“ Una gran noche “
Fueron a buscar lugar para cenar, Zelo se sentía menos tenso pero a la vez no podía destensarse por completo pues Yongguk siempre estaba a su lado, dedicándole miradas o simplemente caminando, Zelo sentía su presencia a flor de piel, sabía que estaba allí, aunque no lo estuviese viendo directamente.
Finalmente pararon en un restaurante de comida rápida y comieron pizza entre divertidas charlas… Yongguk seguía dedicándole miradas a Zelo a espaldas de sus padres, Zelo sólo atinaba a sonrojarse; ahora había admitido que algo sentía por él y que no debía evitarlo, o le iría peor.
Mientras caminaban en dirección al hotel, los padres de Zelo y Yongguk hablaban entusiasmadamente del paseo de mañana por la ciudad, cosas a las que Zelo no podía prestarles mucha atención, pues estaba completamente en su mundo, pensando en qué haría cuando estuviese de vuelta con Yongguk en la habitación.
Madre – Veo que estás muy cansado, hijo, espero que duermas bien para que mañana podamos hacer el paseo favorablemente.
Zelo – Sí, no te preocupes mamá, ya sabes, hoy llegamos y aún me siento un poco aturdido – Se las arregló para que su sonrisa pareciese verdadera – Sólo una noche y mañana estaré como nuevo – Luego de dicho esto miró a Yongguk con la mirada más pervertida que pudo sin que su madre lo notara, Yongguk se sorprendió y luego le sonrió
Madre – Oh, ya veo…
Entonces, llegaron al hotel, y al llegar al cuarto piso, Zelo intuyó que le esperaba una noche plagada de nuevas experiencias, y volvió a excitarse, sus padres, para su suerte, no notaron aquella excitación cuando se despidieron y él atravesó el pasillo junto a Yongguk puesto a que sus habitaciones estaban muy separadas.
Entraron a la habitación y Yongguk cerró la puerta con seguro mirando lascivamente a Zelo, quien sólo se sentó en la cama, mirándolo.
Yongguk - ¿Cómo debería castigarte por enviar miraditas pervertidas en público?
Zelo – Admito que me siento excitado por ti, yo no solía estar interesado en hacer “esas cosas” – Explicó poniéndose serio
Yongguk – Yo haré que lo pases bien.
Esas palabras fueron suficientes para que Zelo supiera lo que venía antes de que lo besara con pasión, metiendo su lengua en su pequeña cavidad bucal, explorándola y excitándolo más en el acto, su “erección” empezaba a sentirse por Yongguk, el pene de Yongguk también estaba duro, aunque su erección sí era real, él era todo un hombre.
Recostó a Zelo en la cama de lado y bajó besando su cuello, quitó su camiseta y siguió con la suya propia, dejando ver su torso marcado. Zelo se mordió inconscientemente los labios mientras lo miraba, Yongguk sonrió y continuó el recorrido de besos, bajando por su abdomen de niño, y llegando al elástico de sus pantalones deportivos negros, sacándoselos y dejándolo en bóxer.
Zelo – Yo también quiero desnudarte – Dijo con cierta inocencia y un enorme sonrojo
Sólo esas palabras excitaron mucho a Yongguk, Zelo llevó sus manos al sus jeans para desabrocharlos y bajarle el cierre, dejando a la vista sus boxers blancos en los que se marcaba la potente erección aún en crecimiento, Zelo se asustó un poco, y Yongguk se acercó a su oído para decirle:
Yongguk – No te preocupes, seré gentil.
Seguido a eso, Yongguk sacó los bóxers del menor y los suyos propios, dejando ver su erección, puso a Junhong en cuatro y le envió dos dedos para lamer mientras empezaba a masturbar ese pequeño pedazo de carne que aún no podía erectarse por ser un pre puberto.
Zelo los lamió mientras gemía, gemidos que eran ahogados por los dedos de Yongguk, quien cuando los sintió los suficientemente lubricados, los llevó al trasero de Junhong, metiendo uno sin dejar de masturbarlo, ocasionando que un gemido de dolor se dejara oír entre muchos de placer.
Cuando Yongguk lo creyó acostumbrado a ese dedo, introdujo el segundo, y empezó a moverlos simulando que éstos eran un pene, hacia afuera y hacia adentro, hasta que sintió que el menor llegaría al orgasmo, entonces paró y tomó su cadera con sus manos para luego llevar su pene a la entrada del menor y empezar a penetrarlo lentamente y con delicadeza.
Zelo no sentía casi dolor, estaba demasiado excitado como para sentirlo, cuando éste pequeño dolor (muy pequeño) se fue, empezó a mover sus caderas, dándole a entender al mayor que podía moverse, y éste así lo hizo, empezó a moverse lentamente… Aumentó la velocidad cuando sus gemidos lo hicieron.
Junhong gemía con voz aguda y alta, Yongguk gemía con voz grave y fuerte, las embestidas se hacían más y más fuertes, Junhong nunca se había sentido tan excitado, sólo podía gemir como reacción, y gritar cuando Yongguk tocó un punto dentro de él que lo volvió loco:
Zelo - ¡Yongguk, m-más a-ahí! ¡Ohhh sí! – Gritaba Zelo, completamente extasiado
Yongguk obedeció a sus órdenes, siguió dando en ese punto hasta que Zelo sintió que no podía más de ese placer.
Zelo sintió un cosquilleo en su vientre y algo caliente subir, entonces gritó de placer, cerrando fuertemente sus ojos y derramando su semen sobre los cojines que estaban arriba de las sábanas.
Yongguk salió de él y se tiró en la cama a su lado mirando al frente, tratando de recuperar la respiración, eso había sido simplemente genial e intenso… Intensamente genial, y eso que Zelo sólo tenía doce años.
Zelo – Eso estuvo muy bien… - Dijo Zelo aún recuperándose, posicionándose luego encima de él – Pero… Quiero más, dame más… - Dijo moviendo sus caderas provocativamente, rozando sus miembros, provocándolo
Yongguk – Lo que tú desees Zelo – Dijo levantándolo para luego ayudarlo a autopenetrarse con su ya de nuevo erecto miembro
Zelo empezó a moverse de arriba hacia abajo, autopenetrándose con el miembro de Yongguk, quién se mordía los labios ante la visión de su cuerpo desnudo montándose al mayor, necesitaba moverse más y más rápido cada vez, con más fuerza. Yongguk le abrió las piernas para que se moviera de tal forma que su pene se rozara con el suyo, Zelo gemía cada vez más fuerte, hasta que su visión se nubló.
Yongguk tomó por las caderas a Zelo, ayudándolo con el movimiento, hasta que Zelo gritó, volviendo a derramar su semen, ésta vez en el abdomen de Yongguk y parte del suyo.
Una vez se recuperaron, se ducharon y se fueron a la cama, cuando se recostaron, Zelo empezó a sentir un gran dolor en su trasero.
Zelo - ¡Uy, Yongguk! Me las pagarás por esto.
Yongguk – Tranquilo, apenas te recuperes sabes que volverás a pedirme sexo… - Dijo riendo mientras lo miraba lascivamente