Capítulo 4.- Convivencia
Shun despertó en la mañana con el ruido de la licuadora, el peliverde saltó asustado en el mueble por el ruido, era sábado, y los sábados esa particular pareja se levantaba tarde, Shun al ver a su suegro en la cocina se dejó caer en las almohadas, Shun estaba deseando que todo hubiera sido un muy mal sueño pero el dolor de espalda que le dio cuando intentó moverse le devolvió a la realidad, el sofá era demasiado blando para su gusto
Shaka se levantó primero y estirándose caminó a la cocina, besó en la frente a su padre y tomó de sus manos el vaso de jugo de naranja recién hecho que le dio
- Buenos días hijo, no tienes que ir al hospital hoy?
- No papá, qué hora es?
- Las seis y media – dijo Shion y volvió a encender la licuadora lo cual fue bueno porque el sonido de la licuadora enmascaró el gruñido de Shun que se dio la vuelta en el sillón y se tapó con su manta hasta la cabeza, Shaka lo vio y sonrió con tristeza, él usualmente hacía de todo para no despertar a Shun, su novio era un hombre muy dulce pero no era lo que se podía decir una persona que le gustara las mañanas, cuando se levantaba temprano por lo regular se ponía mal genio, como todo buen artista
- Papá, había jugo de naranja en el refrigerador, no debías molestarte, y de dónde sacaste las naranjas?
- Salí temprano a caminar por el barrio y encontré una frutería bastante decente a tres calles de aquí, a lo que regresé compré las naranjas y otras cosas para hacerte este batido, me duché y vine a hacer el desayuno, al que madruga Dios le ayuda hijo – respondió Asmita encendiendo otra vez la licuadora, Shaka no sabía como detener a su padre, Shun se volvió a mover en las mantas y esta vez puso una almohada sobre su cabeza
- No es necesario papá, quieres un café? – preguntó Shaka abriendo las puertas de la alacena para sacar el café pero no lo encontró en su lugar habitual, extrañado el médico abrió las puertas de junto y no encontró el café, abrió el primero de los cajones y nada que aparecía el café, Asmita sonrió y dijo:
- Ya no hay café en esta café hijo, eso no es bueno para la salud, compré te y aguas aromáticas, igual boté el azúcar y compré fructuosa, boté todos los jarabes de chocolate que habían en el refrigerador y todas las cosas de ese cajón, esa no es comida saludable hijo, por eso estás gordito – Al escuchar esto Shun se sentó de un salto en el sillón, no había café???, Asmita palmoteó el vientre de Shaka y le dio un batido verde que el joven rubio solo miró sin atreverse a probarlo, tenía aspecto dudoso y el médico estaba consciente de lo beneficioso que podía ser pero a él nunca le habían gustado los batidos de su padre por muy nutritivos que fueran
- No hay café? – Shun se levantó, fue a la cocina y abrió las puertas de las estanterías, Shaka solo se hizo a un lado, Shun tomaba al menos tres tazas de café en la mañana, si no eran mas, y lo tomaba cargado
- El café no es bueno y nadie debería tomarlo, igual boté las gaseosas que estaban en el refrigerador y las galletitas que encontré por ahí, traje fruta y verdura que es lo que todos deberíamos comer, verdad Shaka? – preguntó inocentemente Asmita, Shun abrió la boca de la indignación pero Shaka lo abrazó para detenerlo, como Asmita estaba volteado no vio los intentos del peliverde de quejarse, Shaka le dijo en la oreja cuanto lo sentía y que se lo compensaría, Asmita se volteó y vio a Shun que estaba fuertemente sujeto por su hijo que le susurraba algo en el oído, el joven de cabellos verdes estaba quieto, tenía los ojos cerrados y estaba respirando profundamente, Asmita sonrió complacido porque era obvio que Shun estaba fúrico pero eso no impidió que el mayor se aclarara la garganta sonoramente antes de decir: - Por favor, hay alguien mas en la habitación tengan un poco de respeto
- Lo siento papá – dijo Shaka soltando a Shun que se quedó quieto en medio de la cocina
- Buenos días muchacho, cómo dijiste que te llamabas? – preguntó Asmita dirigiéndose directamente a Shun que hasta ahora no había saludado apropiadamente a su suegro y a Asmita le dio mucho gusto hacérselo notar
- Shun… mi nombre es Shun, bueno días señor – dijo el joven de cabellos verdes y se iba a acercar a darle la mano o a hacer algo, aún no tenía claro cómo debía saludar a su suegro pero, su pregunta fue respondida cuando Asmita puso en sus manos el vaso de la licuadora cuando acabó de servir el otro vaso de batido, Shun se quedó de pie en la cocina con el vaso de la licuadora en las manos sin saber que hacer
La mesa estaba puesta para dos personas, habían dos vasos de ese batido verde, estaban servidos dos platos de fruta, era claro lo que Asmita pensaba de él, así que Shun puso el vaso de la licuadora en el mesón de la cocina y caminó con lentitud hacia la habitación
- Shun… no quieres algo de fruta? – Shaka si había traído otro plato de la cocina y se lo estaba preparando a su novio que lo miró y le dijo en tono calmado:
- No gracias, voy a ducharme y luego voy a ir a la galería
- Galería? – preguntó Asmita, él la verdad no sabía nada de la vida de ese muchacho
- Shun trabaja en una galería del centro papá, es uno de los restauradores y también hace sus propias pinturas – explicó Shaka y Shun sonrió porque su novio sonaba orgulloso de él
- Pintor?, y se hace algo de dinero con eso? – Asmita preguntó en un tono mitad burla mitad incredulidad
- La verdad si papá, aunque el dinero no es lo importante – contestó Shaka algo molesto, Shun ya no dijo nada mas y siguió su camino hasta la habitación, entró al cuarto de baño y se metió a la ducha, abrió las llaves y casi pega un grito, ya no había agua caliente
- No te enojes hijo pero, la verdad no me parece que mantengas a ese muchacho, gana algo en ese trabajo que dices que tiene?
- De ganar, si gana su sueldo, pero la verdad no sé cuánto gana, nunca se lo he preguntado si quieres que te sea sincero – Shaka se encogió de hombros, ellos por dinero no tenían problemas porque Shaka había abierto una cuenta conjunta en la que le depositaban el sueldo del hospital a la que Shun tenía acceso y ambos tenían tarjetas de crédito cargadas a la misma cuenta, pero era Shun el que compraba todo, Shaka solo tenía dinero de bolsillo y Shun manejaba la economía de la casa
- Nunca se lo has preguntado?, entonces cómo viven?
- Shun me mantiene papá, él es el que se encarga de todo, yo no me preocupo por nada, no hacías tu lo mismo con mamá?
- Pero es que eso era diferente, tu madre era tu madre, en cambio… qué tanto conoces a este muchachito?, estás seguro de que no está tras tu dinero?
- Claro que no papá, y la verdad quiero pedirte un favor, puedes ser un poco mas amable con Shun?, yo lo amo y es mi novio, él vive conmigo, es cierto que no es mucho tiempo pero nos va bastante bien y pues… yo sé que tienes buenas intenciones conmigo pero el hecho de que yo sea homosexual no va a cambiar con nada, y Shun es mi pareja
- Eso me lo dijiste ayer pero, es difícil para mi hijo
- Lo se papá, pero no hay nada que puedas hacer, a mi no me gustan las mujeres, nunca me han gustado y mas que nada amo a Shun, él es todo lo que quiero en una pareja – dijo Shaka con todo el convencimiento del que fue capaz
- No se hijo, ese muchachito tiene mal carácter – dijo Asmita frunciendo el ceño
- No, no tiene mal carácter, solo no le gusta madrugar y menos en sábado, papá… no tienes que quedarte aquí con nosotros, vuelve a tu casa, en verdad que no es necesario que te mudes aquí – dijo Shaka tomando la mano de su padre que bajó la cabeza y suspiró
- Me estás botando de tu casa? – preguntó Asmita con dolor
- Claro que no papá, sino que tu dijiste ayer que me querías llevar por el buen camino y montón de cosas mas pero eso no es así, yo no estoy en ningún mal camino, tengo una relación estable con un hombre maravilloso, tengo un buen trabajo y vivo bien, papá… en serio no tienes nada de que preocuparte por mi – contestó Shaka sonriéndole a su padre que meneó la cabeza y dijo:
- Es que no lo entiendo hijo
- No hay nada que entender papá, a mi me gustan los hombres, eso no tiene nada de malo, eso no cambia quién soy, quién siempre he sido, no cambia nada la verdad
- Eso es lo que tu dices pero yo no me acabo de convencer, así que te propongo algo, me quedaré aquí hasta que lo pueda entender, te prometo que seré amable con ese muchacho, y me iré cuando vea que en verdad eres feliz y estás bien, te parece?
- Papá…
- Dame gusto hijo, quiero ver como vives, cuál es tu estilo de vida, quiero ver si en verdad estás bien, no le vas a negar ese derecho a tu anciano padre verdad?
- Tu no estás anciano papá
- Como sea, no me quiero ir hijo con esta angustia en el alma
- No tienes nada de que angustiarte papá
- Por eso mismo, me convenzo de que no tengo nada de que angustiarme y me iré, ni siquiera notarás que estoy aquí, te lo prometo – Asmita iba a insistir hasta que Shaka cediera y eso él lo sabía, por lo que el médico no tuvo mas remedio que asentir al decir:
- Está bien papá
- Gracias hijo… gracias
Cuando Shun salió del baño, se vistió lo mas rápido que pudo y cuando estaba listo salió al pasillo para ver a su suegro abrazar a Shaka que le palmoteaba la espalda suavemente
- Shun… seguro no quieres algo de fruta? – Shaka se había puesto de pie al ver a su novio venir por el pasillo
- No… voy a comprar un café en el camino a la galería – contestó Shun revisando su bolso en el que tenía algunos materiales para su trabajo, su computador portátil y otras cosas
- Y vas a salir… vestido así? – Asmita no lo pudo evitar y lo señaló por completo, Shun estaba usando unos jeans algo ajustados, una camiseta de cuello en V, unos tenis algo gastados y tenía un buso en la mano, Shaka estaba acostumbrado a verlo así, Shun usaba ropa cómoda para trabajar y a decir verdad, al médico le gustaba mucho el look todo fresco y relajado de su novio, que se vio a si mismo y se dio la media vuelta para ir a cambiarse de ropa, no soportaba la mirada inquisidora de Asmita, cuando regresó a la sala estaba usando mas o menos lo mismo pero en otros colores, es que Shun no tenía otro estilo de ropa, Asmita arqueó una ceja y se encogió de hombros, Shaka se acercó para abrazar a su novio a manera de despedida, la mejor idea que pudo haber tenido Shun era la de ir a trabajar
- Nos vemos en la noche, ten un buen día – Shaka levantó el mentón de Shun y lo besó suavemente en los labios, el joven de cabellos verdes se retiró algo incómodo y miró al padre de Shaka que bajó la mirada, claramente incómodo también
- Gracias, hasta la noche, adiós señor
- Adiós – dijo simplemente el mayor tomando su vaso vacío y llevándolo a la cocina, Shun tomó las llaves de la mesita y salió del departamento rumbo a su galería, él no tenía que trabajar ese día pero prefería ir allá que quedarse el día entero en aquella casa, además se moría de ganas de un café
Shaka había quedado de salir con su papá el día entero e ir al parque para charlar de todo pero sus planes quedaron truncados cuando llamaron a Shaka con una emergencia del hospital y el cirujano tuvo que salir de urgencia dejando a Asmita solo en el departamento
Shaka tuvo un día pesado, el paciente casi se muere en su mesa y la cirugía tardó mas de 8 horas, cuando llegó a casa estaba cansado. Asmita había pasado en casa el día entero y había llamado a Hyoga para la cena, por lo que a lo que Shaka llegó, su hermano menor estaba parado frente a la estufa friendo unos stakes
- Hyoga?, no que no me agrade verte pero qué haces aquí? – preguntó el médico dejando su maletín en el piso y colgando su abrigo en el perchero
- Papá me llamó – dijo el joven rubio encogiéndose de hombros
- Y tu viniste?, así como así?, en sábado en la noche?, no tienes una cita o algo? – preguntó Shaka acercándose para abrazar a su hermano a manera de saludo
- Si tenía una cita ardiente pero la tuve que cancelar
- Por qué?
- Papá llamó y heme aquí – contestó el policía encogiéndose de hombros
- Vaya… dejas todo por papá?
- Créeme, el no pelear con papá y darle de lado en todo es lo que hace que aún luzca joven, yo ya no me voy a estresar, si papá me dice que venga pues yo vengo, yo con él ya no peleo, ya me cansé, por años me ha tenido de su patito pero ahora te toca a ti, cómo te va con él por cierto?
- Bien… - dijo Shaka encogiéndose de hombros
- En serio?, te va bien con papá?, en serio???, ok., hermano mío déjame decirte que, o estás en negación o aún no te has dado cuenta de todo lo que ha hecho – Hyoga puso su mano en el hombro de Shaka y lo miró con expresión divertida
- Qué te hizo a ti? – preguntó Shaka algo aprensivo, si hubo una época en la que Asmita igual se mudó al departamento de Hyoga pero de esa época el rubio detective no le gustaba hablar, solía decir que ni su entrenamiento en la academia de policía lo preparó para aquello
- Uyyyy Shaka, el hecho de que hayas sido su favorito por muchos años, ha hecho de mi el punching bag de papá y dejándose de bromas si me ha costado tres relaciones, como las cosas con Fler van bien pues no se la he presentado a papá, primero me caso con ella antes de que salga corriendo cuando lo conozca, y hablando de relaciones… cómo vas con Shun?, no te ha puesto ultimatums todavía?
- Ultimatums?, no…
- Ya te los pondrá, tu dale tiempo a papá y acabará con los nervios de tu novio, deberías mandarlo a alguna parte hasta que papá decida mudarse de vuelta a su departamento, solo no lo mandes al mío, otra temporada con él, te juro que no la resisto
- Eres un exagerado Hyoga
- No… no exagero, es en serio, hablando de cosas serias te traje un regalito, es que hoy estuve por el centro y mientras trabajaba en un caso pasé por un almacén al que siempre había querido entrar pero hasta ahora no tenía un motivo, espero que te guste – Hyoga volvió su atención a los stakes luego de señalar un paquetito que estaba en la mesa de centro de la sala, Shaka entrecerró los ojos y tomó el paquete para abrirlo pero en eso llegó Shun, tenía algunas fundas de cosas, había pasado por el supermercado aparentemente y Shaka pudo ver un frasco de café para cafetera en medio de las compras
- Hola amor – dijo Shun acercándose a Shaka y besándolo suavemente en los labios, se sonrojó al voltearse y ver a Hyoga que los miraba apoyado en el mesón de la cocina con los brazos cruzados y una cerveza en su mano, Shun dejó sus compras en el mesón y dijo todo abochornado – Lo siento no lo vi, buenas noches
- Hola Shun, llámame Hyoga por favor – el rubio estiró la mano y apretó cálidamente la de Shun, era la primera vez que saludaban decentemente en los últimos días
- Está bien, wow… estás haciendo la cena, por qué Shaka no heredó tus habilidades culinarias también eh? – preguntó Shun con una sonrisa y Shaka suspiró aliviado, Shun estaba de buen humor y eso ya era algo, el hecho de que el joven peliverde amara su trabajo había jugado a su favor
- Yo soy hábil para otras cosas – dijo el médico a la defensiva acabando de abrir el paquete que estaba en sus manos, dentro había una cajita que tenía un lazo rojo atado, Shaka lo zafó y dentro estaban tres tanguitas rojas y un bóxer que tenía dibujado un tiro al blanco en el trasero, Shaka los sacó y los miró, Hyoga estalló en risas y se agachó justo a tiempo porque Shaka le lanzó el paquete entero
- Oye cuidado con los stakes, si cae una de las tanguitas aquí mi papá no come nada – dijo Hyoga recogiendo dos de las tres tanguitas porque la otra la recogió Shun y sonrió divertido al tenerla en sus manos
- Eres un idiota Hyoga – dijo Shaka caminando hasta ellos y tomando con fuerza la cajita con las prendas pero Shun escondió la tanguita con la mano en su espalda y sonrió pícaro al decir:
- No no no, es un regalo muy considerado de tu hermano, deberías usarlas aunque sea una vez, no te parece? – Shaka se puso rojo del coraje y Hyoga estalló en risas otra vez, al rubio detective le estaba empezando a caer bien su nuevo cuñado, Asmita había estado por las habitaciones pero salió al escuchar las risas de su hijo menor
- Qué pasa? – preguntó el rubio mayor, Shun puso la tanguita en las manos de Shaka el que escondió el paquete entero en su espalda, qué diría su padre si veía “aquello”?
- Nada papá… nada – contestó resignado el médico y salió de la cocina, besó a su padre en la frente a manera de saludo y fue por el pasillo a la habitación, debía esconder esas prendas a como diera lugar, ya luego las botaría, Shaka iba a entrar al cuarto pero por el rabo del ojo vio la otra habitación y el corazón se saltó un latido, el rubio médico dio un paso hacia atrás y casi se cae de la impresión
Asmita llegó sonriente a ponerse de pie junto a su hijo y le dijo muy contento:
- Ahora tendrás espacio para poder dormir cómodamente, ese sofá cama estaba viejo por eso llamé a Hyoga que me ayudó a traer este futón, te gusta?
- Papá… dónde pusiste las cosas de Shun? – Shaka sintió como un nudo se le hacía en la garganta, esa habitación estaba totalmente limpia, no había ni una huella de las pinturas de Shun, no estaban los caballetes ni los lienzos, no estaba la mesa en la que estaban sus pinturas y demás materiales, ni siquiera estaba la ropa manchada de pintura que Shun solía tener en una silla en el rincón, ni siquiera estaba la silla o el viejo baúl que Shun había traído al departamento diciendo que era herencia de su bisabuelo o algo así
- Las puse en cartones y las metí en el closet, otras cosas que estaban manchadas de pintura las boté, habían mesas viejas y un baúl destartalado que tampoco había donde ponerlos así que también los boté, además compré sábanas nuevas porque las sábanas que tenías en el armario de tu cuarto ya estaban viejas y también las boté, cambié las persianas y puse papel contact en las ventanas, había mucha luz aquí
- Ay papá… - Shaka se llevó una mano a la frente y meneó la cabeza, la pelea que se le venía con Shun era épica