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RADAR DE PASIVAS (KAILU: EXO) por Monnyca16

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo este shot. Lo escribí para una lectora.

Radar de pasivas.

KaiLu: Kai X Luhan

 

La fiesta de ChanYeol se alargó. Cumplía años y no precisamente 15, más bien, 21. Para su cumpleaños, Kai le había preparado una gran fiesta. Muchos amigos fueron invitados, otros se colaron. Habían ido más de 150 personas, pero por el momento pocos se quedaron. Justo fueron 8 personas las que disfrutaron de toda la fiesta que Kai había preparado para su amigo. Yeol había bebido demasiado, tanto, que incluso ya estaba algo borracho. Pero no importaba. Tenía que festejarse, era un año más y eso significaba demasiado.

–Vamos a divertirnos –Yeol alardeó, bebiendo de su cerveza. Kris, uno de sus más íntimos amigos, se la arrebató de las manos.

–Ya nos hemos divertido mucho, son las 3 de la mañana y dicen que a esta hora salen los fantasmas –Xiumin habló, eructando después. Él también estaba ebrio y Kai estaba seguro de que todos vomitarían y se quedarían dormidos después.

Y como siempre… al que le tocaría limpiar sería a Kai. 

A esa hora las 8 personas se quedaron viéndose cuando un silencio muy incómodo se presentó. En la fiesta de Yeol, bueno, lo que quedaba de fiesta, quedaban aparte de él: Kai, Xiumin, Kris, Lay, Tao, Suho y un amigo cercano a Xiumin. Se llamaba Luhan. Éste parecía colado, nadie lo conocía, sólo Xiumin, pero nadie lo echaba de la reunión. Ya era demasiado valiente con quedarse.

Luhan parecía descolocado de la situación. En algunos momentos se reía, deformando su rostro, en otros se quedaba serio y en unos otros tantos parecía invisible. Aunque a decir verdad, eso lo hacía por solamente conocer a Xiumin. Porque a decir verdad, Luhan no era nada de eso.

Si Xiumin se ponía a contar el montón de cosas sucias que Luhan hacía diariamente, todos se sorprenderían. Porque aunque Luhan pareciera un ángel caído del cielo, era más bien un demonio traído del infierno. El caso era que no había oportunidad para que diera a conocer su verdadera identidad. No tenía miedo. No le avergonzaba. Se trataba de la poca confianza. 

–¿Y quién eres tú? –Tao apuntó a Luhan, como acusándolo.

Luhan se burló. Si Xiumin no estuviera tan ebrio, entonces él no estaría pasando por esas circunstancias horrorosas.

En primera, ¿Por qué un joven con ojeras le hablaba tan a la defensiva? Ni se conocían y ya se hablaban muy informalmente.

–Vengo con Xiumin –dijo, excusándose.

Tao se negó dos veces, parecía estar también ebrio. Kris sujetó a Tao y lo detuvo cuando éste estuvo a punto de pegarle un zape a Luhan.

–¿Cuándo que ni te vimos llegas con él? –Kris se entrometió.

Luhan torció una sonrisa amarga. No le gustaba ser interrogado con tonterías.

–Es porque está ebrio y no puede admitirlo, pero he venido con él –articuló, cruzándose de brazos.

Kai entrecerró los ojos, un poco confundido. En su vida había visto a tan tremendo chico guapo. El amigo de Xiumin era muy menudo y femenino. Todo daba a indicar que era proveniente del otro bando…

–¿Cómo te llamas? –Kai le preguntó esta vez, tratando de adherirlo a su grupito de amigos.

Aunque aquel afeminado se mirara muy arrogante, debían añadirlo, o al menos eso era lo más conveniente en aquel momento, ya que Tao en cualquier momento lo golpearía y entonces la “reunión” estaría terminada con unos cuantos golpes y risas.

–¿Para qué quieres saberlo? –La sonrisa de Luhan se amplió. Kai era muy guapo, pero podía olerlo y percibir que era hetero. Aunque a decir verdad los heteros le excitaban más que los totalmente homosexuales. 

–¿Disculpa? Estás en una casa que no…

–Soy completamente homosexual, pasivo y me gustas –espetó, recargándose en la pared que tenía más cerca. 

Los ojos de Yeol se abrieron mucho, luego gritó como charro y comenzó a dar vueltas como niñato. Kai estaba seguro que se había fumado un porro.  

–¿Pasi…, qué?

–Sí, pasivo. Ya sabes… –Levantó ambas manos, formó un círculo con una y levantó el dedo índice de la otra. Luego los unió, como si un pene penetrara un agujero apretado.

Kai abrió mucho la boca, pero luego la cerró, sonrojándose completamente.

–¿Eres gay? –preguntó  impactadísimo.

No tenía nada en contra de los gays, pero jamás había tenido el privilegio de ver a uno muy afeminado en esa ocasión.

–¿Acaso son todos estúpidos? ¡Levántate, Xiumin! ¡Nos vamos! –Gritó exasperado, haciendo un ademán con las manos, como si estuviera secándose las uñas.

Ha como pudo, Luhan trató de levantar a su amigo, que en esos momentos estaba acostado en el suelo, inconsciente, al parecer dormido y soñando con tetas grandes, ya que sus manos se abrían y cerraban como si estuvieran tocando pechos operados. 

–¿Eres pasivo? ¿De verdad? –Tao preguntó, anonadado.

Los ojos del afeminado viraron directo a Tao. Sonrió socarrón y luego se volvió hasta él.

–Igual que tú –lo apuntó con el dedo, triunfante.

El rostro de Tao se puso completamente rojo. Kris apretó la mandíbula y disimuladamente observó a Tao. ¡Los habían descubierto! ¿Cómo era que ese tipo sabía que Tao era pasivo? 

–Y éste grandote con cara de mala leche es tu matador –añadió, apuntando a Kris.

–Pero qué mierda… –susurró Yeol, golpeando el hombro de Suho. Lay se desmayó inmediatamente. Nadie lo recogió por seguir expectantes a la información que el amigo de Xiumin estaba derramando.

–Woah, no sabía que los pasivos tenían radar para contactar a sus amigos, ¿por qué yo no te reconocí? ¿Es acaso que no lo tengo bien desarrollado? –Tao se enojó consigo mismo por no tener radar para pasivos. Él también quería tener un radar.

–No te juntes con él –Kris le dijo, apartándolo del pasivo con radar. Era muy peligroso dejar que su uke hiciera amiguitos condenadamente zorros. No quería que a Tao se le pegara lo coqueto y que luego lo cambiara.

Los acontecimientos lograron que Kai se frustrara, hablando  para defender lo más importante:

–Dejen de hablar de los pasivos y sus radares, esta es la fiesta oficial de Yeol y no permitiré que…

–¿Qué? ¿Qué es lo que no permitirás? –Luhan le gritó, poniéndose frente a él, cocoreandolo como si estuviese a punto de pelear con otros pasivos.

–Aléjate… pasivo –murmuró, sacándole la vuelta a Luhan.

–¿Tanto asco? Entonces deja de verme el culo –terció, poniéndose de perfil y enseñando su trasero. Se lo golpeó dos veces y fue de nuevo con Xiumin. Trató de levantarlo, pero esta vez, Yeol le apretó el brazo y lo llevó hasta el segundo piso, a rastras.

Todos los que estaban conscientes fueron hasta Yeol, siguiéndolo. Y cuando llegaron a una puerta, que parecía ser la entrada de la recamara de invitados, Kai se impactó. No dejaría que su amigo ChanYeol cometiera un delito. No permitiría que golpeara al pasivo y después lo encerrara. Podía ir a la cárcel si algo así sucedía. Así que intervino, poniéndose como defensor de Luhan.

–No puedes hacerle esto, es tan pasivo que llorará –objetó Kai, meramente preocupado.  

Los ojos de Luhan rodaron.

Yeol se carcajeó. ¿Qué demonios estaba diciendo Kai? Ni muerto se metería con Luhan ni atentaría contra él, sólo lo dejaría encerrado junto a Kai para que pudiera nacer esa chispa que desde un principio se vio.

–Dijiste que eras pasivo y que te gustaba mi amigo –musitó Yeol, refiriéndose a Luhan–. Kai no pudo creer que fueras pasivo. Bien, te daré la oportunidad para demostrarle qué tan pasivo eres. Cuídalo –exigió, empujando a ambos chicos y encerrándolos en esa habitación. Kai golpeó la puerta, pidiendo salir, en cambio, Luhan se sentó inmediatamente en la cama, esperando por algo más.

Bueno, por ese suceso estaba empezando a creer que esos chicos no eran tan estúpidos como parecían. Al menos sabían hacer algo bien, como tramar planes maléficos y ayudar a urgidos pasivos que buscaban consuelo con sensuales heterosexuales. 

Kris se burló al igual que Tao. Era lógico que Yeol se había fumado algo, además de estar ebrio, claro. Después de bajar las escaleras, Kris y Tao se desligaron de los demás y los sobrantes, se perdieron por la casa.

Esta vez sólo quedaron dos. Un heterosexual tímido, dentro de lo que cabe, y un homosexual pasivo demasiado lanzado. Kai no sabía cómo terminaría eso.

–¿Me empiezo a quitar la ropa? –El crío le preguntó, levantándose de la cama y situando sus manos en su camiseta.

Kai se dio la media vuelta, tratando de no ver el cuerpo del delito. 

–No, a mí no me gustan los hombres.

–Vamos, no te engañes. Al menos acepta que te atraigo un poquito –susurró, apretándole una nalga. Kai dio un brinco y fue hasta  la ventana –. Bueno ya. Tienes buena pinta, pero actúas como idiota.

–Yo no suelo actuar así –atacó, defendiéndose.

–Entonces actúa normal. Quiero tu polla, pero antes la quiero chupar, así que bájate los pantalones.

–No me trates como un retardado. Yo soy demasiado ardiente en la cama –arguyó con la frente en alto. Luhan curveó los labios.

Si Kai era tan bueno en la cama, entonces tendría que demostrárselo. Pero antes de hacerlo, Luhan se encargaría de ponérsela dura.

Bien decidido y seguro, Luhan caminó hasta el moreno, puso una mano en su pecho y la otra la deslizó en sus cabellos, acariciándolo.

–Yo también soy muy caliente en la cama –expuso, acercando sus labios a la boca media abierta de Kai, pero antes de robarle un beso, éste ya se lo había dado.

El ataque fue salvaje, brutalmente húmedo y condenadamente caliente. Kai apretó al mocoso entre sus brazos, haciéndolo gemir en ese corto instante. Sus lenguas se paseaban por la cavidad contraria, rosándose y acariciándose de una manera guarra de a principio, pero que con el paso de los segundos, fue haciéndose sensual. 

Ambos se separaron, pensando en que debían decir sus nombres primero.

–Soy Luhan, mucho gusto –dijo, presentándose al fin. Kai sonrió con malicia, bajando las manos para tocarle la espalda baja.

–Kai, el gusto es mío –pronunció con lentitud, presentándose también.  

Luego sus bocas nuevamente se unieron, formando una sola. El pacto de una noche estaba seguro. Kai prosiguió el beso, hasta que su erección dolió. Su pene seguía escondido en sus pantalones y no aguantaría la sensación de frustración. Luhan comprendió, separándose de él para quitarle la ropa lentamente, se hincó, le agarró el falo con una mano y se lo metió a la boca de golpe. El contacto fue complejo para poderlo codificar. La lengua de Luhan lamía muy lentamente para después ensalivar y engullir con desesperación. Bombeó la polla por unos segundos, masturbándola al mismo tiempo que se la metía a la boca. Luego se la sacó, sobándola de arriba abajo, sintiendo lo mojada que ya estaba. Se metió dos dedos entre los labios y los chupó, probando de ese modo el sabor del esperma que Kai evacuaba por la hendidura.

De los labios del moreno salieron un sinfín de jadeos subidos de tono. Luhan sabía exactamente cómo hacer un buen sexo oral y debía agradecérselo. Tanta era su urgencia que lo despegó de su polla y lo obligó a pararse para saborear sus labios. Lo besó con dureza, posesionándose de su escuálido cuerpo blanquecino. Luhan era agradable y causaba buen impacto a su polla y también en  su gusto, particularmente.

Luhan podía ser demasiado agresivo, arrogante y afeminado, pero era muy cálido cuando no hablaba y sus cuerpos se conectaban. Era un Luhan diferente y no lo quería reconocer, no por el momento.

Un gemido se le salió al chico de cuerpo pálido. Kai le mordió el labio, queriendo un poco más de él. Bajó hasta su cuello y lo repasó con la lengua, dejándole dos chupetones, marcándolo como suyo. Luhan gritó, pero logró calmarse al sentir que Kai le bajaba los pantalones y le apretaba el trasero. Sus manos eran muy calientes y posesivas, dignas de un buen hetero. Por esas simples razones disfrutaba seducir a los heterosexuales; éstos poseían una autentica manera para agarrar el culo y para besar también. No era que los homosexuales lo hicieran mal, sólo era que podía ser más divertido si convertían a un hetero en gay, o al menos en bisexual.

A pasos rápidos, Kai aventó al chico a la cama, lo puso en cuatro y le separó las nalgas. Acercó su boca y con astucia le besó el esfínter. Luhan jadeó, complacido. Los besos negros le encantaban y Kai parecía un experto en ello, tanto que hasta metió inmediatamente un dedo y lo movió. A Luhan parecía no dolerle, estaba muy acostumbrado al sexo anal y lo que sí le dolía era que su hombre no lo penetrara salvajemente.

A Luhan le gustaba el sexo duro. Pero lo que había notado en Kai era que a éste también le gustaba follar con brutalidad. Tan entusiasmado se sentía que empujó su culo hasta atrás, penetrándose con el dedo de Kai. Jadeó en alto y cambió de posición. Estaba más que listo para lo que venía. Acostó al moreno y se puso a horcajadas sobre él, dejando saliva en su mano para llevarla al pene de su acompañante. Tal acto, causó en Kai una agonía sexual.  

Masajeó el pene y lo guió hasta su entrada. Lo metió de golpe. El abdomen de Kai se tensó al sentir la riquísima sensación, luego se ajustó a Luhan, agarrándolo fuerte de la cintura. Una sonrisa coqueta salió por parte del rubio, Kai se incorporó un poco para besarlo, pero antes de que sucediera, Luhan comenzó a montarlo, bailando con mucha sexualidad. 

Los ojos de Kai se cerraron. Las sensaciones se apoderaron de su cuerpo y toda la frialdad que creía que tenía, se convirtió en calor. Sujetó a Luhan muy fuerte, empujándose para poderlo penetrar desde abajo. El pene llegó al fondo, tocándole la próstata, lo que hizo que gritara de placer en el transcurso. Kai lo derrumbó, dejándolo esta vez bajo su pesado cuerpo. Le abrió las piernas, subió una hasta su hombro y embistió con fuerza, tocando el punto endeble de Luhan.

Un espasmo llegó en el rubio, arqueándose con debilidad tras soportar varias estocadas profundas y duras. El pene de Kai latía en su interior y su recto se encogía en cada penetración, buscando absorber el miembro del moreno. Kai dio un respingo, observando con atención los gestos que el rubio daba a conocer. Sin embargo no miró por mucho tiempo, Luhan cambió de posición. Se puso en cuatro patas y se inclinó lo suficiente como para quedar a la perfección. Esa era su posición favorita. Sacudió el culo y se abrió las nalgas, llevando una mano para exponer su entrada. Kai se puso en posición, hincado sobre la cama, paseó su polla por la apretada extensión y metió la punta. Luhan se movió hacia atrás, empujándose para que todo el pene entrara, pero Kai no lo dejó.

Se separó de Luhan y volvió a tantear la entrada con la cabeza de su pene. El glande brillaba y lo cierto era que no se arrepentía por no usar condón. Frotó el glande con el esfínter y cuando brotaron gotas de esperma, penetró sin previo aviso y con mucha fuerza. Tanta, que Luhan soltó un grito de desesperación, que más bien sonó como un gruñido. Nuevamente deslizó la erección hacia fuera y con dureza volvió a incrustarla en la estrecha cavidad.

Las estocadas fueron constantes y aceleradas en ratos, tratando que de esa manera ninguno eyaculara rápido. Pero de igual modo necesitaban terminar antes, sus cuerpos lo pedían a gritos. Kai embistió con celeridad, acariciando a la vez el redondo trasero que se abría para dar paso a su polla. Luhan por su cuenta se masturbó, derramando su semilla en las sábanas y apretándose por la parte de atrás. Al sentirse asfixiado, Kai eyaculó en el interior del rubio, penetrándolo por última vez y logrando que su semen se escurriera por entre las nalgas.

Ambas respiraciones llenaron la habitación. Olía mucho a sexo y había demasiado líquido seminal entre ellos, pero aun así, Luhan se derrumbó en la cama, tratando de calmar su agitada respiración. Kai sacó su pene, y se acostó a un lado del pequeño, palpándole la cintura. 

Varios minutos pasaron, lo que obligó a que Luhan rompiera el gran silencio.

–¿No que no te gustaban los hombres? –Le preguntó, volteando a verlo.

–¿Eres uno? –Kai no pudo aguantarse las ganas de preguntarle.

A Kai no le gustaban los hombres, sólo le había gustado Luhan. ¿Eso acaso contaba? Porque el rubio parecía más niña que varón. 

Notas finales:

Quiero seguir otro shot, un Taoris xDD.. ya ven que desaparecieron :P Si hay apoyo, lo escribo. Dejen sus comentarios.


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