Capítulo 2.- Saliendo del Closet (en serio esta vez)
Shun llegó a casa al medio día mas o menos del día siguiente para encontrar una revolución total, Shaka no era un hombre desordenado pero tampoco se le daban mucho las tareas domésticas, Shun encontró ropa por toda la casa, zapatos, mandiles y hasta estetoscopios regados por ahí, por lo que fue recogiendo lo que pudo camino a la habitación, pero de cualquier manera, no podía molestarse ya que nada superaba el sentimiento de llegar a casa
Shaka trató por todos los medios de salir temprano esa noche, Shun no le había llamado pero ya debía haber llegado. El rubio cirujano pasó por el restaurante favorito de su novio recogiendo la lasaña que había mandado a hacer especialmente para él y fue rápidamente a casa. Al entrar sonrió complacido porque la presencia de Shun se podía sentir desde la puerta, un delicioso aroma a maderas lo inundaba todo, Shun debía estar tomando un baño
Shaka puso la cena en el horno y sacándose la ropa llegó atropelladamente a la habitación, las luces del cuarto de baño estaban encendidas y efectivamente en la bañera estaba recostado en el agua caliente el hermoso joven de cabellos y ojos verdes el que sonrió al ver entrar a su novio
- Yo también te extrañé – dijo el muchacho cuando se rompió el apasionado beso que el cirujano le había dado a manera de saludo
- No sabes cuánto te extrañé yo a ti, no pude dormir la semana entera – dijo Shaka poniéndose de pie para acabar de desnudarse, Shun abrió las llaves de agua caliente y dejó correr un poco el agua que estaba tibia en este punto
- No pudiste dormir?, en serio?, recuerdas que cuando recién me mudé a tu casa no podías dormir conmigo?
- Mi amor… es que era un estúpido que no sabía valorar lo que tenía, pero las cosas han cambiado ahora, por favor no te vuelvas a ir por tantos días seguidos, mis pacientes resentirán tu ausencia tanto como yo – Shaka se desnudó completamente y entró a la bañera acomodándose tras Shun que le hizo un espacio en la bañera y se acurrucó en su pecho
- Y por qué tus pacientes?
- Porque según Milo he pasado mal genio toda la semana – dijo el rubio con un suspiro
- Te pusiste mal genio porque yo no estaba?, eres un sol, te lo he dicho alguna vez? – Shun se volteó un poquito y acarició el rostro de su novio mirándolo con ternura
- No me acuerdo, dímelo otra vez – dijo Shaka con una sonrisa en los labios
- Eres un sol
Shun se volteó completamente y se sentó con las piernas abiertas sobre las caderas de Shaka el que lo abrazó y besó ávido sus labios, la piel de Shun se sentía cálida al tacto, suave y perfumada, en verdad que se habían hecho falta mutuamente la semana entera por lo que ahora se dedicaron a demostrarse cuanto se extrañaron
Shaka no era muy fan de hacer el amor en la bañera porque les tocaba secar el piso después de hacerlo, pero, esa noche tal era su necesidad uno del otro, que no se detuvieron a pensar en nada y se amaron con pasión y abandono sumergidos a medias en el agua caliente
***
- Vendí un cuadro – dijo Shun que estaba apoyado en el pecho de Shaka, la pareja aún estaba en la bañera, estaban recuperando el aliento luego de su muy ardiente sesión de sexo
- En Okinawa?
- Ajá… un amigo de mi papá vio el cuadro que hice para él en la sala y me preguntó si tenía otros, le mostré unas fotos de algunos cuadros que tengo en mi teléfono y me pagó por adelantado, le encantó el cuadro que es rojo con negro, el que parece runa antigua – explicó Shun haciendo señas con las manos, Shaka supo inmediatamente a qué cuadro su novio se refería y preguntó en tono divertido:
- El que me ha costado tres camisas?
- Ese mismo, lo bueno mi amor es que con lo que me pagó te voy a poder reponer las que te manché
- Estás contento? – preguntó el mayor besando el hombro de su pequeño que se acurrucó en su pecho y respondió con una sonrisa:
- Si… es duro vender los cuadros porque una parte de mi se va con ellos pero, tengo que comer también
- Yo te puedo alimentar muy bien
- Lo se… pero me gusta pagar mis propios gastos, te amo Shaka, te lo dije hoy?
- Si, si me lo dijiste, yo también te amo pero ya me dio frío, seguimos en la cama?
- Eso ni se pregunta
Shun volteó su rostro y buscó los labios de Shaka que correspondió a su beso, luego se pusieron de pie y abrieron las llaves de la ducha, ahí bajo el chorro de agua caliente se enjuagaron entre besos y salieron de la bañera con dirección a la cama de la habitación, en donde volvieron a amarse llenando en poco tiempo la estancia de jadeos, gemidos y palabras de amor
Al día siguiente Shaka fue temprano al hospital con una sonrisa en los labios, con Shun en casa ahora el médico se sentía completo y este cambio de humor fue evidente para todos sus compañeros de trabajo y pacientes, los que vieron al siempre serio médico de mejor humor y con una paciencia única con todos y con todo
Shun se dedicó a arreglar un poco la casa y estaba organizando las pinturas y demás suministros para sus cuadros cuando la puerta del departamento se abrió, el joven de cabellos y ojos verdes escuchó voces extrañas y cuando salió a ver quién era se sorprendió mucho, en la sala estaba un hombre rubio de cabellos largos y ojos azules que estaba hablando por su teléfono celular y sonaba algo molesto pero eso no fue lo que sorprendió a Shun, lo que dejó mudo al joven pintor era el parecido de este hombre con Shaka, el intruso era indudablemente su padre por lo que el hombre joven que lo acompañaba que también era rubio y tenía los ojos azules debía ser el hermano de Shaka
- No seas dramático hijo, además ya estamos dentro de tu casa, créeme… si no fuera importante no le hubiera perdido a tu hermano que me traiga – decía el mayor mientras levantaba los cojines del mueble de la sala, aparentemente buscaban algo porque el mayor destapó una cajita de madera que servía de adorno en la mesa de centro, el otro rubio en cambio fue directo a la cocina y abrió el refrigerador, tomó un pudín de chocolate en copita que Shun había traído de Okinawa y lo levantó por sobre su cabeza para llamar la atención de su padre que le susurró mientras tapaba el auricular para que Shaka no lo oiga: - Deja eso donde lo encontraste, no quiero problemas con tu hermano
- Enemigo de la diversión – dijo el hombre rubio de cabellos un poco mas cortos y cuando se agachó a poner el pudín de vuelta en el refrigerador, Shun notó que tenía un arma en su cinto y una placa de policía, aquel definitivamente era el hermano de Shaka
- Te digo que no es necesario que vengas, hijo por favor!!!, qué rayos te pasa?, ohhhh… ok., ya se lo que te pasa, no sabíamos que había alguien en la casa, hola… mi nombre es Asmita y soy el padre de Shaka, tu eres? – Asmita sonaba molesto en el teléfono, aparentemente estaba discutiendo con Shaka, el rubio mayor se volteó y miró a Shun que estaba de pie en el pasillo, el joven pintor estaba usando unos pantalones flojos de calentador que eran algo viejos, una camiseta totalmente manchada de pintura por todas partes, unos tenis rotos y como había limpiado el piso del cuarto de baño, un par de guantes colgaban del bolsillo de su pantalón y un estropajo estaba en su mano
- Lo siento… soy Shun, puedo ofrecerle algo de tomar? – preguntó el joven peliverde algo inseguro de cómo debía comportarse frente a la familia de su novio, en esos momentos Shun estaba maldiciendo su suerte porque la primera impresión que le iba a causar a su futuro suegro no era lo que se podía llamar… buena
- Ohhhh… claro, tienes algún refresco?, mi hijo dijo que ya venía, le dije que no era necesario pero es mas terco que una mula, tu quieres algo Hyoga? – preguntó Asmita asumiendo que Shun era el muchacho de la limpieza o algo así, Hyoga en cambio entrecerró los ojos al verlo, ¿Desde cuándo Shaka tenía muchacho de limpieza?, y esa camiseta manchada de pintura... no… o si?
- Ya tengo una cerveza – respondió el rubio menor volviendo al salón y efectivamente tenía una cerveza en la mano
- Siéntense por favor, si Shaka dijo que ya venía debe estar por llegar, el hospital está a cinco minutos de distancia dependiendo el tráfico – Shun sonrió nerviosamente y fue a la cocina, abrió el refrigerador y tomo una jarra de jugo de naranja que había sobrado del desayuno y le sirvió un vaso a Asmita que lo tomó y le sonrió con cortesía
- Muchas gracias… bueno, ya que tu estás aquí tal vez puedas ayudarme, el otro día que vinimos a cenar olvidé mis pastillas y es lo que vine a buscar, es un frasquito azul y las pastillas son rojas, en lo que limpiabas, ¿No lo has visto?
- Si, lo encontré esta mañana, ya se lo traigo – Shun no se había sentado en la sala como estaba pensando hacer y ante el pedido del padre de Shaka, el joven pintor fue por el pasillo rumbo a la habitación, Hyoga ladeó la cabeza y frunció el ceño, había algo que no le gustaba en todo esto especialmente porque Shaka llegó atropelladamente al departamento, se notaba que Shaka vino corriendo, literalmente y lucía positivamente angustiado, eso no tenía sentido, por lo menos no para Hyoga
- Papá… yo te hubiera llevado las pastillas a casa, no tenías que haber venido – dijo Shaka desde la puerta pero no estaba mirando a su padre sino que estaba mirando al pasillo del departamento
- No te preocupes hijo, sé que eres muy ocupado y por eso le pedí a tu hermano que me trajera, eso de que ya no debería manejar me tiene podrido, lo bueno es que Hyoga me consciente y me transporta cuando lo necesito
- Ok., ya te traigo las pastillas – dijo Shaka y empezó a caminar en dirección al pasillo pero se detuvo en seco cuando Asmita dijo:
- No es necesario hijo, el muchacho que trabaja aquí ya fue por mis medicinas, mira ahí viene
Shaka se volteó y efectivamente, ahí venía Shun vestido con ropa de casa, su novio tenía el frasco de pastillas en la mano y sonrió al verlo, el cielo con la tierra se le unió al rubio que tragó saliva sin saber que hacer
- Gracias muchacho, no sabes como las busqué antes de que se me ocurriera que las podría haber dejado aquí – dijo Asmita tomando el frasco de pastillas que Shun le dio
- Mi papá también las toma, no debió esperar muchos días para recuperarlas – dijo Shun con una sonrisa, ahora que su novio estaba en casa se sentía mejor y con un poco mas de confianza
- No lo hice, cuándo cenamos aquí Hyoga?, el martes? – preguntó Asmita a su hijo menor
- El Lunes papá, hoy es viernes – respondió Hyoga poniéndose de pie, él tenía que regresar al trabajo y esta no era una visita social
- Es verdad, bueno hijo nos vamos
- Pero no hemos tenido oportunidad de charlar, por qué no se quedan a comer? – propuso Shun con una sonrisa y tomó a Shaka del brazo, Hyoga arqueó una ceja, Asmita se atoró con el jugo que estaba tomando y Shaka bajó la cabeza y la meneó, todo se acababa de ir al diablo
Shun los miró a todos y no entendió nada por unos segundos hasta que el grito de Asmita los sacudió a todos:
- Qué diablos significa esto?????
- Papá por favor déjame explicarte – Shaka empezó a hablar pero Asmita lo calló cuando dijo:
- Qué me vas a explicar???, que eres un… que eres un… - Asmita estaba indignado hasta la médula e iba enrojeciendo poco a poco, la vena de su frente había saltado y le salían chispas de los ojos
- Homosexual, soy homosexual papá, por favor tranquilízate que te hace daño cuando te alteras – Shaka trató de acercarse a su padre pero el mayor dio un paso hacia atrás y puso una mano delante suyo para evitar que Shaka se acercara, los ojos del cirujano se llenaron de dolor, esto era lo que siempre temió que pasaría y esta no era la manera en la que le hubiera gustado que su padre se enterara
- Cómo quieres que me tranquilice???, Hyoga… Hyoga… - al parecer a Asmita le empezó a faltar el aire y extendió la mano para apoyarse en su hijo menor que se acercó a sostenerlo, Shaka intentó hacer lo mismo pero Asmita volvió a levantar la mano para impedir que Shaka se acercara
- Lo siento… lo siento yo… - Shun había palidecido y poco a poco se fue alejando de la escena, Shaka regresó la mirada y meneó la cabeza indicándole a Shun que en este punto sus palabras sobraban
- Papá por favor, solo escúchame – insisitió Shaka pero Asmita se sentó en el sofá manteniendo la mano levantada para poner espacio entre su hijo mayor y él
- No tengo nada que escucharte… Hyoga… no puedo respirar… - Asmita apretó la mano de su hijo menor que levantó la mirada a Shun, el joven de cabellos verdes que había estado fuera de la discusión hasta ahora, fue rápidamente a la cocina y le trajo un vaso con agua que se lo dio al detective, el que a su vez se lo ofreció a su padre que de un manotazo lo botó al suelo
- Papá por favor – esta vez fue Hyoga el que habló, el shock no le daba derecho a ser grosero pero… Asmita era un hombre complicado
- Ya no quiero estar aquí, llévame a casa hijo por favor – Asmita se puso de pie con ayuda de Hyoga y sin decir nada mas se dirigió a la puerta
- Papá… papá espera…
- Tu… tu no eres hijo mío
Asmita salió del departamento dando un portazo dejando a Shaka de pie en la sala con los vidrios rotos del vaso que había botado a sus pies, Shun no sabía que hacer o qué decir, Shaka estaba inmóvil y solo apretaba los puños
- Shaka… Shaka mírame… - Shun se acercó a su novio y tomó con delicadeza su mano para llamar su atención, Shaka tenía los ojos cerrados y estaba tratando de respirar, lo que había pasado lo descolocó completamente
El rubio se volteó y abrazó a Shun con fuerza, Shaka estaba peleando las lágrimas, el serio cirujano no había llorado en años y ahora se estaba conteniendo porque no le gustaba mostrarse débil ante nada y ante nadie, pero Shun lo abrazó de mejor manera y se puso de puntillas para susurrarle en la oreja:
- Déjalo salir, si quieres llorar está bien, macho que se respeta tiene sentimientos
- Macho que se respeta? – susurró Shaka, Shun usualmente le decía que él era un macho que se respeta, pero ahora Shaka se sentía todo menos macho
- Ajá, tu eres un ser humano de carne y hueso, tienes sentimientos y por eso me enamoré de ti, así que si quieres llorar está bien, ven conmigo – Shun tomó la mano de Shaka y lo sentó en el sillón de la sala frente al televisor y se acomodó en su regazo abrazándolo con ternura y acariciando sus cabellos
Shaka dejó salir algunas lágrimas de frustración mientras se aferraba al cuerpo de su novio que le abrazaba y le susurraba en el oído cuanto lo amaba y le decía que no sufra antes de hora, que su padre necesitaba tiempo para asimilar la noticia y que luego todo estaría bien… eventualmente…
- Lo siento Shun… - dijo Shaka luego de algunos momentos de completo silencio
- Qué cosa?
- Lo que tuviste que ver, qué pensarás de mi o de mi familia?
- Que estaban en shock al enterarse de la noticia, mi amor… verás que todo saldrá bien, tu padre y tu hermano se harán a la idea de la realidad y luego todo fluirá con normalidad, ellos son tu familia y te aceptarán con todo lo que eres porque te aman, el que estén sorprendidos, indignados, angustiados o lo que sea que estén, no disminuye su amor por ti así parezca lo contrario
- Me gustaría tener tu seguridad, no todas las familias son como la tuya Shun – dijo el rubio con un suspiro lastimero
- A dios gracias no, cuando se lo conté a Ikky, literalmente casi se muere, no conoces a mi hermano, él me consideró una vergüenza y no me habló por casi tres años, mi papá cedió antes que Ikky la verdad y mi papá fue el que nos unió una vez mas, lo que pasa es que ahora nos llevamos como antes y por eso no parecería que hubieron dificultades pero… si te contara no me lo creerías – dijo Shun recordando esas amargas experiencias, su salida del closet había sido bastante accidentada
- En serio?
- Si, mi papá me botó de la casa y me quedé en el sofá de uno de mis amigos por mas de tres meses antes de que me quedara en claro que mi papá no me quería ni ver, ahí fue que me mudé aquí, traté de acercarme a mi papá por Ikky pero me fue peor, él… hasta me dijo que su hermanito había muerto para él, eso fue duro – Shun pensó en todo lo que le había tocado vivir y sufrir, eso ocasionó que sus ojos perdieran su brillo por unos segundos
- Pero si tu hermano te quiere mucho – dijo Shaka sin comprender
- Siempre me ha querido, lo que pasa es que se sintió… decepcionado, él mismo me dijo que lo que mas le dolió no fue el hecho de que yo haya sido gay, sino que lo engañé y no confié en él, viéndolo fríamente tiene sentido, a Ikky yo le contaba todo y lo dejé fuera de esa parte de mi vida, eso fue lo que le dolió a mi hermano, ahora dice que eso fue tiempo valioso perdido, el tiempo que no nos hablábamos y lo siente mas ahora desde que yo me mudé a Tokio
- Por qué no me lo contaste?
- Nunca salió el tema a colación, tu no hablabas mucho de tu familia y la verdad yo supuse que te pasaba con ellos lo que me pasaba a mi pero… te conozco mi amor, no te gusta que te presionen los temas y este tema es delicado, si tu no me lo cuentas yo no te pregunto, yo respeto tu privacidad y sé que los asuntos con la familia sin complicados, delicados, hermosos y dolorosos
- Te amo Shun, eres lo mejor que me ha pasado en la vida – dijo Shaka acariciando el rostro de su novio y besándolo suavemente en los labios, el médico no había considerado que Shun hubiera podido pasar por lo mismo que él estaba pasando ahora
- Y tu lo mejor de la mía
Shaka llamó al hospital y no volvió ese día, no se sentía bien por lo que se quedó en casa rendido ante los mimos de Shun que trató por todos los medio de hacerle sentir mejor, el rubio trató de llamar a casa pero su padre no contestó el teléfono, llamó a su celular pero lo había apagado, Shaka quería que su padre le dejara hablar para poder explicarle la situación pero, ya pensándolo bien… ¿Qué le podía decir para mitigar en algo el impacto que había sufrido?, nada… no había nada que pudiera decir que hiciera que su padre lo comprenda, solo el tiempo podía hacer que Asmita lo comprendiera
Eran las diez de la noche cuando el timbre del departamento del cirujano sonó, Shaka estaba acostado en su cama mirando la televisión con Shun, cuando fueron interrumpidos por unos incesantes golpes en la puerta que acompañaban al sonido del timbre, Shaka se levantó y fue rápidamente a ver quién los buscaba de esta manera y se sorprendió inmensamente cuando vio a su padre de pie en el pasillo acompañado de su hermano menor
- Papá… traté de llamarte y…
- Perdóname hijo, perdóname – el rubio mayor no dejó hablar a su hijo porque lo abrazó con fuerza y le seguía pidiendo perdón, Shun había salido de la habitación a ver lo que pasaba y sonrió cuando vio el abrazo entre Shaka y su padre, el joven pintor sabía que las cosas eventualmente se arreglarían entre ellos pero no pensó que fuera tan pronto
- No papá, no tengo nada que perdonarte – dijo el rubio emocionado por el cambio de actitud de su padre pero Asmita meneo la cabeza al responder:
- Claro que si hijo, es por mi falta de cuidado que estás en el camino del mal, es por mi falta de preocupación el motivo de que te hayas descarriado de esta manera, pero no mas… desde hoy seré el padre que siempre debí haber sido, vine para quedarme hijo, vine para enrumbarte como es mi obligación de padre – dijo Asmita con completo convencimiento, Shaka bajó la mirada y efectivamente, en el pasillo estaba una maleta bastante grande, la sonrisa en los labios de Shun se le fue cuando escuchó esto, una cosa era que él deseara que las cosas funcionaran en la familia de su novio pero una muy diferente era que papá suegro se mudara con ellos, especialmente por la mirada dura que le dedicó, Shun tragó saliva, esto se iba a complicar y de la peor manera…