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Takao... por LinaDenisse

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Notas del fanfic:

¡Hola!


Este es mi primer Fanfic de KnB y el primero que subo aquí, así que si hay algún error porfavor diganme.


Espero que disfruten leyendo como yo escribiendolo.


¡Gracias por pasarse!


 

— ¡Shin-chan! ¿Por qué tienes esa cara? —Midorima estaba sorprendido. Sus ojos abiertos de par en par detrás de sus usuales lentes. ¿Qué hace Takao aquí? ¿Cómo? ¿Acaso ha logrado burlarse de la muerte igual que se burlaba de mi?

 

—Takao… ¿Qué haces aquí? –era de noche y solo una farola les alumbraba, ambos tenían el uniforme de Shuutoku y el rostro de Takao se veía anormalmente pálido cuando sonrió. ¿Acaso iba a practicar  de nuevo? ¿Volvería al equipo?

 

— ¿Acaso no es obvio? —no, pero me alegra verte de nuevo. Palabras jamás pronunciadas murieron en la mente de Midorima, que apenas conseguía no abalanzarse sobre el  muchacho de cabello azabache— Estoy aquí porque Shin-chan me llamaba. ¿No me estabas llamando Shin-chan?

 

Un sueño. Esto es un sueño.

 

—Eres un idiota, nanodayo. —Idiota. ¿Qué no ves que intento seguir? ¿Por qué apareces aquí? ¿No  te basta estar en mi mente todo el día? ¿Por qué  llegas tan de repente a poner todo de cabeza de nuevo?

 

—Shin-chan, deja de hablar así  que hieres mis sentimientos. —maldito, con su bonita sonrisa… Midorima sacudió la cabeza sin dejar notar que su mundo se había revuelto por segunda vez después de la muerte de su… Compañero.

 

—Debes irte. —Takao pareció sorprendido. ¿De qué te sorprendes? No es como si fuera a abrazarte como un idiota. Lo quería, lo necesitaba, lo deseaba. Pero había cosas más importantes en la cabeza de Midorima, planes en los que Takao no estaba. El pelinegro bajo la cabeza sonriendo con melancolía (Cosa que Midorima no advirtió).

 

—Tú nunca cambias ¿Verdad Shin-chan? ¡Deberías ser más amable! Ya te lo he dicho…

 

— ¡No hables como si estuvieras vivo! —los ojos del muchacho se llenaron inevitablemente de lágrimas, y Takao  sonrió, como siempre lo hacía para Shin-chan.

 

—Bueno, al menos tú vas a vivir por mí. Extrañaré jugar contigo ¿Tú no extrañarás jugar conmigo, Shin-chan?

 

— ¡Takao!cállate, cállate, deja de recordarme esto, deja de hacerme sentir así. ¡Deja de hacer que te quiera!

 

—Iré a verte a todos tus partidos Shin-chan, será como antes... Solo que desde lejos.

 

Midorima no respondió, no había jugado baloncesto después de que el pelinegro sufrió aquel accidente, no era igual si Takao no estaba ahí. Él debería saberlo.

 

— ¡También animaré al resto del equipo! ¿No te parece bien, Shin-chan?

 

Para ese entonces, lágrimas ardientes recorrían el rostro de Midorima. Y el de Takao. Calla, no me tortures más. Takao… Takao dio un paso vacilante hacia él.

 

—Voy a extrañar el baloncesto. —el pelinegro sonrió débilmente.- Pero podré verte jugar ¿No? Con otras personas, ¡alguien nuevo jugará con Shin-chan!

 

Dio otro paso y Midorima tuvo que agachar su rostro para verlo mejor. Los fríos brazos de su antiguo compañero le rodearon, no tuvo fuerzas para alejarlo. Takao… No quiero que nadie más juegue conmigo.

 

—Takao… —apenas alcanzó a susurrar cuando el impulso de tenerle más cerca fue más fuerte que él. Con sus cuidados dedos alzó la barbilla del menor y, antes de que se dieran cuenta, una guerra se libraba en sus bocas.- Takao…

 

— ¡Voy a visitarte pronto, Shin-chan!

 

El muchacho ya no estaba en sus brazos. Desaparecía como si estuviese hecho de arena. No. No puedes venir y destrozarme así, y luego irte. ¡No!

 

— ¡Takao! —se lanzó hacia el frente con un brazo estirado, pero Takao ya era solo un fantasma desmoronándose.

 

—Shin-chan, te quiero.

 

— ¡Takao! —el peliverde intentó alcanzarle. Ya no quedaba nada.

 

Cayó de rodillas, sollozando involuntariamente.

 

—Takao… Takao…

 

 

 

 

 

*** 

 

 

 

 

 

—Takao… —Midorima abrió los ojos y se incorporó de rodillas. Estaba llorando: —Takao…

 

Secó su rostro y dio un profundo suspiro cargado de tristeza.

 

—Takao… También te quiero.


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