Inevitable
—Esto no me puede estar pasando—, pensaba la enorme loba de pelaje negro y brillante que se iluminaba con la luz de la luna llena, esta pareciera ir cuidándola mientras el enorme animal corría desesperado por ese inmenso bosque perdido en medio de las altas colinas, no sabía cuánto tiempo llevaba corriendo, pero lo que si sabía era que no podía parar en ningún momento, —si tan solo pudiera llegar cerca del pueblo, podría cambiar de forma y mezclarme con las personas—, se decía a si misma tratando de encontrar alguna salida sin terminar muerta, —aunque desnuda no pasare desapercibida por ahí caminando como si nada—, razono al darse cuenta que no era una opción hacer eso, sus patas ya no daban mas de tanto correr, sabía que llevaba una buena ventaja pero aun escuchaba los ladridos de los perros que la seguían,— malditos perros—, era lo que pensaba cada vez que escuchaba sus ladridos, ella sabía que podía ahuyentar a cualquier perro que se encontrara por ahí, pero estos eran diferente, estaban entrenados para no tener miedo y matar cuando sus dueños se los ordenaran,— estúpidos cazadores, se quedaran con las ganas de llevarse mi cabeza como trofeo—, pensaba llegado el punto donde ya no escuchaba los ladridos de los canes.
Venían recuerdos a su mente, de cuando El tiempo pareció detenerse desde que se encontró de frente con una media docena de cazadores, ella estaba tranquila esperando a sus amigos que eran miembros de la manada, habían quedado de juntarse y cazar un rato para despejarse y conocer mejor la zona ya que hace poco se habían mudado de hogar, tuvieron que dejar el pueblo donde Vivían antes por el mismo problema "cazadores"— malditos cazadores—, se decía otra vez.En el momento que sintió unas ramas quebrarse y levanto su cabeza para ver a sus amigos, fue el preciso momento donde sintió que todo pasaba en cámara lenta y el tiempo parecía detenerse, no eran sus amigos, sus sentidos se agudizaron buscando alguna salida desesperada mente, mantuvo su vista al frente sin mostrar miedo a los 6 cazadores que estaban a unos veinticinco metros de ella, al repasar la vista en ellos se quedo fija en el hombre que estaba al frente de todos, a pesar de la distancia vio al cazador a los ojos fijamente, tenía unos ojos de un color peculiar, no sabía si eran azules o grises, nunca en su vida vio unos ojos así, no precisamente por el color, si no por lo que estos le transmitían, tenía una vista penetrante, dura y la más fría que vio en su vida y eso que pensaba que nadie le podía ganar a su padre en ese sentido, pero este hombre le causaba un escalofrió y solo quería correr lo más lejos que pudiera del, aun con ese hombre parado enfrente de ella y causándole algo de miedo por su impenetrable mirada, ella tenía la ventaja con una simple carrera pensaba que los dejaría sin opciones de seguirla, pero por un momento bajo la mirada y vio lo que hacia la diferencia, los cazadores iban armados, sabía que no eran armas que le pudieran hacer mucho daño ya que no sentía rastro alguno de plata en ellas, pero los enormes perros que tenían era la gran diferencia, podía ver que eran una raza de braco alemán cruzados con otra raza que no sabía diferenciar, se veían que estaban hechos para cazar presas grandes, tenía más del doble de tamaño de ellos, pero cuando logro ver que eran once el total que pudo contar, no se lo pensó dos veces y corrió con todas su energía, escucho los gritos de los cazadores que se habían quedado en shock después de verla, supuso que los gritos eran ordenes de cazarla o algo así ya que no pensaba ponerle atención a lo que decían, solo salió corriendo a lo que le daban sus patas, pensó en sus amigos y aúllo mientras corría tratando de que alguno la escuchara y se pusiera en alerta para avisar a la manada, sabía que eso era peligroso ya que daría su ubicaciones de forma más certera a los cazadores para que siguieran tratando de cazarla, pero la diferencia estaba en que si sus amigos la escuchaban estarían a salvo ellos y la manada, —después de todo uno no es nada—, decía para tratar de entender que hacia lo correcto, ella aun podía escapar, pero si atrapaban a su manada no solo caerían algunos, si no que la mayoría y no dejaría que eso pasara, después de todo era la futura alfa y tenía que protegerlos de alguna manera.
De vuelta a su realidad, puso más atención al camino para ubicarse mejor y tratar de tomar el camino más corto para llegar a una cabaña que tenían los de la manada a las afueras del bosque casi llegando al pueblo, donde todos tenían mudas de ropa para cuando salían del bosque y así no poner en evidencia su existencia a vista de los humanos comunes y corrientes, su plan iba en llegar ahí, cambiarse lo más rápido que pudiera y salir del bosque hacia su casa donde estaría su padre y poder avisarle de lo ocurrido, pero aun le faltaba para llegar a la cabaña aunque no escuchaba los ladridos de los perros ella corría como si le estuvieran a punto de alcanzar, el dolor de sus patas ya no se sentía gracias a la adrenalina que corría por ella, pronto el bosque dejo de ser tan frondoso como se veía minutos antes se dio cuenta que paso de estar algo oscuro a iluminado ya que con menos arboles alrededor la luna iluminaba intensamente, —ya casi— se dijo así misma dándose ánimos ya que estaba saliendo del inmenso bosque para adentrarse a las afueras de él, su pelaje se movía al compas del viento que corría libre por los espacios que el bosque dejaba y la luna brillaba como nunca tratando de llamar su atención, por un momento se fijo en ella mientras corría, era algo que no podía evitar estaba en su naturaleza y como ya no sentía a los cazadores siguiéndola se permitió realizar ese movimiento, —¡mierda!—exclamo cuando ya era demasiado tarde, delante de ella había una enorme trampa, lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y recibir el impacto,—dios que suerte tengo— se dijo al momento de abrir un ojo para ver si era algo grave, pero al ver que no había sangre abrió los ojos completamente y pudo ver qué pasaba—a quien mierda se le puede ocurrir poner algo así en esta parte del bosque—se preguntaba al ver la enorme trampa—esto es para atrapar osos y en estos lugares no los hay, lo más grande que he visto son zorros y jabalíes, bueno y nosotros, pero quien diablos esta tan loco para poner esto aquí— seguía preguntándose al ver los filosos dientes que tenia la trampa—¿cómo saldré de esto?—se decía tratando de sacar su pata delantera, gracias a que la trampa era hecha para animales más robustos no le hizo demasiado daño ya que su pata quedo entre los dientes de esta misma, maldecía tratando de quitarse la trampa pero no conseguía ni siquiera aflojarla, solo causaba que su pata se lastimara al tratar de forzarla y realizara cortes en su piel logrando hacerla sangrar en los intentos fallidos, estaba tan concentrada que no se dio cuenta de un ruido que provenía de las afuera se iba acercando donde estaba ella a causa de sus quejidos.
—Jade, no te alejes demasiado— ese grito logro llamar su atención pero ya era demasiado tarde, unos pasos que se acercaban cada vez mas hicieron que ella levantara su cabeza buscando de donde provenían—mierda, maldita sea—exclamaba la loba— ¿ahora que hago?—.
—relájate Cat, solo veré que es, ni que fuera tan peligroso este maldito pueblucho, sabes que acá nunca pasa algo interesante— decía una chica de tez blanca y vestimenta oscura que se acercaba sin tener la menor idea de lo que vería.
—pero y si hay un monstruo de eso que salen en las pelis que me obligas a ver contigo— le recriminaba una chica peliroja mientras la seguía
—ojala dios se apiade de mi y nos ponga algo interesante para ver— se decía mas para ella que para su amiga que la seguía con paso inseguro—Pff estoy segura que te gustara lo que veras, tanto que correrás como marica—se decía la loba esperando el encuentro—si tan solo tuviera mi ropa podría cambiar—seguía pensando—pero tal vez lastime mi mano y eso complicaría todo—razonaba
—Jadee tu padre dijo que lo esperáramos a fuera del bosque— seguía la pelirroja
—a la mierda mi padre, el se entretiene matando pobres animales, sin ningún motivo, yo solo quiero ver que cayó en su tram…— la pelinegra no termino la frase cuando vio la presa de su padre mirándola fijamente—¿qué mierda es eso…?— decía asombrada por lo que veía—hola chica, soy un pequeño perrito, me quieres adoptar— jugaba la loba por la expresión de la chica—mierda, hubiera estado buena esa, si tan solo me pudiera escuchar— se decía la loba.
—Cat no te acerques.
— ¿Por qué?— la pelirroja preguntaba al momento que se paraba al lado de su amiga—¡Jade! ¿Qué es esa cosa?— decía asustada mientras se aferraba al brazo de su amiga.
—no lo sé, pero ¿a que esta genial?— la pelinegra salía de su asombro—nunca había visto uno así, ni en fotos, mira qué grande es— decía tratando de acercarse a la loba lastimada.
—noo, Jade— la peliroja se aferraba a ella tratando de detenerla—no te acerques al perrote, te puede morder.
— ¿Morder?—preguntaba Jade—lo menos que me preocuparía seria eso, míralo, esa cosa me podría arrancar el brazo— seguía la pelinegra— ja ya quisieras tu que yo te mordiera niña— decía la loba —es hermoso Cat— decía Jade soltando a su amiga acercándose definitivamente a la loba.
—¿hermoso?, pero que le pasa a esta chica, ¿que no me tiene miedo?— miraba a Jade acerase a ella aun mas— y seria hermosa, no hermoso, que esta siega— se enfadaba por el cambio de género, pero no le duro el enfado cuando vio a la chica agacharse para quedar a su altura a solo medio metro de ella—¡dios esos ojos!— dijo la loba tratando de ver porque le causaba esa sensación—los he visto antes—decía—pero de forma diferente— no se percataba que se acercaba a la chica mientras trataba de recordar.
—Jade cuidado—decía Cat—te puede morder, ya no te acerques tanto—
—cálmate Cat, solo esta lastimado, míralo ni siquiera se ve molesto, tratare de liberarlo—eso ultimo que dijo la chica de piel blanca llamo la atención de la loba que al fin salía de su estado de concentración—¿liberarme?, esta chica sí que es rara—decía la loba, la miro directo a los ojos y Jade ya le mantenía la mirada tratando de ver algún cambio para estar segura de que no la atacaría,—wow que intensos ojos cafés pensaba Jade—se quedaron así un momento, manteniéndose la mirada—oye perrito, lobo o lo que seas—decía Jade—te liberare así que no se te ocurra intentar morderme—la loba vio algo de duda en la chica así que bajo su cabeza sumisamente y se hecho a lo largo de su cuerpo tratando de parecer inofensiva—bien así esta mejor— dijo Jade y con rápidos movimientos soltó la pata de la loba, para luego alejarse rápidamente y mantener una distancia prudente.
—Gracias— decía la loba, aunque sabía que la chica no la escuchaba, mientras las miraba se fue levantando de a poco dejando a la vista de las chicas su imponente porte que poseía.
—woo, sí que es enorme—se asombraba más aun la peliroja
—Así es, ya ves fue un buen chico— asomaba una sonrisa en Jade
—Creo que es chica— decía Cat llamando la atención de las otras dos
—emm, creo que si— le daba la razón a su amiga—comprobado— decía agachada tratando de ver debajo de la loba—dios, que no lo pueden comprobar de otra manera—pensaba la loba—no se tal vez fijarse en mi cara que es más fina o mi pelaje más suave, pero ¡no!, tienen que mirar hay bajo— seguía molesta y avergonzada.
—jeje Jade ya no la mires se enojara
—ps ya que— decía Jade sin importancia—será mejor que nos vallamos mi padre llegara pronto y si descubre esto me mata—recordaba algo enojada
—sipi—decía su amiga en afirmación—bueno perrote nos vemos algún día— decía yéndose sin esperar a Jade.
—bueno, esto no lo olvidare, fue algo interesante— aun mirando a la loba fijamente.
—yo menos lo olvidare— se decía la loba—esos ojos no los podría olvidar— pensaba mientras un ruido llamaba su atención—mierda mis amigos—recordaba, cuando volvía a escuchar lo mismo—están bien—se relajaba al saber la noticia, eran aullidos de ellos calmándola—será mejor que valla por mis padres, adiós chica de hermosos ojos— decía mientras la miraba y movía su cabeza a modo de despedida, para luego salir corriendo en dirección de la cabaña—espero que todos estén bien— pensaba aun algo preocupada.