El segundo dia de clases JunHong despertó temprano; al salir de su habitación se dirigió a la habitación de su hermano y llamó a está recordando que esta vez le tocaba despertarlo.
—DaeHyun, despierta —dijo mientras tocaba su puerta, al no escuchar nada dentro insistió— se te hará tarde.
—Ya voy.... — un bostezo se hizo audible haciéndole sonreír—.
El mayor decidió dormir 5 minutos mas, un grave error ya que tardo en alistarse y tuvo que salir de casa con un trozo de emparedado en la boca escuchando el regaño de su hermano menor. Llegaron al colegio y cada quien se dirigió a su área, JunHong caminó a su aula y al entrar vio al chico de la nota, respiró hondo y decidió ir hacía él, no se veía que fuera un mal tipo.
—Hola... —dijo aún vacilante, dándose el último empujón—.
—¡Hola! —exclamó el otro con entusiasmo contagiando esa sonrisa pegajosa que portaba—.
—Siento haberte ignorado ayer —tomó asiento a su lado— Choi JunHong, un gusto —extendió su mano después de presentarse—.
—No te preocupes, empecemos de nuevo, soy Moon JongUp —extendió su diestra, tomando la del contrario—.
Comenzaron a conversar, tenían gustos similares así que se hicieron a un lado jugando uno con el otro, JunHong descubrió que JongUp tenía una bonita voz cuando esté cantó una canción para saber si la conocía ya que no recordaba el título, el pidió que cantara pero JunHong se negó excusando que prefería el rap pero hacía mucho que no lo hacía frente a otra persona que no fuera su hermano. JongUp le comentó que era miembro del equipo de basketball, aunque su altura no le ayudará mucho era muy rápido.
Al terminar la primera sesión de clases JongUp lo llevó a las canchas para que le dieran una oportunidad en el equipo, JunHong era bueno además su altura lo beneficiaba y fue aceptado. El capitán del equipo no le quitaba la vista de encima, le dieron los horarios de entrenamiento y salieron de ahí, pronto le dio la "buena noticia" a su hermano.
JunHong estaba teniendo la misma rutina, en las clases solo hablaba con JongUp, en el almuerzo se la pasaba pegado a su hermano, DaeHyun se hizo popular fácilmente por su capacidad de socializar; JunHong también, pero él fue por no hablar con nadie, su rostro era realmente atractivo para muchos así que se convirtió en el chico misterioso de la escuela.
Iba a su práctica donde el capitán del equipo que se hacía llamar Zico quien no le quitaba la mirada de encima molestando su poca paciencia, mientras DaeSung y TaeYang, miembros del equipo le coqueteaban descaradamente, al parecer no les quedaba claro que a él no le gustaban los hombres. Al finalizar sus clases esperaba a su hermano en el aula vacía y solía poner música y cantar, nadie lo escuchaba.
Sabía del extraño rumor que giraba en torno a él y DaeHyun donde supuestamente ellos dos eran pareja; su hermano solía molestarlo con eso, el lindo de su hermano le había gritado en medio de la cafetería "anoche parecías disfrutarlo", todos habían volteado a verlo y cuchichear aún más, no sabía dónde esconder su rostro.
Fue muy vergonzoso.
Durante las clases recibió cartas de chicas que se confesaban, solía ignorarlas. Cuando menos lo pensó ya habían pasado 3 meses desde el inicio de clases y se encontraba entrenando en las canchas; un tipo pelinegro entró y automáticamente todos lo miraron por irrumpir la práctica y sobre todo interrumpir al molesto capitán mientras presumía el regalo de su padre.
—Lo siento durante el entrenamiento el paso a estudiantes está prohibido — habló TaeYang tratando de deshacerse del intruso —.
—Vine por el anuncio, soy nuevo y quiero unirme — habló fuerte y claro esperando llamar la atención de algún encargado —.
—¿Vas en mi clase, cierto? —habló Zico— muéstranos qué tienes — le arrojó el balón a las manos con una sonrisa desafiante y sin desear quedarse atrás la devolvió. —
El pelinegro comenzó a andar hasta la mitad de la cancha, lanzó el balón anotando 3 puntos con facilidad repitió el mismo movimiento llamando la atención de todos por su puntería aún en movimiento, a JunHong le pareció escuchar la quijada de DaeSung caer al suelo, pero claro era solo su bizarra imaginación, el chico tomó el balón y corrió hacia la cesta colgándose en esta, era bueno, hasta Zico tuvo que admitirlo, JunHong hizo conexión con sus ojos por un instante.
Siguieron con el entrenamiento, el chico tenía por nombre YongGuk, Zico le dio los horarios de entrenamiento y quedó de asistir con regularidad, la campana sonó y todos fueron a las duchas; JunHong aseguraría que Zico no le quitó la vista de encima desde que entraron, todo comenzaba a ser más incómodo.
Las clases terminaron y como todos los días fue al aula que se había vuelto su refugio, comenzó a seguir la letra de una canción que había adaptado a su gusto musical.
YongGuk caminaba por los pasillos de la escuela, se había salido de la última clase mientras seguía su camino escuchó una voz proveniente de un aula en aquel lugar, alguien estaba rapeando y era bueno, abrió la puerta y encontró a un chico moviéndose al compás de una canción desconocida a sus oídos; se sentó en una banca vieja a esperar que el chico de cabello rubio terminara, reconoció al joven, era uno de los que entrenaban en la cancha, su cabello lacio y rubio caía frente a sus ojos cerrados su piel era muy blanca y se notaba suave.
‘La luz del sol solo me calienta el rostro cuando sueño contigo.
Yo se que esperaras por mi… ha sido demasiado tiempo.
Bonitos ojos, bonitas mentiras para aliviar el dolor.
Bonitos ojos, bonitas mentiras, me estas matando.
Esperaría por años solo para sentirte otra vez.'
Cuando notó que el chico no seguiría carraspeo la garganta para llamar su atención; JunHong abrió los ojos de par en par y sus mejillas se volvieron de un color carmín sin saber si era por vergüenza o enojo.
—¿Qué haces aquí? ¡Largo! — Gritó avergonzado al no saber desde cuando lo estaba espiando—.
—Rapeas bien —mencionó sin prestar atención a los reclamos del otro chico que parecía estar apunto de golpearlo—.
—¡Que te vayas! —exclamó el otro aun apenado—.
—La canción no se me hace conocida ¿de quien es? — JunHong al ver su intento de correrlo en vano, decidió salirse él y justo cuando abría la puerta una mano lo detuvo. —No te molestes hombre, soy YongGuk—extendió la mano para estrecharlas—
JunHong lo ignoró y salió de ese lugar llevando su maleta consigo, corrió hasta llegar al aula de su hermano; este iba saliendo del salón de clases acompañado de YoungJae, miró hacia atrás notando que el pelinegro lo había seguido, vio aquella razón para correr tras su hermano
—¡Hey! tanto me extrañas corazón de melón —dijo en tono burlón—.
—Ese tipo me esta siguiendo —miro hacia atrás— se bueno y pateale el trasero —ordenó JunHong casi empujando a su hermano—.
DaeHyun camino hacia aquel chico, comenzando una conversación ajena con el, ¡mierda!, pensó JunHong, lo mandó a golpearlo no ha platicar, vio como su hermano reía acompañado del pelinegro, el muy idiota se acercaba a JunHong acompañado de YongGuk, el rubio trató de refugiarse detrás de YoungJae, quien parecía ajeno a la situación.
—JunHongie, tu amigo es muy agradable —hablaba mientras jalaba del brazo a JunHong para que se presentará correctamente—.
—Le comentaba a DaeHyun que rapeas bien —YongGuk se acercaba más a ellos—.
—¡Callate! ¡DaeHyun! ya vámonos.
DaeHyun se despidió cortésmente de YongGuk mientras que JunHong sólo lo ignoró jalando la mano de su hermano y arrastrándolo como muñeco, YongGuk se dio la vuelta para despedirse de YoungJae e ir a su aula en busca de sus pertenencias, todos comenzaban a retirarse, por lo que Zico se acercó a él.
—Mañana inicia tu entrenamiento —hablaba con voz ronca—no faltes, YongGuk —sólo asintió y siguió su camino, en el portón lo esperaba HimChan—.
—¿Porque faltaste a clase? — cuestionó acercándose a él—.
—Detesto, esa clase, lo sabes —dijo indiferente—.
Ambos chicos salieron fuera del colegio, iban doblando en la esquina cuando una camioneta pasó frente a ellos, distinguió en la ventana a JunHong así que alzó la mano y lo saludo, JunHong ignoro por completo este acto.
—¿Porque lo ignoras? —cuestiono DaeHyun acercándose más a su lado—.
—No me cae bien, además me espío mientras estaba esperándote — Su hermano lo observó con una ceja levantada, dudando de que fuera cierto—.
—Se ve buen tipo ¿que te cuesta devolver el saludo?
Justo cuando iba a doblar la camioneta, DaeHyun sacó su mano en lugar de JunHong la movió energéticamente despidiéndose de YongGuk, dejando al pelinegro con una sonrisa de triunfo.