“ Compartiéndole habitación “
Al día siguiente, en el areopuerto, al mediodía
Los padres de Zelo y Zelo ya habían hecho check in en el vuelo y estaban recorriendo la zona de espera, hasta que vieron a Yongguk allí, parecía que no había llegado mucho rato antes que ellos pues ni siquiera había sacado su celular para ver la hora aún, la familia se acercó a Yongguk y se sentaron a su lado.
Padre y madre – Hola Yongguk.
Yongguk – Hola – Dijo Yongguk y extendió su saludo mirando a Junhong
Junhong estaba vestido con un sweater gris, esta vez liso en color, unos jeans negros y unos tenis negros con verde fluorescente, en la cabeza llevaba una gorra roja y blanca que decía “Korea” en verde fluorescente, se veía adorable con esas pintas.
Zelo – Hola – Dijo Zelo actuando más natural ésta vez, sentándose a su lado
Lo había conocido mejor la noche anterior y sabía que estaba divorciado y que no quería ver a sus hijos porque éstos habían escogido quedarse con su madre, que adoraba a los niños, que además de ser jefe en la parte de contabilidad de esa empresa, era profesor de matemáticas en un instituto británico y que amaba la música y leer… Tenían mucho en común, sobre todo el gusto por la música hip hop-rap y la lectura, seguro que se harían muy buenos amigos.
Aún faltaban dos horas para volar, fueron antes por los temas de documentación del areopuerto para no demorarse.
Madre – Junhonggie, ve con Yongguk a comprar algo salado para almorzar y refrescos a cualquiera de las tiendas de por aquí, los esperamos.
Zelo obedeció, yendo con Yongguk por varias tiendas, hasta que al final encontraron un subway que les convenció mucho, pararon allí y Yongguk tomó el dinero de Junhong para ordenar.
Empleada - ¡Oh, qué lindo niño! – Dijo acercándose a ver a Junhong a los ojos, Yongguk empezó a sentir una oleada de celos invadiéndolo - ¿Qué van a llevar?
Yongguk pidió la orden intentando disimular lo que había sentido instantes atrás, sin embargo mucho no le salió, pues estaba tenso, y Junhong podía notarlo. Yongguk se había enamorado a primera vista del niño y no lo dejaría ir hasta declararle sus sentimientos. Junhong se sentía raro, sentía las cositas que todos decían que sentían cuando “un adolescente se enamora” y sentía excitación cuando estaba con él, sólo esperaba que los paseos que hicieran durante la tarde que tenían libre lo distrajeran lo suficiente.
Una vez hecha la orden, se fueron con los cuatro sandwiches y las cuatro bebidas de vuelta a donde estaban los padres de Zelo, quienes contemplaron satisfechos la comida, hacía horas que no comían, por ello todos estaban hambrientos, empezaron a comer con normalidad, y cuando terminaron, Junhong pronunció unas simples palabras que a Yongguk le parecieron toda una oportunidad:
Zelo – Voy al baño.
Yongguk – Yo también tengo que ir, vamos – Expresó caminando a su lado
Mentira, en realidad no tenía que ir al baño, en realidad quería hablar con Junhong del “asuntito” de su excitación, para su suerte el baño estaba vacío y nadie parecía querer entrar.
Una vez Junhong hizo sus necesidades, él le impidió salir, encerrándose de vuelta en el cubículo con él.
Yongguk – No creas que no me doy cuenta que te excitas cada vez que me ves – Dijo Yongguk – No tengo treinta y tres años en vano, y creéme que tú también me atraes.
Zelo – Pero, ¿tú no estabas casado y con hijos?
Yongguk – Nos divorciamos porque me di cuenta que era gay – Expresó, dejando sorprendido a Junhong – Tampoco es como si te fuera a hacer algo en contra de tu voluntad, más tarde lo hablamos, ahora vamos o tus padres nos matarán – Rió
Luego de eso todo sucedió sin que Junhong se diera cuenta siquiera de si pasaba el tiempo: tomaron el avión, llegaron a Japón, hicieron un mini paseo de compras y regresaron al hotel por la tarde noche, dos horas antes de cenar. Oh no, ahora que estaba sólo con Yongguk en una misma habitación, ¿qué pasaría? Y lo peor de todo, es que ésta habitación sólo tenía una cama, ¡dormirían juntos!
Entraron a la espaciosa y acogedora habitación y se tiraron en la cama, Zelo le dio la espalda, no quería hablar con él, se sentiría intimidado.
De pronto, sintió que él también se giraba, y le empezaba a besar el cuello, Zelo cerró los ojos, pegó un respingo y se dejó hacer, hasta que alguien tocó la puerta. Yongguk fue a abrir, su padre.
Padre - ¿Y? ¿Cómo va todo? – Dijo entrando con confianza – Veo que están cansados, ¡ánimo! Ahora sólo vamos a cenar y luego a dormir, ¡mañana tendremos todas las baterías puestas para los paseos de la ciudad!
Yongguk - ¿Vamos a cenar, ahora?
Padre – Sí, vístanse, entre que conseguimos lugar y eso, se nos va a complicar.
Yongguk – Ok.
Su padre se fue, Zelo buscó ropa y fue a cambiarse al baño mientras que Yongguk lo hacía en el dormitorio, aún le daba vergüenza mantenerse en contacto con Yongguk, lo que no sabía era que Yongguk planeaba algo para hacer que NUNCA MÁS volviera a cambiarse en el baño, al menos no durante el viaje en el que compartían habitación.