesión — Grahim dijo sin levantar la mirada de la computadora.
—Sí, ¿A caso es algo malo? —Preguntó con tono entre burlón y curioso.
—Claro que no, Sky child. En efecto, me dedico a crear armas, no tiene caso decir que soy el mejor — Link rodó los ojos ante su poca modestia — Bien, ahora, háblame de ti — Sonrió levemente mientras levantaba la vista.
Link lo miró un par de segundos, se veía... bien, usando esos lentes. Finalmente y tras unos golpes mentales, desvío la mirada - Acababa de graduarme de la academia... - Murmuró, por lo menos agradecía haberse graduado.
—¿Tienes 21? — Grahim levantó la ceja un tanto extrañado.
—No, 19 — Link dijo con un toque de simpleza.
—Perfecto, es decir, más perfecto aún — Grahim sonrió con complacencia — Aunque luzca de menor edad, tengo 23 —removió con gesto dramático un mechón de cabello de su rostro.
« ¿Tiene algo de Modestia? » Link rodó los ojos de nuevo, pero en cierto modo pensaba que era mayor, no menor —Cómo es que eres ingeniero si tienes 21.
—Al igual que tú, soy una especie de prodigio, obviamente, el más grande que el mundo haya visto jamás.
-Yo no soy un prodigio.
-Claro, el graduarse a los 19 es muy normal.
Link desvío la mirada, era parcialmente cierto que sobresalía de los demás y había adelantado años... dejando eso de lado... se sentía bien de que lo llamara prodigio.
— ¿El dolor se ha calmado? — Link levantó un poco la mirada al escucharlo, su tono de voz era más apagado.
—Ya... estoy bien — La tormenta mental apareció de nuevo, ¿De verdad le importaba? Sí lo quería únicamente como juguete, no tendría por qué estar tomándose “molestias” cuidándolo y procurando que tuviera todo lo necesario… además, lo que le había dicho ayer no sonaba forzado. Suspiró y levantó la mirada hacia él, dispuesto a preguntarle directamente pero uno de los guardias se acercó, interrumpiéndolo.
—Lord Grahim… — Murmuró, inclinando la cabeza al ver la mirada fúrica de Grahim.
— ¿Qué es lo que quieres? ¿No puede ver que estoy ocupado?
—Mis más sinceras disculpas, pero ha llegado una noticia importante — El hombre se inclinó delante de él — La compañía Jūho ha retirado su participación.
— ¡¿Qué?! — Grahim gritó, sus ojos tomaron un brillo de furia que hizo a Link pegarse al respaldo de su silla — ¿¡Por qué carajo han hecho eso!?
—Al parecer, alguien les ha convencido de que es… “riesgoso” — El hombre permanecía inmutable, al parecer, estaba acostumbrado a verlo así.
Grahim apretó los puños fuertemente — Maldito heraldo... — mascullo, y se giró en dirección a Link.
Pese a que su espalda ya estaba pegada contra el respaldo de la silla, Link intentó hacerse más atrás. Los negros ojos de Grahim brillaban con ira, una sensación de terror puro lo invadió, esos ojos eran los mismos que dos días atrás había tenido cuando le hizo aquello.
Grahim estiró el brazo y tomó del cuello a Link — Vamos, tengamos un buen rato — su lengua se estiró y lamio su mejilla, haciéndolo estremecer.
Link sintió el pánico crecer cuando Grahim empezó a caminar hacia la casa, arrastrándolo, todo era como un gran deja-vú. Se preparaba mentalmente para luchar lo más que pudiera contra él, aunque fuese inútil. No estaba muy seguro de poder salir adelante de otro trauma mental pero, nada podía hacer.
Sus pensamiento fueron detenidos cuando Grahim se detuvo, el agarre en su cuello se suavizo, Link levantó la mirada y observó que Grahim sólo estaba de pie, aún parecía temblar de ira pero no hacía nada más — ¿Lord Grahim? — el hombre preguntó.
Grahim apretó nuevamente su cuello por un momento para después voltear a verlo, sus ojos seguían mostrando ese mismo sadismo que antes, sin embargo, sólo empujó fuertemente a Link hacia atrás, haciéndolo caer de sentón, después caminó hecho una furia adentro de la casa.
—Yo voy, capaz que tú lo pones peor con tu torpeza, Rei — Vaati salió de la alberca y se echó una toalla encima.
Link no entendía lo que acababa de pasar, ¿Grahim lo había dejado? No entendía por qué, estaba completamente seguro que abusaría de él nuevamente pero... algo lo detuvo — Joven Link — Rei se acercó a él y le dio apoyo para levantarlo— ¿Se encuentra bien?
—S-Sí — Link tartamudeo, a penas y daba crédito a lo que acaba de pasar. Con ayuda de Rei, se levantó y sentó de nuevo en la silla, Rei permaneció parado delante de él, quedando solamente los dos — ¿Quién es el “heraldo”? — Finalmente encontró valor para empezar a hablar, su curiosidad esta vez no se echó para atrás, quería saber por qué esa persona ponía en ese estado iracundo a Grahim y sobre todo, saber si tenía que ver con su repentino cambio de planes con él.
Rei, quien había caminado hasta la computadora de Grahim, se detuvo al escuchar la pregunta, inclinó la cabeza y suspiró fuertemente — Era un antiguo colaborador de Lord Grahim… — Empezó en un tono un tanto triste — No conozco su nombre real, pero en el mercado le conocen como el heraldo de la muerte.
— ¿Era? ¿Entonces por qué está haciéndole eso?
—Es una larga historia…
—Por lo menos un mes, estaré aquí — Link frunció levemente el ceño, aunque le molestaba decir algo así, era cierto. Cualquier plan de escape estaba descartado gracias a su brazo roto, por lo menos, el mes que tardaría en sanar estaría en ese lugar.
—Lord Grahim se graduó a los 18, obviamente, una edad muy joven, muchas miradas estaban puestas en él, alguien con ese tipo de futuro era codiciado por varias empresas armamentistas — Rei comenzó, sentándose en una silla que había jalado cerca de donde Link estaba — Sin embargo él rechazó a todos, comenzó a crear su propia empresa. Tras dos años era digno de competir contra cualquier compañía, se hizo líder en dicha industria y fue cuando el heraldo entró en escena — Suspiró tristemente y miró a Link — Durante un tiempo empezaron a conversar y de alguna u otra manera terminó por convencerle que necesitaba aliarse con alguien más para crecer… Sin embargo, cuando empezaron a tener un éxito mayor, el heraldo se autoproclamó el creador de todo aquello, obviamente Lord Grahim no sabía lo que ocurría, fue hasta que Vaati le mostró lo que ocurría.
Rei apretó su mano levemente, al parecer al recordar algo más fuerte aún. Link no sabía bien que hacer, parecía ser bastante delicado.
—El heraldo… asesinó a los padres de Vaati, e incluso estuvo a punto de acabar con él, logró escapar por muy poco, con mucho trabajo llegó hasta Lord Grahim, le contó todo y él estalló en ira, le recriminó todo e incluso lo amenazó… Obviamente él negó todo, dijo que no tenía nada que ver con eso y hubo un enfrentamiento entre ambos… Al final Lord Grahim logró reponerse de lo que sucedió, Vaati mejoró y la empresa resurgió, el heraldo salió impune de todo puesto que se escudó en la amenazas recibidas por Lord Grahim.
Link abrió los ojos enormemente, aquello era mucho más grave de lo que en un inicio pudo haber pensado — Entonces… ¿Por qué lo busca ahora?
—Porque a pesar de todo lo que pasó, la empresa de Lord Grahim y de el mismo heraldo, no ha vuelto a alcanzar el auge que tuvo en aquellos momentos, el heraldo sabe y conoce la necesidad de poder que Lord Grahim tiene y quiere aprovecharse de eso. Es obvio porque Lord Grahim no lo acepta.
Aunque Link quedó algo mareado por escuchar tantas veces “Lord Grahim” inclinó la cabeza, la conducta de Grahim, después de todo, tenía un por qué. A pesar de todo aquello, no justificaba lo que le había hecho, no era cualquier cosa, no sólo habían sido golpes, había sido mucho más. Suspiró profundamente, a pesar de eso, ahora podría ser capaz de verlo de otra manera. Aun sentía algo de curiosidad sobre el qué habría pasado en ese enfrentamiento pero sentía que tal vez, Rei se sentiría incómodo con ello, por lo tanto optó por guardárselo.
[…]
—Te felicito, estoy seguro de que el chico apreciará lo que hiciste — Vaati murmuró con los brazos cruzados, estaba recargado en la pared.
—Cállate, ese maldito pagará… — Grahim golpeaba sin contenerse un tronco usando la misma espada negra que había usado para romper el vidrio.
—No te metas con él otra vez, déjalo que haga lo que quiera pero no te involucres otra vez con él — Por primera vez, Vaati se encogió levemente, en un acto de temor.
—A este paso, me dejará con nada.
—Prometo ir a hablar con los de Jūho mañana, les mostraré que todo lo que vieron fueron exageraciones — Vaati se rascó la cabeza.
Grahim no contestó, simplemente asintió mientras dejaba enterrada la espada en el tronco.
Continuará…