Capítulo 10.- Aceptando la realidad
Hyoga estaba divertidísimo jugando póker con Ikky, Esmeralda y Shun, los dos mayores de la casa, Asmita y Shion también habían estado jugando pero perdieron todas sus fichas ante los hábiles movimientos pokarísticos de Shun, de cualquier manera los dos mayores estaban mirando el juego hasta que Shion se levantó y fue al bar a llenar su copa una vez más, Asmita también lo hizo, el padre de Shaka tenía muchas ganas de hablar a solas con Shion y esta era su oportunidad
- Tequila? – preguntó el dueño de casa a su invitado, el cual meneó la cabeza negativamente declinando con cortesía el ofrecimiento
- No muchas gracias, me preguntaba si podía charlar contigo un momento, lejos de los chicos, no quiero que nos escuchen – dijo Asmita en voz baja, Shion asintió y llevó a su invitado a un hall que tenían en medio de la casa, allí estaban sus nietos acomodados y dormidos en un par de colchones en el piso, Shion se sentó en uno de los muebles y Asmita hizo lo propio en otro de los muebles. El rubio no sabía cómo empezar la conversación y por unos cuantos minutos reinó un tenso silencio
- Tranquilo Asmita, sé lo que me quieres preguntar – dijo el hombre de cabellos verdes con una sonrisa amable
- En serio?
- Si… Shun me contó que no es mucho tiempo que te enteraste de las preferencias sexuales de tu hijo y que te estaba costando mucho aceptarlo – Shion miró a Asmita que asintió, eso era de lo que quería hablar con él
- Así es, esta noche al verlos a ustedes, lo bien que se llevan, como se quieren y lo cómodos que se sienten juntos, yo… yo desearía que mi familia vuelva a ser lo que antes fue, Shaka se ha ido alejando de nosotros, por mucho tiempo no pude entender sus razones pero… cuando nos dijo que era… homosexual, yo… ahí recién lo entendí todo – Asmita suspiró y se recostó en el sofá
- Sé lo duro que es eso, sé y entiendo por lo que estás pasando porque esa etapa ya la vivimos y no es algo que quisiera repetir
- Yo no sé cómo hablar con mi hijo, no sé cómo llegar a él, no sé cómo acercarme, no sé qué decir por temor a ofenderlo, siento que lo estoy perdiendo y luego de lo que pasó con Shun… solo puedo decirte que nunca había visto a mi hijo tan molesto e indignado como lo vi esa noche, por eso vine a ofrecerle a Shun una disculpa, esto es muy difícil para mí – explicó Asmita y en verdad se veía avergonzado, Shun estuvo mucho más receptivo de lo que había esperado, el joven peliverde los había perdonado sin hacerles mucho escándalo, o por lo menos esa fue la impresión que Asmita tenía, en especial porque ahora estaban todos los muchachos jugando póker en la sala y reían juntos, la familia de Shun no los botaron a la tormenta que hubiera sido lo justo luego de que se enteraran como estuvieron las cosas en Tokio, Asmita no sabía que pensar de Shun, no lo conocía lo suficiente pero si le sorprendía su disposición y por qué no decirlo, su generosidad, cualquier otra persona en esta situación aprovecharía para hacer que su novio corte las relaciones con su familia
- Quieres preguntarme qué fue lo que hice yo para ahora llevarme tan bien con mi hijo?
- Si, supongo que eso es lo que quiero preguntarte
- Muy bien, bueno… lo primero que tienes que meterte en la cabeza es que tu hijo, es tu hijo, tu eres su padre y eso no va a cambiar mientras vivas, tú lo educaste y lo viste crecer, lo acompañaste en todas las etapas de su vida, lo conoces mejor que a nadie, lo amas por sobre todas las cosas, y lo aceptas tal cual es, cuando tengas eso en claro, el resto es fácil – dijo Shion encogiéndose de hombros
- Pero… - Asmita iba a protestar, lo que había dicho Shion era por demás obvio
- No no no, sé que me vas a decir que si amas a tu hijo y que lo aceptas todo, pero no es así, no realmente, tú tienes una imagen de tu hijo que debes cambiar, por tu bien, el suyo y el de tu familia entera, no conozco a Shaka pero por lo que me ha dicho Shun, yo creo que es un buen muchacho
- Si, mi hijo es todo lo que había podido pedir
- Ok., concéntrate en eso, en todo lo bueno que tiene tu hijo y acéptalo, pero también concéntrate en todo lo malo que tiene, en sus pequeñas cosas que solían sacarte de quicio cuando era pequeño, concéntrate en sus defectos y acéptalos, las personas no somos perfectas y todos tenemos fallas – dijo Shion a manera general
- Entonces tu ves que tu hijo sea homosexual como una falla? – Asmita preguntó frunciendo el ceño
- No…, no es una falla ni es un pecado, es una característica suya propia, es su modo de vida, es una solo cosa mas de entre todas las cosas que lo componen, que lo hacen persona, lo bueno, lo malo, lo feo, lo extraño y lo normal, es algo que él es y por mas que yo quiera no voy a poder cambiar, así como el hecho de que no puedo meterlo a la fuerza a la escuela de leyes, él es pintor y punto
- Tu lo haces sonar fácil – dijo Asmita meneando la cabeza descorazonado
- No lo es, tu has aceptado que tu hijo sea médico verdad?
- Si, pero esa es una profesión normal - dijo Asmita y Shion sonrió incorporándose en su asiento al decir:
- Ese es tu problema, ese justo ahí, tu aceptas todo de tu hijo siempre y cuando eso calce en los estándares que tu le has puesto en tu mente y lastimosamente la vida no funciona así, tu crees que para mi fue fácil aceptar que Shun dejara la carrera de leyes a la mitad y se cambiara de facultad a la de arte?, quería estrangular a mi hijo cuando lo hizo, yo quería verlo como un profesional, como lo es su hermano, con una carrera, un trabajo estable, pero Shun no quiso, él quiso estudiar arte y no hubo poder humano que lo convenciera de lo contrario, pero el hecho de que él sea artista no lo hace menos hijo mío, él sigue siendo mi hijo, el muchacho que yo vi nacer, que cuidé por muchos años, al que amo con todo mi corazón, me hubiera gustado que sea abogado pero… no lo puedo obligar a ser algo que no quiera porque me terminaría odiando, entiendes?
- Pero no es lo mismo, tu estás hablando de profesiones, yo estoy hablando de… es diferente
- No, no es muy diferente, el principio es el mismo, yo… siempre soñé en tener una casa llena de nietos, yo quería ver a mis hijos casados con muchachas bonitas, quería verlos establecidos con sus familias, quería verlos realizados tanto profesional como personalmente, Ikky… bueno, él cumplió mis expectativas con creces, está casado con su novia de secundaria a la que quiero como si fuera mi hija, principalmente porque Ikky es feliz, él tiene su negocio que va muy bien, sus hijos son niños traviesos y muy dulces, Ikky hizo todo lo que yo quería que hiciera, él es feliz y me ha hecho feliz a mi, Shun por otro lado, no…
- Y eso no te molesta?
- Si, si me molesta a veces, no es fácil para uno como padre, ver rotas todas las esperanzas que hemos puesto en nuestros hijos, y eso es precisamente lo que me pasó con Shun, mi hijo menor tenía mucha presión en su vida, Ikky es y siempre ha sido mi orgullo, no es el hijo perfecto porque se maneja un genio de los mil diablos pero… en términos generales es todo lo que yo quería, Shun no… y lo vi luchar consigo mismo por muchos años, lo vi tratar de imitar a su hermano fallando en el proceso, lo vi tratar de complacerme a mi aún a costa de sus propios deseos, por eso ingresó a la escuela de leyes, solo para darme gusto a mí, muchas veces pienso que si Shun no hubiera puesto un alto a todo lo que estaba haciendo, ahora sería un abogado y tendría un trabajo que odiaría con pasión, estuviera casado con alguna chica bonita, porque nunca le faltaron interesadas, pero… ese matrimonio sería inmensamente infeliz, imagino que se resignaría a la vida que tendría y se hubiera apagado como vela, y ese pensamiento fue lo que me hizo buscarlo y acogerlo de nuevo en mi vida y en mi casa
- Entonces tu no apruebas su forma de vida, lo que él es?
- La verdad… lo que yo piense carece de importancia, mi hijo es un adulto que tiene derecho y capacidad de tomar sus propias decisiones, pero todo esto fueron pensamientos racionalizados, quieres saber lo que me hizo reaccionar y en verdad aceptar a Shun?
- Si, yo… se me dificulta aceptar a Shaka… por más que lo piense yo no puedo…
- Ok., no se si lo sepas pero yo… así como tú, me negué a aceptar la realidad de lo que estaba pasando con mi hijo y lo boté de la casa – dijo Shion con algo de pena y vergüenza
- Lo botaste de la casa? – esto Asmita no se lo vio venir, cuando conoció a esa familia los vio tan unidos, tan cercanos, como él solía ser con sus hijos, no podía creer que alguna vez las cosas se hayan dado de tal manera para que Shion haya botado a Shun de la casa, esas ya eran palabras mayores la verdad
- Si, cuando dejó la carrera de derecho y me dijo que era homosexual, lo tomé muy mal, fue mucho para mi y lo boté de la casa, Shun tenía 19 años y yo pensé que me desafió al dejar la carrera a la mitad y osar decirme que era gay, así que lo boté de la casa con la esperanza de que al verse sin techo y sin dinero, volviera a la universidad y se dejara de estupideces, pero… no fue así, Shun se mudó a Tokio, consiguió trabajo en esa galería en la que hasta ahora trabaja, claro que al inicio limpiaba los pisos, pero de cualquier manera era un trabajo honrado, entró a la Facultad de Arte y empezó a hacer sus propias pinturas, mi hijo maduró a golpes y sin mi ayuda o consentimiento, no sabes cuánto me dolió, en Tokio, Shun se encontró con uno de mis mejores amigos, él socorrió a mi hijo cuando yo le di la espalda, Shun trabajaba de mesero en el restaurante de asados de mi amigo para poder tener qué comer, eso lo supe después y nunca me lo perdonaré – todo esto Shion lo dijo en verdad con pesar, supuestamente todo eso había quedado atrás pero a aquel hombre gentil de cabellos verdes, aparentemente le seguía pesando lo que había tenido que hacer su hijo para sobrevivir
- A ese restaurante nos llevó Shaka el fin de semana pasado, tu amigo es un hombre pelirrojo algo mayor?
- Si, se llama Docko, pero bueno… volviendo al tema, me alejé de mi hijo y es mas… fingí que no tenía hijo por mas o menos dos años, de cuando en cuando y por Docko supe que Shun estaba relativamente bien, en ese tiempo mi hijo ya ya se había establecido en Tokio, vivía con un amigo suyo que tiene hasta ahora una tienda de arte, y nunca supe directamente de él hasta que me llegó una invitación por correo, la invitación era para una exposición de arte en una galería en el centro, Shun me escribió una carta en la que me decía que iban a exhibir tres piezas suyas en esa exposición y que le daría mucho gusto que su padre estuviera allí, que era un momento muy importante en su vida y que quería que estuviera a su lado, yo la verdad no sabía si ir o no, pero a la final, la carta de Shun me conmovió y decidí ir, cuando llegué allá vi a mi hijo feliz, como no lo había visto nunca, estaba muy orgulloso de sus pinturas y me presentó a todos sus amigos y ese fue el primer acercamiento que tuvimos luego de que lo boté de la casa
- Shun te buscó? – se interesó Asmita, Shun al parecer era una persona sensible que perdonaba más fácilmente que todos ellos juntos, Shaka nunca lo hubiera buscado si él lo hubiera botado de la casa
- Si, y gracias a todos los dioses que lo hizo, porque a partir de ese día empezamos a hablar por teléfono, me mandaba fotografías de los avances de sus pinturas, me mandaba fotografías de las restauraciones que estaba haciendo, me empezó a hablar de arte y de las cosas que le apasionaban, mi hijo volvió a contarme las cosas que eran importantes para él y yo… yo empecé a escucharlo, poco a poco empecé a interesarme por sus cosas otra vez, le empecé a mandar los dulces que le gustan, le mandaba fotografías de Ikky y de los niños, fotografías mías, luego le empecé a hacer transferencias de dinero, empecé a cumplir con mi función de padre, con el dinero que le mandé, Shun pudo salir un poco de sus deudas que había adquirido para poder pagar su colegiatura, al principio no quería aceptar mi ayuda pero luego lo hizo porque le dije que yo era su padre y que le había ofrecido pagar la educación, que el hecho que a mí no me guste lo que estudie no tiene importancia, y así pude pagar su universidad así como pagué la universidad de Ikky, y así poco a poco empezamos a reconstruir la relación que se había destruido antes – Shion suspiró cuando acabó de hablar y sonrió ligeramente
- Pero no te hablaba de su homosexualidad?
- Al inicio no, poco a poco lo fue haciendo, yo no era lo que se pudiera llamar “receptivo” en ese tema y Shun siempre fue muy prudente
- Ok., pero qué fue lo que hizo que lo aceptaras?
- Un día yo había regresado de Tokio y me vino a visitar el hermano de mi difunta esposa, ese tipo es un imbécil, mis hijos lo odian con pasión porque por años ha comparado los logros de sus hijos con los logros de los míos, la envidia les corroe y esa visita no fue la excepción, me dijo que sus hijos habían terminado sus respectivas carreras y que estaban trabajando en no sé qué multinacional y todo eso, yo lo ignoré, pero lo que no pude ignorar fue cuando empezó a hacer comentarios hirientes de Shun, dijo que no había acabado la carrera, que vivía en Tokio quién sabe cómo, que lo habían visto en no sé qué bar gay y que mi hijo era una loca desatada que bailaba borracho en las barras de los bares, ahí fue cuando primero le pegué un puñetazo que espero le duela hasta ahora y luego lo boté de mi casa, nadie… óyeme bien, nadie tiene derecho de insultar a mis hijos, nadie…
- Y qué pasó después?
- Después hablé mucho con Ikky, él estaba molesto con su tío por lo que dijo de su hermano pero, él estaba haciendo lo mismo con Shun, no le hablaba, y fingía que no tenía hermano, si eso hacemos nosotros que supuestamente somos su familia, qué podía esperar mi hijo de los extraños?, eso fue lo que me movió el piso y me hizo pensar, yo había lanzado a mi hijo a los lobos, Shun había sobrevivido sin ningún tipo de ayuda mía por dos años en una ciudad inmensa y extraña, y cuando finalmente fui a verlo… él… no había cambiado, me explico, seguía siendo el muchacho dulce que yo formé, seguía siendo amable y educado, no estaba dedicado a las drogas, al alcohol o a la prostitución, iba a la universidad, trabajaba en una galería y pintaba, mi hijo estaba bien, no estaba dedicado a la mala vida, solo… no le gustaban las mujeres, cuando lo pones en relación a todo lo que es tu hijo, la persona que se convirtió, lo que es y representa, el hecho de que sea gay, no es tan importante, entiendes ahora?
- Es… complicado – dijo finalmente Asmita luego de pensarlo un poco, todo lo que había dicho Shion tenía lógica pero eso no lo hacía menos complicado o doloroso
- Míralo de este modo, tu hijo es gay, pero no solamente es gay, es médico cirujano que tiene un buen trabajo, que vive su vida tranquilamente, que no tiene vicios, y es en términos generales una buena persona, tu eres su padre, lo viste nacer y crecer, tu hijo es la misma persona que era la semana pasada, la única diferencia es que no lo conocías completamente, ahora si, está en ti aceptarlo con todo, lo bueno, lo malo y lo feo, es tu hijo, si tu no lo amas y lo defiendes con todo lo que tienes, qué puede esperar tu hijo de la vida?, lo entiendes ahora?
- Es que yo…
- Sé lo que estás pensando, pero tienes que ver mas allá de lo que tu sientes o quieres, qué es lo que mas te interesa en la vida?, que tu hijo cumpla con las expectativas que le pusiste o que sea feliz?
- Yo quiero que sea feliz pero…
- Lastimosamente este es un caso en el que no puedes tener ambas cosas, con tu hijo Hyoga tal vez si lo tengas, pero no todos los hijos son iguales, además, quién te garantiza a ti que Hyoga se case con una buena muchacha que lo haga feliz?, y si se casa con una arpía y tu hijo es desdichado?, la vida está llena de posibilidades, el asunto es tratar de darle sentido a la vida y ser feliz con lo que tienes y eres, destierra de tu vocabulario las palabras “hubiera” y “pudiera”, céntrate en lo que tienes y en lo que es, ten un poco de mente abierta y tu hijo no se alejará de ti, mira lo que pasó con Shun, a raíz del problema que tuvo con ustedes, qué fue lo que hizo mi hijo?, él vino a casa, a refugiarse en los brazos de su padre y en el cariño de su familia, no es eso lo que quisieras que Shaka haga?
- Claro que si
- Muy bien, cómo quieres que tu hijo lo haga si tu no lo aceptas?, cómo puede buscar refugio tu hijo en tu casa cuando tu lo rechazas?, el verdadero amor no exige cambios, el amor acepta las cosas como son y se entrega con totalidad, yo amo a mis hijos por igual, pero me siento un poco mas protector con Shun, no porque mi hijo no se pueda defender, sino porque es mas propenso a recibir ataques, de personas como tu
- No fue mi intención… yo… - Asmita quiso intentar justificarse, él reconocía que había estado equivocado como Hyoga se lo había hecho notar, por lo que Shion meneó la cabeza y aclaró:
- No estoy diciendo que seas mala persona, estoy diciendo que no todos lo aceptarán, estoy diciendo que mi hijo sufrirá toda su vida de discriminación, injusticias y muchas cosas mas, pero él lo soportará todo si sabe que aquí está su padre que lo amará con todo y lo defenderá de todos, si haces que Shaka te vea de esa manera habrás recuperado a tu hijo, y el primer paso para ello es aceptar la realidad como se te presenta, no como te gustaría que fuera, habla con tu hijo y díselo, dile que lo amas, dile que es difícil para ti, dile que necesitas tiempo, él lo sabrá entender y te incluirá en su vida, pero al imponerte como lo hiciste solo conseguiste alienar a Shun y por ende a Shaka
- Tienes razón
- Lo se, tu has dado un paso importantísimo al venir hasta aquí para hablar con mi hijo, vas a estar bien Asmita, tu familia soportará la tempestad que está atravesando así como esta casa está soportando la tempestad de afuera, tu familia como la mía tiene buenos cimientos, hay cariño entre ustedes, todo va a salir bien, ya lo verás
- Gracias Shion, gracias…
Los mayores se quedaron en el hall unos momentos mas hasta que escucharon risas y gritos en la sala, al levantarse a ver, encontraron a Shun que estaba en el suelo y trataba de quitarse a Ikky de encima, el muchacho de cabellos azules aparentemente trataba de quitarle a Shun algo de las manos, y como el peliverde no se dejaba, Ikky lo había tumbado y le estaba haciendo cosquillas, Shun lloraba de la risa pero se contorsionaba en el suelo para no darle lo que sea que Ikky quería quitarle, Esmeralda en su lugar igual reía con ganas al igual que Hyoga que veía la escena con una sonrisa
- Van a despertar a los niños, ya quietos ustedes dos – dijo Shion a sus hijos los que igual seguían dándose botes en el suelo
- Papá… ayúdame… papá… - Shun reía mientras trataba de escapar, Ikky no lo soltaba y ambos reían hasta que el peliazul pudo quitarle lo que sea que Shun haya estado guardando, se puso de pie y fue hasta su padre a enseñarle una muy arrugada As de brillos
- El taur de tu hijo nos ha hecho trampa toda la noche – dijo Ikky con fingida indignación, Shun seguía acostado en el piso de la sala y no había dejado de reír
- No es cierto papá, Ikky es un mentiroso – dijo Shun pero la sonrisita en su cara lo decía todo
- Hijo… no lo puedo creer, no te he enseñado nada en la vida? – dijo Shion todo serio, tomó la carta de las manos de Ikky y se la metió en la manga de su camiseta, y dijo: - Cuál es la primera regla Shun?
- Que no te atrapen – dijo el peliverde sacando un As de corazón negro de la manga de su camiseta
- Ese es mi hijo – dijo Shion sonriéndole a Shun, Ikky los miró a los dos con una cara de incredulidad bárbara, por años su padre y su hermano le habían ganado en póker y ahora se viene a enterar que siempre le habían hecho trampa
- No lo puedo creer, tu… y tu también… ahora vas a ver – Ikky se volvió a lanzar a Shun a quitarle la otra carta y las risas volvieron a la sala
Asmita los miró con tristeza, cómo no le gustaría que las cosas estuvieran así con sus hijos, a él le encantaba verlos discutir como niños, cuando Shaka y Hyoga discutían de esa manera, Asmita los sentía suyos, ellos eran sus pequeños y siempre lo serían, ahora lo que tenía que hacer era arreglar la situación, no sería fácil como Shion había dicho, pero al ver aquella escena en esa casa se convenció de que la familia era lo mas importante y que por sobre todas las cosas había que cuidarla y conservarla