Capítulo 9.- Recogiendo los pedazos
El cantinero miraba al rubio que habló por más de dos horas sin tomar otro trago, eran ya más de las 12 de la noche y el bar estaba casi vacío, Shaka se quería morir, en esos momentos se quería morir, había intentado llamar a Shun pero su novio no le había contestado el teléfono
- No sería bueno que lo vuelvas a llamar, él te dijo que necesitaba espacio y tiempo verdad?, dáselo y luego ve por él, deja enfriar las cosas y recupéralo – dijo el cantinero quitándole de las manos su teléfono celular
- Es que lo amo, no puedo perderlo
- No lo has perdido, él sabrá entender si te ama, él sabrá aceptar que tienes un padre metiche y un hermano idiota, lastimosamente como seres humanos todos venimos con equipaje y en tu caso las maletas más pesadas son tu familia – dijo el cantinero dándole un vaso de soda a Shaka que lo tomó y le dio un sorbo
- Crees que me perdone?
- Tomando en cuenta que no fue tu culpa pues… si, yo creo que te perdonará pero dale unos días hasta que se le baje la bronca, luego lo vas a buscar en Okinawa y de paso conoces a su familia, aguantas con estoicismo lo que ellos te hagan y lo traes de vuelta, eso es lo que tienes que hacer si quieres que tu novio vuelva contigo
- Ok., muchas gracias por escucharme Aldebarán – Shaka se puso de pie y tomó su saco, tendió la mano al cantinero que luego de estrecharla le devolvió las llaves de su auto y su billetera, Shaka con un suspiro salió del bar y fue manejando prudentemente hasta su casa, había pensado en ir a casa de Seiya pero no sabía dónde vivía ese castaño, se había cambiado de departamento hacía unas semanas y no tenía su nueva dirección, rayos…
Shaka llegó a casa y encontró allí a su padre y a su hermano, Asmita estaba tomando un té y tenía el teléfono en la mano, Shaka esperaba que no estuvieran allí, pero allí estaban y ambos lucían muy angustiados
- Ya pueden estar contentos, Shun se fue – dijo el rubio dejando sus llaves en la mesita y colgando su abrigo en el perchero
- Hijo… fue un error, todo esto, yo… no sé qué decirte… - Asmita se puso de pie y trató de tomar las manos de Shaka que no se dejó tocar
- No sabes que decirme, ok., solo quiero que me digan que mierda se les metió en la cabeza para que hayan decidido seguir a Shun, eso es lo que quiero saber – dijo Shaka cruzándose de brazos en medio de la sala
- Shaka…. – empezó a decir Hyoga muy incómodo, no sabía cómo explicarse la verdad
- Por qué lo hiciste Hyoga?, sé que no hemos tenido una muy buena relación, sé que te encanta molestarme, sé que siempre te ha resentido que papá me tomara más atención a mí que a ti, pero… de eso a tratar de arruinar mi vida hay un gran trecho no te parece?
- Yo no quise arruinar tu vida – se defendió Hyoga algo molesto, esa no había sido su intención
- Entonces por qué lo hiciste?
- Yo se lo pedí hijo, esto no es culpa de tu hermano, yo… yo se lo pedí – dijo Asmita mirando a Shaka a los ojos, el cirujano abrió la boca con incredulidad
- Por favor váyanse, no quiero verlos aurita – dijo Shaka abriendo la puerta de su casa, no quería pelear con su padre y si ellos seguían allí, el cirujano estaba seguro de que diría algo de lo que luego se arrepentiría
- Hijo por favor, tenemos que hablar
- No, no tenemos nada de qué hablar, yo soy homosexual, no me gustan las mujeres y no me importa lo que ustedes piensen al respecto, yo amo a Shun, estoy enamorado de él, si quieren que les diga algo, yo… yo nunca conocí la verdadera felicidad hasta que él llegó a mi vida y ustedes se encargaron de arruinarlo todo, por favor váyanse
- Shaka lo siento, en verdad lo siento, si hay algo que yo pueda hacer para… - Hyoga no sabía que decir
- Ya has hecho lo suficiente – el tono de Shaka era frío como el hielo, nunca lo habían visto así, esa determinación acabó con ellos
Hyoga ya no pudo decir nada mas, tomó a su papá del brazo y ambos salieron de ese departamento, Shaka le pasó el cerrojo a la puerta, eso debió haber hecho desde el principio, no debió dejar que su papá se quedara con ellos pero… era su papá, rayos…
La mañana era soleada en Okinawa, el reporte meteorológico había vaticinado tormentas ese día pero el cielo estaba azul, de cualquier manera los habitantes de la isla estaban preparando sus casas para resistir la tormenta tropical, Ikky Kido había terminado de arreglar su casa y ahora estaba clavando paneles de madera en las ventanas de la casa de su padre, era tradición que la familia se reuniera para las tormentas tropicales en una sola casa, por lo que estaba planeado que la esposa y los dos pequeños hijos de Ikky, al salir de la escuela, fueran a la casa del abuelo Shion
- Wow… la tormenta te trajo de vuelta? – Ikky estaba subido en la escalera asegurando las ventanas del segundo piso de la casa de su padre cuando vio a Shun llegar con un bolsito al hombro
- Fiesta de tormenta? – preguntó el peliverde a su hermano mayor que sonrió y dijo:
- Fiesta de tormenta!!!, nos queremos hacer tarro de borrachos con papá y Esmeralda ya nos dio permiso, que dices?, te apuntas? – era costumbre para las familias de Okinawa que mientras durara la tormenta y ellos no podían salir de sus casas, se reunían y jugaban cartas, dardos, dados, lo que sea, usualmente estos juegos eran acompañados de alcohol y todo tipo de comida chatarra y frituras, Ikky y Shun amaban las fiestas de tormenta que sus padres hacían cuando eran niños
- Si, me hace falta un trago – contestó el joven pintor con un suspiro botando su bolsito al suelo cuando Ikky bajó de la escalera y lo abrazó con fuerza
- Creo que tendremos que ir de vuelta al supermercado a comprar tequila, papitas y tocino, uyyyy hamburguesas congeladas también, que genial que estés aquí, podré comer carne
- Me agrada ser tu excusa para que comas lo que no debes, y papá?
- Está adentro mirando las noticias, Esmeralda fue a recoger a los niños de la escuela y yo estaba poniendo los paneles de madera, Shun… no es que no me agrade verte pero, qué haces aquí? – Ikky caminó con su hermano hacia dentro de la casa, Shun suspiró y bajó la cabeza, no quería realmente explicar todo lo que había pasado con Shaka pero alguna explicación tenía que dar, al entrar Shion efectivamente estaba mirando las noticias pero sonrió con alegría al ver a su hijo menor
- Ikky… tenemos que comprar más tequila – dijo el mayor abrazando a su pequeño retoño que lo abrazó también, era agradable estar en una casa en donde se alegren de verlo, pensaba Shun
- Que gusto verte papá – dijo el peliverde cuando su padre lo soltó luego de besar su frente
- Igual me da gusto verte hijo, llegaste a tiempo para la fiesta de tormenta, los niños van a estrenar no sé qué juego que tu hermano les compró, pero yo tengo cartas, fichas para jugar póker y ya contigo somos cuatro, esto va a estar genial, pero deberían ir pronto al supermercado, en las noticias dicen que la tormenta llegará al anochecer – dijo Shion acariciando el rostro de su hijo que dejó su bolsito en la sala para acompañar a Ikky al supermercado
Al salir Shun fue directo al auto pero el peliazul le dijo:
- No, el auto ya está atado al cabo, nos toca ir a pie pero no es muy lejos, no seas vago y camina – el auto de Shion era un compacto como todos los de la isla, y los habitantes los ataban a unos cabos que estaban encementados en las aceras, de esta manera si los vientos fuertes se convertían en huracanes, los autos no saldrían volando
- Ohhh genial, oye podemos comprar palomitas también? – preguntó Shun con una sonrisa
- Claro… ahora si cuéntame que pasó con Shaka, porque algo pasó con él verdad?, no que todo estaba bien entre ustedes?
- Si, si estaba bien es solo que… tengo un suegro y un cuñado que… te juro salieron del infierno solo para atormentarme, pero no quiero hablar de eso Ikky, quiero tomar tequila, ganarte en póker, charlar con Esmeralda, jugar con mis sobrinos y dejar que papá me abrace, me consienta y me alimente – dijo el peliverde dejándose abrazar por su hermano mayor que lo estrechó contra su cuerpo y juntos caminaron al supermercado a abastecerse nuevamente antes de la tormenta
***
Shaka estaba acostado en su cama, tenía frío y se sentía solo, el cirujano estaba jugando con los canales cuando vio los anuncios de tormenta en Okinawa, Shun le había pedido que no lo llame pero al ver las noticias, Shaka no pudo evitarlo, la preocupación fue más en él y sacó su teléfono para marcarle a Shun
El peliverde estaba sentado en la alfombra de la sala de su casa jugando póker con Shion, Ikky y Esmeralda, los niños estaban jugando Wii en la otra habitación, todo era risas en esa casa, Shun estaba barriendo con todos y tenía casi todas las fichas de la mesa, en esos momentos Shun tenía una carta pegada en la frente y decía que esa era la carta ganadora
En medio de todo ese escándalo, el peliverde escuchó a lo lejos su teléfono y se levantó de la alfombra para llegar al mueble de la sala en donde estaba su saco, tomó el teléfono y contestó, aún se estaba riendo cuando contestó
- Hola?
- Shun… es Shaka, llegaste bien a casa?, estoy viendo los reportes de tormentas y había una en Okinawa, sé que no debía llamarte pero… me preocupé – dijo Shaka sintiéndose estúpido, Shun estaba bien y al juzgar por el bullicio y las risas de fondo, su novio ya debía estar con su familia
- Ohhh… si llegué bien, estoy en casa de mi padre, no tenías que preocuparte por mí, pero… gracias por hacerlo y por llamar Shaka – respondió Shun caminando con el teléfono hacia el otro extremo de la habitación, igual su familia podía escucharlo pero por lo menos era una ilusión de privacidad
- Ok., no se si te interese saber pero… mi papá ya se volvió a su casa, ya vino ayer por sus cosas y ya no serán parte de nuestras vidas, si tú decides volver claro está
- Shaka…
- Solo, piénsalo un poco, si?, yo te amo Shun y me estoy muriendo aquí sin ti, vuelve a casa mi amor, por favor vuelve a casa – el rubio no se pudo aguantar y dijo lo que su corazón estaba gritando
- Estoy en medio de una tormenta, no puedo volver ahora
- Cuando pase la tormenta, te prometo que si tú quieres, no volveré a ver ni a mi padre ni a mi hermano, te necesito Shun, no puedo respirar sin saber si vas a volver o no, por favor mi amor, dime, solo dime que vas a volver a mi – Shaka siempre ha sido un hombre orgulloso y serio pero en este punto ya no le importaba nada, solo Shun le daba sentido y alegría a su vida, sin él se sentía… vacío…
- Yo nunca te he pedido que dejes a tu familia por mí
- Lo sé, pero si eso es lo que se necesita para que vuelvas a mi lado, lo haré - y eso el rubio lo dijo en serio, no podía dejar que la relación más importante de su vida acabe así como así
- Shaka, esta no es una conversación que debemos tener por teléfono, ya hablaremos cuando nos veamos, deja de preocuparte Shaka, arreglaremos nuestros problemas, eventualmente…
- Ok., no quiero presionarte porque no quiero perderte pero, me estoy muriendo sin ti Shun, y eso si es en serio – repitió Shaka, Shun se quedó en silencio unos momentos antes de finalmente decir:
- Yo también te extraño
- Genial, eso me da esperanzas por lo menos, salúdame a tu papá y a todos por allá, espero verte pronto amor, adiós
- Adiós – dijo Shun y colgó el teléfono, fue a su puesto en la alfombra de la sala y alzó su copa de tequila y la vació, se estremeció y la volvió a llenar para volver a tomar otro trago, Shion solo lo vio y arqueó una ceja, algo iba a decir pero Ikky le hizo señas de que no era prudente hablar con Shun de ese tema en esos momentos
El juego de póker continuó por un par de horas más, el tequila, la sal, el limón igual iban y venían, la tormenta arreciaba y se podía escuchar el caer de la lluvia y el silbido del viento, todo estaba normal en esa fiesta de tormenta, Shun se había reído mucho con su hermano y sus historias que habían hecho sonrojar a su esposa más de una vez, Shion estaba simplemente contento de tener a todos sus hijos bajo su techo y mientras estaban preparando algo de comer para todos, escucharon el timbre de la puerta
Shion luego de mandar a callar a todo el mundo para comprobar que había escuchado bien, fue a abrir la puerta cuando en verdad escucharon el timbre sonar, Ikky tuvo que ayudar a su padre a abrir la puerta y allí encontraron a dos hombres empapados hasta la médula, el cómo llegaron hasta su casa en medio de la tormenta, era un misterio de la ciencia, cuando Shun se acercó a ver al lunático que había salido de casa en la tormenta no lo podía creer, allí afuera completamente estilados estaban Asmita y Hyoga
- Están completamente locos?, cómo se les ocurrió venir en medio de la tormenta?, cómo supieron mi dirección?, cómo dieron con la casa? – Shun se adelantó hasta ellos que ya estaban dentro de la casa mientras Ikky cerraba con esfuerzo la puerta otra vez
- Teníamos que hablar contigo y Hyoga fue el que consiguió todos los datos con un amigo suyo de la policía que trabaja aquí pero eso no es importante – dijo Asmita y le rechinaban los dientes
- Lo de la charla puede esperar, vengan conmigo para que se den un baño y se pongan ropa seca – Shun condujo a los invitados no deseados por la casa de su padre, gracias a todos los dioses aún no se había cortado la energía eléctrica de la casa y ambos rubios pudieron darse una ducha en agua caliente, Ikky había buscado ropa para ellos y se las había dejado en la habitación
Shun explicó a su familia que aquellos dos lunáticos eran Asmita, el padre de Shaka, y Hyoga, su hermano, Ikky cada vez entendía menos la situación, lo único claro para todos era que lo que debió haber pasado en Tokio era en verdad serio, y sin lugar a dudas era la razón por la que Shun llegó sin avisar
Mas o menos veinte minutos después los dos rubios que ya estaban usando ropas secas, salieron a la sala, Shion les dio una copa de brandy para hacerlos entrar en calor hasta que la sopa que estaban haciendo estuviera lista, Hyoga pensó que el brandy era la bebida de los dioses
- Cómo llegaron aquí? – preguntó Shun
- Aterrizamos en el último vuelo, llegamos al aeropuerto y nos llevaron inmediatamente a un refugio, esperamos a que pasara lo peor de la tormenta y ahí fue que decidimos venir – explicó Hyoga
- No ha pasado lo peor de la tormenta todavía, si ha habido casos en los que parece que ya todo se calma y no es cierto, ha habido tormentas que duran días, fue una imprudencia de su parte salir del refugio – dijo Ikky hablando con seriedad
- Y como llegaron aquí?, vinieron caminando? – preguntó Shion, es que no había otra forma de que hayan podido llegar desde el aeropuerto, pero eso estaba a más de 5 millas de distancia, Hyoga asintió y señaló a su padre meneando la cabeza, Shun entendió perfectamente lo que el rubio detective quiso decir
- Es que teníamos que llegar aquí, hijo tenemos que hablar contigo, sé que lo último que quieres es vernos pero… por favor, escúchanos – dijo Asmita mirando a Shun que frunció el ceño al decir:
- Hijo?, ahora me trata de hijo?, en serio? – preguntó Shun todo escéptico, esto fue un choque para Shion, su hijo era una persona por demás gentil y era sumamente extraño que se comportara de esta manera, si había tomado unos cuantos tequilas pero aún no estaban ni mareados, mucho menos borrachos como para que Shun sacara a relucir su lado no tan “gentil”
- Sé que tienes tus razones para estar prevenido en contra nuestra pero… te ruego, solo escúchanos por favor – dijo Hyoga mirando al joven pintor que se recostó en el sillón e hizo una seña indicando que hablaran, a Asmita esto le parecía por demás incómodo, pedir disculpas a Shun en frente de su familia no era lo que había esperado pero… Shun no estaba ofreciendo privacidad a la conversación y ellos no podían imponer nada en aquella casa
- Shun… siento mucho todo lo que he hecho y he dicho, por favor… esta situación para mí ha sido muy difícil, el aceptar que mi hijo es… que mi hijo es…
- Homosexual? – preguntó Shun y Asmita asintió, el mayor ni siquiera podía decir la palabra
- Si, y que además de todo está en una relación con otro hombre, que nos lo había ocultado, que no te hubiéramos conocido si no llego a ir esa mañana a su departamento porque me olvidé mis pastillas, yo… sentía que estaba perdiendo a Shaka, todo lo que hice fue por tratar de recuperarlo pero me equivoqué, yo creí que… creí que…
- Creyó que si me quitaba del camino, usted recuperaría a su hijo? – completó Shun nuevamente y Asmita bajando la cabeza asintió
- Shun, por favor entiende lo duro que esto ha sido para mi papá, él es un hombre chapado a la antigua y pues, que su hijo mayor, su favorito, le haya dicho que es gay fue mucho para él, y en lo que respecta a mi pues… yo… siento mucho la parte que tuve en todo ese enredo, no tengo palabras para decirte cuanto lo siento – dijo el detective y sonaba sincero, Ikky se iba molestando cada vez más con esta disculpa, qué diablos le hicieron este par de estúpidos a su hermanito?
- Vaya… y crees que con una disculpa vas a borrar la humillación que me hicieron pasar?, cómo te sentirías tu si yo fuera donde tu novia y le dijera lo que ustedes le dijeron a Shaka de mí?
- Qué le dijeron a Shaka de ti? – Ikky no pudo aguantarse y lo preguntó, Shun meneó la cabeza y sonrió de un solo lado al decirle a Hyoga:
- Esto va a ser divertido, bueno Hyoga, dile a mi hermano lo mismo que le dijiste a mi novio de mi, anda díselo – a las palabras de Shun, Hyoga se puso muy incómodo y no pudo articular palabra por lo que Shun tomó la palabra otra vez y dijo: - Bueno… le dijeron a mi novio que yo tenía un amante y que me revolcaba con él en un cuarto de hotel, que lo engañaba en sus narices y que él era un idiota por no haberse dado cuenta la clase de ficha que yo soy – Ikky abrió mucho los ojos y Shion se puso de pie de la indignación
- Y tu novio les creyó? – preguntó Ikky antes de que su padre lo hiciera, Shun sonrió porque tanto su padre como su hermano no le preguntaron si era cierto o no, le preguntaron si Shaka lo creyó o no
- No, no les creyó, a propósito… les explicó Shaka quién era Julian Sark?, bueno… asumo que si, si no les hubiera explicado no estuvieran aquí
- Julian Sark? – Shion perdió el hilo de todo y en este punto no entendía nada
- Si Shun, Shaka nos explicó todo, por eso hemos venido a pedirte una disculpa, no debimos juzgarte sin saber todos los hechos, Hyoga nunca vio con quién estabas en ese hotel y al escuchar ese nombre asumió que tenías un amante, en verdad lo siento, yo… no sé qué más decirte – dijo Asmita y en verdad que le estaba costando sangre, sudor y lágrimas dar esta disculpa, él era un hombre muy orgulloso y el hacerse un viaje hasta Okinawa a buscarlo decía mucho
- Yo no tengo ningún amante, obviamente, el problema fue que Hyoga aquí presente, es detective de homicidios de Tokio y le dio por investigarme a mí, me vio entrar a un hotel y me siguió, utilizando sus asombrosos poderes de deducción concluyó que yo me encontré con otro hombre en ese hotel, lo que no sé es como averiguó el nombre de mi supuesto amante el que era “Julian Sark”, así que sin otra prueba fue y se lo dijo a Shaka – dijo Shun hablando directamente con su padre
- Y quién es este tal Julian Sark? – preguntó Shion, ese nombre no se lo había oído mencionar a su hijo antes
- Julian Sark es Shaka, como Asmita se mudó a nuestro departamento, Shaka y yo no habíamos tenido ningún tiempo de intimidad, y como eran algunos días que estábamos en esa situación, Shaka me propuso tomarnos un día de esos la hora de almuerzo para vernos en un hotel, lo hizo sonar como un juego y yo le seguí la corriente porque me pareció divertido, por eso se cambió de nombre en el registro, ohhhhh de ahí sacaste su nombre, vaya… de cualquier manera ahí fue cuando todo este relajo se dio – dijo Shun cayendo en cuenta cómo Hyoga supo el nombre de su “amante” y acabando de explicarle la historia a su padre
- Ya veo, bueno… lo único que les puedo decir es que si no estuviéramos en medio de una tormenta los echaría de mi casa – dijo Shion y sonaba molesto, Asmita asintió, era lo menos que se esperaría del padre de este muchacho, la verdad si le sorprendió la hospitalidad que Shun les estaba mostrando, Asmita pensó que los iban a echar a la tormenta apenas los vieran
- Bueno… de cualquier manera agradezco el que se hayan tomado la molestia de venir hasta aquí para disculparse conmigo, lo aprecio mucho aunque no era necesario – dijo Shun y sonaba mucho más tranquilo que su padre cuando lo dijo
- Si era necesario Shun, es que hay otra razón por la que vinimos, tenemos, bueno… yo tengo un favor que pedirte – dijo Asmita y Shun arqueó una ceja al responder
- Usted me quiere pedir un favor?, a mí?, vaya… qué más puede querer usted de mí?, me botó de mi casa, botó mi comida, botó mi café, se burló de mi ropa, de mi trabajo, de mi religión, botó todos los suministros de mi estudio arruinando tres pinturas en el proceso y me dijo que soy un cualquiera y un regalado delante de mi novio, dígame… qué mas podría querer usted de mí? – el tono de Shun era algo ácido, Ikky miró a su hermano y meneó la cabeza, con razón Shun quería emborracharse
- Sé que no tengo derecho de pedirte nada pero… Shaka nos ha echado de su vida, nos dijo que si te perdía por nuestra culpa no nos lo perdonaría nunca, Shun por favor, no puedo perder a mi hijo y él nos ha dejado muy en claro que tú eres parte importante de su vida, solo… solo ponte en mi lugar
- He intentado ponerme en su lugar desde que lo conocí y ya me di por vencido, pero de cualquier manera… quédese tranquilo, hablé con Shaka hace un rato y quedé de hablar con él cuando regrese a Tokio, vine aquí porque no podía quedarme en ese departamento luego de lo que pasó, necesitaba tiempo para… respirar con tranquilidad y aclarar mi cabeza, pensar y decidir, si me quedaba ahí… no no no, yo no podía quedarme ahí – dijo Shun y meneó la cabeza, a Asmita le pareció que este chico era por demás racional y le preguntó para calmar sus dudas:
- Entonces arreglarás las cosas con mi hijo?
- No se… eso tengo que hablarlo con él – respondió Shun, y eso era cierto, si volvía tenían que poner en claro muchas cosas, lo que pasó antes no podía repetirse
- Está bien hijo, yo creo que nosotros debemos irnos de vuelta al refugio – dijo Asmita y Hyoga lució resignado a seguir a su padre pero Ikky se puso de pie y dijo:
- No no no, nadie sale de esta casa hasta que pase la tormenta, fue muy irresponsable de su parte haber venido caminando en medio de la tempestad, no sé cómo uno de los ventarrones no se los llevó, pudieron lastimarse en el camino o quien sabe qué cosa, pero ahora que están aquí no pueden salir, mejor… vamos a tomar la sopa que ya está lista
Hyoga sonó aliviado, eso de caminar en medio de la tormenta si había sido muy irresponsable de su parte pero cuando a su padre se le metía una idea en la cabeza no había poder humano que le haga cambiar de parecer, los vientos no estaban tan fuertes pero si los tumbaron un par de veces, Hyoga si se asustó cuando un rayo cayó en un árbol que estaba cerca de donde ellos estaba caminando, su padre y sus ideas suicidas… lo que hace el amor por un hijo…
El ambiente estuvo algo tenso al inicio pero luego las cosas se fueron suavizando, Shun ayudó en gran medida a que todo fluyera, él no quería terminar su relación con Shaka por lo que ambas familias estarían ligadas de por vida, no era conveniente que existiera animosidad entre ellos, por lo que el joven peliverde inició la conversación ligando a Hyoga y a Ikky, a Esmeralda y a su padre, poco a poco las cosas fueron calmándose y ahora estaban Ikky y Hyoga conversando animadamente, el trabajo de Hyoga si servía como rompe hielo e integraba a todos a la conversación
En la mesa del comedor Hyoga vio como los pequeños, que eran hijos de Ikky, estaban trepados en Shun mientras comían y le ponían cosas en la boca a su tío, Shun los abrazaba y les prestaba toda la atención del caso, el hermano de Shun era un tipo grandísimo que inspiraba respeto, pero cuando los ánimos se calmaron y ya al charlar con él, Hyoga se pudo dar cuenta que era muy agradable al igual que el papá de ellos, la esposa de Ikky, Esmeralda, era una mujer muy dulce que también estaba entretenida hablando con Shun y con los niños, Asmita estuvo más bien en silencio, mirándolo todo con un dejo de pena, nunca esperó tener que haber hecho lo que hizo, eso de pedir disculpas no iba con él pero… para no perder a su hijo, todo valía la pena…