- Shim me la mamo en el baño. – Terminó por suspirar el peli-negro, YooChun conducía el auto, era una costumbre que luego del desayuno llevar a JaeJoong a su trabajo, y no es porque él no tuviera, sino que lo hacía de vez en cuando, cada vez que a JaeJoong le daba flojera sacar el suyo.
- ¿La mama bien? – Rieron.
- Más que bien. Pero, ese no es problema. Todos sabemos que no hay que volver a meterse con el mismo tipo dos veces. Joder. –Chasqueo la lengua, metió su mano a la cartera de su pantalón y tomo un cigarrillo para encenderlo en ese momento, fumar lo calmaba.
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- ChangMin, no exageres, no pasa nada, una mamada más una menos, ¿Qué más da? No hay diferencia. –MinHo le comentó, acercó el porro a sus labios y lo aspiro.
- Se supone que con todos es sólo una vez. – Giro su rostro hacía su amigo, los dos se encontraban apoyados en el JIP <, alzo su mano hacía su amigo y le quito la marihuana, solían drogarse con un porro de vez en cuando en la mañana. MinHo con la excusa que así podía entender mejor a los mocosos de su clase y ChangMin… decía que tenía mejor imaginación. Dos completos idiotas.
-Ah… Mira, Amigo mío. Yo, me volvería a ligar al rubiecito 10 , 20, 100 mil veces y no tendría problema, ¿Sabes por qué? Porque me la mama de maravilla, tiene un culo de maravilla, y el sexo con él, es de maravilla. Y sí te pasa lo mismo con JaeJoong, no hay problema, ligatelo otra vez. Ahora, déjame de joder, tengo que ir a enseñarle a esos mariconcitos de mi clase la segunda guerra mundial. –El menor se giró en su lugar, introdujo su brazo por la ventana y alcanzó su maletín, rio bastante divertido, y se acercó besando los labios de Shim, un pequeño pico, como siempre lo hacían- Nos vemos en babilonia. –Se alejó con pasos largos, dándose medía vuelta para volver a verle- ¡Y lleva el éxtasis!
- ¡Siempre preparado! Y deja de follar niños en los baños que es ilegal, profesor. –Le grito Chang de su lugar, se echó a reír unos segundos, boto la cola de lo que fumaba y se subió para partir al ver a MinHo doblar por la esquina- Gilipollas.
- Follar, follar. Debí decirle que los de último año están buenos. –Murmuró para si mismo. Llevaba una de sus manos dentro de la cartera delantera su pantalón, con la otra sujetaba su maletín, caminaba hacía la entrada de la escuela donde daba clases, una de hombres, por supuesto, rodeado de niños todo el día. Uh. – Ese Lee tiene un buen culo, ¿Cómo es que nunca le vi? – Pensó al ver a uno de sus estudiantes caminando frente suyo, se mordió el labio inferior y adelanto el paso hasta alcanzarlo. Se acercó hasta el oído del menor al a verse inclinado un poco-. ¿Hizo su tarea, señor lee? ¿Sabe lo que le pasa a los alumnos que no lo hacen? –Murmuró causando un pequeño rubor junto a una picarona sonrisa en los labios del menor. El profesor Choi MinHo, 24 alumnos en la clase de historia, follados: 23.
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-KiBum, hay un puto cliente de polla gigante que pide hablar con el dueño por un problema con una camisa. – Entro a la oficina la encargada, una chica bastante guapa, bollera, por eso Key la tenía trabajando con él.
- Uh. Hazlo pasar, ¿Qué esperas? El señor PollaGigante, recibirá la mejor atención del dueño. Hay que complacer a los clientes. –Rio desde su lugar, se quitó las gafas que usaba cuando ocupaba el ordenador y las dejo de lado.
- Maricon caliente. – Rió TaeYeon saliendo de la oficina yendo directo a la tienda. – El señor Kim dice que puede pasar, acompáñeme por aquí, le llevaré a su oficina. Por favor. –Le invitó a caminar, el tipo por lo menos le seguía el paso detrás. – Por aquí, puede entrar.
El rubio se levantó de su lugar, rodeo su escritorio y camino hacía su cliente, Joder, TaeYeon no mentía… una bastante grande.
-Un placer, Kim KiBum, con quien tengo el gusto… –Se inclinó en una suave reverencia, extendiendo su mano, la cual fue aceptada por…- Kim JongHyun, es un gusto.
-Por favor, pase, tome asiento. –Le invitó con un leve gesto, y del mismo modo se acercó a la bollera de la puerta. – Que nadie me moleste, dame una hora.
-Puto. -Rió.
-Que nadie moleste. –Terminó por murmurar,divertido, y se adentró más a su propia oficina, el joven se encontraba sentado frente al escritorio, no se le veía del mejor humor, pero él sabía cómo calmarlo. Estando detrás suyo, apoyo las manos sobre el hombro del cliente y se inclinó un tanto-. Me han informado que ha quedado disconforme con una de nuestras camisas, puede mostrarme el problema cuando guste. –Murmuró a la altura de su oído, sonriendo muy leve…
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-… En fin, ‘Volgk’ va dedicado a mujeres, ¿Y qué quieren las mujeres?, Hombres, ¿Cómo? Que tengan músculos, una buena apariencia, con el cabello castaño. – Shim, era uno de los mejores en su trabajo, le gustaba la publicidad y crear cosas, tenía una buena imaginación. Apoyado en la larga mesa de la sala, con sus dos manos, observo a los clientes, en especial a uno. Bajo, cabello rojo, ojos negros, nariz perfilada…
-Es una buena idea, Shim. Pero, ¿Y el hombre? ¿No crees que está muy… descubierto? – Lee hizo su presencia, el dueño de la compañía.
-¿Descubierto? Yo no le veo nada malo. –El castaño se giró a la proyección detrás de él, observo al buen hombre, solo con un par de bóxer puestos y gran paquete entre las piernas. Bastante llamativo para las mujeres necesitadas que comprarían el producto sólo para imaginarse al tipo follandolas. Hermoso, ¿No? – Usted, señor Park. ¿Le gusta la propaganda? –Su vista intensa se posó sobre el pelirrojo, el representante que habían enviado de ‘Volgk’.
-Mh, sí, no le veo problema. Es más, me gusta bastante. –Respondió con seguridad, seguía en su misma posición, aunque en sus ojos se podía ver algo de nerviosismo.
Fin de la reunión.
-Park HyungSu, es casado felizmente hace dos años, tiene 25 años y un bebé. Chang.
- Woah. Acabando con su vida tan joven. –Chang rió, en la compañía con la única que se llevaba bien, era con la secretaría. Ella sabía bien de su homosexual, de sus gustos. Y sabía bien que ya se había tirado a la mitad de los trabajadores más jóvenes y clientes de otras empresas-. Sé que lo es. Diles a todos que al cliente le quedaron dudas que le resolveré. –Se adentró nuevamente a la sala de conferencia, cerró las dos grandes puertas y camino hacía el pelirrojo, seguía ordenando unos papeles pero él sabía bien que era lo que quería-. ¡Señor Park! Aún aquí… Mh. ¿Quiere que le ayude en algo?
-Se ve que sabes bien lo que haces. –El pelirrojo se giró, tomo su maletín con las dos manos y terminó recostándolo sobre la mesa. En ese momento, Chang estaba a un lado de él, observaba la curva que se formaba para darle el inicio a su trasero y descaradamente se mordía el labio inferior, pero más descarada esa mirada, tan intensa, tan caliente.
-Siempre he sabido cómo hacer bien… mi trabajo. –Esbozo una sonrisa suave-. Y quiero seguir haciéndolo… Sabes. –La última palabra para el primer paso, se lanzó encima del chico, sus manos apoyadas en su alrededor y sus labios depositando pequeños besos desde su mejilla hacía su cuello, bajando con prisa, ah, tenía un buen aroma. Pero no quería ir lento, tenía pocos minutos, una de sus manos se fue directamente hacía su pantalón, apretó su entre-pierna con fuerza lo que le hizo gemir y masajeo unos segundos para después llevarla a desabrochar de inmediato, colando su mano dentro de sus ropas, hasta debajo de su bóxer para tomar su pene. Ya había saboreado su cuello, esta vez, sólo subió un poco más para llegar a sus labios, un apasionado beso. Ah. –Girate. –Ordenó, a lo que su cliente, tomo orden tan rápido. Sus pantalones abajo, los de él…
Con cosas así, ChangMin siempre llegaba a tener un excelente día, aunque ya lo había comenzado a tener, JaeJoong a primera hora le hizo bien.
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-Puede pasar, el doctor Choi le está esperando. –La secretaria llamo la atención del rubio sentado en la sala de espera. Este sólo le miro y entró, llevaba más de 15 minutos esperando.
-Buenas tardes. –Levantó su mirada hacía la puerta que se había abierto, sus ojos por un segundo se quedaron pegados en la silueta contraria, era bastante guapo, tenía unos lindos ojos, y físico esbelto… llamativos labios… mierda-. Choi SeungHyun. Un gusto. –El más alto se levantó de su lugar, hizo una venido frente al paciente y rodeo el escritorio.
-Kwon JiYong. –Se inclinó de igual manera, después de todo seguía teniendo modales- Es un placer.
- Mh, vamos, toma asiento en la camilla. ¿Qué es lo que te sucede? Según en mi ficha, tienes un dolor en la espalda. –Dejo su cuaderno con anotaciones sobre el escritorio, y se apoyó sobre este, mirando al más bajito que había acatado perfectamente sus órdenes.
-Sí, veras, hace un tiempo tuve una caída, estuve en cama un tiempo por la columna y estuve yendo con otro tipo para que me asistiera, pero resultó ser un fiasco, estuve investigando y me dijeron que tú eras bueno en esto. Necesito ayuda, porque no deja de dolerme.
- Veamos, quítate el polo. –Sonrió- Veremos donde te duele para ir sacando conclusiones, luego te pediré hacer unas radiografías y seguiremos con el proceso.
-No hay problema, estoy a sus órdenes. –JiYong se quitó la chaqueta, la dejo a su lado y alzo su polo, se quitó la playera, lo que llamo la atención del Doc. Su cuerpo era tan pequeño, ¡Hasta tenía una puta cintura! Estaba buenísimo. Se echó un poco de crema en las manos y se volvió acercar, tomo sus prendas para dejarlas sobre uno de sus asientos y se ganó a su lado indicándole que se recostara. Sus manos se posaron sobre su espalda, justo en aquella curva, se veía la cinta de su bóxer: Calvin Klein.- ¿Te duele ahí?
-No, es un poco más a la izquierda, pero si es a esa altura. –El menor indicó, porque bueno, se veía bastante joven y si estaba equivocado, ese niño se cuidaba bien, o, joven, o quizás ya era un anciano. Con sus dedos siguió presionando por la zona, tenía una piel suave, súper suave.
- ¡Ah! Joder. Duele una putada, ahí mismo es. –Le indicó, tenía el ceño fruncido, pero aquel quejido por lo menos le despertó del trance que estaba teniendo al imaginárselo de otro modo.
-Oh. Bien, creo que puede ser algo grave…
- Mierda. Sólo por ser maricon tengo que estar lleno de enfermedades. –El murmuro del chico llamo su atención.
-¿Qué?
-No nada, ¿Qué crees que podría ser?
-Haremos los exámenes primero, ¿Vale?
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Bar Flesh 12: 24 AM.
-Un tipo en el baño me dio su tarjeta. –JaeJoong se volvió a sentar en su lugar, en el piso frente a la barra que había, a los costados sus amigos, Seung, KiBum, YooChun. - ¿La quieres? Es de tu tipo. –Le tiró el papel a YooChun, tomo la botella de su cerveza y tomo unos sorbos pequeños.
- Eh, no me interrumpas. Les estaba contando que me tire aun cliente hoy. La tenía… E-nor-me. –Hizo enfoque en cada palabra, hasta ahora, él aún no se creía que le había cavido eso.
- Tuviste un excelente día hahahah. –YooChun alzo su brazo para pasarlos por sus hombros acercándosele un poco, él y su ‘carisoñilismo’ así le decía key. –Uh. Mira a la puerta. –Murmuró.
- Esta buenorro… Bien, los veré después. ¿Irán a babilonia? –KiBum se levantó de su lugar, se ordenó el cabello y la ropa.
-Claro, hay que ir a botar tenciones. No te demores mucho. Y mamasela bien. –Seung levantó su cerveza un poco.
-Lo haré tanto que le dejaré la polla seca una semana. –Sonrió, caminó hacía el otro lado de la barra, siempre era tan sensual para caminar, se relamió los labios para tenemos más brillosos y se apoyó junto al tipo, alto, moreno, cabello negro, buen cuerpo. Se acercó a su oído tan lento, susurró algunas palabras y se alejó, sus amigos aún le veían, reían entre ellos.
-Jodido Key.
-Su juventud me recuerda a mi hace 5 años- Risas suaves, para cuando vieron como Key caminaba y su lige tras suyo que le daba algunas palmadas en el trasero, directo al baño, ah.
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Shim ChangMin nunca perdía el tiempo por las noches, es más, siempre las aprovechaba, y ahí estaba otra vez, sobre su cama, de rodillas, atrás de un tipazo, y joder que estaba bueno, no paraba de moverse tras suyo, embestida tras embestid a ese culo tan redondito que tenía y tan apretable. ¡Ah! Joder, joder.
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Y deberíamos ir acostumbrándonos, que ninguno de estos chicos perdía e tiempo. YooChun tampoco, el pelinegro de rulitos. O bueno, el destino tenía para él, otra cosa por esta noche.
Aunque había negado ir a babilonia, su noche no dejaba de ser tranquila. Esperando que el jodido semáforo cambie de color para pasar, pudo divisar en la esquina de al frente, un chico, buen cuerpo, siendo seguido por otros dos, obviamente más grandes, eran más robustos el otro más bien tenia pinta de nena indefensa.
El semáforo cambió a verde, ¿Qué podía hacer? ¿Irse a su casa o quedarse a ver que sucedía?
Le siguió el paso, iba lento en su auto, pero trataba de que no sea notado, así que iba bastante atrás, aunque desde que salió del semáforo no había avanzado ni un kilómetro. Algo ya aburrido, hizo el cambio para acelerar, pero quizás si era su destino estar ahí, porque esos dos tipos que los seguían, había tomado al muchacho por los brazos, le cubrían la boca y parecía como si… ¿Secuestrar? ¿En serio?, Joder.
Aceleró lo más rápido que pudo, se estaciono a mitad de la acera y se bajó del auto gritandoles, los tipos de inmediato soltaron al muchacho y no porque él fuera a dar mucho miedo, quizás sólo se asustaron de que los hubieran pillado, de seguro nunca antes lo habían hecho y es la primera vez. Que suerte había tenido.
-¡Joder! ¡Qué tipos! –Rió levemente, se había salvado, bueno, a ese niño también.
- Mierda, Muchas gracias… en serio. –El niño con aspecto de niña se dio la vuelta, y se preguntó cómo es que no se había dado cuenta que era él… ¡Tenía un culo enorme y no lo vio! – Oh. Eres tú…
-Que coincidencias de la vida. ¿Estás bien? –Joder, se lo quería llevar a la casa y volver a follarlo. Quería romper el código Gay. Pero JaeJoong lo hizo…
-Lo estoy, gracias, de verdad. –Junsu sonrió, muy suave. Tomo airé y lo termino exhalando con lentitud, el silencio estaba siendo algo incómodo, ninguno de los dos sabía que decir o hacer- Bueno… Es mejor que me vaya, no quiero ser atacado otra vez.
-¿Eh? Que dices, sube. Yo te llevo. –YooChun volvió a su lugar, y Junsu no pareció pensárselo porque de inmediato se fue con él.
¿A la casa del peli-rosa? No jodan, se irían a su piso, era bueno mintiendo, podría decir cualquier cosa para evitar irse por otro camino que no fuera su casa. Pero a Junsu no le incomodaba, es más miraba por la luna de la ventana de su lado y trataba de ocultar esa sonrisita picarona.
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SeungHyun hoy tenía una nueva cita… vamos, no piensen que ira a follar por ahí, tenía una cita en su consulta con JiYong, he iba con la mentalidad que hoy sí, se lo follaría contra el escritorio. Si de tan solo imaginar su rostro excitado, se le ponía dura…
-Doctor, ha llegado el señor Kwon.
-Hágalo pasar por favor. –Esta era su oportunidad. Se abrió la bata blanca, y se desabrocho los primeros botones de su camisa tan perfectamente planchada; Se le podía ver la clavícula tan bien marcada, la entrada a sus pectorales tan firmes, su piel tan lisa, no era por ser egocéntrico, para eso tenía a Key, pero tenía un cuerpo hermoso y lo atribuía que pasaban todos mentidos en el Gimnasio 4 días a la semana.
Se acercó a saludar a Jiyong tan cínicamente, se inclinó frente al muchacho rubio que se le quedo viendo tan fijo, ¡Lo había logrado! Su mirada lo decía todo, quería tanto como él. Ah.
-Veras, toma asiento. Hoy temprano salieron las radiografías y bueno, las estuve revisando y efectivamente desde esa caída que tuviste, tu columna quedo defectuosa, por lo mismo tendrás que recibir quimioterapia, pero estas de suerte porque lo seré yo.
-Oh. Vale. ¿Y cuándo comenzaremos? Sabes, tengo que trabajar mucho y estoy terminando unos proyectos, debo acomodar mi horario porque es bastante… apretado. –JiYong estaba tan sorprendido, recordó cuando le dijeron aquello la vez pasaba y le hizo el escandalo al kinesiólogo porque tenía que acomodar su horario, pero ahora estaba tan tranquilo, es más, también quería estar enfermo.
-No te preocupes, por ti también tengo que acomodar el horario por otros pacientes, pero puedes decirme que día estas más libres. Es más, si quieres podemos dejarlo ahora estipulado, le digo a YeonHee que nos traiga un poco de café. ¿Te gusta? –Era más fácil de lo que parecía, estaba junto a su paciente, incitándole todo aquello, mostrándose sensual, encantador, atento, pero también despreocupado.
-Me parece una buena idea. Y sí, me gusta mucho el café. –JiYong sonrió. Seung le imitó y estiro su brazo para tomar el teléfono, apretó el primero botón y le contesto su secretaria, le pidió los dos cafés y que no le pasara pacientes hasta en un rato, estaría ocupado… acomodando el horario.
Sentados los dos, uno al lado del otro y estaban impacientes, había tanta tención sexual, las miradas, la manera en que se acomodaban en los asientos, todo parecía ser una insinuación más, Hasta el modo de tomar la taza de café, como la apegaban a su labios y joder, Seung estaba tan excitado, que por suerte la bata cubría un tanto.
-Bien, entonces sería; Lunes, miércoles y sábados dentro de las 6 y 7 de la tarde.
-Siento si interrumpo tú fin de semana libre, pero es que tengo tanto trabajo que no… -Ya habían muchas palabras en el aire dentro de la oficina y muy poca acción, no quería efriar las cosas, además era mejor ser directo de inmediato. Seung había tomado la barbilla del contrarió y en cosa segundos estaba besándolo, estaban besándose* Perdón.
Su mano había corrido por su cuello hacía nuca, subió por su cabello y lo acercó más a su boca, Era un beso tan apasionado, tan desesperado que los dos necesitaban, se gustaban, era más que obvio. Los brazos de JiYong se habían alzado para rodear su cuello, y el más alto no quería desaprovechar nada, sus dos manos se fueron directamente a tomar su cintura, era tan pequeña, ah. Lo había levantado de su asiento y mientras él se deslizaba un poco en su lugar, lo sentó sobre sus piernas con las del ajeno a sus costados, movimientos tan sensuales sobre su bulto, estaba tan duros, los dos.
Y esa manera en la que el rubio se movía sobre suyo, la manera en que refregaba ese trasero, se la metería hasta hacerlo desmayar, Oh sí.
Las manos de SeungHyun se colaron bajo su polo, subieron por su espalda hasta sus hombros y las bajó, llegó al borde de su jeans y las dirigió al frente a desabrochar el cinturón que llevaba, luego el botón de este y bajo la cremallera; Su mano se encontró masajeando su erección bajo la tela del bóxer mientras la otra trataba de bajar más sus pantalones desde el costado, pero las manos del joven Kwon lo habían detenido, este se había alejado, estaba agitado, sus movimientos habían cesado, todo fue tan rápido, su mirada inquietante le preguntó que sucedía, pero nada fue nunca fue tan sorprendente como lo que dijo…
-Lo siento. Soy VIH Positivo…
-Oh…