La Boda (parte I)
No pasó mucho para que todo el pueblo se enterará de que los reyes volverían a casarse. Todos estaban emocionados, sí claro “todos”. Cierto azulino estaba más enojado que nunca, la razón pues…
-¡SEBASTIAN MICHAELIS! – entró estrepitosamente el pequeño Ciel al despacho de su novio
-¿Sí amor?
-¿por qué…?- un aura negra comenzó a rodearlo
-Eh?
-¿por qué…? ¡¿POR QUÉ DIABLOS TENGO QUE USAR UN VESTIDO?!- explotó mostrando un vestido color azul con rosa y varios detalles, junto con una peluca negro-azulado
-Te verías más lindo con eso-
-¡ESO NO IMPORTA!- se paró de su asiento y se acercó a Ciel- ¿q-qué crees que haces?
-Ciel…- comenzó a acariciar su hombría por encima del pantalón- Hazlo por mí
-Ahhh yo… yo… ¡ME NIEGO ROTUNDAMENTE!- se apartó de Sebastian y salió corriendo a su habitación.- “maldito Sebastian, haciéndome poner un vestido, pero soy un chico no debo traer estas cosas”- mira el vestido que está en una silla junto con la peluca. Se acerca y se denuda completamente, y comienza a vestirse con el vestido. Se mira al espejo y se pone la peluca. Si no lo conocieras pensarías que es una chica muy linda, parecía una chica que siempre debía ser tocada con el pétalo de una rosa porque se rompería.
Recordó lo que Sebastian le estaba haciendo y una erección se le formo.
-Mierda- se quitó todo y entró al baño a darse una ducha de agua fría, pero ni eso lo calmo comenzó a acariciarse pensando que Sebastian lo tocaba…- Ahhh….Ahhh- su mano se dirigió a su hombría y la comenzó a acariciar lentamente para después subir de ritmo- Ahhh… Sebastian… Ahhh- afuera del cuarto entraba Sebastian-
-Ciel?- miró la ropa que estaba en el suelo- Debe estar en el baño- iba a girar la perilla para entrar pero…
-Ahhhh… Sebastian…Ahhh…más….- Ciel se estaba masturbando pensando en él, él lo había imaginado en sus fantasías pero que lo viera era todo un espectáculo. Entró sigilosamente y lo encontró recostado en el piso, con una mano masturbándose y otra en su entrada.- Ahhh… Ahhh- estaba tan sumido en su mundo que no se dio cuenta de cuando Sebastian había entrado, ni cuando se deshizo de toda su ropa y mucho menos de cuando se le acercó y lo embistió- AHHHHHH!
-Ciel… ¿por qué me…tientas…de esta…forma?- las embestidas eras más que salvajes
-Ahhhh! Más….Más Sebastian-
-Ciel – las embestidas seguían y seguían hasta que llegaron al clímax. Y se dieron un merecido baño.- ¿por qué estabas así?
-Recordé lo que me estabas haciendo en tu despacho
-Sabes, con respecto a lo des vestido. Me había parecido divertida la ideo pero…
-Lo haré-
-Eh?
-Me pondré un vestido
-Estas seguro?
-Sí
-De acuerdo- no hablaron de nada más solo disfrutaban la compañía del otro. Ya vestidos bajaron al patio y sus hijos venían corriendo
-¡Mamá, papá!
-¿Qué sucede?
-Estamos comprometidos!- ambos enseñaron un anillo de compromiso-
-¡¿Qué?!
-Nos vamos a casar!- se abrazaron entre todos. Una vez calmados ambos le explicaron a sus padres cómo se había comprometido y la verdad era hermoso. Yoru se lo propuso escribiendo con flores “Te amo ¿te casaría conmigo?” y Shiro le hizo seguir una serie de pistas hasta llegar a la pregunta, claramente ambos aceptaron.
Era una hermosa noticia para la familia real, todos estaban contentos. La boda de los príncipes sería dentro de 2 meses mientras que la de los reyes dentro de dos semanas.
Todos estaba realmente emocionados, la boda de los reyes sería en la playa al atardecer. Todas las criaturas estaban invitadas, pues Ciel y Sebastian habían conmovido a varias razas de seres místicos; sirenas, hadas, ninfas, ángeles, demonios, etc. Fueron invitados.
Ya todo estaba listo solo quedaba preparar a la “novia”. Alice, Rachel y MeyRin se encargarían de ello.
-Ciel! Espero que estés listo!- Ciel aun estaba en su cama- CIEL PARETE DE UNA BUENA VEZ! ¡HOY ES TU BODA!- Ciel se paró y se dio un baño rápido. Las preparaciones comenzaron.
Empezaron con la peluca, la cual le hicieron media cola dejando vario caireles, donde se hacía la cola le pusieron una rosa blanca. MeyRin le pintó los labios de un color rosa pastel, sobras del mismo tono. Ahora era turno del vestido. No sería el tradicional blanco sino un azul con rosa.
-Estas listo amor!- se miró al espejo y parecía una hermosa chica
-Vamos nos están esperando- Salieron y se dirigieron a la playa mientras que Ciel solo pensaba
-“un paso más cerca de ti”