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Realidad por Alis Potter

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Notas del capitulo:

Hola! U.U""

Perdon la tardanza. La puta inspiracion y... las ocupaciones xd En fin disfruten el capitulo y... Comenten!!!!

-¿Por qué vemos un documental?-chillo Eliot, tirado en el suelo de su sala, cubierto solo por sus bóxers al igual que Jack, que jalaban el aro derecho de su labio, en forma de un tic que tenia.

-Historia Universal El totalitarismo-dijo simple el muchacho, recargándose en el sillón, estirándose, tenía que hacer un reporte completo sobre los gobiernos totalitaristas, estaba cansado, muy cansado, era martes, había entrenado por dos horas y el mismo propuso a Eliot ir a su departamento, tomar un baño juntos, tener sexo y ahora estaban viendo un documental.

-Se me ocurre algo-Eliot fue hasta llegar frente a Jack y lo beso.

-Basta Eliot…tengo que ver esto o si no reprobare, tengo que subir mis notas-lo aparto bruscamente.

El rubio se arrodillo frente a él y después de estar peleando unos minutos, le quito la única ropa que tenia puesta, lo masturbo un rato hasta que tomo grosor, para meterlo a su boca.

Lo metía hasta que casi llegara a su garganta, para después sacarlo, pasar su lengua desde la punta hasta la base, donde encontraba una mata de vellos, enredaba su lengua en sus testículos, endurecidos, volvía a la punta y la besaba, succionaba un poco, lamia y lo embullìa de nuevo, también utilizaba los dientes, con delicadeza, mordía su falo, pero no al punto de dañarlo.

-Ahhh-Jack cerró los ojos, aferro sus manos al sillón, extasiado por el placer, si algo que Eliot hacia muy bien, era el sexo oral.

Eliot teniendo el pene de Jack adentro, de inmediato se percato, cuando este aumento de tamaño, se contrajo y se corrió. Casi en seguida lo saco de su boca y aparto el rostro, si algo detestaba era tragarse el semen.

-Eliot…no se como cojones eres tan hábil-jadeo Jackson, besándolo demandante, mirando aun el documental, no quería regresarlo y perder más tiempo.

-Practica-rio Eliot terminando el beso y volver a tirarse al suelo-Me gusta mucho-señalo su vientre bajo, justo a la altura de la cadera izquierda.

-¿A si?-lo acaricio con delicadeza, aun le dolía, su piel seguía sensible.

-El que te lo hizo, sabe tatuar.

-Creo que si-en aquella borrachera, de alguna manera termino convencido de que un tatuaje seria genial y ahora estaba con uno, en su vientre bajo, a la altura de su cadera del lado izquierdo, en colores obscuros y blancos, dos dragones que formaban un circulo, uno negro y otro blanco, adornaban su cuerpo, representando el Ying y el Yang.

Definitivamente Chuck había hecho un trabajo increíble, el diseño, los detalles, los colores, todo era hermoso, el precio lo había valido, precio que pago Sebastian y que por cierto aun le debía ese dinero, tenía apenas tres días que se lo había hecho y  si algo debía decir de un tatuaje, eran tres cosas. Una: Costaban mucho, Dos: Dolían bastante y Tres: Dolían horrores.

El tenía ese par de dragones, Sebastian en el antebrazo derecho, tenía una serpiente enrollada en un báculo y Miriam en el tobillo izquierdo a Mictlantecuhtli (señor de los muertos).

De nuevo aquella melodía de Muse, resonó en la sala, Jack termino de ponerse la ropa interior y contesto el teléfono.

-¿Qué quieres?-respondió al ver que era el número de Sebastian.

-Maldito niño malcriado, no me hables de esa forma-su voz se oía emocionada-Sera mejor que tu tan usado culo este sentado, porque te daré una noticia fenomenal.

-Si lo está ¿Qué ocurre?

-Este sábado, será la batalla, seremos el antepenúltimo grupo en tocar.

-¿Y eso era lo que me iba a emocionar?

-No idiota, es que me dieron pases para la gente que yo quisiera, sin importancia de edad.

-¿Y me llevaras?-sonrió tiernamente a Eliot, que lo observaba con el ceño fruncido.

-Solo si me dejas cogerte.

-Lo pensare.

-Mañana te daré el boleto, igual a Miriam.

-Está bien, nos veremos mañana.

-Ojala te de un infarto cuando te estén dando.

-Yo también te quiero, zorra pelirroja.

Colgó y aventó el teléfono, necesitaba uno nuevo.

-Tienes un pésimo teléfono-Eliot se enderezo para tomar el aparato.

-No todos podemos tener uno de diez mil pesos-miro su celular, uno ya viejo, con la pantalla estrellada, que a veces prendía y a veces no.

-Necesitas uno nuevo.

-También necesito un trabajo-y uno que pagara muy bien, para comprarse muchas cosas entre ellas un teléfono decente.

-Te comprare uno-sentencio Eliot.

-No te lo pedí.

-Y yo no te pregunte tu opinión.

Se miraron desafiantes un rato hasta que Jack no pudo contra esa mirada azul tan penetrante y volvió a poner atención al documental, que ahora hablaba de “El fascismo”

-¿Que harás el 8 de Noviembre?-Eliot se levanto para ir a su habitación a ponerse un pantalón y camisa.

-Dormir en mi habitación ¿Por qué?-hablo fuerte para que lo escuchara, maldita sea la hora en que agrego a Eliot a Facebook, ahora sabia su fecha de cumpleaños.

-¿No festejaras con tu familia?-volvió con sus tenis en mano, para colocárselos frente a él-¿O tu hermano?

-Qué asco no-lo que menos deseaba era pasarla junto a Adam, no podría librarse de una convivencia familiar, de eso estaba seguro, pues era un sábado.

-Entonces haremos algo.

-¡Qué Diablos! ¡No! No quiero festejar nada.

-Cumples 18 años, la mayoría de edad, te darán tu identificación, es importante.

-¿Y?

-Que ya no podrás acusarme de violación.

-

-

-

Camino más rápido al reconocer la cabellera castaña, y ese morral roto y mugroso, con la cara de Bob Marley.

-¡Hey!-grito, corrió más rápido, hasta que le alcanzo su hombro.

-Pitufin-dijo volteándose-¿Qué pasa? ¿Quieres algo?

-No sabía que ya estabas en la escuela Derek ¿Como sigues?-le sonrió, recargándose en uno de los muros.

-Bueno…bien-lo imito, también recargándose.

-¿Cuándo te dieron de alta?

-Ayer por la mañana-susurro, contestando saludos de otros alumnos.

-¿Tus padres, lo saben?

-No, de hecho por eso no pude salir antes, necesitaba un tutor y toda la mamada esa, pero Nick me hizo el favor de ir y soltar un poco de dinero para que no avisaran nada a la escuela y a mis padres.

-¿Pero estas mejor?

-Si-le golpeo el pecho-Tengo que irme a clases-avanzo un par de metros y se giro-Gracias por ir al hospital, pitufin.

Jackson sonrió e hizo un ademan con la mano, restándole importancia, miro como se iba, siguió recargado.

Por la tarde del pasado domingo, al recuperarse de las nauseas, el dolor der cabeza y el ardor de estomago, lo primero que hicieron, los tres, fue entrar a Facebook, ver todas las fotos y videos de la fiesta anterior, donde se rieron y burlaron de todos hasta de sí mismos. Lo que no se esperaron fue que Jesica lo llamara, diciéndole que necesitaba apoyo, que estaba en una clínica privada y que Derek estaba internado, a causa de una sobredosis de cocaína, supuestamente, el alcohol y ese polvo blanco, nunca se han sido buenos amigos.

Tras enterarse de eso, fueron los tres a verlo y apoyar en lo que pudieran.

-El cara de alfiletero-Jack volteo al reconocer la voz de Sebastian, que venía tranquilo junto a Miriam.

-Ya dieron de alta a Derek-anuncio Miriam.

-Lo acabo de ver.

-En fin-Sebastian, de su cartera saco dos pases-Tengan-le extendió un boleto a cada uno-Con esto pasaran de inmediato, la batalla empezara después de las ocho, lleguen ahí, nosotros tenemos que llegar antes para pruebas de sonido y esas pendejadas.

La campana sonó, indicando que la siguiente clase empezaba.

-Me voy, la maldita bruja de química, enloquece si llegamos tarde-se despidió, para ir a su clase.

-Buenos días estudiantes-entro la profesora, pocos le contestaron-Hoy aprenderemos radicales…-se vio intervenida por un alumno que fue hasta ella y le entrego un papel, que leyó rápidamente-Jackson Bergerac a la oficina de tu orientador.

Se extraño, pero metió sus cosas y salió de la clase, no sin antes oír a la bruja decir que tenía que pedir los apuntes, ejercicios y tarea.

Jackson miro al alumno de primero que había traído el aviso.

-Eliot te espera en las gradas-sonrió y se fue.

Tenía que suponerlo, camino hasta allá, reconociendo de inmediato la cabellera rubia de su novio.

-¿Qué es tan importante como para sacarme de mi clase?-saludo sentándose en el suelo frente a Eliot, que corrió a sus amigos en cuanto visualizo a Jack acercándose.

-Ten-le extendió una bolsa de plástico negra.

-¿Uhm?-la tomo y saco el objeto que guardaba, leyó el contenido de la caja.

-¿Te gusta? No quise traer uno muy elevado, tampoco una porquería.

-¡Eliot!-grito sorprendido ¡Era un teléfono! Un LG 90 en color blanco-Es mucho.

-En realidad no, es cómodo para ti, un precio medio-lo miro tranquilo.

-Es mucho para que lo acepte.

-Es un regalo y te lo quedaras-ordeno con voz fuerte-Y si tus padres tienen algún problema, yo hablare con ellos.

-Bien-sonrió, se acerco a él y lo beso ligeramente en los labios-¿Cuándo lo compraste? ¿Es mi regalo de cumpleaños?-pregunto, consciente de que a escasos trece días, seria 8 de Noviembre.

-Hoy en la mañana y no…no es tu regalo de cumpleaños, simplemente es un obsequio porque si-lo acerco más, tomándolo de la cintura y besarlo por más tiempo.

-Gracias.

-

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Miro a cada uno tocar el instrumento correspondido y se iro en busca de Miriam que lo observaba, ambos se miraraon y de nuevo dirigieron su atención a la banda de Sebastian.

Haciendo un total de cuatro integrantes, Chuck encargado de tocar la batería, James el bajo, Luis era el vocalista y Sebastian tocaba la guitarra y se encargaba de los coros.

Si bien no tocaban del todo mal, aun había cosas que afinar y que sus tiempos coinsidieran, estaban locos si creían que podían ganar la competencia.

-Chuck ¡Por una puta vez en este dia sigue el ritmo!-grito Luis, enfrentando al baterista que lo miro inexpresivo.

-Te atrasas y nadie puede seguir tu paso lento-dijo James que no dejaba de mirar a una Miriam, seria.

-Disculpa Don perfecto-el baterista se levanto irritado, tomo su chaqueta y se salió de su casa.

-¿Saben si esta peleado con Rebeca?-Sebastian dejo la guitarra y se sento a un lado de Miriam, a la cual abrazo.

-Al parecer se regreso a su casa sin avisarle y no le contesta las llamadas-dijo James mirando la puerta.

-¿Rebeca?-pregunto confundido.

-Su novia…-James dejo su instrumento y se coloco su chaqueta-Creo que Chuck no volverá, asi que no veo el caso de seguir practicando-se colgó su morral y miro a todos-¿Alguien mas se va? Yo tomo el autobús 3.

-Miriam toma ese-dijo Sebastian tranquilo-¿No quieres irte con el? Se hace de noche y no creo poder ir a dejarte.

-Supongo-Miriam se levanto, indiferente y se despidió de todos para despues irse junto al joven de piel oscura, no es que fuera racista, pero James era un afroamericano, que debía decir, era bastante apuesto.

Miro a Sebastian que le guiño un ojo, mientras que Miriam y James salian, suspiro “Plan con maña” se dijo internamente.

-¿Qué tal sonamos?-Sebastian se levanto en busca de algo que tomar en el refrigerador, saco una jarra de agua simple y se sirvió un vaso.

-Ah-Jack evito mirarlos-Pues… no son malos pero en definitiva no es su mejor ensayo.

-Si lo sabemos-Luis se levanto-Todo es culpa de la zorra que tiene como novia Chuck, te mando un whattsap-salio sin mas.

-Y… Rebeca es una zorra-Jack se rio, miro a su amigo, se habían quedado solos.

-No, es una linda chica, pero… tanto ella como Chuck son tan temperamentales-bebio-¿Que haremos el sabado?

-Nada-tomo su teléfono nuevo y comenzó a leer los mensajes pendientes.

-No debiste aceptar-lo miro serio-No debes aceptar nada que venga de el.

-Demasiado tarde-sonrio, moviendo un poco el trasero, comenzó a reírse-Solo fue un regalo

-Yo se lo que te digo-volvio a beber el agua-Pero ignórame… es lo único que sabes hacer

Jack lo ognoro, sabia que nada de lo hacua con Eliot le parecía adecuado, para todo había protestas y peros.

-No es que te ignore… simplemente no acepto tus consejos-le sonrio dulce-Deco irme.. tengo cita con Max-se levanto acomodando sus cosas y colocarse la chaqueta-Te vere el domingo-levanto los pulgares-Te vere mentras la gente te abuchea-sonrio burlon y salió de aquel edificio.

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Los gritos inundaban todo el lugar, personas en la mayoría jóvenes, bebían y comían las botanas que los meseros y meseras traían, estos también estaban agobiados anotaban todos los pedidos en pequeñas libretas iban de un lado a otro tratando de no chocar con los clientes, toda una proeza.

Los tres cantineros no se daban abasto pero parecían mantenerse en calma para no arruinar los tragos que preparaban todos tan variados y diferentes los unos de los otros.

-Vamos Grettel mueve esas manos-dijo un viejo canoso, dueño del lugar. La chica de cabellos oscuros y destellos rojizos le dedico su mejor gesto de disgusto y siguió preparando sus tragos concentrada y respondiendo algunos saludos.

Jack entro al lugar mostrando su pase que colgaba de su cuello, para que los guardias ni siquiera pusieran algún pretexto. A su lado venia Eliot que había venido aunque Jack no lo invitara. El cambio de atmosfera fue notable. La música resonaba a todo lo posible, los gritos de la gente, las luces del espectáculo. De inmediato buscaron a Miriam en algunas de las mesas más cercanas al escenario, vestida con una falda y blusa de tirantes coqueteaba animadamente con un hombre ligeramente mayor a ella.

-¡Jack!-sonrió contenta. Dejo a su conquista de esa noche y se dedico a platicar alegre con su amigo. Mientras impacientes esperaban el turno de Sebastian. Eliot se dedico a callar y mirar alrededor, silencioso como siempre era frente a las amistades de Jack, a él no le importaban ellos, y ni él a ellos.-Aun no llega nuestro pedido-se quejo mirando a los meseros atareados en las demás mesas. Tenían media hora que tan solo pidieron tres cervezas-Iré a pedirlas a la barra-beso a Eliot y camino esquivando a la gente hasta llegar frente a la barra. Sentía las miradas lascivas hacia su trasero pero lo ignoraba y actuaba como normalmente era-Oye-grito a la única mujer que estaba tras la barra-Desde hace 40 minutos pedí unas cervezas y no me han llevado nada-reclamo molesto, mirando irritado a la joven de ojos grises.

Grettel nunca dejo de preparar los tragos, y no aparto su mirada seria y fría de la de Jack-Por si no lo has notado mocoso… el bar esta a reventar-dijo sin alterar su expresión, pero en el mismo tono molesto en que, él, le había hablado. Si algo odiaba Grettel es que le gritaran y criticaran por la falla de otros y no las suyas.

-Deberían contratar más personal si no pueden ellos solos-bajo un poco su tono, pues la contestación de Grettel le asusto. Ni siquiera reparo porque lo llamara mocoso.

-Que buena idea niño- termino de preparar un Martini. Coloco seis cervezas en una charola y se agacho en busca de algo. Para después acéresele a Jack por encima de la barra. Lo tomo del cuello de la camisa y le coloco un delantal. Le dio un destapador y la charola-A la mesa de ahí-señalo una mesa cercana. No había tenido un buen día y el que ese mocoso la viniera a molestar no lo soporto, encontró la oportunidad de desahogarse con él. Lo empujo para que avanzara-El lleva sus cervezas-les grito a los hombres que sonrieron.

-¡¿Qué?!-estaba impresionado. Tanto que no pudo evitar que le colocara aquel delantal. Le gritaba a aquella chica pero ya era demasiado tarde Grettel estaba en el otro extremo de la barra. Sintió como otro mesero lo jalo y dejo en la mesa aun con las cervezas. Miro a los hombres que estaban impacientes por tomar su pedido. No supo bien porque pero destapo cada una de las bebidas y se las dio. De regreso se iba a quitar aquel atuendo cuando le volvieron a dar otra charola y no le permitieron hablar.

Tras media hora sirviendo pudo librarse de aquel delantal y pedir sus cervezas. Regreso a su mesa, evitando cualquier pregunta acerca de su tardanza, molesto de recordar que lo obligaron a servir. Cuando llego a la mesa se había unido una chica que aparentaba 22 años, de cabello castaño, alta y esbelta, tenía unas ojeras bajo su mirada oscura, de piel blanca, sin duda se trataba de Rebeca, la novia de Chuck, el baterista. Rebeca estaba callada y no seguía por mucho tiempo las conversaciones, claramente se veía que después de la Universidad había llegado al bar, se veía cansada y con ganas de irse.

Cuando Sebastian salió a cantar aquel tema de su autoría propia, gritaron y aplaudieron. Aunque al final de la noche, ni siquiera llego entre los cinco primeros lugares. Bebieron hasta que la gente se redujo a la mitad de lo que estaba. No estaban tristes por haber perdido, nadie creyó que pudieran ganar.

-Oye mocoso-Grettel caminaba altanera hasta llegar a la mesa donde estaba Jack con todos los demás, excepto Chuck y Rebeca que se fueron en cuanto bajaron del escenario.

-¿Qué quieres?-la miro molesto, levantándose del pecho de Eliot. Todos callaron mirando a la chica con curiosidad

-Dejaron esto de propina para ti-le dio algunos billetes, que aquellos hombres le habían dejado. Era una buena propina.

-¿Propina?-se enderezo Eliot mirando serio a Jack-¿Por qué te darían propina?

-Están solicitando meseros podrías venir y ver-sonrió fingidamente-Puedes arreglar un buen horario-sin más que decir volvió a su trabajo ahora más tranquilo.

-¿Meseros?-pregunto Sebastian mirándolo risueño-¿Ahora te dan propinas?

-Fue un mal entendido-contesto simple. Miro el dinero y lo guardo en su bolsillo considerando la propuesta.

Notas finales:

Les gusto? Espero si... tratare de actualizar pronto


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