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Jodamosle la vida a nuestros bebes!~ por Aira-chan

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Notas del capitulo:

¿Como han estados mis amores? Espero que genial!

En fin, les hemos traido otro de nuestros fic junto a Tomoe~

 

Espero que lo disfruten y se diviertan!

 

 

Aclaraciones del fic:

En el fic se mencionan los nombres Aira y Tomoe.

Quiero aclararles que no nos representa a nosotras, nuestros personajes son Alison y Rachelle~

Aira y Tomoe son nuestras hijas...

-¡Mamá! –Chillaba un azabache mientras observaba con odia a su hermana. -¡Suéltame, Aira!

 

La madre de aquel chico despertó exaltada logrando así caer de lleno al suelo, ágilmente llego al cuarto de su hijo. Donde encontró a una pequeña pelirroja atando a su hermano en la cama con unas esposas de color rosado chillón y colocándole un listón con un cascabel en el cuello.

 

-¡Mamá! Dile que me deje en paz… -Bufó mientras intentaba zafarse sin éxito alguno. 

 

-Aira, ¿Qué te he dicho de atar a tu hermano? –Preguntó seriamente la pelirroja observando a su hija.

 

-Que no lo haga sin invitarte… -Respondió cabizbaja la pequeña colorada de enormes ojos marrones. -¿Quieres unirte?

 

Un sonoro “claro” dio inicio a la verdadera tortura del joven Ian. Aquellas dos mujeres habían estado molestando al chico por la simple razón de ser fujoshis, el joven poseía una apariencia demasiada a uke y eso incrementaba las ganas de molestar al pequeño chico. Aira, que apenas poseía 12 años, había descubierto el yaoi hacía ya dos años, descubrió a su madre viéndolo y aquello había llamado la atención de la niña. Podría decirse que desde aquel día, la pequeña niña comenzó a buscar un novio para su hermano.

 

-Ally, ¿Has visto mi… -Habló un hombre azabache de ojos celestes dejando a la mitad su pregunta y limitándose a observar lo que le hacían a su joven hijo que, por cierto, era idéntico a este. –…Corbata?  ¿Otra vez? –Cuestionó lanzando un suspiro al ver como Ian intentaba desesperadamente quitarse las esposas. A pesar de que su hija y su esposa fueran un caso perdido las amaba demasiado. -¿Podrían dejar de molestar a mi hijo?

 

-Pero…-Ambas fueron silenciadas por la mirada de aquel hombre.

 

-Pero nada, ahora pequeña pervertida ve y buscas tus cosas, hoy me toca llevarte a la escuela… -La más pequeña del lugar asintió depositando un beso en su hermano y su madre, para luego dirigirse en busca de sus cosas. –Y tu… Mejor cámbiate o se te hará demasiado tarde…

 

La pelirroja mayor observo el reloj y se dirigió histérica en busca de su cambio de ropa, la directora de la escuela la mataría, puesto que no era la primera vez que llegaría tarde.

 

-Puedes dejar de reírte y ayudarme… -Chilló el azabache a su padre que lo único que hacía en aquel momento era soltar carcajadas. –No logro entender cómo te has enamorado de ella. –Comento sobando sus muñecas y observando al mayor.

 

-Yo tampoco, pero luego de que me acosara durante toda la secundaria, creo que resulto. –Sonrió recordando como la pelirroja lo observaba a diario mientras hablaba con sus amigas, aunque normalmente la veía con una azabache con la cual reía descontroladamente. Nadie las comprendía muy bien pero cuando estaban juntas eran la mayor amenaza para cualquier hombre, ¿Razón? Ambas eran fujoshis y aquello había ocasionado varios problemas para él y su amigo Alexander, al cual no había visto hacia algunos años– Ahora muévete, ukecito o llegaras tarde.

 

-¿Cómo me llamaste? –Gruño mientras observaba con odio al oji-celeste.

 

Exhausto de su  mañana, el oji-celeste se dirigió a la cocina para preparar el desayuno a la familia, el cual su madre había olvidado por completo.

 

-Ne~ ¡Pero hay un chico en mi clase que es realmente guapo y creo que harían una pareja magnifica! –Comentaba la colorada mientras ayudaba a su hermano con los platos.

 

-Aira, diablos, tengo 16. No saldré con niños de 12 años, me vería como un maldito pedófilo.

 

-¡Pues al menos intento buscarte pareja, cosa que no veo por lo que te esfuerces! –Chilló al ver la despreocupación de su hermano.

 

El azabache bufo ante la tontería que acababa de soltar su hermana. El desayuno se llevó a cabo “normal”, Allison había tomado su té y comido sus tostadas a una velocidad inigualable y soltando un casi inaudible “adiós” se despidió cerrando con fuerza la puerta delantera.

 Luego de que padre e hijos terminaran sus desayunos tranquilamente, se dirigieron a la escuela del hijo mayor de Dominik.

-Bien, hora de irnos Aira. Ten cuidado, nos vemos. –Habló el oji-celeste a su hijo mientras abría la puerta de su auto.

 

-¡Y TEN CUIDADO CON LOS SEMES! –Gritó desde el interior la oji-café.

 

Conteniendo su impulso de gritarle a su hermana el azabache se dirigió a la escuela, la cual quedaba a unas cuantas calles.

 

*

En una casa en el centro de la ciudad se llevaba a cabo la discusión de cada mañana: “Quien despertara a Gus”.

 

-Opino que debería despertarlo papá, eres el hombre en esta casa. Actúa como uno. –Obligaba la joven azabache.

 

-¡No! Mamá y él comparten el mismo carácter, ella debería hacerlo. Además eso la distraería de la cocina y papá podría preparar algo decente. –Ambas niñas meditaron en quien se encargaría de aquella tarea y se decidieron por su madre.

 

La azabache se encontraba delante de la puerta del cuarto de su hijo, no le tomo ni dos segundos abrirla de una patada y encender la luz dejando a la vista un gran bulto en la cama.

 

-¡Levántate sucio mocoso! –Chillaba la oji-marrón mientras quitaba las mantas que cubrían al chico de cabellos castaños. -¡Si no te mueves llegaras tarde a la escuela y no estoy dispuesta a recibir otra citación por ese tema!

 

-¡Maldita sea, mamá! Son las 7 de la mañana. –Chillaba soñoliento el oji-verde.

 

-Si debo levantarme temprano, tú también. –Comentaba mientras arreglaba algunas cosas en el cuarto. –Ahora muévete, papá ya ha preparado el desayuno.

 

El castaño bajo las escaleras con pesadez, tomándose en el camino con dos molestos y chillones bultos. Tomoe y Naomi observaban con terror a su hermano, realmente podía dar miedo cuando apenas despertaba, mucho más que el que daba su madre.

 

-¡Buenos días Gus~! –Hablaban las niñas a lo que recibieron como respuesta un movimiento de cabeza afirmativo.

 

-Buenos días… -Habló un castaño mientras servía los huevos revueltos en el plato de su hijo. -¿Mamá no te ha lanzado nada? De seguro está de buen humor.

 

-No, pero me ha llamado sucio mocoso, posiblemente este feliz por algo. –Comentó mientras tomaba un poco de café, ciertamente aquel chico había heredado varios aspectos de sus padres. Poseía el color de cabello y  ojos de su padre, el mal carácter y la poca paciencia de su madre y la pequeña adicción al café de esta última también. Un mensaje llego al teléfono del oji-verde y lo observó con poco interés, una de las tantas chicas con las cuales se había acostado anteriormente quería verlo en la tarde. No se molestó en contestar y borro el mensaje centrándose en su desayuno.

 

Luego de terminar el desayuno, Augustus se dirigió a la escuela mientras su padre se dirigía al trabajo y su madre llevaba a sus dos hijas a la escuela.

Notas finales:

Les gusto?

Si?

No?

dejen sus comentarios y les agradeceremos mucho n.n

Si recibimos más de 5 comentarios, prometemos actualizar hoy mismo! :3


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